-Lleva los paquetes al carro Kyuhyun- le ordena su madre. -Bueno mamá- contesta con desgano. El carro estaba, repleto de paquetes y regalos por todo lado, a duras penas, entraría el conductor en él. -Mamá! Iré caminando a casa- comenta Kyuhyun - pero hijo, nos acomodamos en el carro -¿Dónde? Señala la parte trasera del auto atestada de paquetes- lleva a mi hermana apenas caben papá y tú.- propone descomplicado. -Bueno, pero no te tardes amor- su madre le acaricia la cara y se sube al carro. Mamá siempre consintiendo al pequeño Kyunie, ya tenía 18 años pero, seguía siendo el bebe de la casa. Caminó con afán, mirando las tiendas de ropa y almacenes de juguetes, quería aprovechar y comprar el regalo de su hermana: “una barbie sirena, de cola azul con la piscina y los accesorios”, recordaba perfectamente las palabras de la pequeña. Después de tanto buscar, por fin, encuentra la muñeca, pide al cajero que se la ponga en un lindo envoltorio rosa. Kyuhyun aligera sus pasos, la media noche se acercaba y el estaba emocionado con el regalo, moría de ganas por ver a su hermanita abrirlo. Cuando llega a casa, queda congelado, clavado en el piso como un poste de luz. El calor podía sentirse en su piel, la enorme bola de llamas ardía ferozmente. Todo el edificio estaba en llamas, se caía a pedazos y el no veía señales de su familia por ninguna parte, la gente gritaba y corría desesperada, los bomberos trataban de controlar a la gente y al fuego por igual. Las piernas de Kyuhyun fallaron y cayó de rodillas, su mente aún en shock no le permitía reaccionar ante tal situación. Había vivido estas imágenes una y otra vez, durante los últimos tres años, por alguna burla cruel del destino, se hallaba atrapado en el mismo mes, en que trágicamente había fallecido toda su familia y otras 14 más. No había quedado nada del edificio. Lo único que tenía de recuerdo era la muñequita que había comprado de regalo para su hermana. Las múltiples investigaciones que había hecho para, entender este fenómeno, no arrojaban resultado alguno. Ni los intentos de querer salvar a su familia o tratar de advertir a toda la comunidad del posible incendio… puesto que todos terminaban en lo mismo: Una tragedia inexplicable el 24 de diciembre a las 11:35 de la noche. Sin ninguna explicación lógica o racional, se hallaba repitiendo el mismo mes, desde ese día, cada 31 de diciembre se acostaba a dormir con la esperanza de despertar el primero de enero pero, desafortunadamente despertaba el 1 de diciembre como si nada hubiese ocurrido, todo exactamente igual como la primera vez que había vivido la tragedia. --------------------------------1 de Diciembre----------------------------------------------------- -¿kyunie oppa, vas a darme un lindo regalo de navidad?- pregunta la pequeña niña sentada en la pierna de Kyu. -¿y cómo qué, se te antoja esta navidad?- Kyu tenía que admitir que, adoraba a su hermana y esta pequeña cosita le dominaba por completo. -Una barbie sirena de cola azul con la piscina y los accesorios. -Ya veremos como te portas para navidad este año- le advierte, y se levanta cuidadosamente poniendo a la niña en el sofá. - Seré la niña más buena del mundo! le asegura la pequeña presumiendo. -Saldré un rato nos vemos más tarde- Besa en la frente a la pequeña y sale a toda prisa antes de estallar en llanto. Saber el destino de sus vidas y no poder evitarlo era la tortura más grande que podía vivir un ser humano. Tenía que liberarse de esos sentimientos que en últimas no servían de nada. Recostado en el césped del parque, cae en un profundo sueño. Es despertado por un fuerte golpe en sus costillas. Kyu se queja y se levanta rápidamente. Ve al chico en el suelo retorciéndose de dolor. Kyu se sacude la tierra del pantalón. -¿Estas bien?- le pregunta tontamente al chico que aún se retuerce de dolor en el piso. -¡no! ¡Me duele! ¡Me duele! El brazo.- grita. -Déjame ver- le ofrece Kyu- ¡oh! Parece que esta roto- se alarma- vamos te llevaré a un hospital- Kyuhyun le ayuda a levantarse y lo lleva al hospital mas cercano. Espera durante horas a que el doctor diga algo, tenía más de treinta llamadas perdidas en su celular de su madre, pero las ignoro por completo, lo que menos quería era regresar a casa, después de todo estaba haciendo algo totalmente diferente esta vez… "¿Estaba haciendo algo diferente esta vez?""¿Cabía la mínima posibilidad de que algo cambiara esta vez? no. No se haría ilusiones vanas que resultarían en una gran decepción. Viviría el momento sin esperar nada". -¿El acompañante de Lee Sungmin?- llama el doctor. Ese parecía ser el nombre del chico del parque, Kyu no recordaba muy bien. -Soy yo- responde rápidamente. -puede seguir a verlo. Ya que no tenía nada que hacer, acompañaría al chico un rato, sus padres tardarían en llegar. - Hola- le saluda amablemente. -Hola soy kyuhyun. -Hola soy Lee Sungmin. Debo agradecer que me trajeras al hospital. Gracias.-responde con una sonrisa. Por primera vez Kyuhyun, observa detenidamente, el rostro de Sungmin. El chico era realmente hermoso. Casi parecía irreal. Sus brillantes e inocentes ojos le miraban ansiosos, sus mofletes rellenitos se ponían cada vez mas rojos, eso lo hacía más adorable y ni que hablar de sus labios… “¡oh¡ sus dulces labios de corazón¡” piensa Kyuhyun, “¡reacciona kyuhyun!” se grita a si mismo mentalmente. Nunca se había sentido tan atraído por alguien. -¿Cómo esta tu brazo?- pregunta tragando saliva -Solo es un esguince… en unos días estaré bien- -¿Qué hacías para estrellarte conmigo?- le pregunta curioso. -¿eh? Pues…yo perseguía a mi conejo, escapo de su jaula… y no me di cuenta que estabas ahí.- responde con sus mofletes en llamas- lo siento. -No te disculpes. ¡Oh! ¿Y el conejito? -Supongo que se perdió-contesta Minie haciendo un puchero de desconsuelo. -Listo ya se puede ir- comenta la enfermera con todos los papeles en regla. Habían pasado la tarde y parte de la noche hablando y conociéndose, Kyuhyun se había hecho cargo de todo en el hospital ya que los padres de Sungmin no habían podido llegar ese día. -¿Adónde te llevo?- pregunta Kyu - Llévame a casa, yo te guío… gracias- Sungmin se sonroja de nuevo. Kyu conduce y va reconociendo el camino, era el mismo camino que llegaba a su casa. “genial vive cerca”piensa Kyu. -¡ahí! En ese edificio vivo yo.- le advierte Sungmin. Kyuhyun frena en seco el auto y su expresión se hace fría, casi podía leerse el dolor en sus ojos. El encantador Sungmin vivía en su mismo edificio, él era parte de las víctimas del incendio del 24 de diciembre. Kyu nunca se había interesado mucho en sus vecinos y tampoco llevaba mucho viviendo en ese lugar así que no conocía a casi nadie. -¿Pasa algo Kyunie?- pregunta tímidamente Minie al ver la cara de Kyu. -No nada. Bájate- responde cortante. -Pero te ves…- es interrumpido. -¡Que te bajes! dije- le ordena. -Bueno- responde Sungmin con voz dulce y un puchero. Kyuhyun arranca el carro a lo que da y lo deja en el parqueadero. -¡Maldita sea!- grita, golpeando todo a su alrededor. Cae rendido sobre su cama, unas cuantas lágrimas ruedan sobre su rostro. - Era la única maldita esperanza de que esto cambiara.- reniega.
-¡kyuhyun! ¡Kyuhyun!-grita su madre en la puerta- bebé levántate, te está buscando un chico- le informa. -Ya voy mamá…y no soy “bebe”- sin ánimos se arregla y baja a ver quien lo busca. -¡Hola!- saluda alegre Sungmin. Estaba sentado como un ángel en la sala de su casa. -¡Hola! ¿Qué haces aquí Sungmin?- pregunta con desgano. - es que estaba solito y aburrido en casa… y me preocupe por ti… anoche…-silencio- ¿hice mal?- hace un puchero. -¡no! No. –la dulzura de Minie derrite esa coraza dura que había puesto Kyuhyun- ¿y tus padres? -no pudieron llegar, parece que las cosas se complicaron en Francia y no podrán llegar hasta navidad.
“¡genial! Mas gente muerta” piensa sarcásticamente Kyuhyun. -¿Cómo sigues de tu brazo? Pregunta Kyuhyun dulcemente. -bien, aun duele, ¿kyu quieres ir a mi apartamento?, tengo el nuevo juego de stardcraft.- le ofrece. -ok. Me convenciste con lo del juego. Pasan el día juntos, jugando, comiendo y viendo películas. Sungmin se había quedado dormido en el regazo de Kyuhyun. Este trata de no despertarlo cuando se levanta. Estira sus piernas engarrotadas y sus brazos entumecidos. Observa a Sungmin tan tiernamente dormido y no puede evitar embelesarse en su carita. Se acerca despacio para cubrirlo con una mantita de pollitos rosada, queda inmóvil frente a la cara de Sungmin, puede sentir su aliento, impulsivamente besa la boca de Sungmin, suavemente. -¿Qué haces?- le dice Min despertándose con el beso. La sorpresa hace caer a Kyuhyun de espalda. -¡lo siento! Yo no… quería…- trata de disculparse- no volverá a ocurrir- le promete. -¡No! De hecho es una bonita forma de despertar- responde con los mofletes rojos. Kyuhyun se tranquiliza y cobra confianza. Sonríe y se acerca lentamente a Sungmin, lo besa, lo besa con la necesidad de devorárselo. La pasión empieza a correr por sus venas, rápidamente se quita la camisa, dejando su cuerpo desnudo frente a Sungmin. Sus manos empiezan a recorrer suavemente la espalda de Sungmin hasta llegar a su trasero, el cual agarra con fuerza y de esta forma lo acomoda sobre él. Sus inquietas manos entran en el pantalón de Minie y empieza a acariciar su miembro, delicadamente, escucha un gemido tras otro salir de la boca de Sungmin. Esto lo emociona más. - ¡espera!- le dice Sungmin agitado. Kyuhyun se detiene- yo…no… no se ¿cómo decir esto?- baja la mirada. - ¿Qué ocurre conejito? Puedes confiar en mí- le dice Kyu dándole animo. Sungmin abre los ojos y se avergüenza más al escuchar la palabra “conejito” de la boca de Kyu. -es que yo…soy… nunca he estado con nadie.- cierra los ojitos y los aprieta con fuerza, al tiempo que esconde su carita roja de vergüenza. -¡ah! es eso ¿quieres esperar a estar listo?- pregunta Kyu con cautela. -no. quiero hacerlo, y quiero que seas tú, pero… ¿puedes ser cariñoso?- le pide Sungmin. - No te preocupes seré cuidadoso, lo haré con todo el amor del mundo- le promete. Lo besa con delicadeza; “sería un pecado dejar morir a este hombre tan hermoso virgen” piensa y sonríe. Sungmin lo abraza y se dejan llevar por el calor de la pasión