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Mi acosador personal. por MA-D

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Quizás por mala suerte de LuHan el primero en despertar fue Minseok. Había dormido fatal. Ahora sabía por qué a LuHan no le gustaba dormir con otra gente. La razón era simple: LuHan tiene un muy mal sueño. Se la pasaba moviéndose, teniendo pesadillas y despertando de golpe entre muchos “Noo” y “Por favor” Y Minseok había dormido de lo peor. Es más, se atrevía a decir que no quería volver a dormir más así con LuHan.

 

 

No duró mucho ese pensamiento al verle la cara adormilada, el pelo en su frente desordenado, los labios entreabiertos y de ellos cayendo un pequeñito hilo de saliva… Para no hablar de su torso desnudo, mostrando ese delicado cuerpo tan poco masculino que tenía, pero aún con bellos. Se notaba que LuHan intentaba muy duramente ser masculino, pero la naturaleza no se lo facilitaba, con esa carita de ángel y ese cuerpecito tan menudo. Para no hablar de su comportamiento, la personalidad de LuHan era como la de una fangirl, o al menos eso pensó Minseok. Realmente él no sabía que LuHan solo actuaba así con él, porque el bollo no conocía otro LuHan que no fuese su acosador personal.

 

 

La mañana de ese día fue tranquila, claro, debían ir a trabajar pronto, pero aún quedaba tiempo, por eso Minseok decidió hacer un buen desayuno. Primero, lo imprescindible, café, un buen café.  Aunque no tuvieran máquina, Minseok tenía sus trucos.

 

Cuando Minseok estaba en la adolescencia muchas veces se compraba café en el instituto, para no decir que todos los días. En casa nunca le dejaron beber café, por eso MinSeok había desarrollado esa especie de amor prohibido hacia el café, como su amor platónico que solo podía tomar cuando estaba en el instituto.  Sin duda era uno de los motivos por los que le agradaba ir a clase, uno de los dos motivos. Había unos 100 motivos para no querer ir a clase, quizá el principal: Kim JungWoon. Sí, su hermano. En su adolescencia tampoco fue excepción el hecho de que siempre era la sombra de su hermano.

 

LuHan despertó y no ver a Minseok a su lado le provocó necesidad. Estaba seguro que después de lo que pasó anoche ya nada sería igual con Xiumin, lo estaba. Seguro seguro.

 

Pero seguía intentando conquistarle, por eso debía mantener aún su aspecto. Antes de ir a buscarle a la cocina (sabía que estaba ahí, el buen olor a café lo descubría) se fue a duchar. Pero fue una ducha de esas largas, en las que te depilas ciertas partes del cuerpo, en las que te pones cierto número de diferentes cremas, y en las que te arreglas una media hora el pelo. Sí, LuHan quizás ahora fue contra su regla número uno: “Macho recio”  Bueno, la verdad era que LuHan iba contra esa regla desde que MinSeok llegó en su vida. Porque ahora LuHan tenía a alguien a quien quería llevar a la cama, y no solo dormir con él, sino ir un paso más allá. Soy un lobo, y tú eres la caperucita a la que voy a comerme!

 

No se había dado cuenta de cómo anoche durmió sin la luz encendida. Eso le sorprendía a LuHan. Cómo no se acordó de encender la luz de esa vieja lámpara que tenía en la mesilla? Quizás no le hizo falta. Pero cómo no le va a hacer falta?  Estaba tan en mi mundo Baozi que se me olvidó… Quizás esto es poco sano…

 

Fue un Minseok ya cabreado y desesperado que llamó a la puerta del baño. – LuHan a no ser que estés lavando la alfombra del cuarto pequeño, no veo razón para que te quedes una hora en el baño. – Xiumin estaba dándole indirectas. Indirectas de “Lava de una maldita vez la alfombra, da asco” Aunque sí, sabía que sería él el que acabaría lavando la alfombra. 

 

No hubo respuesta desde la otra parte. Solo un “crack” y una puerta abierta dejando ver un LuHan con el cuerpo mojado, recién afeitado, con los labios hinchados por el baño, el pelo perfectamente colocado, y una toalla. Una toalla que le llegaba por las rodillas y acababa por su pelvis.

 

-Ah. – Solo escapó de la boca de Xiumin. Un triste “Ah” Que lo hizo derretirse y morir ahí mismo. Un “Ah” después del cual se giró y le dio la espalda a LuHan. Un “Ah” Que daba a entender la demasiada admiración que sintió por él. POR QUÉ SIEMPRE GANAS, LUHAN? Anoche me aguanté las malditas ganas de vomitar de los nervios cuando me desnudé enfrente de ti. Tu eres tan perfecto  y yo a tu lado tan feo y extraño y…ahora esto…! LuHan…!

 

-Oh Baozi. Tanto tardé? Lo siento. – Se acercó peligrosamente a él, dándole un abrazo por la espalda, que duró lo suficiente como para hacer que MinSeok se alejase, huyendo de él a la cocina… - Te mojé! Lo siento. – Y se oyó una carcajada por parte del ciervo.

 

Minseok odiaba a LuHan. Le odiaba como odiaba a esos modelos en las revistas. Le odiaba como odiaba a su hermano por,  a pesar de ser gemelos, ser más alto y más delgado que él. Pero MinSeok a su vez admiraba a LuHan, porque LuHan a pesar de lo bonito que era y de lo perfecto, nunca había actuado con egocentrismo. LuHan a pesar de haberle salvado de una situación demasiado difícil en su vida, a pesar de eso, jamás había pedido nada que no fuese un “No te vayas” LuHan era un príncipe, un príncipe rosa.

 

 

El desayuno ya no fue tranquilo, no se lo pudieron permitir, porque un LuHan con tendencia  de Diva había estado una hora arreglándose en el baño, más luego los 20 minutos en vestirse. MinSeok se pensó que de verdad iría a una cita o algo por el estilo, porque hoy era sábado y los sábados era Chen el que tenía sus turnos de mañana. Y Minseok, al igual que LuHan, los sábados tenía sus turnos de tarde. Empezaba a las 4, hasta las 7, luego una hora de descanso, y pasaba a ir al bar. Los domingos por la tarde era igual, y los días laborales, BaekHyun y él eran los meseros del turno de mañana, porque SeHun y Kai estudiaban. Minseok no tardó mucho en darse cuenta que entre todos pagaban la universidad de Kai y de SeHun. Y Minseok no tuvo nada en contra en contribuir en pagarles la universidad, es más, lo quería, quería ayudar.  Así que los días laborales, trabajaba hasta las 4. De 9 a 4.  Era un buen trabajo, sin duda. Se divertía mientras trabajaba, y estaba rodeado de amigos. Era casi perfecto, y le sabía mal.

 

LuHan en cambio no tenía horario fijo. LuHan simplemente siempre que SuHo le dijera “Ven en X minutos” lo hacía. Por muy bueno que fuese KyungSoo en la cocina salada, era un paquete con los dulces. Chen lo hacía más o menos, pero es que KyungSoo era increíble, y encima cuando hacía algo mal y LuHan le regañaba, la miradita que le echaba el maldito  “Satansoo” le daba miedo…Quizá tanto miedo como dormir por la noche sin la luz encendida. Pero aparte de eso se lo pasaban bien en la cocina.

 

-Pero por qué quieres que me vista? Si aún no empezamos el trabajo. Queda mucho tiempo aún. – Xiumin se encontraba confuso ante las insistencias de LuHan. No era común de él.

 

-Venga, Baozi. Que no confías en mí? – LuHan hizo aegyo, que hizo rodar los ojos a Minseok.  No necesitó tampoco más para ir al cuarto y elegir un conjunto sencillo. Solo fueron unos pantalones de cuero y una camisa sin mangas blanca, solo fue un collar negro de cuero ajustado al cuello, solo fueron un par de pulseras de bolas negras, solo fueron unas botas con algunas cadenas negras. Solo era un bollo explosivamente sexy que no se daba cuenta de lo sexy que era.

 

Cuando LuHan le vio así soltó una carcajada. – Ni se te ocurra vestir así para salir por ahí, Bollo exhibicionista! – Soltó ahora un LuHan celoso. Muy celoso.

 

Xiumin le miraba confuso. Fue al cuarto, seguido de LuHan que seguía  con la voz elevada “Quieres que te acosen por la calle?

Estamos casi en verano, Baozi insensato! Te pudrirás en esos cueros! Déjalos para la noche!”  Mientras tanto Minseok quizá algo inseguro en sí mismo se miraba en el espejo.

 

-Me veo mal de verdad? – Preguntaba, con un tono depresivo. Ese mes había bajado de peso, estaba seguro de ello. Qué malo había en ir un poco ajustado? No, por qué mentir. Minseok solo quería provocarle a LuHan.

 

-Te ves… te ves… - Increíblemente sexy. Qué eres, un sádico? Me quieres azotar? Oh, ya sé. Quieres ligar con chicas mientras vamos a nuestra primera cita? Oh claro. Por eso tan sexy. Mostrando esos bracitos bien formados, ya. Ya. –La verdad es que es ridículo vestir así, afuera hacen 30 grados, sabes?

 

-Creo que tienes razón… - Minseok tuvo voz depresiva. ÉL se pensó que a LuHan le gustaría… Pero no fue así.

 

-Es más, ese conjunto es horrible. Ho-rri-ble. – Le señaló. – No lo lleves nunca. No, esa camisa, esa camisa tampoco la lleves. Y no te quedan bien los pantalones ajustados, más si son de cuero.  Y ese collarcito…

 

-Qué te pasa LuHan? – Minseok elevó la voz. Le había quedado claro con un “No te queda bien” Pero tampoco era para tanto! – Si tanto te desagrado pues no me veas, mierda!

 

-Que no quiero que lleves ese tipo de ropa por la calle! Siempre lo haces! Siempre tan exhibicionista! Que si vas a la pastelería en shorts! Benditos shorts que te marcan tan así el culo! Luego claro, mucho tengo con SeHun y Kai que tienen el título de “Culos” de EXO por ser meseros. Bueno sí, uno tiene más culo que el otro, pero el otro también está bien no? Pero tú, de repente con tus pantaloncitos ajustados! QUE TODOS TE MIRAN MINSEOK! – Mierda. Acabo de decir su nombre real.

 

Si bien la cara de enfado por los celos de LuHan era bestial, desapareció después de ese “Minseok” que soltó LuHan.  Cómo fue posible que en un segundo todo ese enfado y las ganas de pegarle un puñetazo desaparecieran y fuesen sustituidas por miedo y confusión? Es cierto, SuHo sabía su secreto, o eso pensaba, SUho sabía su nombre, de ahí a que investigase no sabía. Pero le había pedido que no se lo contase a nadie… Maldito SuHo…

 

-Cómo sabes mi nombre? – Ya no había forma de esconderlo.

 

-La semana pasada… - LuHan tragó saliva. Se enfadaría? Le mataría verdad?  -Tú siempre guardas tus cosas en un monedero… Y la semana pasada…cuando te duchabas… Quizás le eché un ojo al monedero…

 

-Y por qué hiciste eso, LuHan? – Ahora la voz de Minseok era chillona. Se culpaba por no haber confiado en SuHo, pero odiaba a LuHan.

 

-Porque quería saber de ti! Llevamos un mes viviendo juntos y ni siquiera me sabía tu apellido o nada! Y.. – Sonaría ridículo, LuHan lo sabía. Sonaría ridículo. – QUERÍA COMPORBAR OTRA VEZ TU FECHA DE NACIMIENTO. ES IMPOSIBLE QUE SEAS MAYOR QUE YO…! – Y  sí, sonó ridículo. Baozi ahora se empezó a reír, quizás una risa enferma.

 

-En serio? En serio de verdad? Me estás diciendo que destruiste mi privacidad por tu ego dañado, para comprobar si soy o no mayor que tú? – La sonrisa de MinSeok se borró de su cara, no le hacía gracia. – Con qué derecho, LuHan?

 

-Baozi yo… -

 

-Yo en ningún momento te he preguntado nada! Claro, tú me contaste tu pasado. Oh sí, que pasado, dos años antes ya son muy “pasado” para ti? Mírate! De nuevo en tu cuello esa mascarilla! Si ni siquiera estás enfermo! Siempre, siempre cuando sales a la calle la llevas, la mascarilla y las gafas. De qué te escondes tanto? No, yo nunca te lo he preguntado!

 

La respiración de MinSeok era acelerada, sus mejillas ardían del enfado, y ahora LuHan ya no se controlaría no se controlaría porque mierda. Se estaba pasando de la raya.

 

-Ya, muy bien. Llevo máscara y gafas de sol. Pero tú qué? Viniste de repente! Ese móvil caro, esas 250 llamadas, Minseok! 250! Y el anillo y el reloj! Que te crees? Me lo contaron Kris y Tao! Los vendiste! Y dijeron que el anillo era de hace siglos! Kim MinSeok! Kim!  No he investigado nada de ti! Nada de nada, porque eso es tú vida privada! Yo te he contado lo que he podido de la mía, pero tú de la tuya…Nada! Y yo sí que no te lo he preguntado! – Gritos, muecas de enfado. Risas enfermas… Quizá esto había empezado como una discusión de pareja algo cursi. Ahora había descendido en algo más, una pelea de privacidad, o quizás, una pelea que exigía verdades.

 

Ambos se quedaron callados. Ambos se miraban con expresiones de odio. Minseok estaba atrapado, si continuaba, sabía que esto acabaría mal. LuHan ya había sido pillado hace mucho, al parecer. Los dos tenían secretos  y pasados de los que no querían hablar, pero a la vez, querían saber de los del otro.

 

Para MinSeok eso fue demasiado. Quería pegarle un puñetazo a LuHan, porque cuando se vino a vivir con él, solo exigió privacidad. Y se la había quitado. – No tuviste que tocar mi monedero. Yo confiaba en ti. – Se giró, perdiendo el contacto visual y esa batalla, aunque la guerra aún continuaba.

 

-Oh, venga, Baozi! Dime que no fuiste tú el que le preguntó sobre mí a Kris y Tao. Ellos me lo dijeron. No fui el único que se tentó. Lo sabes! No seas así! – La voz de LuHan se ablandó, porque no quería ver a Minseok mal, a él le sabía mal también. Nunca quiso acabar peleando. Nunca.

 

-Quería saber por qué siempre te escondes la cara… - Debía pedir perdón, lo sabía. Quizás explotó porque le estaba criticando demasiado la ropa y hundiendo el poco ego que tenía, quizás sacó mierda de donde no había que sacar mierda. Quizás LuHan tenía derecho de saber el nombre real de su compañero de piso. Quizás… se había pasado. – Pe…perdón…

-No, no, no! – LuHan ahora era solo culpabilidad. Fue su culpa, todo. Él había metido su nariz en donde no debía, él se había comportado posesivo con él, él le había comenzado a gritar que no usase esa ropa… - Fue mi culpa, Baozi… Mi culpa. Todo. – Se acercó varios pasos, hasta quedar  pegado a su espalda, y pasar sus largos brazos por la cintura de Minseok, dejando su cabeza en el hombro del más bajo… - Lo siento, Baozi.

-Que no, LuHan. Fue mi culpa. Yo le pregunté eso a Kris  y Tao  y ellos no me contestaron… Y me enfadé y me lo guardé para mí  mismo… Solo esperaba un fallo tuyo para echártelo en cara… Y tú tan bueno siempre…

 

-Que no, que no! Que fue mi culpa! Yo vi que vestías muy sexy y empecé a sacar mierda y a mentir! Claro que te queda bien esa ropa…Te queda de muerte, y por eso! Es mi culpa, yo grité así…

Porque soy un poquito egoísta y no quiero que otros vean a Baozi así por la calle…

 

-Pero Lulu! Fue mi culpa haberte escondido mi nombre después de un mes de vivir juntos…

 

-Y mi culpa no haberte pedido permiso para ver tu cartera… Baozi no seas así.

 

-Que fue mi culpa, Lulu!

 

-Que no, mañoso!

 

-Fue mi culpa, y no me llames así!

 

Sí, definitivamente estaban locos.

 

En cuestión de segundos ya no estaba un ciervo abrazando por detrás a un Baozi medio llorón, sino que ahora era el Baozi el que sujetaba de los hombros a un ciervo gritón, que se dedicaba a negar muchas veces.

 

-Pero por qué no te voy a llamar así? Mírate! Trato de disculparme y siempre tan tierno intentas quitarme la culpa…!

 

-Pero porque he exagerado! Siempre exagero y me gusta montar espectáculos…  - Minseok le soltó los hombros, ahora mirando hacia abajo… Su cara quizás se había puesto ropa por ese “tan tierno”

 

-No quiero pelear contigo, Baozi. Por qué no lo olvidamos? – Sí, quizá era mejor olvidar esa pelea.

 

Minseok asintió, elevando su mirada, que no se mantuvo mucho elevada, porque fue ahora el ciervo que le abrazó con tanta fuerza por delante, sujetándole de la cintura… Y Minseok no aguantó, pasando sus brazos por el cuello de LuHan…rodeándolo…

 

Fue un momento de contacto visual, de respiraciones aceleradas, de corazones sincronizados… De cabezas acercándose lentamente… De  mariposas por todo el cuerpo… De ojos cerrándose… De alientos mezclados…

 

-A..ah. Bueno, hace realmente calor hoy, no? – Minseok se separó, tocando su mejilla con un dedo, con una sonrisa algo fingida y los ojos mirando a otro lado.

 

-Sí, sí. – LuHan soltó una carcajada incómoda. – Por eso te digo, ahora de verdad, deberías replantearte el conjunto. Jaja. – Y ese “jaja” fue tal cual “ jaja” ni una risa pareció, solo un “jaja”

 

-Claro, eso haré. Yo tengo una máscara también. Es buena idea, me la pondré. – De nuevo una sonrisa, tras una risa incómoda.

 

- Una gorra no iría mal con mi ropa actual, no? – LuHan se señala, sin atreverse ninguno a mirarse a los ojos.

 

-Una gorra. Buena idea. Irá bien. A..ahora salgo. -  Y se acerca al armario, dando suspiros de nerviosismo.

 

-Claro. Yo salgo ya. Te espero en la cocina. – LuHan suelta otro “jaja” y sale, cerrando la puerta.

 

Una vez separados por esa puerta de madera vieja, ambos se desploman en el suelo.

 

Minseok se mira en el espejo que tiene el armario. Minseok está rojo.

 

LuHan no necesita verse en ningún espejo para saber que está rojo. Si tan solo hubiese tenido el valor de acercarse, solo un poquito más…

 

 

No. Eso hubiese cambiado todo.

 

Pero…solo tan poquito…

Notas finales:

Gracias ~~

Ropa

Es una paliza esto de resubir. 

Si hay alguien nuevo leyendo... Que comente... Sigo activa y eso. 

Así no me sentiré estúpida por haber subido algo que ni sé si ha leido alguien. :C


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