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Un secuestro... ¿Inesperado? por Sweet12fujoshi

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Notas del fanfic:

Trataré de que el fic quedé al menos un 90% original, algunas cosas estan basadas en mangas o animes.

Notas del capitulo:

Dejen sus reviews :333

Matías: Un chico que tiene 15 años y es tranquilo, amable, y sobretodo buen compañero. Atrae fácilmente a las chicas que lo rodean, por sus bellos ojos esmeralda y ese cabello que le llega hasta los hombros de un color naranja fuerte. Alguien que es muy fácil de adorar.

Lucas: Con la misma edad que Matías, suele decir cosas extrañas que solo él entiende. Siempre está solo y no tiene amigos, está solo pero feliz. Algunos suelen pensar que está "loco" por alguna razón de la vida, pero tratan de ignorarlo. A diferencia de Matías... el es pálido y blanco como la nieve, sus ojos son grises, como si se tratase de una puerta a un cuarto oscuro y vacío, y su cabello es bordó lo cual lo deja un "10% más colorido".







Matías había tenido unas muy largas 6 horas de estudio y varios abusos por parte de los mayores de edad que solían esperarlo en el recreo para burlarse de él o decirle algo que le "afecte" aunque eso todavía no funcionaba. El chico de 15 no le restaba importancia a aquellos idiotas sin vida, sólo llamaba la atención de las chicas con un tierno guiño haciendo que las pequeñas lo miren con amor y otras con pura obsesión. En un rincón estaba el muy celoso de Lucas, espiando con cara de pocos amigos (por así decirlo, el no tenía ningún amigo por el hecho de que siempre rechazaba las peticiones de amistad de algunos pocos que se atrevían a hablarle sin miedo) aquello que le causaba canas VERDES y lo ponía nervioso desde el día en que se enamoró de ese idiota que se veía tan atractivo y besable.

Le gustaba mucho Matías en secreto, un secreto que solo el mismo sabía... Se le ocurrió una de sus típicas ideas locas, y era secuestrar a ese hermoso chico de ojos tan hipnotizantes. Lo primero que iba a hacer es amigarse con él, no iba a ponerse tímido ya que NO era ese tipo de chicos que les decías "hola" y se les hervía la sangre en tan solo unos pocos segundos, luego se le ocurriría lo demás en el transcurso de los siguientes días de la misma semana, de esa manera podría llevarlo a su vivienda... y hacerlo suyo, en todos los sentidos. No le importaba lo que el contrario dijera, el se tenía asegurado a sí mismo que pronto Matías caería en sus manos, ¡Así no fuera gay!

Todo comenzó en la primaria luego de esos 4 meses de vacaciones, cuando ellos tenían 11 años. Había llegado un niño nuevo a la clase... extremadamente lindo, del cual Lucas se enamoró perdidamente ante su belleza y... admitía desde sus pensamientos que el lo volvía loco, loco de amor aparte de saber la personalidad tan tierna que tenía. Así fue hasta el día de hoy, todavía sigue viendolo y espiandolo aunque el otro ni estaba enterado de eso.

Lucas se acercó de manera sensual pero con cara seria hacia su futuro novio, observando aquellas chicas y apartándolas de su alrededor haciendo que estas se fueran mirándolo con desprecio. Sin rodeos comenzó una conversación agradable (y eso que Lucas no era de los que hablaban o mantenían conversaciones).



- Hola, Matías... ¿Cierto? - Por poco se relamía la boca de tener solo contacto visual con Matías, ¡Maldito! Tenía ojos perfectos. Aún así sonó algo desinteresado.



- Oh, ¡Hola Lucas! pensé que no te gustaba hablar con la gente... - Dijo extrañado pero de manera amigable, sabía perfectamente que Lucas siempre andaba solo.



- Eso es cierto... Pero contigo si quiero hablar, ¿Te gustaría que formemos una relación amistosa? - Se sentía feliz por dentro al hablarle, pero no sonreía, siempre estaba así de serio.



- ¡Pues claro que si! ¿Por qué no? - En su rostro se formó una bella y reluciente sonrisa, prácticamente era el único ser que no se había quejado nunca de la rareza de Lucas.



El plan de el chico estaba funcionando a la perfección, lo ultimo que debía hacer es que Matías entre en más confianza con él (al menos para que este, sea un poco más cercano que antes) y dormirlo de algunas manera, bueno eso sería bastante obvio. Pasaron ciertos días y fueron más unidos, se llevaban excelente y se la pasaban platicando siendo la mayoría de las veces Matías quien charlaba como un loro pero Lucas estaba tan enamorado, aunque ni lo demostrara, que lo alegraba saber que quien amaba le estaba hablando a cada minuto. La segunda parte de su plan, ¡Casi la olvidaba! había hablado tanto con el pelinaranja que se había olvidado, para su suerte cuando tocó el último recreo se le refresco la memoria y prosiguió, no podía desperdiciar más tiempo, tenia que ser suyo lo más pronto posible y no iba a dejar que algo se lo impidiera. Lucas fue corriendo hacia su amor para decirle algo "importante". - ¿Quieres... venir a mi casa? - Levantó la mirada hasta ver su rostro, era demasiado alto para su edad. - Tienes suerte, hoy no tengo nada para hacer, así que cuando salgamos de este infierno llamado escuela vamos - Se acercó a Lucas y le acarició la cabeza, el contrario se sonrojó un poco por la suave mano que estaba ahí.

Al terminar el aburrido e infinito horario de clases todos los estudiantes se fueron sin dejar ni rastros, llevó del brazo a su amigo de ojos tan bellos y lo trajo hasta su casa, una hermosa casa en verdad y parecía bastante cuidada, era la primera vez que Matías iba a la casa del extraño chico ojigris. Era hora de comenzar con la diversión que marcaría ese día como uno inolvidable.

- Pasa, ternura... - (N: Así es como apoda Lucas a Matías de vez en cuando)

Abrió la puerta para que el joven entrara, al momento de dar unos pasos le pone un pañuelo blanco en la boca haciendo que este se desmaye frente a sus ojos, Lucas cerró la puerta con llave, y en su corto desmayo ató a su futuro novio a una silla con una cuerda vieja que tenía guardada. Se veía tan tierno.


Lucas se sentó en el regazo de el ojiesmeralda que seguía ahí, desmayado, hasta que pronto abrió sus ojos y se sorprendió rápidamente al ver que su amigo estaba arriba suyo, y también más sorpresa cuando quiso moverse y estaba atado a la silla.

- Te tardaste un poquito en despertar, ¿No crees? - Dijo el ojigris bastante serio como de costumbre.



Continuará...
Notas finales:

Eh, perdonen que haya sido demasiado corto, trataré de que el siguiente capítulo sea más largo, este es como un "resumen" de lo que es el fic. x3


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