Habían pasado 28 meses, 3 semanas y 2 días desde la desaparición de Kuroko. Nadie vio nada, nadie supo nada, solo de un día para otro desapareció. Primero los mensajes no fueron contestados, después las llamadas a buzón, por último la madre de Tetsuya llamando a Kagami preguntando por su hijo, y solo ahí supieron que algo iba mal.
Todos durante meses buscaron incansablemente, Akashi contrato a los mejores detectives, Midorima mantuvo contacto con todos los hospitales de la zona por si aparecía en alguno de ellos, Kise ofreció recompensa por cualquier información de él, Murasakibara y Himuro pusieron afiches de se busca, Aomine patrullo durante horas por todas partes para encontrarlo, incluso Seirin repartió volantes por al menos 5 distritos y aun así no se supo nada.
Y Kagami lentamente se sumía en desesperación, se destrozó los nervios cada vez que el teléfono sonaba, esperando inútilmente que una de esas llamadas fuera de Kuroko diciendo “regrese lamento haberte hecho esperar Taiga-kun” pero nada. Kagami lentamente empezó a perder el sentido de la realidad, sus amigos nunca lo perdieron de vista pero no podían hacer mucho por él, la desesperación de perder al ser que más amabas era demasiada, tanta que el tigre de Seirin dejo de ser el mismo, posiblemente para siempre.
Ring ring (teléfono sonando)
Kagami busco el aparato entre tanta ropa tirada, la resaca del día anterior le dificultaba encontrarse incluso a sí mismo, últimamente lo único que lo distraía de su dolor era emborracharse todas las noches, pagando factura en la mañana siguiente.
-Habla
-Buenos días Sr. Kagami, habla el abogado Ishi* para solicitar su presencia en la lectura de testamento de Shitsu Ren**
-Lo siento pero no conozco a ningún Shitsu Ren. Se equivoca de persona
-Difiero, el Sr. Shitsu solicito específico que su presencia era fundamental, la lectura será en el ministerio central a las 3 el día 9 de abril. Lo esperamos, tenga un buen día.
-esper…- Kagami quiso hablar pero ya era tarde habían colgado.
Kagami no planeaba ir y sin embargo le intrigaba la idea de que un desconocido solicitara específicamente SU presencia en su última voluntad, por lo que con curiosidad y sin nada más que hacer se vistió rápidamente quedaba una hora para la lectura y no viva precisamente cerca.
En el trayecto mientras conducía empezó a recordar cuando la madre de Tetsuya acoso al abogado de la familia por si tenía conocimiento del paradero de Tetsu.
-Por favor Sr. Mamoru*** es mi hijo! Dígame si sabe dónde está!- la señora lloraba amargamente, ya había pasado un año desde la desaparición de Kuroko y por alguna extraña razón ella creía que si alguien tenía conocimiento del paradero de su hijo era el abogado.
-Lo siento Sra. Kuroko pero no sé dónde está su hijo y aunque lo supiera no puedo revelar información por confidencialidad hacia mis clientes, permiso.
-Sabes que tiene razón, no puedes pedirle que revele información que no es suya- A pesar de todo la abuela de Kuroko fue la única que se mantuvo calmada todo ese tiempo, dándole a Kagami y a Akashi un mal presentimiento.
Pip!! Pip!! Piiiiiip!!! (Bocinazos)
Kagami despertó de su ensoñación por los pitidos, dándose cuenta que había llegado a su destino, al bajar del carro grande fue su sorpresa al encontrar esperando a toda la Generación de los milagros, los chicos de Seirin y todas las parejas de todos.
-Kagami tú también!
-Aomine que haces aquí?!
-Nos habló un Sr. Ishi a la lectura de testamento de un tal Shitsu Ren.- contesto Akashi calmado, su presencia seguía siendo abrumadora sin embargo las ojeras en sus ojos desmentían su actitud relajada, nunca se perdonaría el no poder encontrar a su amigo aun teniendo todos los medios para hacerlo.
-Excelente ya están todos aquí- Una joven salió del ministerio e ínsito a todos a entrar al lugar- pasen lo estábamos esperando.
En la puerta de una sala lo bastante amplio como para que entraran todos un hombre mayor vestido de traje los esperaba y con actitud calmada se presentó.
-Soy el Sr. Ishi, el abogado del Sr. Shitsu, por favor pasen.
Al entrar el eco sordo que producían sus pasos y el silencio después de este rompió el corazón de todos en mil pedazos, ahí enfrente de ellos estaba la madre y la abuela de Kuroko, no se podía discutir y nadie lo quería creer pero eso sin lugar a dudas era la leída de testamento de Kuroko. El Sr. Ishi ajeno a esto empezó con su trabajo.
-Bien empecemos, esta es la leída de la última voluntad del Sr. Shitsu Ren antes Kuroko Tetsuya escrito y sellado ante notaria el pasado mes de….- Kagami no sentía nada ni oía nada solo podía ver como la madre de Kuroko caía de rodillas gritando y como sus amigos uno por uno lloraban amargamente, paso un buen rato hasta antes de que todos se pudieran calmar y el abogado pudiera continuar.
-Bueno continuemos, el Sr. Kuroko fallecido el mes pasado dejo en su testamento las indicaciones precisas de su última voluntad que será leído ante los presentes y será ejecutado bajo los estándares establecidos en el artículo…-Kagami no podía creerlo, no quería creerlo sin embargo eso no quitaba el hecho de que Kuroko había muerto hace todo un mes y nadie subía nada, no se sabía dónde estaban sus restos, si es que los había ni cómo fue que falleció. Lo más extraño de todo, aunque no tan sorprendente, era que la abuela de Kuroko seguía extrañamente tranquila, como si no fuese sorprendente que su único nieto haya fallecido.
-Y a Kagami Taiga- De sopetón Kagami regreso a la realidad al oír su nombre- Le hereda la custodia de su perro Tetsuya Nigou, dejándole todos sus cuidados, con la esperanza de aumentar la amistad que ya poseen. Acepta la noción?.
Kagami no dijo nada, sentía que si aceptaba la muerte de Kuroko no sería simplemente unas palabras de un viejo en traje si no un hecho irrefutable con el que tendría que lidiar.
-Kagamichii?
-Bakagami?
-Kagamichin.
-Hermano?
-Taiga!
-Si acepto- El grito enojado de Akashi fue el único que su cerebro registró, tenía que aceptarlo, fue petición de Kuroko. Mientras firmaba se dio cuenta de que todos sus amigos tenían un objeto que antes no tenían, Midorima una bella rana de porcelana, Murasakibara dulces que sostenía con cuidado, incluso Oigwara tenía un balón de básquet gastado y viejo, Kuroko dejo algo significativo para todos. Su último adiós.
-Por último el Sr. Kuroko dejo un escrito que deseaba se leyera en su lectura de testamento, si todos aceptan será leída ahora. Aceptan?
Lentamente todos asintieron, sentían que se les partía el corazón y sin embargo no podían no escuchar las últimas palabras que Kuroko les decía.
Queridos amigos
Al final de la sesión todos estaban con las emociones a flor de piel. La Kiseki decidió ir a un bar cerca, en ese instante no querían estar solos, sin embargo Kagami declino.
-Estas seguro Kaga-chan?
-No creo que debas estar solo Taiga- De todos los presentes sabían que Kagami era el más afectado, la pareja se había amado con locura y sin embargo Kuroko no lo menciono en su carta.
-Está bien Tatsuya, necesito estar solo.
-Si necesitas algo solo llámanos- Incluso Akashi estaba preocupado por él, su semblante era doloroso.
-Claro.
-Promételo Kagamichii- la vos de Kise sorprendió a todos, tenía un matiz de dureza que nunca habían oído en su voz.
-Lo prometo.
En el bar los chicos no podían quitarse la preocupación de encima, temían que el Tigre hiciera algo loco por las noticias recientes.
-Tal vez debimos llevarlo, no está en condiciones de conducir-
-Va a estar bien- La firmeza con la que dijo eso Furihata dejo extrañados a todos, era como si el supiera algo que los demás ignoraban.
-Cómo puedes decir eso?!, nuestro amigo murió!!- Midorima estaba enojado , la firmeza con la que el chico aseguraba eso, teniendo en cuenta la situación lo molestaba de sobremanera.
-Por qué Kuroko-san lo dijo, sería el ángel guardián de todos.
En ese momento de alguna manera todos se calmaron, el dolor nunca se iría, pero sabían que no era un adiós si no un hasta pronto, volverían a ver a su amigo, ya sea en ese vida o en la que viniera.
Kagami conducía casi en piloto automático, se sentía entumecido y era inconsciente de su alrededor.
Ring ring (teléfono)
Kagami salto de su asiento y dio un volantazo, viendo su celular ignorando los bocinazos se debatía entre contestar o no, a ese punto creía que su celular era un aparato enviado del infierno para torturarlo, sin embargo la persona fue tan insistente que no tuvo de otra más que contestar.
-Diga.
-Hola Kagami chan- Para su sorpresa quien hablaba era la abuela de Kuroko.
-Si se le ofrece algo señora?
-Serias tan amable de pasar a la casa para entregarte a nigou.
A Kagami le sorprendio eso y vagamente se acordó que había aceptado tener la custodia de nigou.
-Claro, cuando?
-Ahora si no es mucha molestia.
-No para nada, voy para allá- Kagami se sentía desconcertado, la familia amaba al perro y ahora ahí estaban casi aventándoselo encima.
Kagami llego a la casa de lo Kuroko media hora más tarde y la abuela ya está afuera esperándolo.
-Pasa Kagami-chan.
-Mi hija está durmiendo, todo fue inesperado no?.
-Disculpe mi rudeza, pero usted no parece afectada por eso.
-Todos necesitan un confidente chico, y yo fui el de mi nieto.
-Y por qué no dijo nada?!, he estado buscándolo como loco durante 2 años!!. Todos lo hemos hecho.-Lagrimas empezaron a surcar su rostro.
-Por qué le me pidió no decir nada, quería decírtelo personalmente, sin embargo como puedes ver no lo logro- Por fin el rostro de la señora mostraba más que solo calma, el pensar que su nieto ya no estaba con ellos le rompa el corazón, pero ella era la matrona de esa familia y se mantendría fuerte por ellos.
-Por qué se fue señora?.
-En su habitación encontraras las respuestas que buscas.- Dicho eso la abuela salió de la sala y Kagami subió a la habitación de Kuroko, pero no entro, no podía encontrar la fuerza suficiente para entrar en la que alguna vez fue la habitación de su amada, mas no tuvo que hacerlo, desde adentro la puerta se abrió de golpe mostrando a nigou totalmente triste, al parecer lo había olido y había ido a él buscando consuelo.
La habitación estaba igual a como la vio la última vez, parecía como si en cualquier momento escucharía la vos de Kuroko a sus espaldas dándole un susto de muerto para después decir su típica frase “yo estaba aquí primero” pero no era así. Encima de la cama algo le llamo la atención, un sobre azul claro con corazones rojos aguardaba en la almuada con el nombre de Kagami en ella.
Se acercó temeroso y con cuidado la abrió. La primera línea le rompió el corazón.
Querido Taiga.
Si estás leyendo esto es que me fui de este mundo, por lo cual me disculpo. Sé que tienes muchas preguntas y ahora las responderé.
Por qué me fui?, te acuerdas que unos meses antes de que me fuera estuve en el hospital? Te dije que me desmaye por estrés y tú me creíste (te adoro por eso), pero fue mentira, al salir del supermercado mi cabeza dolió tanto que me desvanecí. En el hospital me hicieron tantas pruebas que al final todo se aclaró, tengo una enfermedad mental, Parkinson. El Parkinson no tiene cura, y es degenerativa, usualmente tarda años en manifestarse completamente por lo que me alegre de que tendría más años contigo antes de irme, pero no fue así, mi caso era excepcionalmente raro, mi enfermedad avanzaba a niveles catastróficos, un mes después de eso ya no podía escribir. Tenía toda la intensión de decírtelo pero un día unos hombres me contactaron, venían de Cuba y estaban desarrollando un medicamento para retrasan el proceso, yo era el sujeto indicado para las pruebas finales. Pensé que si había alguna posibilidad de estar más tiempo contigo yo tomaría los riesgos necesarios, así que empaque mis cosas, me despedí de la abuela y me subí a un avión para cruzar el mundo.
Ahora te preguntaras el por qué no te lo dije, fácil, era una investigación secreta. En el mundo de la medicina todo se tiene que mantener en secreto antes de ser patentado, y ellos aún no lo habían hecho, así que pensé, si desaparezco Akashi me va a buscar, por lo que mi nombre fue cambiado a Shitsu Ren y Kuroko Tetsuya desapareció del mapa. Tenía planeado que en cuanto el medicamento fuera patentado te hablaría por teléfono y te diría todo, pero tardo demasiado, me fui degenerando cada vez más, y me reúse a dejar que tu ultimo recuerdo de mi fuera el estado en el que me encontraba. Perdón por mi egoísmo en esa decisión. Así que decidí que si no te podía ver, te dejaría un último recuerdo de mí, una carta. Ahora mismo le estoy dictando a una de las enfermeras del lugar, todos me han tratado bien, así que de lo único que me arrepiento es que no te volveré a ver.
Te amo Taiga, con todo mi corazón, hubiera dado lo que fuera por estar más tiempo contigo, pero el destino no lo quiso así. Quiero que sigas adelante, conoce a alguien más y amala como me amaste a mi alguna vez, quiero que te cases y tengas hijos, que después tengas nieto y después bisnietos, y que cuando sea el momento no te arrepientas de nada, que yo te estaré esperando, si aún lo quieres claro, para empezar nuestra próxima vida juntos.
Por siempre tuyo Tetsuya de Taiga.
Kagami no dejaba de llorar, era definitivo su amado se había ido y aun con sus últimas fuerzas deseaba que Taiga fuera feliz.
-Teame Tetsuya, siempre lo hare, pero l siento ese último deseo no lo podre cumplir, no amare a nadie más que no sea a ti. Viviré cada día al máximo para que cuando nos volvamos a ver, te enorgullezcas de la persona que he llegado a ser.
Cuando Kagami se despertó se dio cuenta de que afuera ya era de noche, de tanto llorar se quedó dormido con nigou al lado y con una manta encima que de seguro la abuela le habría puesto. La carta descansaba en la mesa de noche, cuando la volvió a tomar se dio cuenta de que había un papel más en el sobre.
Era un papel que decía dónde estaba Kuroko. Sin importarle la hora llamo a la Kiseki para concordar lo del día siguiente.
Todos fueron depositante poco a poco las flores aquel lugar era donde descansaba su amigo, se llenó de flores, dulces y llantos, pero había alguien que sonreía. Kagami estaba feliz, encontró donde descansaba su amor y donde el en muchos años más le acompañaría, un viento cálido le revolvió los cabellos. Aquello no era el último adiós, sino un hasta luego.