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En El Chat por Amy Hatsune de Hamada

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Notas del fanfic:

Etto... sin palabras...

Gravity Falls es propiedad de Alex Hirsch.

Notas del capitulo:

Aclaraciones: Gravity Falls es propiedad de Alex Robert Hirsch, nada me pertenece, los diseños de los personajes son de Elentori.

Advertencia: Violencia social, Bullyng, insultos, posible Yuri, posible OoC, Yaoi.

 

Nota: si esta historia se parece a la de alguien más, discúlpenme, NO es mi intención de copiar ni nada.

Prologo.

La mañana un poco fría, la castaña miro el cielo por la venta, estaba parcialmente nublado, quizá llovería; estaba indecisa sobre llevar impermeable o paraguas. Pero eso era lo de menos, volteo su mirada esmeralda* al chico que yacía a su lado, con varios moretones en sus brazos, un ojo levemente inflamado, y del labio escurriendo un hilillo rojo, característico de la sangre.

Otro día…

Otra paliza para su hermano…

Realmente, tenía ganas de golpear a cada uno de esos que le puso un dedo encima a su querido hermano menor – bueno, por 5 minutos – nadie, absolutamente nadie, tenía permitido golpearlo. Pero los muy hijos de… se aprovecharon cuando ella y sus amigas fueron un momento a comprar algo para merendar y el pobre chico castaño estaba solo en la biblioteca, al parecer lo “emboscaron” cuando salía.

Se sentía mal al ser “cómplice” de su hermano al ocultar tales cosas a sus padres, sus tíos, los maestros, sus amigos, etc. Pero el menor se empeñaba en no querer preocupar a los demás, además el chico presentía que si acudía a una autoridad mayor… mayor seria su dolor y sufrimiento que le proporcionarían sus verdugos.

—     Dipper — llamo la castaña

—     ¿Mjhm?

—     Tienes que…

—     Ya Mabel — interrumpió el castaño

—     Pero…

El castaño no le hizo caso, y siguió observando como la mujer pelinegra – ósea la enfermera – terminaba de curar los golpes, los ojos carmesí de la mujer le miraron con tristeza, genial, lo que faltaba… ahora daba lastima.

—     No me vea así Maitte… — dijo Dipper

Maitte solo suspiro, y le paso un justificante al más bajo.

—     Dáselo a tu maestro —

—     Pero…

—     Nada de peros — le sonrió — vete tranquilo.

—     E-está bien...

Para Maitte era una completa crueldad que personas tan horribles le hicieran tales atrocidades a una persona tan dulce y amable como el menor de los mellizos, la pelinegra se había vuelto una de las confidentes de Dipper, siendo ella, Mabel y Pacifica las únicas que sabían lo que el castaño sufría.

El Pines más bajo salio de la enfermería seguido por su inseparable hermana melliza, las orbes rosáceas les miro partir.

—     Buena suerte—susurro cariñosa

—     Gracias—susurro Dipper

Luego de unos minutos Dipper entrego el justificante a su maestro y al llegar afuera, Mabel saco por fin un paraguas negro que serviría para cubrirlos a ambos de la lluvia que había comenzado a descender; tomo la mano vendada de su hermano, sintiendo como este se aferraba a ella.

—     Tienes suerte que mamá y papá estén de viaje — comento Mabel — sino… no sabría cómo explicarles por qué estás tan golpeado.

—     Pero aun así nos quedamos con el tío Ford y el tío Stan.

—     Ford siempre está en sus cosas raras y Stan no nos presta mucha atención que digamos.

—     Tienes razón.

—     Te quiero hermano — le sonrió Mabel

—     También te quiero—

La femenina le entrego el paraguas a su querido hermanito, le hubiera gustado acompañarlo hasta su casa, pero ella no saldría de la preparatoria hasta que la jornada terminara - ¿Por qué rayos no pidió un justificante también? – observo la tenue sonrisa de su gemelo y con un ademan de mano, Dipper comenzó a caminar fuera de la facultad.

—     Adiós — exclamo el castaño

—     Bye!—exclamo Mabel

La gemela le miro irse, mientras en su interior planeaba como hacer sufrir a los malditos bullyings de su hermano.

—     Lloverá sangre — susurro para sí misma

Al otro lado de la cuidad…

“Señor Cipher debe hacerse cargo de esto” “Joven Cipher, su hermano salio de la cuidad para arreglas unas cosas, así que ustedes deberá suplirlo en la junta” “Hijo, tu hermano y yo salimos a resolver unas cosas, tendrás que pasar por tu hermano menor a la preparatoria” “oye Bill, te encargo estos papeles y documentos, los revisas y los firmas” era tan típico escuchar eso todos los días…

Juntas, reuniones, firmas, problemas, más reuniones, etc. Realmente estaba que explotaría de estrés algún día, por Dios, ¡solo tenía 18 años! Bueno, era casi un adulto, pero casi. Para eso estaba su torpe hermano mayor, pero cuando este salía a atender otras cosas de la compañía, él era el que tenía que llevar las “riendas” del “changarro” como solía decirle. Desde que su padre murió en un accidente automovilístico hace 4 años, - los frenos fueron cortados o algo así - (y lo peor aún no encontraban al culpable) prácticamente su madre y su hermano mayor eran los que manejaban la empresa, y algunas veces lo hacia él, su suertudo hermano menor aun no tenía que hacerse cargo, apenas y tenía 15 años.

El rubio suspiro, mientras tomaba su quinta taza de café, según su amiga Verónica, tal vez debía dejar de tomar café, eso lo ponía un poco… loco, ¡¿pero quién era ella para decirle que hacer?! ¡Si él quería podía tomar todo el café que quisiera y punto! Ok… tal vez… solo, tal vez… Verónica tenía razón.

Observo como las gotas de agua descendían por el vidrio de la ventana, había tenido que salir corriendo de la universidad porque Phill – su hermano mayor – le llamo urgentemente – según el – hacia la empresa, y resulta que solo lo necesitaban para que firmara una maldita hoja, definitivamente el universo conspiraba en su contra.

—     Quiero más café— se susurró el rubio, pero no quería ir hasta la maquina despachadora, le daba flojera, a veces quisiera tener el poder para materializar cualquier cosa que quisiera de la nada.

Dejo la taza en la mesa, y abrió la puerta para ir a la dichosa máquina. En el camino se encontró con varios colegas y uno que otro empleado, era raro no encontrarse con su madre en la maquina preparándose su típico latte o “Mokka”  (NA: no si se escribe así) quizá salio con “Mark” un idiota que había comenzado a salir con su madre hace 1 año más o menos, a veces desearía poder matar a ese sujeto, no le inspiraba confianza, y mucho menos en el modo que a veces miraba a William – su hermanito menor – ese tipo le daba asco, no dejaría que se acercara a su adorado hermano.

Presiono el botón para su café, mientras seguía metido en su mundo – su diabólico y retorcido mundo – ideando como podía matar a Mark y no dejar rastros o sospechas.

—     Hola, Billy~

Bill apretó los dientes y los puños; haciendo que la piel bronceada de sus nuditos se tornara blanca como papel, odiaba esa voz y sobre todo odiaba que le llamara por ese odioso apodo.

—     ¿Qué quieres Mark?

El hombre peli naranja sonrió, mostrando esa perlas relucientes que tenía como dientes – postizos, eso lo aseguraba el Cipher del medio – el rubio se dio vuelta sosteniendo su mirada ambarina a la mirada oscura.

—     ¿es que no puedo saludar a mi futuro hijo?

—     Eso ni lo sueñes — gruño Bill — no sé por qué mi madre es tan ciega como para no darse cuenta de la clase de escoria que eres…

—     Y de seguro ella no querrá saber lo que su adorado hijo del medio hace por las noches ¿verdad Billy~?

Bill gruño nuevamente, maldiciendo a aquel hombre por lo bajo, lo había olvidado, Mark sabía que por las noches se escapaba de su casa e iba de “parranda” con Verónica y otros amigos, una vez lo atrapo de infraganti mientras entraba él a su casa junto con Verónica y Thomas, los tres borrachos y seguramente drogados.

—     Eso pensé—sonrió Mark

—     Déjame en paz—espeto Bill — y te lo advierto, no te acerques a Will, no querrás conocerme cuando estoy molesto.

—     Está bien… pero solo dire algo — empezó a rodear al rubio — Willy es tan tierno y adorable.

—     ¡no te atrevas a…!—exclamo en voz baja

—     Tranquilo, jamás le tocaría un cabello a tu hermanito~

Mark se retiró, a veces Bill quisiera poder despedirlo, pero lastimosamente era un socio mayoritario, el pretendiente de su madre, y prácticamente el maldito era intocable, aunque una vez le pido a Phillip que lo despidiera, el pelirrojo se negó, aunque también el peli naranja no era objeto de adoración del mayor, para los tres hermanos ese tipo era un intruso, un maldito intruso que trataba de ocupar el espacio de su padre y acabaría poco a poco con su pequeña familia.

Los ojos topacio imperial del Cipher del medio, regresaron a su taza que se encontraba llena; la tomó para dirigirla a sus labios tomando un poco de esa cafeína que tanto le relajaba.

—     Maldito seas…

-:-:-:-:-:-:-:-:-

Dipper arrojo su mochila en el sofá, observo a distintas partes de la casa; esta se encontraba vacía, quizá Stanford se encontraba en el sótano trabajando y Stan… Stan quizá veía la televisión. Reviso debajo de las mangas largas de su polo encontrándose con las vendas en donde momentos atrás los brabucones le quemaron con cigarrillos, sus ojos comenzaron a aguarse, deslizándose lentamente gruesas gotas de agua salada, características de las lágrimas. Ya no aguantaba más ¿Qué fue lo que hizo para ser tratado así? Él no hizo ningún daño ¡jamás hizo algún daño a alguien! Jamás perjudico a los demás ¿verdad? Él era un chico tranquilo, inteligente, integro, de una familia común y corriente, solitario, sin muchos amigos, ¿Qué daño les hizo a los demás? Él solo era… diferente, distinto a esos otros chicos, no era el típico adolecente rebelde, popular, codiciado y deportista, era más bien un chico intelectual, que le gustaba estar en un lugar tranquilo leyendo un libro, o escuchando música tranquila, el hijo casi perfecto, pero estaba seguro que a su padre le hubiera gustado tener un hijo más “varonil” que jugara deportes y esas cosas.

Su terrible calvario prácticamente comenzó cuando empezaron la escuela, todo por la dichosa marca de nacimiento que se establecía en su frente “la osa mayor” o mejor conocida en inglés como “the big Dipper” de ahí proveniente su apodo. A los otros niños les parecía rara y le molestaban por ello, con el pasar de los años siguieron molestándole por otras cosas, como por ejemplo al ser demasiado débil, delicado, con tan solo un leve golpe y en su blanca y tersa piel ya se podía notar una leve mancha violácea. Constantemente recibía golpes, apodos ofensivos, insultos, etc. Lo que lo ayudaba a seguir adelante era solo una persona, Mabel.

Por ella era capaz de hacer cualquier cosa, ella lo defendía, lo animaba a seguir adelante, ella le juro por su vida jamás dejarlo solo, y así había sido durante todos sus 16 años.

Inconscientemente había empezado a caminar con rumbo a su habitación, al llegar se dejó caer a la cama, estaba exhausto, le dolía todo, odiaba sentirse así, odiaba a esos malditos, odiaba preocupar a Mabel, a su adorada hermana. En momentos como estos extrañaba a Wirt y Marco, dos amigos inseparables que había tenido en su pre-adolescencia, pero Marco había vuelto a México hace unos años atrás y Wirt fue a un internado en Inglaterra y perdieron comunicación. Lo habían dejado solo, los extraño mucho y lo seguía haciendo, solo esperaba que ellos aún le recordaran. Sus gemas esmeraldas observaron el techo, y luego al otro extremo de la habitación, era el lado de Mabel. Se podía apreciar que era muy femenino a diferencia de la de él, con varios posters de bandas, cantantes, actores, actrices, uno que otro anime, etc. Sonrió para sí mismo, su hermana no cambiara jamás.

Cerró los ojos por un momento, permitiéndose llevar al mundo de los sueños; necesitaba un buen descanso.

Gracias a Dios hoy era viernes, el bendito y esperado viernes; no tendría que ir al infierno durante dos días, podría pasar un rato relajado con Mabel o tal vez con Ford, pero ahora solo quería descansar.

-:-:-:-:-:-:-:-:-

Dejo su mochila en el brillante piso sin impórtale quien se podría tropezar con ella, ya antes afuera se había encontrado con el auto de su madre, quizá había ido a recoger a Will, o quien sabe por qué estaría a esa hora en casa, subió las escaleras hasta llegar a una puerta de color amarillo con diseños de ladrillos, y su típico cartel diciendo “keep out!” por qué… vamos, a todos nos gusta un poco de privacidad de vez en cuando.

Entro a su cuarto solo queriendo llegar a su cama, se quedó observando el lugar un momento, sentía la presencia de alguien ahí, ¿Quién sería tan torpe como entrar a su cuarto sin autorización?

—     Sé que estas aquí Will, ¡sal!— exclamo el rubio

La puerta del baño de su cuarto se abrió, dando paso a un joven bajito de cabellos azules/celestes, y de ojos del mismo color.

—     ¿Cómo supiste que…?

—     Huelo tu temor a kilómetros de aquí—explico Bill, sentándose en su cama — ¿Qué paso?

—     ¿Qué paso de qué?—pregunto el menor

—     ¿Por qué estás aquí a esta hora? Que yo sepa no sales hasta más tarde.

—     Mamá fue por mí… dijo que nos quería a todos sus hijos en la cena temprano.

—     Mmm, ¿y que hacías en MI cuarto?

—     N-nada…

—     Will…

—     E-enserio… n-n-no hacia n-nada…

—     Ya para de tartamudear, me desesperas—gruño Bill

—     L-lo siento…

—     No importa — dijo el rubio acomodándose en su cama para palmear a su lado invitando a su hermano a costarse junto a él — y ¿Qué es tan importante para que Belle Cipher nos quiera a todos tan temprano?

—     N-no sé… llego a la preparatoria y me saco sin decirme nada, dijo que era “sorpresa”—dijo el peli celeste acomodándose al lado de Bill, utilizando el brazo del más alto como almohada.

—     Ah, cambiando de tema… ¿Qué hacías en mi cuarto?

—     ¡Ya Bill, dije que nada!

—     Eres un mal mentiroso… dime AHORA.

Will aparto sus zafiros brillantes de los topacios imperiales de su hermano mayor, nunca lograba sostenerle la mirada a Bill – ni a Phill ni a su madre ni a nadie – sintió los dedos del más alto acariciar sus cabellos con delicadeza.

—     Dime Willy~

El Cipher menor suspiro, esperando que cuando le contara la reacción de su hermano no fuera tan… Bill.

—     Mark…

—     ¡¿QUÉ TE HIZO ESE MALDITO?!—exclamo Bill

—     Na-nada… solo, me lo encontré en la sala, cuando mamá terminaba de estacionar el auto, y… me miro raro… Bill, no dejes que me haga algo.

—     Él no te hará nada, te lo juro—dijo el rubio

Okay, si ese maldito bastardo le hacía algo a SU hermanito, las pagaría caro; nadie lastimaba a sus hermanos – aunque Phill le valía una reverenda papaya – pero eran hermanos y debían cuidarse mutuamente.

—     Gracias— sonrió el más bajo, para poder rodear a su hermano con sus delgados brazos

—     Si, si, si lo que sea, no nos pongamos empalagosos… a veces pienso que todos fuimos adoptados — espetó Bill, y así parecía, ninguno se parecía al otro — bueno, ve a tu cuarto, haz algo, lee un libro, ve una película no sé…

El peli celeste asintió, para volver a reincorporarse de la cama, para luego irse por la puerta. Bill cerró los ojos, necesitaba una buena dosis de descanso, ni siquiera tenía ganas de sus salidas clandestinas con Verónica y Tom.

-:-:-:-:-:-:-:-:-

El sonido de un rayo le despertó, ¿Cuánto había pasado? ¿2 horas? El castaño se restregó los ojos, sintiendo un poco de arenilla en ellos, encontró una notita pegada en su frente, era en forma de estrella fugaz, sonrió sabedor que pertenecía a la hiperactiva castaña.

“Hola Dipp-Dopp~ como te vi tan relajado y adorable dormido no te moleste así que cuando leas esto levántate porque estoy en la sala. Te quiero~

—     Mabs”

Dipper sonrió, se sacó las sabanas de encima – que al parecer Mabel lo cobijo – y se levantó para luego ir abajo.

Se encontró con su gemela despatarrada en el sofá, comiendo de un tazón de rosetas de maíz, mientras que en el piso se encontraban varias cajas de VHS de lo que parecía ser “el pato-tective”.

—     ¿Qué miras Mabs?—pregunto el castaño sentándose al lado de hermana

—     ¡Diplomacia~!—exclamo Mabel al ver a su hermano — veo los VHS de tío Stan, grabo los episodios de Pato-tective.

—     Genial.

—     Voy por el final de la última temporada…

—     Todos recordaremos donde estuvimos cuando al pato-tective le dispararon — se lamentó Dipper, y su hermana lo imito.

Mabel saco del bolsillo de jeans su móvil, y empezó a teclearlo, llamando la atención de Dipper.

—     Mabel, si ves la televisión no veas el móvil.

—     Ya~ que te pareces a mamá—. Se quejó Mabel, sabiendo que era el regaño favorito de su madre. — solo quiero revisar mi Feis~

—     ¿Facebook?

—     El mismo, el puto y sensual Feisbuk— sonrió su hermana — ¡tengo muchos solicitudes!

Dipper rio ante la euforia de su hermana, y regreso su vista a la televisión. Fue hasta que sintió la verde mirada de Mabel clavada en él.

—     ¿q-que?

—     Me di cuenta de una atrocidad.

—     ¿Qué?

—     ¡NO TE TENGO COMO AMIGO!—exclamo “horrorizada”

—     Sabes que no me gustan esas cosas.

—     ¡pero como no puedo tener a mi propio hermano mellizo como amigo! ¡Hasta tengo a Robbie y no a ti!

—     Ya Mabel…

—     Eso no, ¡ahorita te hago una cuenta~!

—     No Mabel

La castaña empezó a teclear en la pantalla de  su móvil inteligente; Dipper chisto, quizá era una broma de su gemela.

—     ¿Cómo te quieres llamar? Yo soy ShootingStar Pines… ¿y tú?

—     No sé— rio Dipper

—     A ver… ¡ya sé! PineTree~ Pines—escribió Mabel

—     ¿Por qué PineTree?

—     Por tu gorra, dah~

Dipper le restó importancia a lo que sea que su hermana hacía en su telefono, y siguió mirando la televisión, personalmente no le agradaban ese tipo de redes sociales; eran tan insípidas y vacías (Khé?) sus padres les habían dado una gran charla sobre la seguridad en la red: no den sus datos personales a personas desconocidas, no aceptes solicitudes de personas que no conozcan, no absolutamente nada de su vida privada a desconocidos, blah, blah, blah, blah, blah, blah, etc. Todo eso le valió papaya a Mabel, aunque respetaba sobre no dar información personal a desconocidos.

—     ¡listo!—exclamo Mabel

El Pines menor le miro, la castaña tenía una gran sonrisa mientras mostraba el celular, ahí aparecía el inicio de su cuenta, una foto de un pino azul y “PineTree Pines” como nombre de usuario, y casi toda su datos en la sección de información, quizá no fue broma.

—     No me agradezcas.— sonrió su hermana

—     No te lo agradezco—gruño Dipper — borra la cuenta.

—     No~ ahorita te recomendare amigos.

El castaño bufo, mientras Mabel seguía en su faena, al cabo de pocos minutos, ya había agregado a Pacifica Northwest, Wendy Corduroy, Candy Chu (no sé si se escribe así) Grenda B, y otros usuarios como amigos de su hermano y contándola a ella.

—     Ahora mi vida está completa—sonrió Mabel

Una almohada fue a parar a la cara de la castaña, Dipper la miraba con su ceño fruncido y una cara en la cual se podía leer “no jodas”

-:-:-:-:-:-:-:-:-

El ruido de su celular le saco de su profundo sueño, tomo el móvil – agradeciendo que parara de llover – y leyó la notificación de Messenger diciendo que tenía un mensaje.

Pyrónica:

Puto teñido, ¡conéctate! Me tienes abandonada L

Bill rio, hace varios días que no revisaba su Facebook, aunque estaba 100% seguro que Verónica lo jaqueo.

Tras ingresar su correo y contraseña, lo llevo a el inicio; tenia uno que otro mensaje, unas cuantas notificaciones, solicitudes unas cuantas, pero fue directo a los mensajes.

Triangle iluminati Cipher se ha conectado…

Triangle Iluminati:

Puta y teñida tu

Pyrónica:

Que alegría que muestres señales de tu puta de vida.

Has cambiado tu nombre a: El Todopoderoso Cipher

Pyrónica cambio los colores del chat

El todopoderoso Cipher:

Qué asco Pyrónica, rosado >: P

Pyrónica:

El rosado es vida :D

Has cambiado los colores del chat

Pyrónica:

Ewwww~ amarillo D:<

El Todopoderoso Cipher:

In you fucking face Bitch!

Pyrónica:

Pero ya, ¿vendrás a la fiesta~? Yo sé que sí, te presentare a unas amigas.

El Todopoderoso Cipher:

No puedo… tengo un compromiso con mi familia… y el puto parasito.

Pyrónica:

¿Y eso qué?

El Todopoderoso Cipher:

Tengo que estar aquí… sabes que no me gusta dejar solo a Will cuando ese tipo está aquí.

Pyrónica:

Deja de ser la niñera de tu hermano, y ven

El Todopoderoso Cipher:

No puedo Py, lo siento…

Pyrónica:

Ni modo, sabía que no me querías t(ÒωÓ t)

El Todopoderoso Cipher:

Sabes que te amo/odio ^ω^ ^3^

Pyrónica:

Si aja ¬¬”

El Todopoderoso Cipher:

Adiós~

Pyrónica:

No vengas a mi llorando luego, bye~

Pyrónica Pink se ha desconcertado

Bill rio suavemente, jamás entendería su amistad con la rosadita, ambos eran locos por las noches y hacían locuras juntos. Empezó a teclear en su celular llevándolo al inicio otra vez, observo en la lista de personas que quizá conozcas la foto de un pino y el usuario “PineTree Pines” le llamo la atención. Bill tenía la maña de darle click a agregar a amigos a todo usuario que le pasara enfrente, y al cabo de varios minutos la solicitud enviada a PineTree Pines fue aceptada.

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Dipper estaba en su cuarto nuevamente, tenía sobre sus piernas su laptop, y buscaba como eliminar la cuenta de Facebook, no quería tener eso, era absurdo, momentos atrás las solicitudes que Mabel mando fueron aceptadas, ya tenía 2 mensajes de Pacifica, 1 mensaje de Wendy, una notificación de Candy y otras cosas más, y en el icono de solicitudes apareció una nueva, solo por curiosidad, el castaño le dio click y pensó varios minutos sobre darle aceptar, pero lo hizo… fue su impulso de idiotez.

Estaba cerca de pulsar desactivar cuenta, hasta que en el icono de mensajes apareció uno nuevo, era “Triangle Iluminati Cipher” (valla nombre -_-U)

Triangle Iluminati:

Hola J

Dipper pensaba en responder o no, ¡ya casi estaba por darle desactivar!

Triangle Iluminati:

No me dejes en visto ¬¬”

PineTree:

Hola…

Triangle Iluminati:

Eh, ¿Cómo estás?

El castaño frunció el ceño, ¿solo quería hablar, no le importaba como está realmente?

PineTree:

Bien ¿y tú?

Triangle Iluminati:

Bien, gracias ^ω^

Triangle Iluminati:

Y… ya no sé de qué hablarte -_-U lo siento

PineTree:

Descuida, además estaba por desactivar esta cuenta.

Triangle Iluminati:

¿Pooooor?

PineTree:

No me gustan estas cosas, así que adiós.

Triangle Iluminati:

Auch, eso dolió D´:<

PineTree:

Lo siento

Triangle Iluminati:

Nah, descuida ^u^

-:-:-:-:-:-:-:-:-

Bill rio por lo bajo, ese usuario le causaba gracia; ¿Quién no quisiera una cuenta en FB? Así cierto, Phillip, y al parecer este ¿Qué? ¿Chico? ¿Chica? Unos golpes llamaron a su puerta.

—     Joven Bill debe bajar a cenar— la voz de la nana de los hermanos resonó

—     Ya voy Margaret— exclamo

Volvió su vista al móvil, y tecleo unas cuantas palabras para el otro usuario.

Triangle Iluminati:

Debo irme, debo ir a cenar ¬¬

PineTree:

Descuida, también debo cenar.

Triangle Iluminati:

Okay, Bye PineTree~ y quiero volver a hablarte ¿eh? Así que no te atrevas a borrar la cuenta Òv0;.Ó

PineTree:

No prometo nada ¬¬

Triangle Iluminati:

Adiós, ¡descansa Pinito!

El usuario ya no le respondió, es más… se desconectó, Bill sonrió y dejo su móvil en la mesita y reincorporándose de la cama, salio de su cuarto hacia la sala del comedor.

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Dipper cerro la tapa del portátil, momentos atrás Mabel llego diciendo que bajara porque iban a cenar, y a decir verdad, el castaño estaba hambriento. Dejo la laptop en la cama y bajo.

 

Y quien sabe, quizá seguiría hablando con ese tal “Triangle Iluminati Cipher”

Fin del Prologo

Notas finales:

Lo sé, muy del asco ÒÓ no tengo gracia para escribir cosas de mensajes y eso, pero espero que les haya gustado J  y quien sabe quizá sea Long-fic J  lo seguiré según sea el agrado que tenga, o sino pues… quizá me retire D: bueno, nos leemos luego.

Siéntanse libres de dejarme sus opiniones…

¿Reviews?

 

—     Saory N. Cipher Z


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