—¿Yifan ge a dónde vamos? ¿Es lejos? ¿Por qué dejamos a los chicos y por qué no me contestas? Yifan geeeee — chillaba Tao sin obtener una sola respuesta del mayor. Y no es como si se estuviera quejando. Aun si luchaba por que sus pies no tropezaran consigo mismo y si su respiración fuera cada vez peor al subir seis pisos de escaleras y su ge casi le arrancaba el brazo por la fuerza que usaba para tirar. Sus dedos entrelazados con los de Kris le hacían totalmente feliz.
—Yifan ge-...
—¡Shh! — Kris abrió de golpe la puerta que los sacó a la azotea. El sol caminaba lento a ocultarse tras las montañas, las nubes esponjosas y anaranjadas contrastaban con el brillante azul del cielo. Una ligera brisa les alborotaba el pelo y ambos sabían que Sehun estaba en algún sitio del colegio riendo a carcajadas por ese agradable viento. Tao sentía el corazón latiendo alocado en su pecho y esa boba sonrisa en su rostro que no quería desprenderse. No supo si era por la carrera o por estar a solas con Kris. Pero las piernas se le pusieron débiles.
Kris deshizo el agarre de sus manos y caminó hasta la orilla de la azotea. Subió a la barda tao pego un grito al ver lo peligrosos de sus acciones y corrió para detenerlo de las piernas lo primero que alcanzo a agarrar.
—Tao, cálmate no es como si fuera a saltar. Quiero que vengas aquí. - se inclinó un poco para jalar a Tao por los hombros. Un leve impulso y lo tenía ya entre sus brazos. Tao se estremeció por estar a tantos pisos de altura pero el calor que emanaba desde el cuerpo de su ge lo aletargaba. De repente no sabía si iba a saltar Kris pero lo seguiría en todas sus locuras.
—No quiero empezar las vacaciones sin que seas mí... — Kris tragó saliva. Era más difícil confesar sus sentimientos de lo que pensaba.
—Yifan ge… — Tao no quería hacerse ilusiones, enserio que no. Peo su corazón se negaba a hacerle caso y tal vez prevenía lo que su ge diría a continuación.
—Quiero que salgas conmigo. No como un amigo sino, como mi novio...— dijo lo último en una vocecita tierna y fue su turno de ponerse colorado, aunque fueron solo unos segundos. Su pose de chico frio volvió a su cuerpo y miro de frente a Tao, si lo iba a rechazar tal vez podría soltarlo...
—Yifan ge... —Tao se dio cuenta de que flotaban a unos veinte metros de la azotea de la escuela, pero él seguía fuertemente agarrado a los hombros de Yifan.
—¿Qué dices?
Pero el chico no respondió con palabras, dejo que sus labios le dieran la cálida confirmación. Se besaron lento, Kris era todo un experto y guiaba al menor con lentitud aun si su ansia era demasiada, no iba a asustarlo.
Si tú puedes volar, yo detendré el tiempo para hacer este momento eterno.