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Mariposas en la panza. por Mimi Shim

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Notas del fanfic:

Bien, este es un pequeño oneshot que corresponde al reto de Marzo que Crónicas del YunJae nos ofrece como un incentivo para crear más YunJae.

Si les interesa el proyecto:

https://www.facebook.com/cronicasyj/

Notas del capitulo:

Espero les guste esta pequeña cosa que salío para el reto. Ya saben me hacen feliz con sus comentarios.

:3

 

 

Estaba sentado en la sala, viendo un programa repetido de Dragon Ball, él como buen fan se sabía el episodio de memoria, esperaba con toda la paciencia de la que sus ocho hiperactivos años le permitían. Quería cuanto antes salir de casa e ir donde sus amigos, ese día en el parque habría una pequeña feria, y todos (incluyendo a su pequeño primo ChangMin) irían a disfrutar de los últimos días del verano.

¿Por qué tardaban?

Su madre permanecía sentada frente a JiHye, quien se veía nerviosa.

De unos años a la fecha YunHo supo que su hermana había cambiado, ella siempre había sido una niña buena, sobre todo con él, ambos eran como uno solo, jugaban, reían, y hacían travesuras juntos, pero con el paso del tiempo y de sus nuevas responsabilidades en el colegio, su adorada hermana se fue distanciando.

Poco a poco inició una “etapa” como lo llamara su madre, donde hablar horas por teléfono, comprarse ropa y probarse maquillaje eran lo único en el mundo de JiHye. Él no lo había entendido del todo, hasta que como si fuera una señal, había tenido la fortuna de encontrarse a lo que hoy sin temor a equivocarse definía como su mejor amigo.

Recordaba que todo había iniciado justo como este día ¿Pero verdaderamente era un niño con tanta suerte? Él siempre se había caracterizado por ser un completo despistado, por perder todo; sus lápices de colores en menos de una semana, su lonchera de Batman y por si fuera poco en un campamento había perdido su mochila.

¿Cómo era que había encontrado algo tan valioso sin darse cuenta? Mejor aún  y lo más extraño, que no supiera de ese que ese “algo” lo había encontrado sin buscarlo. Esto le preocupaba ¿Qué sucedería si por alguna distracción lo perdía?

Y lo peor:

 ¡Cómo es que hasta ahora, después de tanto tiempo no lo había perdido!

 

************ Tres años atrás…

 

YunHo estaba aburrido, era sábado y ese día era perfecto para salir un buen rato al parque, no recordaba un solo fin de semana en el que no se encontrara en los juegos corriendo y teniendo un pequeño picnic con su hermana mayor, mientras su madre los cuidaba a la distancia antes de ir por su padre al trabajo.

 

Su noona era una niña muy bonita que lo mimaba cuando tenía tiempo, para él JiHye era una princesa la que él se sentía obligado a proteger aun si él era mucho más pequeño.

 

Pero últimamente ella estaba rara. Había dejado de salir por las tardes a comprar dulces con él, y se pasaba largas horas pegada al teléfono. Él sabía que eso era extraño, tanto como que éste día que para ellos era tan especial, estuviera encerada en su habitación mientras se ponía un vestido tras otro ¿Qué no daba lo mismo llevarse el azul o el verde? Ella se veía hermosa hasta con el pijama rosado de pororo.

Cansado de esperar junto a la puerta, se sentó en el último peldaño de las escaleras, quizá si le decía a su omma que lo llevara pasear no sería mala idea, después de todo le había prometido llevarlo por un helado más tarde. Con pasos torpes debido a los cordones de sus zapatos, se apresuró al pequeño salón donde su madre solía leer por las tardes.

La encontró sentada en el inmenso escritorio de madera, atenta a un viejo libro que a simple vista le pareció aburrido. Ella lo miró y le sonrió, hizo un espacio en sus piernas y lo ayudó a subir. YunHo se acomodó en el regazo de su madre y respiró su perfume, aun a pesar de que ya era un niño grande de cinco años, le gustaba sentirse pequeño con ella, recibía esos mimos que de alguna forma lo reconfortaban aun si no estaba triste. Era temprano, casi medio día y no pudo evitar caer en una modorra suave cuando las manos de su omma acariciaban su cabello.

 

-Omma, ¿JiHye-noona no va a salir nunca de su cuarto? Quería ir al parque a jugar con Micky, él iba a llevar su nuevo balón de soccer y yo quería mostrarle ese nuevo muñeco que me trajo appa ayer.- Sí, él quería salir un rato y ver a su vecino, vagar un rato en los jardines y después jugar un poco con su hermanito y de paso visitar a su pequeño primo.

-No creo que tu noona salga pronto cariño, ella está en una edad difícil y creo que esta vez nos tocará ir a otro lugar y no al parque. ¿Recuerdas la señora Kim?

-¿La mamá de las amigas de noona?

-Sí, ella me invitó a comer el día de hoy y quería que me acompañaras. Quiero que conozcas a alguien especial que ha llegado a la familia Kim.

-¿Ellos tienen un nuevo gato? YoYo ya es viejo y nunca quiere jugar cuando voy con noona a casa de las noonas. ¿Omma podemos llevar jugo de naranja? Me gustan mucho los panes de arroz de la ajhuma.

-Podemos llevar el jugo si quieres, pero no cielo, no se trata de un nuevo gato o de un perro. MiJae-sshi y HaDong-sshi tienen un nuevo hijo y quiero que lo conozcas, tal vez puedas hacerte su amigo y el día lunes que entras a la escuela, llegues con un amigo y no te sientas solo en tu primer día.

 

¿Un nuevo hijo? No lo entendía, hace poco su padre le había dicho que los bebés salían de las panzas de las mujeres, y que nacían tan pequeños como su primo ChangMin-llorón quien apenas caminaba un par de pasos y no podía jugar con él. No sin terminar dormido junto al pequeño Minnie después de comer.

 

-¿Vamos a ver a un bebé? No le vi una barriga grande a ajhuma ¿De dónde salió el bebé?

 

HyeMi suspiró, si bien su pequeño hijo era astuto, aun no tenía idea de cómo explicarle muchas de las cosas que todo niño debe saber con el tiempo, con JiHye no tuvo grandes problemas, ella debía enseñarle a su hija como ser una señorita ahora que los cambios en su pre-adolescencia se estaban manifestando a paso veloz. Sin embargo con su pequeño hijo, no tenía idea de cómo iniciar, por ahora debía darle una explicación sencilla de cómo es que en tan poco tiempo la familia amiga tenía un nuevo miembro de una forma no convencional. Además se preocupaba que como todo niño, su hijo llegara a cometer alguna indiscreción.

 

-YunHo, quiero explicarte algo antes de irnos. Como sabes, los bebés permanecen dentro de la pancita de mamá cuando son muy muy pequeños. Y como sabes una madre debe cuidar a su hijo, comprarle pañales y juguetes, estar todo el día con él porque al ser tan pequeño no sabe hacer lo que las personas adultas. Pero muchas veces, una mamá no puede cuidar a su bebé y lo llevan a una casa donde más personas lo cuidan, hasta que una familia como la de los Kim, decide que ellos pueden cuidar de un bebé de esa casa, le compran ropa, y le preparan una habitación, y cuando ese bebé llega a casa, ellos se convierten en sus padres. ¿Me entiendes?

 

 Su pequeño la miraba con ojos grandes y sorprendidos, ella esperaba que no hiciera más preguntas, porque no sabría cómo responderlas. Explicarle a un niño el proceso de una adopción era aún más difícil que contarle cómo los bebés llegaban “a la pancita de mamá”.

 

-¿Quieres decir que ese niño no salió de la barriga de la señora Kim y que ahora que lo sacaron de esa tienda de bebés donde lo cuidan, él es un nuevo hijo?

-No es una tienda YunHo, es una casa donde viven muchos niños que no tienen papás que los cuiden. Pero sí, esos niños se convierten en los hijos de las personas que los adoptan y llevan a casa.

-¡Oh! Entonces eso es bueno, tendrá unos papás que lo quieran ¿No?

-Sí, lo querrán mucho y estoy segura de que se volverá un buen amigo tuyo. ¿Quieres venir a conocerlo? Es un niño muy lindo y juguetón. Debe estar aburrido jugando con la vieja YoYo.

-¿Crees que le guste jugar con un balón o con muñecos de felpa?

 

YunHo estaba emocionado, sus ojos brillaban ante la idea de tener un nuevo amigo, quizá no debería preocuparse tanto como lo estaba haciendo en este momento.

 

-No lo sé, ¿Por qué no llevas ambas cosas?

-¡Si! Voy por ellas.

 

Y antes de que se diera cuenta, ya estaba en la puerta de la casa de los señores Kim, ellos eran buenos y amables, HaDong-ajhussi era un hombre que solía jugar con él cuando su omma lo llevaba a saludarlos, esperaba que ahora entre él y su nuevo amigo (que aún no conocía) pudieran ganarle en un partido rápido después de un pequeño refrigerio.

 

Como era costumbre, él entró saludando al montón de chicas que vivían ahí, todas esas noonas eran las hijas de los señores Kim, ellas eran más grandes que JiHye y a veces jugaban con ellos, muchas veces a cosas de niña, pero no le importaba, de alguna forma sentía que ellas eran como sus hermanas mayores y que aunque en ocasiones le pintaran los labios y le hicieran beber té falso en tazas de juguete, eran muy agradables.

Y ahí sentado en las escaleras del pequeño jardín estaba un niño más pequeño que él sosteniendo YoYo, le acariciaba el pelaje con cuidado y no se movía mucho. Con cuidado de no asustarlo se sentó junto a él en el pórtico mirándolo con atención.

Tenía unos ojos enormes y negros, parecían dos grandes pelotas que brillaban con el sol, era tan blanco como el muñeco de nieve que hiciera los copos que caían del cielo cada invierno. Lo veía con la cabeza ladeada y con un poco de curiosidad. Era un niño muy extraño, parecía una de esas muñecas bebés que su hermana tenía en su habitación. Sin pensarlo dos veces extendió su mano y tomó la contraria que de inmediato dejó de acariciar el pelaje del gato.

 

-Me llamo Jung YunHo, mi omma es amiga de tu omma y me trajo para jugar contigo. ¿Cuál es tu nombre?

-JaeJoong… Mi nombre es JaeJoong y me gusta acariciar a YoYo mientras duerme, también me gustan los bollos de arroz y tomar leche fría, no me gusta el color verde y mi favorito es el rojo. Ésta es mi nueva casa, tengo muchas hermanas y unos papás nuevos, ellos son muy amables y me compraron juguetes, pero es aburrido jugar sólo y mis noonas no saben jugar cosas de niños grandes, me tratan como a un bebé.

 

 YunHo sonrió, ese niño era muy agradable, incluso podía sentir un calor en su pecho cuando una sonrisa tímida se asomó y le tomaba la mano como saludo.

 

-Mi color favorito es el rojo también… ¿Quieres jugar? Traje un balón y algunos juguetes, tu appa es bueno jugando ¿Quieres?

-¿De verdad quieres jugar conmigo? Siempre que juego con pelotas me caigo y mis rodillas duelen, no me gusta mucho… podemos subir a mi nueva habitación y jugar con el motón de juguetes que me compraron mis nuevos papás, hay crayones nuevos de muchos colores, hojas para doblar y también tengo rompecabezas ¿Terminamos el de los piratas que mi noona me regaló ayer?

 

Y se rio, ese niño hablaba mucho, pero de alguna forma no era tan escandaloso como uno de sus amigos del parque, Joongie, tenía una voz como si estuviera adormilado, era suavecita como esos pajarillos que cantaban en los altos árboles.

 

-Oye, crees que… ¿Te enojas si te llamo sólo Joongie? Creo que es más fácil que decir toooodo tu nombre.

 

 YunHo se levantó rápidamente de su lugar y con cuidado de no despertar al gato perezoso ayudó a su nuevo amigo a levantarse. Caminaron a la canasta de la mascota y la dejaron con todo el cuidado que sus manos les permitieron.

 

-Puedes decirme Joongie si me dejas llamarte Yunnie.

 

Algo dentro de YunHo se removió, quizá era hambre y su estómago quería dulces, o un poco de zumo de naranja, de alguna forma era raro. Así que sin más tomó la mano que Joongie le ofrecía y subieron a ese cuarto lleno de juguetes, donde sin saberlo, había encontrado un amigo con el que no se sentiría solo el lunes de su primer día de colegio.

 

Amabas madres suspiraron aliviadas, a pesar de que todo era nuevo y de que los niños siempre hacen preguntas difíciles, aquel par se había vuelto cercano en poco tiempo.

 

A YunHo le hacía falta la compañía de un niño de su edad para divertirse y crecer.

Ahora tenía un amigo que al parecer podía ofrecerle todo eso.

 

JaeJoong, era un niño que a pesar de venir de un orfanato, tenía una chispa de carisma que cautivaba los corazones de las personas.

Él necesitaba un amigo que le mostrara cuan buena podía ser la vida y que le recordara que una familia no sólo constaba de un padre y hermanos sino de los amigos que el destino enviaba como regalos divinos.

 

 

****************************

 

 

Después de aquel día, no se había podido separar de JaeJoong, cada que amanecía, ambos se encontraban en el parque para caminar juntos a la escuela, se sentaban en la misma banca y de vez en vez cambiaban almuerzos cuando por olvido de alguna de sus madres les tocaba algo que no les agradara. Juntos descubrieron lo que era un amigo de verdad y también formaron vínculos con otros niños de su salón (a los que YunHo ya conocía) y de los que rápidamente se volvieron inseparables.

A veces YunHo pensaba que JaeJoong habría sido un buen hermano, siempre que se sentía triste o que por alguna travesura le castigaban, ahí estaba ese niño de ojos grandes acariciando su cabello mientras intentaba consolarlo, incluso cuando enfermaban lo hacían juntos. Era como si de alguna forma, YunHo hubiera encontrado un enorme tesoro que no era parte de su familia, pero que se empeñaría en cuidar como lo más valioso que tuviera.

 

Hoy día YunHo escuchaba con atención como su madre le hablaba de amor a su hermana. Él sabía lo que significaba amor, pero jamás imaginó que fuera algo como eso…

 

-Tu padre y yo nos conocimos en una feria parecida a esta ahora que recuerdo…

-Mamá me has contado mil veces como es que se conocieron y ahora me dices esto, yo sólo quiero salir con YoungHa a la feria, él me gusta… Sólo… Sólo… Me agrada…

-Yo sé que así es cariño, pero creo que esta charla debemos tenerla ahora que puedo explicarte las cosas sin que tengas que escuchar la versión de tu padre. El  amar a alguien es muy complicado y a la vez fácil. Cuando yo me di cuenta de que amaba a tu padre, me asusté ¿Cómo puedes encontrar a una persona que te conozca tan bien? ¿Qué termine las frases que inicias aun si no las has dicho por completo? Cada que yo miraba a tu padre a los ojos, sentía como si mil mariposas revolotearan en mi estómago, es… Una sensación parecida a cuando tienes un antojo de tu caramelo favorito, sabes que ya conoces el sabor, pero aun así esperas con ansiedad poder comerlo. Cuando él me tomaba de las manos me sentía segura, pero también sentía que yo podía protegerlo, siempre quería cuidarlo. Tu padre solía ser muy torpe, muy distraído e ingenuo, y de alguna forma me preocupaba por él. Aun ahora, cada que se va de casa siento como si no pudiera esperar para verlo, sé que es absurdo porque él va a su trabajo y siempre regresa, pero yo no podría imaginar un mundo donde él no estuviera. Me sentiría sola, como si una parte de mí no existiera.

-¿Cómo supiste que te gustaba? Es decir, papá es raro…

-Sí él es raro, pero no sé, quizá es que simplemente él es el correcto, nos gustaban las mismas cosas y a la vez teníamos diferencias que a veces nos hacían discutir un poco. ¿Has visto cuando nos lleva a comer fuera? Si algo no me gusta y a él sí, hace lo posible porque a mí no me desagrade, me toma de la mano cuando vamos por la calle y es atento a todo lo que yo quiero, me conoce mejor que nadie en el mundo, él además de ser el hombre que yo amo, es mi mejor amigo y confidente, él guarda mis secretos y yo los de él, él sabe mis miedos y lo que me pone feliz, sabe cómo hacerme reír cuando estoy triste o enojada. Tiene detalles lindos, y siempre me siento feliz a su lado. No quiero que te apresures, pero cuando sientas que es correcto lo único que puede demostrarte que esa persona que has elegido es la correcta, es un beso, uno pequeño quizá… Dicen que cuando besas a la persona que amas, el mundo deja de girar, que tu corazón se acelera tanto que parece que se saldrá de tu pecho y al mismo tiempo parece dejar de latir de la emoción. Puedo decirte que sientes eso y más, pero sólo si es realmente la persona que está puesta en tu destino.

 

 

¿Amor? ¿Amar?

Él sólo podía imaginar a una persona con la que pudiera sentirse de esa forma y le asustaba que hasta ahora él no se había dado cuenta de algo tan importante como aquello. Su madre había dicho que cuando encuentras a esa persona especial, debes cuidarla y demostrarle lo mucho que la quieres sin importar nada más en el mundo. Claro que el cuidaba de esa persona y también se sentía cuidado pero… ¿Realmente sería él la persona con la que quería pasar el resto de su vida? Sus padres llevaban muchos años juntos y se veían felices.

¿Él podría ser así de feliz si algún día terminara viviendo con Joongie?

Su Joongie era la persona con quien jamás se sentiría solo, ambos se cuidaban, y siempre, siempre desde aquel día en casa de los Kim, había sentido esas (ahora conocidas) “mariposas” en el estómago. Ellas debían haber nacido aquel día en el que JaeJoong aceptara ser su amigo, seguramente las había plantado en él cuando lo abrazaba o en aquellas despedidas donde su amigo le regalara un beso de despedida en la mejilla….

Un beso…

JaeJoong siempre le regalaba besos.

Y según su madre eran la forma en la que puedes estar seguro de que esa persona, es la persona que vas a amar el resto de tus días y él simplemente al no saberlo había dejado pasar todas esas oportunidades de sentir todo aquello que…

En realidad lo asustaba.

¿JaeJoong ya lo sabría?

¿Por qué no le había dicho nada?

 

 

Salió a toda prisa de casa, no importaba si después su madre lo castigaba, Jonngie debía estarlo esperando y él simplemente se sentía preocupado, creía que si no actuaba lo más pronto posible perdería al amor de su vida como lo había hecho con los cientos de cosas que por descuido jamás aparecían de nuevo.

Lo encontró sentado en la acera frente al parque, jugaba con la tierra bajo sus pies. Y fue cuando lo sintió… Su corazón a punto de salirse, las manos le sudaban y sentía que en cualquier momento lloraría si dejaba pasar un segundo más. Gritó su nombre y como resultado obtuvo una sonrisa a la que le faltaba un diente, vio el cabello negro agitarse mientras corría y se sintió tan contento cuando éste lo abrazó con fuerza.

 

Y lo supo, ellos jamás se separarían, ellos se amaban YunHo sabía que eso debía ser.

-JaeJoongie… Mi mamá dice… No yo digo que… Te amo, siempre que estoy a tu lado, me siento feliz, siempre quiero poder verte, me gusta que seas mi amigo y además no me había dado cuenta de que tengo mariposas en la panza desde que te conocí.

 

JaeJoong lo miró como si no entendiera, tal vez había hablado muy rápido, además su mejor amigo era tan distraído que seguramente no se había enterado de nada. Fue entonces cuando las palabras “beso y amor verdadero” regresaron a su mente.

Tomó las mejillas regordetas de su amigo y sin importarle que sus ojos hicieran bizco puso sus labios sobre los de su amigo, ambos se veían a los ojos y parecía que en ellos había un espejo que los reflejaba a ambos. Y sintió todo, todo lo que su madre le habría dicho a JiHye. Pronto el contacto terminó y contrariamente a sentirse asqueado como cuando las niñas le daban besos al jugar con él, quiso repetirlo aunque esta vez los sentimientos lo sobrecogieran.

Vio a Joongie sonreír y darle un beso rápido en la mejilla, como siempre y ese contacto sólo hizo que pequeños fuegos artificiales chisporrearan dentro de él.

-Yo también te amo Yunnie… Yo también soy muy feliz contigo y mis mariposas son muy traviesas. A veces cuando estoy contigo no me dejan tranquilo. Voy a estar contigo siempre, siempre, hasta que el seamos viejitos.

 

Aquella tarde YunHo tuvo suerte en los juegos de puntería y como regalo obtuvo dos anillos de plástico que se empeñó en conseguir a pesar de la mirada desconcertada de la encargada que seguro esperaba, le pidiera la pelota de goma.

Un pequeño anillo negro y sencillo en el dedo meñique izquierdo, ese dedo de la vieja leyenda donde se encontraban unidos los corazones con un hilo.

Un anillo que a través de los años sería más que una promesa, sería el destino que compartirían dos almas que descubrieron el amor en la primavera de sus vidas. Aquellas vidas que pasarían por mil estaciones, cientos de cambios y montones de aventuras. Todo podría cambiar, menos el hecho de saber que el amor no conocía de edad, de tiempo, de miedo o de obstáculos.

Siempre serían ellos dos, YunHo sosteniendo a JaeJoong y JaeJoong siendo el destino, motivo y motor de la vida de lo que para él desde que su memoria le permitía recordar, era el amor de su vida.

 

 

Notas finales:

¿Y bien? 

Muchas gracias por leer! Kisses bye bye!


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