Se quedaron asi un buen rato abrazados, el castaño podía sentir la lenta respiración de su acompañante, Kyoya tenía razón él tenía la decisión de irse o quedarse, sin embargo él no quería que su hijo creciera sin su padre el sabia como se sentía, pero si se quedaba, sabía que podría perder a su hijo… cerro sus ojos un momento ¿se arrepentirá? Y sin hacer mucho ruido se apartó del cálido abrazo de su novio y asi salió de la cama, camino hasta el baño.
-lo siento Kyoya… pero no creo poder más…- se mordió el labio, respiro profundo y de un golpe rompió el espejo del baño, solo para después salir corriendo de la habitación antes de que el azabache fuera ahí.
-Tsunayoshi!…- Tsuna escucho como su amante se levantaba de la cama e iba directo al baño, esos fueron los momentos más aterradores de su vida… miro su mano izquierda ensangrentada y a pesar del dolor se quitó el anillo del dedo, arrogando la joya lejos.
Tomo un abrigo y su celular, y salió del departamento dando un portazo corrió con dirección al elevador, una vez ahí presiono como loco el botón para que este bajara al primer piso; cuando las puertas se abrieron, entro lo más rápido que pudo y esperaba que las puertas se cerraran.
-TSUNAYOSHI!!!- escucho el grito de Kyoya quien iba saliendo del departamento, sintió un enorme terror al verlo correr por el pasillo con dirección a donde estaba, pero dios es muy bondadoso y las puertas se cerraron frente a ambos, separándolos.
-Dios… ¿Qué voy a hacer?- se cubrió la boca con ambas manos sin importarle si se manchaba la cara con su sangre.
Cuando las puertas se abrieron salió lo más rápido que podía del edificio, aun con el miedo de que su ahora ex novio viniera tras de él, sintió su bolsillo vibrar, saco su celular para ver de quién se trataba, era Kyoya y a pesar del dolor que sentía rechazo la llamada, miro la pantalla un buen rato, ja! Aun ni eran las ocho de la mañana y lo suyo con Kyoya ya había acabado.
-¿Tsuna-kun?...- una voz a sus espaldas le llamo la atención, se giró lentamente para encontrarse con un hombre rubio, vestido de traje.
-¿Giotto…san?... Giotto-san!!- se lanzó a los brazos del rubio, quien miro confundido a su sobrino… si sobrino, ya que Giotto era hermano menor de Iemitsu el padre de Tsuna, único familiar que conocía Tsuna.
-¿Tsuna-kun que te paso? ¿Estás bien?- dijo viendo en su cuello unas marcas y su mano sangrando además de que estaba descalzo -de lo rápido que sucedió todo ni tiempo le dio de ponerse unos zapatos-. Al no escuchar respuesta por parte de menor se lo llevo al hospital ignorando que un azabache buscaba con la mirada su castaño…
Kyoya regreso a su casa, su miedo se hizo realidad perdió a su novio y su hijo no nato, ¿tan ciego había sido? Dio un puñetazo a la pared rompiéndola en el acto. Por estúpido lo perdió todo.
“Dios castiga con sabiduría” recordó la frase que su padre dijo alguna vez, je! Tenía razón y mucha.
--------TRES AÑOS DESPUES----------
POV HIBARI
Desde eso ya ha pasado tres años y en ese tiempo me he dedicado a cambiar, como por ejemplo había buscado ayuda, y un buen amigo Reborn me ayudo a encontrar trabajo como prefecto en una escuela secundaria, no podía quejarme ganaba bien, suficiente para mí, aunque bueno suelo ahorrar por si acaso, Tsk! No solo eso sino que también mi aspecto físico cambio me corte el cabello aunque unos mechones rebeldes hacen de las suyas en mi cabeza, también creo que crecí o no sé.
Hay veces en las que pienso en cómo estará Tsuna ¿estará bien? ¿Con quién se fue después de que huyera? ¿Tuvo al niño? Ah… se soy un completo idiota, tenía todo y lo deje perder, prefería mal gastaba el dinero yéndome de borracho dejando a Tsunayoshi solo, sin importarme las veces que trataba de decirme de su embarazo. “hubiera hecho algo” pero el “hubiera” no existe, deje de firmar unos documentos al escuchar como tocaban la puerta de mi oficina, di el permiso y para mi desgracia entro Yamamoto Takeshi, el profesor de educación física, realmente no entiendo por qué pero él me odia.
-Hibari… toma te la envían- dijo entregándome una carta, y antes de irse me dio un ligero golpe en mi hombro.
-herbívoro…- murmure por lo bajo antes de entrar en mi oficina, me dirigí a mi escritorio donde abrí la carta.
FIN POV HIBARI.
Hola Kyoya.
¿Cómo estás? Bien supongo, ya han pasado tres años desde que nos separamos, o más bien desde que me fui, pedir perdón no solucionara nada ¿verdad? Je! Actué bajo la influencia del miedo como tú con el alcohol. ¿Creíste que no me daría cuenta? Lo sabía te habían despedido, aunque eso no justifica lo mucho que nos lastimamos el uno al otro.
Pero… no quiero hablar de los malos momentos, sabes cuándo hui me encontré con Giotto-san el me ayudo, me dio un lugar donde quedarme o al menos dos meses me quede con el ¿porque? Fácil no quería ser una carga y por más que me decía lo contrario no dejaba de sentirme de esa forma, solo cumplí mi segundo mes y me Salí a buscar un lugar donde vivir, sabes qué más poco después de que encontrara un departamento me encontré con Iemitsu sí! Mi padre, hable con él un buen rato y llegamos a un acuerdo de que me apoyaría económicamente… solo eso.
Fue muy difícil empezar desde cero, pero no imposible, también me fue difícil estar solo, a pesar de que tenía al bebe conmigo fue difícil la soledad, ahí era cuando te extrañaba ¿recuerdas nuestra primera vez? Creo que si, después de todo yo tenía quince y tu diecisiete, esa noche me dijiste por primera vez “te amo” y ya no era herbívoro sino Tsunayoshi. Jehehe! No fue hasta el quinto mes que me di cuenta que él bebe estaba conmigo, hablando del bebe .sabes algo nunca pude llegar al noveno mes, mis emociones e inseguridades fueron demasiados para él bebe, no te preocupes, nació sana y fuerte sí! Es una niña, su nombre es Nana ¿gracioso? Un poco el hecho de que se matara no significa que no la haya querido era mi madre ¿no? Jahahaha! no sabes cuento se parece a ambos, es castaña como yo pero su cabello parece más negro, tiene tus ojos aunque son un poco grandes, fue difícil el tener que despertarse a mitad de la noche por su llanto, para ir a cambiarle en pañal, darle de comer o simplemente porque quería que la cargara, la amo es mi princesa, no nuestra princesa no te negare la paternidad de nuestra hija. Aunque bueno… ah!. Me tengo que despedir Kyoya te amo.
Tsunayoshi.
Dejo la carta sobre su escritorio, dejo que las lágrimas cayeran, todo era silencio en esa oficina. Culpándose no iba a solucionar nada y eso lo sabía muy bien miro de nuevo el sobre ahí se dio cuenta de que había unas fotografías, las saco, dio una sonrisa triste.
En la primera fotografía se podía ver a Tsuna con seis meses sentado en una banca acariciando su abultado vientre mientras una pequeña sonrisa adornaba sus facciones, una imagen angelical pensó al ver la bella imagen. Cambio la imagen, donde estaba Tsuna en una cama y en sus fino brazos estaba su hija, a pesar de que en su rostro el cansancio era palpable sonreía con amor a la pequeña en sus brazos, dio una ligera risilla su Tsuna siempre a pesar de estar casi muriéndose regalaba sus más bellas sonrisas, miro la última foto, en esa se encontraban Tsuna y una pequeña Nana de dos años, ambos sonreían a la cámara, es verdad lo que decía en la carta era le perfecta mezcla de ambos , mientras que el castaño se había dejado crecer el cabello le llegaba a la mitad de espalda.
-PAPI!!!- se escuchó por el pasillo salió de su oficina para ver que sucedía, al salir no podía creer lo que veía y es que justo ahí por el pasillo iba corriendo Nana, salió de su trance al sentir como la pequeña de casi tres años se abrazaba a su pierna. Sonrió a su niña, se separó un poco de ella para verla mejor, su cabello castaño le llegaba por los hombros, su carita redonda le daba un aspecto tierno, vestía una linda faldita negra con holanes, con una camiseta azul cielo con una torerita color negra y zapatitos de igual color.
-te quería conocer desde que vio una foto tuya Kyoya- dijo una melodiosa voz, alzo la mirada para ver al dueño de aquella voz, y de nueva cuenta sus ojos parecían engañarlo, ya que ahí justo frente a él estaba Tsunayoshi, parecía que el tiempo había ido a su favor, ya que sus facciones eran más maduras, y su cabello lo tenía un poco las largo, vestía una camisa gris con un suéter blanco con unos jeans un poco ajustados de mezclilla y unos tenis blancos.
-eres como el vino Kyoya hehe mientras más viejo mejor te pones- burlo el castaño viendo al azabache aun en shock, y al igual que él sus facciones maduraron y su cabello corto le daba ese aspecto elegante, también su traje le acentuaba su delgada figura.
El azabache solo pudo sonreír cargo a su pequeña y camino hasta el castaño y abrazo a su familia con amor.
-dilo…- dijo el castaño aceptando el abrazo.- dime la mentira que tanto amo-
-yo nunca te mentí Tsunayoshi- dijo acercándolos más a el- te amo…-
-yo igual te amo Kyoya…- dijo y se acercaron más hasta unir sus labios. La pequeña Nana miraba como su papi comía los labios de su mami, hasta que la mano de Kyoya le impidió ver más.