—¡Jungkook!—
Otra vez.
—¡Jeon Jungkook!—
Mierda.
—¡Baja ahora mismo!—
—¡Ya voy madre!—
La mujer estaba enfadada, su pequeño Kook había estado mintiéndole con respecto a la preparatoria, según el se iba a estudiar muy temprano y regresaba por los "trabajos" a altas horas de la noche.
Pero no,que trabajo ni que nada. El menor salia del local educativo al medio día y lo único que hacia después era vagar por las calles con un grupo de delincuentes, a los que llamaba "amigos".
—¿Que sucede madre?—
Una voz suave se hizo notar mientras la fémina caminaba por la sala como león enjaulado. Llevaba unas fotografias en las manos,observándolas detalladamente esperando a que la figura de su hijo desapareciera de ellas, o haberlas visto mal.
—¿Madre?—
Estaba empezando a impacientarse, su madre no le respondía nada y lo único que hacia era mantener su vista sobre las que parecían eran fotografías.
—Acaba de llegar esto.—
— Sin cuidado la mayor de ambos colocó las fotos en el pecho de su hijo haciendo que este tomara las fotos por inercia para que no calleran, observandolas después haciendo que su corazón se detuviese por un momento.
Oh,santa mierda.
—Madre,puedo explicarlo.—
—¿Explicar que? ¿¡Que has estado mintiéndome todo este tiempo!?—
—No,no es así madre... No he hecho nada malo yo so—
—¿¡Nada malo!? ¿¡Mentirle a tu madre no es nada malo!?—
—Madre,calmate.—
—¡Me has mentido! ¿¡Quieres que me calme!?—
—¡Basta madre!—
—¡Basta tú! ¡Eres un delincuente!—
No.
—Mad—
—¿Vas a negar que tu no eres el de la foto? ¡Dios JungKook! ¡Me das vergüen—
—¡Basta! ¡Yo no soy ningún delincuente! Tú... ¡Tu no comprendes nada!—
La pequeña sala en la que se encontraban se quedó en silencio, Kook estaba agitado con el corazón latiendole a mil por hora y su madre sólo estaba con la boca semiabierta preguntándose que fue lo que hizo mal al criar a su hijo.
—Me voy.—
El tono de voz que uso el chico fue duro y cortante, casi demandante mientras caminaba furioso hacia la puerta de entrada tomando el pomo de la misma para salir.
—¿Saldras con tus amigitos esos?—
Trago saliva pensando bien en las palabras que diría,la puerta ya estaba abierta y con sólo un paso sería libre.
Por unas horas.
—No te interesa.—
—¡Jeon Jun—
Había cerrado la puerta ni bien salió, dejando a su madre con la palabra en la boca,sintiéndose extrañamente bien.
No soy un delincuente.
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El sonido de un auto lo sacó de sus pensamientos, esos en los que por un momento imaginaba ser alguien importante y respetado.
Si los sueños se hicieran realidad.
—¡Hey,tú!—
Otra vez.
—Buenas noches—
Con un paso algo desganado caminó hacia la camioneta que estaba ya estacionada muy cerca de los surtidores de gasolina manteniendo aún su chupete en la boca.
—Sólo tres galones—
Con naturalidad abrió la entrada de gasolina del auto, girándose para tomar la boquilla de gasolina y llevar esta a el lugar correspondiente calculando el momento exacto para sacarla. Mantenía su dulce en la boca, mientras observaba con nulo disimulo el 4×4 que estaba a unos pasos de él.
Se parece a la de Jin.
Tomó la boquilla nuevamente dejándola en su lugar, tomando la tapa la entrada de gasolina para cerrarla. Con rapidez hizo un cálculo exacto de loque debia cobrar y antes de dar el primer paso el motor del vehículo sonó, su vista se dirigió rápidamente hacia la ventaba del conductor por el que se asomó una mano que dejaba caer unos billetes para desaparecer después mientras el vehículo salia de la estación.
Hijo de puta.
Cansado del trato que siempre le daban arrugo ceño mientras daba media vuelta para ir al market en el que por desgracia, también trabajaba. Sin pensarlo mucho, y sabiendo que no lo veían alzo los brazos mostrando claramente sus dos dedos medios.
Jódete.
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—¿Te parece pasado mañana?—
—Entonces así quedamos, pasado mañana a las... ¿diez?—
—Perfecto, nos vemos preciosa.—
Listo.
Dejó su móvil sobre la cama, sabia que estaba mal lo que hacia pero,¿Que mas daba? Su amor no era correspondido y prefería parecer un mujeriego a parecer un idiota sufriendo por amor.
—YoonGi,YoonGi...¿Qué estas haciendo?—
Se dejó caer en la cama completamente soltando un suspiro, mirando hacia un espejo que había en la habitación.
—Es su culpa,no la mía.—
¿Verdad?
Se respondió mientras miraba su cuerpo a través del espejo, llevaba una camisa a cuadros la cual no le pertenecía pero que tenía desde que ocurrió aquello,intentando sentir cerca al propietario de la prenda.
Jungkook,puto niño.
—Me volveré loco.—
Aunque quizás... Ya lo estoy.
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—¿Donde quedó tu sonrisa? ¿Eh?—
No lo sé.
—Hoseok ¿Me escuchas?—
No lo sé.
—¡Joder Hoseok!—
—¿Que sucede? —
La chica soltó un suspiro, su hermano era raro de por si, pero hoy se veía distinto y sabia que la única persona culpable era el idiota de Jimin. Quería matarlo con sus propias manos, estrangularlo hasta que quedara morado por la falta de oxígeno.
—Sucede que ya es tarde y debes llevarme a la preparatoria.—
Oh, olvidé que era viernes.
—Si,si... Ve al auto, iré al baño.—
Se levantó del sofá en el que minutos antes había estado, mientras caminaba hacia el baño escuchando a su hermana soltar un suspiro junto con un "Puto Jimin", escuchando como la puerta prinpipal se cerraba justo cuando él abria la del baño.
—Solo calmate Hoseok.—
Repetia aquello en su cabeza mientras se miraba al espejo, desconociéndose por completo, su hermana tenía razón.
Puto Jimin.