Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Kyōka Suigetsu (鏡花水月) por Atomic Flea

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La sala de enfermeros de la clínica era el sitio en el que nadie quería poner un pie durante más tiempo del necesario, es decir, por más tiempo del que se tarda en cambiarse de ropa. A pesar de estar equipado con sofás para descansar, que se podían convertir en camas para los días de guardias, e incluso cafeteras y una pequeña nevera, todos los enfermeros salían huyendo de ese sitio como si estuviera encantado, prefiriendo el café hecho en el comedor de la clínica, o descansar en las camas de las habitaciones libres en ese momento.

Era gracias a eso que Minseok podía usar libremente esa habitación para pasar sus descansos en completo silencio, cosa que en cualquier otra parte del edificio no era posible, salvo quizás por la habitación de cierto paciente suyo.

Ser amigo de la soledad y la rutina le hicieron acostumbrarse a no tener mucho en cuenta el paso de los días, simplemente marcando las fechas importantes con alertas en su móvil para que no pasasen sin recordarlo, por lo que aunque le preguntaran, no sabría decir con exactitud si habían pasado meros días o semanas desde que Baekhyun ingresó en el centro.

Y a pesar de todo, el chico seguía siendo una incógnita.

Minseok estaba acostumbrado a saber enseguida qué tipo de comportamientos tenían sus pacientes para así él poder reaccionar y atenderles en consecuencia de ellos. Por mucho que lo había intentado, no consiguió saber nada sobre Baekhyun.

Muchas habían sido las veces en las que intentó tener una conversación con él, cosas tan estúpidas como “¿Qué quieres hoy de comer?” o “¿Te apetece salir al patio?” pero Baekhyun simplemente miraba a otro lado, o a veces le miraba a él, sin contestar. Muchas habían sido las ocasiones en las que Minseok se preguntó si realmente le estaba viendo a él y no imaginando cosas, manteniéndose en su propio mundo.

Lo peor de todo era que las pocas veces que Baekhyun realmente había hablado por su cuenta, fueron frases que no tenían apenas sentido para Minseok. En algún punto desde el primer día que se conocieron, su paciente pareció encontrar entretenido comentar sobre cualquier detalle físico de Minseok que le llamara la atención.

“Pareces un hámster”, había comentado una vez cuando estaba a punto de irse, “Como ahora, cuando hinchas las mejillas así”. Baekhyun estaba ya tumbado en la cama, preparado para irse a dormir, y Minseok había estado tan perdido en sus propios pensamientos que no se había dado cuenta de que estaba poniendo esa cara. También era muy cierto que hacía mucho tiempo que nadie se fijaba lo suficiente en Minseok como para resaltar algo sobre él.

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien le había comparado, de forma cariñosa, con un roedor y aquellos halagos eran simples ecos en el fondo de su memoria.

Miró durante varios segundos a Baekhyun, quien estaba demasiado entretenido apretando sus propias mejillas con las palmas de las manos, y sonrió educadamente. El tipo de sonrisa que dedicaba a todo el mundo cuando no sabía qué responder o simplemente qué hacer. “Buenas noches”, fue lo único que dijo antes de cerrar la puerta tras de sí.

La puerta de la sala de enfermeros se abrió antes de que pudiera seguir dándole vueltas a la situación, Junmyeon apareciendo a través de ella como quien está huyendo de algún peligro; desesperación manchando sus facciones. Sus ojos crecieron en tamaño cuando se dio cuenta de que no estaba solo en la habitación, en su camino hacia una de las cafeteras, pero al darse cuenta de quién se trataba, una sonrisa sustituyó el estrés en su rostro. "¿Qué tal tu día, Minseok?", preguntó educadamente, como siempre, mientras preparaba dos tazas de café en vez de una, como iba a hacer en un principio.

"Voy a arriesgarme a decir que mejor que el tuyo. ¿Tu paciente sigue dando problemas?". Minseok aceptó la taza de café solo con un pequeño asentimiento, volviendo a reclinarse en el sofá mientras Junmyeon ocupaba el espacio en la esquina contraria, soltando un suspiro en el proceso. "No consigo que deje de dar vueltas a sus problemas y ya no sé si es mejor que los diga en alto o se los calle".

Conversaciones como esas entre ellos eran bastante extrañas, muy poco comunes, y aunque le costara admitirlo, una pequeña parte de Minseok se sentía bien sabiendo que no era el único que tenía problemas con su paciente. No es que fuera una persona antisocial, hubo una época en la que había tenido amigos a su lado, tantos que todo su tiempo libre siempre estaba ocupado gracias a los planes que proponían, pero con el paso del tiempo y una mala experiencia en su vida todos esos amigos acabaron desapareciendo. Todavía había ocasiones en las que recibía algún mensaje de alguno de ellos, preocupándose por su bienestar y novedades en su vida, si el tiempo le estaba tratando bien. Muchos de esos mensajes aún permanecían sin respuesta, sin saber cómo responder a ellos.

Minseok sabía que Junmyeon llevaba tratando que se hacieran amigos desde que se conocieron, y agradecía la atención, pero hacía mucho que no sabía cómo comportarse alrededor de la gente, cómo conseguir que alguien se mantuviera a su lado. Y aunque consiguiera mantener cualquier tipo de relación, no podía evitar pensar que cuanto más tiempo durara ese tipo de relación más daño sufriría cuando llegara el momento en el que tuviera que terminar.

Por eso prefiería conformarse con la seguridad que le da la palabra conocidos, mientras escuchaba cómo su compañero se desahogaba.

"Soy bueno escuchando, pero no sé cuánto aguantaré sin que me explote la cabeza", terminó de contar Junmyeon, dando un pequeño sorbo a su café y mirando a Minseok. "Y tú, ¿qué tal con tu paciente?".

No sabía por dónde empezar, había tantas cosas que quería sacar de su cabeza que las palabras se quedaban atascadas en su garganta. Dio otro sorbo a su café como si eso pudiera hacer fluir las palabras antes de contestar.

"Es un misterio. Va a ser un milagro si consigo hacer que me cuente algo con sentido antes del viernes", el reloj colgado en una de las paredes dio la una en punto, por lo que Minseok dejó su taza de café a medias en la pequeña mesa frente al sofá, preparándose mentalmente para las horas que le quedaban de trabajo. Junmyeon aprovechó el momento y puso su mano sobre una de las muñecas de Minseok, apretando ligeramente mientras le dedicaba una sonrisa, sus ojos brillando mientras transmitía a su compañero unas palabras de apoyo que no eran necesarias decirlas en alto. 

Cuando volvió a entrar en la habitación número veinticuatro cargando una bandeja de comidas variadas, porque aún no había conseguido adivinar qué prefería comer Baekhyun, se encontró con éste sentado en el espacio frente a la estantería, todos los libros que habían estado colocados en las baldas abiertos a su alrededor. Estuviera leyendo o no el libro que tenía entre sus manos, Baekhyun no levantó la mirada hasta que Minseok apartó un par de libros para sentarse frente a él, dejando la bandeja en el suelo entre ellos. "Es la hora de comer. Te he traído varias cosas para que puedas elegir", dijo delicadamente, mirando a los ojos al chico rubio.

Pasó un minuto largo sin ningún tipo de respuesta por parte de Baekhyun y Minseok estaba empezando a perder toda la paciencia con la que contaba, la cual era mucha, por lo que probó cogiendo un cuenco con sopa y dejándolo con cuidado sobre el libro abierto en las piernas de Baekhyun. Una cosa en la que el enfermero se había fijado era que Baekhyun parecía obedecer mejor a las ordenes expresadas mediante gestos que a las palabras, asi que lo consideró una victoria cuando dio el primer sorbo a la sopa y siguió comiendo lentamente hasta que el cuenco estuvo casi vacío.

No tocó nada más de la comida aunque Minseok se la ofreció, volviendo a centrar su atención en los libros.

La comida acabó abandonada, los dos entretenidos con las páginas llenas de tinta formando palabras; Minseok intentando imaginar el universo del que estaba leyendo, Baekhyun viviéndolo en su mente.

A lo largo de la tarde hubo ocasiones en las que las frases dejaron de tener sentido, el enfermero tenía la necesidad de volver a leer el mismo párrafo dos veces porque no sabía qué había leído momentos antes. Incluso tuvo la necesidad de parar y pestañear varias veces seguidas, pensando él mismo por qué eso estaba ocuriendo.

Estaba acostumbrado a tener los pies en la tierra, a saber qué tenía que hacer a cada momento, o si no, pensar en lo que tenía que hacer a lo largo del día. Su cabeza era como un calendario completamente detallado y no había nada fuera de lugar. No podía recordar exactamente cuándo había sido la última vez que había leído algo distinto a un informe de la clínica o un periódico, pero volver a hacerlo estaba despertando algo en sí mismo que no sabía si le gustaba del todo. Era como una sensación ligera de picor que no desaparece por mucho que te rasques.

El silencio de la sala fue roto por el sonido del libro cayendo, cerrado, de sus manos contra el suelo cuando no pudo soportarlo más.

"¿No te gusta?". La pregunta le pilló por sorpresa, tanto que casi pudo escuchar los huesos de su cuello funcionando debido a lo rápido que miró a Baekhyun a los ojos. "Ah... No, es solo que no estoy acostumbrado a leer libros. Ya no." Esperaba que el rubio volviera a centrar la atención en su libro, siendo la pregunta algo puntual, pero contrario a sus expectativas Baekhyun le devolvió la mirada con la misma intensidad, incluso inclinando la cabeza ligeramente como si le estuviera analizando.

"¿Por qué?", una simple pregunta hizo que Minseok se quedara sin habla, sin saber qué decir. 

¿Por qué? ¿Por qué había dejado de leer?

Supuso que al igual que un montón de otras cosas en su vida, simplemente desapareció. Hubo alguna vez en la que disfrutaba de una buena historia en su tiempo libre, los personajes de los libros siendo sus mejores amigos y entretenimiento en ese momento, ayudándole a desconectar del resto del mundo, de las responsabilidades y el estrés que éstas causaban. Hubo noches en las que había alguien a su lado, su voz baja y aterciopelada susurrando esas historias mientras disfrutaban de la compañía del otro en una misma cama, cada palabra que salía de su boca haciendo vibrar su corazón. Pero esa voz y ese cuerpo había desaparecido, y entre las cosas que se había llevado con él estaba el amor de Minseok por los libros.

Volvió a la tierra cuando dos manos estrujaron ligeramente sus mejillas, haciendo que casi se apartara bruscamente, hasta que se dio cuenta de que era Baekhyun, que se había arrodillado frente a él, extendiéndo sus brazos hasta que pudo alcanzar su cara. 

"Estás pensando demasiado, otra vez", le dijo, su expresión completamente calmada. El enfermero se preguntaba si podría notar lo tenso que estaba debido a su gesto y todo lo que había pasado por su cabeza. "¿Puedo contarte una historia?".

Fue así cómo el resto de la tarde pasó; Minseok sentado en una de las sillas mientras escuchaba y observaba a Baekhyun leer uno de los libros con gran entusiasmo. No se había dignado en empezar por el principio para que Minseok conociera el inicio de la historia, y había ocasiones en las que algunas frases no tenían ningún sentido, según Baekhyun las palabras no dejaban de bailar las unas con las otras, pero no fue tan horrible e incluso disfrutó la distracción.

Una vez que llegó a su casa por la noche, dejando el abrigo colgando en la entrada junto a sus zapatos, se acercó a una estantería abandonada en una de las esquinas de su salón, suspirando inconscientemente mientras acariciaba los lomos de los libros que hacía tanto tiempo no usaba.

Esa noche, cuando por fin el sueño pudo con él y desapareció entre las sábanas, una copia del libro que Baekhyun había estado leyéndole descansaba en su mesilla.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).