POV MINSEOK.
Acababa de salir de casa cuando le vi.
Hoy iba a ser un día normal como todos, el único día en el que LuHan tenía que ir a trabajar media hora antes que yo. Yo aproveché su ausencia para relajarme un poco, prepararme un café más fuerte y amargo de lo normal… Limpiar un poco… Pero…
Acababa de salir de casa cuando le vi.
Yo le miré, él me miró.
Ver mi clon nunca fue una buena experiencia.
Al principio me miró con incredibilidad, quizás porque llevaba ropa de chica y una peluca y una mascarilla. Pero los hechos son hechos. Aun con miles de kilos de maquillaje, ropa de mujer, cualquier cosa, si tengo a mi hermano al frente y él a mí, siento que es él. Relación de gemelos se podría llamar, o algo así.
Un paso, dos pasos. Se fue acercando. Yo me quedé estático, no me podía mover. Mi mundo se había estropeado en cuestión de segundos. Mierda. Esto no es bueno. Yo lo presentía, yo sabía que algo malo pasaría, y al final, esto.
-Hyung. – Su voz, su maldita voz, igual a la mía, pero llena de seguridad y una malicia que me ponía de los nervios. Como si fuera superior a mí, como si fuese mejor. Soy el mayor, el que tiene los derechos de TODO lo de nuestros padres.
No. MinSeok cállate. ¿Qué padres? ¿Qué derechos? Los perdiste cuando te fuiste de casa, MinSeok. Esta persona que está delante de ti es una persona desconocida. Ahora eres XiuMin, ya jamás serás MinSeok, Kim MinSeok. Ahora Kim Woo, es el heredero de algo que nunca te pertenecerá. Porque fueron solo varios minutos de diferencia, MinSeok, y tú, ya no tienes el poder. Ahora eres XiuMin. Ahora soy XiuMin.
Jalé de su brazo, metiéndole dentro del edificio. Comencé a subir escaleras, sin dejarle prácticamente tiempo para hablar. Abrí con la llave, entrando. Me quité la peluca de la maldita cabeza, sin soltarle.
*POV NORMAL*
MinSeok estaba acelerado, XiuMin pensaba con claridad y sabía todo lo que tenía que hacer para acabar con su hermano. XiuMin estaba dispuesto a todo para mantener su vida en las mismas condiciones. MinSeok era más fuerte que él, sin embargo.
Woo estaba incrédulo. ¿Desde cuándo su hermano tenía más fuerza que él como para jalarle con tanta ligereza? ¿Qué pensaba hacer? Para Woo, su hermano no era así. MinSeok siempre fue una bola de inseguridades tras un gran muro de palabras ingeniosas y rostro frío. Pero esto, esto no era su hermano. Y si lo fuera, había cambiado.
XiuMin comenzó a desnudarle, haciendo fuerza. Tiró a un lado toda su ropa, mientras Woo estaba con los ojos más que abiertos, incapaz de decir nada porque MinSeok le tapaba la boca, e incapaz de protestar porque tenía al cuerpo de su hermano encima.
Este está loco. ¡Está loco de verdad! Siempre supe que era gay! Oh sí! No le atraía ninguna chica, y la zorra esa…¡La zorra esa tampoco! ¿Se fugó de casa para estar con su novio? ¡Cómo pudo conseguir hogar! Maldito loco… Lo odio…lo odio…
Eran muchos intentos fallidos de librarse. Woo quedó sin nada de ropa. Fue en cuestión de segundos que toda la ropa estaba en el suelo. MinSeok se puso a toquetearle la cabeza, con mirada perdida, con aire de loco. MinSeok no estaba siendo él mismo, era XiuMin el que ahora jugaba.
Algunos dirían que era jugar. Para XiuMin, esto iba mucho más allá.
Revisaba cada centímetro de su cuerpo, sin pudor, sin vergüenza. Algunas cicatrices, nada fuera de lo común. Ahí al fin se separó.
Cuando lo hizo, Woo rápidamente se escondió con la almohada. Iba a gritarle, iba a golpearle, pero la mirada de lo que hace unos momentos consideraba su hermano, esa mirada vacía, ida, enferma, le decía que sería mejor no tocarle, no hablarle, no molestarle.
Podría acabar peor.
El mayor cogió toda la ropa, iba a meterla a la lavadora. Máxima temperatura. Caminaba a pasos lentos, pensando en todo, tantas ideas, tantas formas de acabar con esto, pero en su mente algo le decía que no debía. Era su hermano. Antes lo fue, y como su hermano, su misma cara, su mismo cuerpo, su misma familia y su mismo aguantar a las personas que difícil podía llamar ahora padres, no debía hacerle daño. Eso fue lo que MinSeok le pidió a XiuMin. No hacerle daño a Woo. Al menos, no ahora.
Porque XiuMin no estaba loco. XiuMin había hecho eso a su hermano por si tenía alguna máquina de seguimiento. Le dio igual que dentro hubiera dinero o documentos o cualquier cosa. MinSeok destruiría todo, y que luego, Woo se buscase la vida.
Caminó a la cocina, cogiendo una botella de refresco. Caminó al cuarto, con total neutralidad. MinSeok agradecía que LuHan no estuviese presente, porque si no, otras cosas hubiesen pasado.
Le tiró la botella con el refresco a su hermano, que no la atrapó, pero cayó en la cama.
XiuMin le miraba con desaprobación, con ganas de matarle. Ganas de eliminar a su maldito hermano.
-¿Qué te está pasando, Hyung…? – Voz débil por parte de Woo, voz que jamás había sido tan vulnerable, ni cuando Woo se sentía tan rechazado por parte de su hermano, ni cuando murió Shey.
Risa enferma. MinSeok últimamente reía demasiado así, y a veces se daba miedo a sí mismo.
-Si has venido a estropearme la vida, no podrás. ¿Qué mierdas haces aquí? ¿cómo me has encontrado, Woo? – Preguntas, tantas… MinSeok quería preguntarle de todo. Estos meses fueron tan largos…
El castaño negó muchísimas veces, poniendo sus manos en forma de cruz… - No, no. Hyung. Yo por casualidad vi tu foto en una cafetería cuando salí con una chica. Y empecé a investigar… Y te vi trabajando de mujer en la pastelería esa. No, papá y mamá no lo saben. ¡Lo juro! – La voz nerviosa de Woo… Le era extraño portarse así delante del penoso de MinSeok, pero de penoso, ya no quedaba nada.
Min se sentó en el borde de la cama, mirando de reojo a su hermano pequeño. – Juralo. Juralo por Shey. –
Sudor. El pequeño Kim empezó a sudar. Porque una cosa era que tu hermano te desnude con intención de quemarte la ropa lo más posible, otra era que te hiciera jurar por Shey. Una cosa tenía asegurada Woo, la cosa por la que vino. Esa cosa era que MinSeok ya no era amenaza. MinSeok ya no quería la herencia. Ahora la herencia era solo de él.
-Lo juro, Hyung. Por Shey. Solo vine a confirmar si estabas bien y nada más. Papá y mamá jamás sabrán de esto. Lo juro. Por Shey. Por Shey… por Shey… - Susurros que se fueron perdiendo entre pensamientos y nostalgia.
Shey. Ninguno de los dos recordaba a Shey. XiuMin recordaba a Shey. Ella era bonita. Aún la recordaba. Shey… Shey…
Fueron varios pasos, y un hermano mayor abrazando a su hermano menor.
No. Esto sin duda no era el MinSeok que había vivido 21 años con Woo. Esto no podía ser MinSeok. MinSeok jamás abrazaría a su hermano. MinSeok jamás tocaría a su hermano. Su hermano era…inferior.
Woo le conocía demasiado bien. Por eso, quizás se esperó lo que pasó a continuación.
Un golpe en la nuca.
Woo cayó inconsciente.
XiuMin soltó una risita leve, que acabó siendo más fuerte de lo normal, y luego varios suspiros de alivio. Lo había jurado. Lo había jurado por Shey. Pero su hermano era un sucio mentiroso al que le daba igual Shey. Woo era un chico malo… Un chico malísimo. Woo mató a Shey. XiuMin lo vio. Como Woo mataba a Shey. Como la ahogaba. XiuMin estaba seguro de ello. Pero XiuMin en ese entonces no existía.
Llevó el cuerpo de su hermano a la habitación pequeña. Lo ató a la cama que antes era la que se encontraba en el cuarto grande, porque sí, al final, LuHan y MinSeok consiguieron una cama más grande.
Lo ató con prendas, que si bufandas, que si pantalones…Y se aseguró de que fuese fuerte. También le tapó la boca, para que no gritase.
Esto era un juego.
Como de pequeños.
MinSeok siempre se divertía haciendo esas cosas. Shey…Shey amaba que la atasen… Woo también… Wooo…. Wooo siempre amará estas cosas. Quizás a Lu le guste también…
Un golpe, MinSeok se golpeó la mejilla, para controlar sus pensamientos. No debía demorarse más. Sonrió levemente, yendo al salón para colocarse la peluca… Después de eso, bajó, para comenzar su turno en la pastelería.
MinSeok sin duda estaba tenso. Tenso y a la vez travieso. Porque ahora en su mente estaba Shey. Shey…Shey…
La maldita traidora de Shey.
En su tiempo libre MinSeok volvió. MinSeok sacó de la lavadora la ropa ya seca. Y sí, Woo tenía suerte, porque su cartera era impermeable al parecer. Y no, no había aparatos de seguimiento.
Al acercarse al cuarto escuchó como poco a poco aumentaban los quejidos. Quejidos de dolor o algo. Woo había despertado.
Woo seguía desnudo delante de MinSeok. MinSeok quería jugar.
-Hermanito… Te acuerdas de cuando de pequeño te follaste a la única chica que me parecía atractiva? –
*POV WOO.*
Esto no puede ser. No otra vez. Por favor no… Quería gritar. Joder. Puto enfermo mental. Puto enfermo mental joder. No. No. Jamás. ¡Que no me tocase!
-¿Te acuerdas? Fue divertido arrebatármela…Como Shey…Shey… Fue divertido… Como todo… Todo me lo quitabas… Y yo lo único que te quitaba era TODO. La empresa de mamá… de papá… De los abuelos… TODA la fortuna… - Su puta mirada. Sus ojos tan abiertos mirándome tan de cerca… Su voz estaba distorsionada, demasiado llena de emociones. Le odiaba. Yo odio a MinSeok. MinSeok está enfermo.
Él ya no me arrebataría nada… Todo…es mío.
No…no no. Su puta mano. Ahí no. Mierda. No.
Solté un quejido de dolor y asco. Sus uñas se clavaron en mis testículos, apretando, apretaba con demasiada fuerza…
Le odio. Le odio.
Repugnante.
Mataría a Shey miles de veces más… Solo por arrebatársela… Oh… todo…Todo sería mío… Todo lo suyo…
-Hermanito, que esto te sirva de lección. Eres tan inferior a mí, que hasta me da asco tocarte. Ten tu empresa y tu dinero, tu familia podrida. Pero sabes qué… Ah… - Suspiro, un suspiro que a mi parecer fue femenino.
Sentí alivio cuando dejó de tocarme. Se separó de mí, cogiendo una prenda, abrazándola. Eran…unos boxers? Jodido enfermo…
-Te juro que no he estado más feliz en mi vida. Al fin siento que pertenezco a un lugar, al fin siento que encajo. Al fin todo gira alrededor de mí en mí mundo y tú, hermanito, solo tienes cifras. Jamás amarás a alguien…Jamás tendrás amigos… Solo tenías a Shey… Y Shey ya no está… Shey se fue… Pero yo tengo a otra cosa… Luuu… Oh mi Luu… -
Fuera quien fuese Lu. Fuera quien fuese, se lo arrebataría como todo lo otro.
Desde ese día siempre le observo. Él viste de chica. Y tiene pegados a su lado bastantes personas… y yo empezaba a sospechar quien era ese Lu. El que estaba con él todo el rato, el que le abrazaba… Lo había estado observando… Lu era un chico más alto que mi hermano. Su apariencia era algo más femenina que la de mi hermano. Lu era un melodramático. Lu era jodidamente sexy para ser un hombre. Lu tenía muchas ojeras. Lu poseía una apariencia elfica. La sonrisa de Lu era bella. Me pensaba follar a ese Lu.