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Mi acosador personal. por MA-D

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El día al fin había llegado. Fueron muchas semanas de esfuerzo para que todo estuviera perfecto. Al fin la oficial apertura del Bar EXO. Los chicos estaban todos nerviosos, porque sí, hoy había sido muy muy intenso en la pastelería, en el piso de abajo, pero más intenso estaba siendo ahora, en el de arriba…

 

La pastelería había cerrado sobre las 8. Todos se habían dirigido al piso de arriba. Hoy Chen se había quedado en la cocina, junto con D.O. LuHan no era bueno para cocinar nada que no fuera dulces, así que ni lo iba a intentar. Más bien LuHan en el bar iba a ser mesero, junto con JongIn, Sehun y  BaekHyun. Minseok, Lay y Kris eran los barmans, Chanyeol era el guardaespaldas o algo así, el guardia, el de vigilancia. De hecho estaba vestido con un traje negro que daba toda la gracia, solo si conoces como es Chanyeol, sino, te daría miedo, sobre todo por esas gafas de matón. SuHo como siempre era el que unía a todos, como el mensajero,  vamos, el que daba órdenes. Tao era el encargado de poner la música, le habían dado ese trabajo tan importante a él, y ya tenía experiencia siendo DJ. No era la primera vez que trabajaría en un bar. Por algo le había dicho a Xiumin que ellos trabajan de noche.

Así todo comenzó. La noche iba a ser larga. Todos sabían que el primer día era el más importante, porque si a la gente le gustaba, volverían a venir. Y SuHo había organizado de forma sorprendente todo, las ofertas justas, sin abusar pero sí haciendo descuentos.

La verdad era que MinSeok ahora se sentía imbécil. Fue donde SuHo a decirle que no tenía ni idea de hacer ese tipo de cocteles, y SuHo decidió bien, sabía que LuHan era un torpe idiota que era arriesgado tener de mesero, pero se le daba bien mezclar, y sabía que Minseok tendría mejor rendimiento de mesero…Pero fue LuHan el que insistió muchísimas veces “No, él no será mesero. Sabéis la de guarros que le intentarán tocar el culo que tiene? No. Yo me niego” Pero ya estaba siendo tarde. SuHo llamó a ambos.

 

-No hay tiempo de tonterías, LuHan. Cámbiate de puesto con Xiumin. Él no puede hacer tan rápido los cocteles,   y tú no das abasto con tantos pedidos. No. – Le interrumpió al ciervo antes de que protestase. – No hay otra alternativa, lo sabes.

 

Quizás en ese momento LuHan se tragó todo el orgullo y asintió, pero tendría muy, muy vigilado a su Baozi. Cualquier mano fuera de lugar y juraba que la rebanaría.

 

A partir de ese cambio todo fluyó mucho mejor. Había muchas mujeres en la barra, admirando como todos hacían los cocteles, ligando también. LuHan no sabía si estar feliz por el hecho de que Baozi no estuviera ahí, soportando los halagos de las treintonas borrachas, o estar nervioso porque cada vez que pasaba entre la multitud para llevar los vasos o la comida se restregaba entre ellos.

 

Minseok estaba a gusto así, era ágil y quizá ser bajito tenía sus cosas buenas, no destacaba. Sí se percató de la cantidad de mujeres que había en la barra, y se percató también de como LuHan sonreía.

 

Maldito ciervo ligón… Ya veo por qué querías estar en la barra…

 

Kai casi siempre era el voluntario de ir abajo, a la cocina, para coger los pedidos. Algunos dirían que era para ver a KyungSoo, otros dirían que era para respirar un poco aire limpio, porque el olor a cigarros, alcohol y sudor era muy notorio.

 

Tao estaba a su bola, con los cascos, pinchando, viendo de vez en cuando como la gente bailaba. Se sorprendió de ver los amigos de SeHun, y un SeHun contento corriendo hacia ellos. Tao quizás sentía leves celos, pero muy leves.  Sabía lo que le costaba hacer amigos al Maknae del bar de EXO, lo sabía, por eso no diría nada.

Baek estaba sofocado. Odiaba que los hombres le llamasen mujercita, era horrible, no quería ser mesero, no quería de verdad!  Y justo en uno de esos momentos en los que era acosado por un hombre, que llevaría varias copas de más ya, fue cuando su salvador Chanyeol se acercó, intimidándole.

-Al personal no se le toca. – Decía, con voz rasposa, grabe y muy terrorífica.

A parte de los ligoteos y los mini romances y celos, la noche fue mejor de lo esperado. Muchísimos clientes, muchísimos pedidos y muchísimo dinero. A las 4 cerraron, porque esa era la hora a la que pensaban cerrar, los fines de semana. Los días laborales cerrarían a la 1.

Se habían reunido los 12 en el piso de abajo, sentados en los sillones. SuHo trajo todo el dinero que hoy habían conseguido. Fue una cifra quizás el doble de lo esperado de sacar hoy. Los gritos de alegría de todos fueron demasiados…

 

Xiumin miró a LuHan y LuHan a él. Ambos se abrazaron de felicidad, sonriéndose… Pero tardaron básicamente 5 segundos en darse cuenta de lo que hacían.

 

Baek se empezó a quejar un rato, halagando a su Chanyeol que le había salvado de malos ratos… Todos le ignoraron un poco, porque empezaron a dar un corto aplauso a Tao, que tan bien lo había hecho con la música. Sin duda había sido genial, y Tao casi se pone a llorar de los halagos, abrazando a su mami (SuHo) y luego a su papi (Kris) Una familia feliz. (X)

 

SeHun y Kai fueron los primeros en levantarse. Kai le echó una miradita a D.O – Te acompañamos a casa, Hyung? – Preguntó, a lo que el bajito de mirada asesina asintió, solo que su mirada asesina hoy no era tan notoria, hoy estaba muerto de sueño.

 

SeHun había escrito un mensaje a sus amigos, agradeciendo que hayan venido hoy, en un día tan especial para él.  Y durante el camino a casa, se la había pasado hablando con ellos por mensaje, porque algunos de los locos seguían despiertos. “Siempre hay tiempo para jugar al LOL”

 

Baek cansado de que le ignorasen también se puso de pie, dispuesto a irse solo, pero Chanyeol le paró, negando muchas veces. – Vivimos en el mismo sitio y he traído la moto, no seas orgulloso. – Después de decir eso, le dio un codazo, riendo. Sí que ya no vivían juntos los 11, pues Lay tenía su novia con la que vivía, Kris  y Tao tenían su apartamento, Chanyeol y Baek el suyo, D.O aún vivía con sus padres, y Chen, SuHo, junto con los dos Maknaes, vivían juntos. Que no vivieran en el mismo apartamento no significaba que vivieran en diferentes edificios. Así es, Los 4 vivían en el mismo edificio que Baek y Chanyeol, y Kris y Tao vivían en el edificio de al lado. Era un edificio el que separaba la casa de Kris y Tao de la de LuHan. Eso sí, D.O vivía lejos, siempre le iban a buscar en coche. Lay tenía su propio coche y sabía llegar solo.

 

Cuando ya estuvieron en casa, LuHan se tiró en el sofá, dando suspiros intensos… - En momentos así echo de menos mi camita... – De nuevo usó su tono infantil tan mono. Minseok le miró de reojo, suspirando.

 

-Duerme ahí, LuHan, te lo he dicho muchísimas veces.  Yo puedo dormir en el sofá. Además soy más bajito, cabré mejor. –

 

-No, no, no y no. Baozi tiene que dormir cómodo. Hace cuánto nos conocemos ya, Baozi? 1 mes? No seas así.  – LuHan abrió sus ojos para ver  a Xiumin acercarse, pero se acercaba peligrosamente. 

 

Sí, hoy era el momento adecuado de vengarse. Él aún no olvidaba lo que le había hecho LuHan. Hoy sería el día…

 

Le cogió el brazo, tirando. Fue un LuHan confuso el que se levantó y dejó llevar, porque no lo pudo evitar al ver esa cara de perversión que muchas veces MinSeok ponía, pero no así, no para él.  Y aún llevaban sus uniformes. Las camisas blancas metidas en los pantalones largos negros, ajustados por arriba pero sueltos por abajo, y esas corbatas negras… Quizá Minseok por pervertido y un poco calientahuevos se había desabrochado a la mitad de la noche unos cuantos botones de la camisa, de lo cual LuHan se percataba ahora… Y sentía una extraña necesidad de desabrocharle el resto de botones. Se preguntaba cómo sería el cuerpo de Baozi? Debía ser delicado y muy blanco…

 

-A dónde me llevas? – LuHan preguntó por preguntar. No había tampoco muchas opciones, pero sentía que si no preguntaba algo, o hablaba, se moriría.

 

Sí, Minseok era misterios. Una caja de pandora, que si  se llegaba a abrir, traería el mal, al menos en LuHan. LuHan no se podría contener.

 

Ya mucho le costaba contenerse a Xiumin en su día a día. Que si salía solo en albornoz con el pelo mojado y se paseaba así por el salón, que si bebía leche del brick y se le desbordaba por los labios…Que si se metía el helado más de la cuenta… De verdad! Minseok era un calientahuevos, pero de verdad! Y por qué siempre qué la noche anterior había montado tal espectáculo?

 

Estaban los 7 tan tranquilos, y de repente Baek soltó la tontería del siglo, de que quizá estaría bien que alguno hiciese streaptease… o bailase eróticamente, y el maldito de Baozi, quizás sabiendo lo sensual que era, se dio como voluntario y empezó a bailar, tras no extremarse insistencia del resto.

 

¿Cómo era posible tener tales caderas? Quizá no eran las caderas de SeHun ni su maldito culo, pero Minseok se movía de forma guarra. MinSeok era malditamente sucio. Un Baozi relleno de sensualidad.

 

Y ahora qué hacía? Le estaba arrastrando al cuarto… De esa forma… Y no sabía que pretendía, pero hoy no se aguantaría.

 

Cuando estuvieron delante de la cama, Minseok le miró fijamente, con una muequita. – Por qué no dormimos juntos hoy? Si tanto te importa que duerma en un lugar cómodo, vale. Pero la cama es muy grande, y tú también cabes, Lulu. – Se sentó en el borde de la bendita cama, mirando desde abajo a LuHan.

 

-Por supuesto que dormiré contigo en la cama, Baozi! – Es que era penoso LuHan, o eso se pensaba él. Como podía estar tan eufórico de solo pensar que dormiría con Xiumin? Cuando a lo mejor era una broma del mayor…

 

-Sí? Genial. Porque cuando le pregunté a SuHo y a Sehun donde dormían, me dijeron que juntos. Y yo me empecé a plantear que como amigos, podemos dormir juntos también. – Se acostó en la cama.

 

LuHan había escuchado solo “Bla, bla, bla” Desde que mencionó a SuHo  y SeHun. Le daba igual, solo sabía que hoy Baozi desbordaría. No, mejor dicho, LuHan desbordaría.

 

-Muy bien, dormiremos juntos. – Se sentó en la cama también, aunque ahora nervioso. Siempre había soñado con esto, desde que le conoció, y ahora se sentía extraño. Que sí, que solo era dormir, pero dormir con Baozi al lado…

 

Minseok se puso de pie, empezando  a desabrochar su camisa, dándole la espalda a LuHan. “Que no somos hombres?” Pero lo hacía aposta, aposta, sí.  Sabía que LuHan ahora le estaría mirando la espalda con los ojos muy abiertos, y la boca también, y su corazón estaría latiendo a 1000 por hora, y en su mente solo resonaría “Baozi, Baozi, Baozi…”

 

No, no y no. Xiumin poco tiene de niño…

 

-Oye. Pero una cosa. Odio mucho dormir con ropa, me da calor. Espero no te moleste. – Y ahora fue LuHan el que se puso de pie. No fue tan sensual ni lento como Minseok a la hora de desabrocharse, fue más salvaje. Se quitó los botones en unos 10 segundos, y tiró la camisa por ahí. Lo siguiente que hizo fue bajarse de golpe los pantalones, mostrando sus flacas y blancas piernas… 

 

No, Minseok ya no era un Baozi. Porque los Baozi eran blancos. MinSeok ahora era un tomate. Él iba a vengarse! No LuHan! Y de nuevo LuHan estaba ganando…

 

-Sin problema! – Minseok se quitó también la camisa. Si LuHan actuaba tan despreocupado, pues él también, o eso pensaba. Sí, porque intentaba con demasiado esfuerzo no pensar en sus complejos, se esforzaba tanto que LuHan, que no sabía de esos complejos, creía que Xiumin de verdad confiaba mucho en su cuerpo.

 

Ambos se quedaron mirando. Minseok para no perder en el juego se bajó los pantalones también, hasta quitándose los calcetines. La diferencia era que LuHan llevaba boxers ajustados, y a Minseok nunca le gustaron, porque le apretaban mucho, él siempre fue de calzoncillos sueltos y cómodos. Pero tenía que admitir que en LuHan lucían genial, sobre todo ese color negro. Minseok no los llevaba negros, sino rojo vino. De verdad, quizás no se avergonzaban de cómo se miraban el uno al otro porque precisamente estaban más interesados en analizarse cada parte del cuerpo que en sentir vergüenza.

 

Baozi… Estás perfecto. Siempre te imaginé perfecto, pero ahora más…  Aww…Que tierno…Que tierno…   Él quería correr y abrazarle, acariciar su cabecita y gritar un “Bollo sensual!” Pero no lo hizo, porque si no perdería el juego.

 

Minseok ahora quería meterse bajo la manta, o bajo la cama, y no salir de ahí, porque se estaba dando cuenta, o se imaginaba los pensamientos de LuHan…  Pero no, no perdería tampoco.

 

-Bueno, no hay más secretos. O me debo quitar esto también? – La mano tan pequeñita de Xiumin fue hacia su cinta elástica del bóxer, tirando hacia un lado, y soltando, dejando escuchar el sexy sonido… como le había golpeado esa caderita…

 

-Ahm… Ya luego. – LuHan desvió la mirada. De nuevo maldecía. – Me voy al baño, bollo. No te duermas. – Caminó hacia el baño, marcando un poco más de lo normal sus pasos, para intentar provocar a su compañero de piso…

 

Sí que funcionó. Cuando LuHan salió, Minseok se dio un golpecito en la mejilla, empezando a respirar aceleradamente. –Ciervo maldito…-  y se metió bajo las mantas, para cerrar los ojos e intentar tranquilizarse.  LuHan tenía tan poco músculo, no, podría atreverse a decir que LuHan no tenía músculos, era tan delgado y blanco, pero tan erótico…  Se preguntaba como un hombre podía tener esa cara más bella que cualquier otra cara de mujer, o ese cuerpo más atractivo que el de cualquier maldita playboy… Y le estaba empezando a preocupar, porque para MinSeok nunca fue importante el aspecto de una persona, pero LuHan era pura harmonía. Su cuerpo y su forma de ser combinaban totalmente… Pero LuHan le veía como su hermano, y Minseok nunca quiso cercanías con nadie.  –Que le he invitado a dormir conmigo… - Se acordó, riendo, muy incómodo…

 

LuHan se había dedicado a lavarse la cara 200 o 300 veces para calmarse. Se miró al espejo para aprobarse o no, y se pensaba que realmente se veía decente, entonces estaba bien. Claro, comparado con MinSeok se perdía en su sombra, pero se veía decente. Tardó varios minutos en asearse y Salir, listo para lo que venía…

 

XiuMin estaba ahí, esperando a la puerta. LuHan se sobresaltó muchísimo al darse cuenta de lo cerca que estaba el Baozi… - Casi me matas del susto, Baozi! – Dio un suspiro intenso, poniendo su mano en su propio pecho… Como siempre, LuHan tan asustadizo…

 

El nombrado soltó una risilla, pasando por el lado de LuHan. Ahora le tocaba asearse a él.  Y sí, estaba muy nervioso por lo que le esperaba.

 

No era como si ambos se esperasen que “algo” pasase, pero se veía en el aire. Porque ninguno pensaba perder, y llegarían lo lejos que hiciera falta, solo que Xiumin no sabía que LuHan llegaría lo lejos que hiciera falta y más allá.

 

Cuando Minseok volvió LuHan ya estaba acostado, de lado, para dejarle espacio a Baozi. Aun así no sufrirían por falta de espacio, porque ambos eran muy finitos.

 

Minseok sonrió, acercándose. Se metió bajo la manta, y enseguida le dio la espalda. Auto reflejo. “Huye del lobo” 

 

-Buenas noches, Baozi. – LuHan lo estaba notando, Minseok se moría de sueño.  Y LuHan también estaba agotado… Pero quería Jugar! Bueno… Pero Minseok a lo mejor no.

 

-Buenas noches, Lulu. –

 

 

Los dos estuvieron varios minutos comiéndose las mentes, de si debían girarse y hablarle, de si quizá abrazar su espalda no fuese tan delito, o al menos acariciar su codo…O algo así. Y fue quizás conscientemente que acabaron ambos pegando sus espaldas, sintiendo el calor mutuo, estremeciéndose… sintiendo sus pelos de punta, disfrutando. Sí…Sin duda disfrutaban de ese tacto. LuHan no se creía que una espalda pudiera ser tan suave, y mira que había tenido espaldas en su vida, pero no una así. Minseok no había sentido otras espaldas así, porque no había querido. Muchas oportunidades había tenido, quizá demasiadas, pero no había querido. Y darle esa oportunidad a LuHan, significaba mucho.

 

No se sabe cuándo se durmió LuHan, pero Minseok seguía sin echar el ojo. Pensaba en su familia, en si ahora al fin estaban satisfechos con su hermano como heredero, sin tener que ser la oveja negra de la familia que les humillaba a todos… Él no sabía de esas preguntas, solo sabía que LuHan estaba a su lado, y quería abrazarle.

 

Muchas veces sus padres habían expresado el odio por los homosexuales, como “Son un hereje, cómo tendrán hijos? Cómo dejarán descendencia en este mundo?” Quizás tenían razón, pero Minseok tampoco estuvo nunca interesado en tener hijos. Quizás se había imaginado como padre algunas veces, pero le pareció siempre extraño. Quizá LuHan sería un mejor padre, de esos tan cool que le compran regalos a sus hijos y que van con los niños a jugar al fútbol. MinSeok sería más bien el tipo de padre que se quedaba en casa a mantener el orden y cocinar en su tiempo libre, y quizás cuidar de la niña…

 

Solo pensar eso le hacía sentir mariposas en su tripa… Sería una buena vida. Quizás no sería tan malo tener una familia, si era así.

 

Acabó girándose, dándole un abrazo a LuHan…Pegándose a su delantera, acariciándole ahora la tripa…  Y fue ahí cuando sus labios besaron al omoplato de LuHan, varias veces, hasta que finalmente, tras susurrar un “Lulu Babo…” Quedó dormido.

 

No, LuHan no estaba dormido. LuHan estaba en una especie de paraíso en el que había miles de ángeles bebés con la cara de Minseok, que a su vez tocaban el arpa mientras cantaban con lindas voces uke “Lulu babo”

Sí, definitivamente LuHan en su mente estaba cantando. Sí, parecía estúpidamente enfermo. LuHan estaba en la euforia. Jamás pensó que le haría tan feliz que alguien le llamase tonto…

Repítelo otra vez Baozi… “LULU BABOOOO…” KYAAAH…

 

Notas finales:

 

Gracias ~~


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