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Confesión por YuNikko

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Notas del fanfic:

Pareja:Aomine x kise

Notas del capitulo:

Bueno, soy nueva en esto, y no se que poner. Me recomendaron que ponga lo siguiente:

Los personajes de Kuroko no Basket no me pertencen, son propiedad de Tadatoshi Fujimaki, yo solo los uso para satifacer mi retorcida mente y espero que tambien la de ustedes.

Era un día soleado pero fresco a la vez, el clima rozaba la llegada de la primavera, ‘’era el día perfecto para confesarse’’ pensó un rubio de ojos dorados que esperaba sentado en una banqueta del parque donde había acordado quedar para un uno a uno con Aomine.

Como de costumbre el moreno iba tarde, y cada minuto que pasaba Kise se sentía más nervioso, buscaba en su cabeza la mejor manera de expresarle sus sentimientos al peli azul, pero nada hasta ahora le parecía correcto. Y las dudas lo invadían cada vez más, porque él sabía que a pesar de ser un atractivo modelo él tenía dos desventajas: a Aomine le gustaban los pechos grandes, los cuales él obviamente no tenia y lo segundo, el moreno era completamente heterosexual (o eso creía), y él era un chico.

Una vez Aomine le conto en una reunión de la Kiseki no Sedai que un tal Ryo Sakurai, (compañero de su actual equipo) se le había declarado, el moreno reía burlonamente mientras contaba como el pobre chico huyo de la escena luego de ser rechazado. Aomine era realmente un idiota, no entendía como se puedo enamorar de él…

Luego de recordar esa historia Kise se encontraba aún más nervioso que antes, ¿y si mejor lo dejaba por hoy?... ¡No! ¡Ya lo había “dejado por hoy” muchas veces! Hoy se lo diría, definitivamente lo haría.

Estaba tan sumido en sus pensamientos de no oyó que le hablaban.

- …se. ¡Kise!. - El rubio solo se percató de la presencia de un alto moreno hasta que le dio un golpe en la cabeza.

- ¡Ouch! ¿Por qué fue eso? - Se quejó el modelo.

- Llevas en trance unos 5 minutos. ¿Qué paso? ¿No te eligieron para alguna portada? -Se burló el moreno.

- Mooh~ Tu eres el que llego tarde para empezar. -Reprocho sobándose la cabeza.

- Bueno, ¿vamos a jugar o vas seguir quejándote? -Dijo Aomine colocando su bolso deportivo en la banca.

- Espe… A-Aominecchi, quiero decirte algo antes…

- Dime. -Bufó Aomine, seguro era alguna estupidez de Kise.

-U-uh, bu-bueno, y-yo, yo…

Aomine suspiro cansado- Deja eso para después ¿sí? Tengo ganas de derrotarte como siempre. -Dijo esbozando una sonrisa retadora.

Y sin más iniciaron el juego, tal vez el amado basquetbol calmaría los nervios de Kise…

___

Luego de un encuentro muy intenso teniendo como ganador por decimonovena vez a Aomine, los dos muchachos se encontraban rehidratándose en la banqueta del parque, sudorosos, regulando sus respiraciones agitadas, aun con la adrenalina a flor de piel por tan buen juego, Kise era un digno oponente para Aomine, el señor “el único que puede vencerme soy yo”.

Definitivamente  era lo que Kise necesitaba, ahora se sentía confiando. Debía actuar ahora antes de arrepentirse.

Sin más Kise jalo la camisa de Aomine atrayéndolo hacia el para restregar suavemente sus labios con los propios. Era un beso más parecido a una caricia, pero lo suficientemente “bueno” para ambos. Aomine se paralizo por el acto del rubio. Pero no lo alejo, por la sorpresa o porque el contacto de los labios de Kise era agradable. Por otra parte el rubio no sabía ni como se atrevió a hacer algo así, “la adrenalina” se dijo para sí mismo.

Luego de separarse el moreno veía directamente a los ojos dorados pidiendo una explicación con la mirada.

- Ao-Aominecchi, me gustas. - Se apresuró a decir el rubio más sonrojado que nunca, para luego caer contra la banqueta y posteriormente al piso.

Aomine miro al responsable de dicho golpe que al ver la mirada asesina del peli azul, tomo su balón (el arma asesina que golpeo a Kise) e intento huir pero fue brutalmente interceptado por el moreno…

____

Aomine termino llevando al rubio a su departamento, conocía el camino, pues había ido varias veces ahí. Al entrar al departamento del rubio sintió el típico olor que sentía cada vez que entraba a ese lugar,  el olor del perfume de Ryota esparcido por todo el lugar. Llevo al rubio a su habitación y lo recostó en la cama, miró sus facciones, suspiró, su rostro tenía unos fuertes raspones en la frente y la mejilla izquierda producto del impacto contra la áspera superficie de la cancha del parque al caer. Buscó en el baño de la habitación alcohol para desinfectar las heridas y se encargó de lo siguiente…

Ya con el rubio estable, el moreno tenía otras cosas de que preocuparse… Kise se le había declarado e incluso lo besó, y para que engañarse hubiese querido alargar el beso. Si el imbécil de ese sujeto no hubiera noqueado a Kise, tal vez hubieran llegado más lejos. Aomine se lo imagino… A Ryota bajo su cuerpo, desnudo, sonrojado, retorciendo de placer y gimiendo su nombre… Con ese libidinoso pensamiento su “amigo y compañero de batallas” despertó, dándose cuenta de lo que estaba pensando y quien era el culpable de aquello.

Aomine debía pensar con la cabeza fría (aunque ya era tarde para eso). El punto era que el “jamás” pensó si quiera tener una aventura con un hombre… ¿Cómo se supone que debía responder a los sentimientos de su rubio amigo? Porque era eso...Kise era su amigo; un digno rival en el básquet, e incluso una de las pocas personas con las que podía expresar emociones y preocuparse por ellas, así que realmente no quería lastimarlo.

Aomine volteó a verlo, dormía pacíficamente, se veía ‘lindo’. “Tal vez podría funcionar“, pensó el moreno. Bien… Ya tenía una respuesta. Pero conocía al rubio, estaba seguro que cuando despertara y recordara lo que había hecho este intentaría huir, tenía que hacer algo con eso…el moreno ladeo una sonrisa sádicamente viendo al rubio dormido, ya se le había ocurrido algo.

 

_Tres horas después_

Se sentía mareado, y ¿mojado?, había agua caliente en el lugar ¿Dónde estaba? Al parecer también había vapor, abrió lentamente sus ojos y visualizo su bañera ¿cómo había llegado ahí? No recordaba nada, y le dolía la cabeza. Se removió con la intención de salir pero de inmediato sintió unos brazos tomándolo por la cintura impidiéndoselo y atrayéndolo a su pecho, Kise asustado giro rápidamente topándose con Aomine, y fue ahí cuando entró en shock al recordar todo lo que había pasado: se le confeso al moreno y luego fue golpeado por un balón en la cabeza. Pero no entendía porque estaba con un Aomine desnudo en su tina, ¿A-Ao-Aomine d-es-des-nudo? Se sonrojó fugazmente.

- Oh, ya despertaste. ¿A dónde crees que vas? -Pregunto el moreno a sus espaldas con una sonrisa perversa.

- ¿A-Aominecchi? ¿Qué hac-

- Según esta página -Dijo tomando su celular cubierto por un plástico para que no se moje- aún faltan unos dos minutos exactos que debes permanecer en agua caliente.

- ¿Q-Qué? -No entendía para nada lo que pasaba.

- “Un baño caliente antes del acto sexual sirve como lubricante natural, además es recomendable para mantener el ano de tu pareja limpio para el siguiente paso”.

- ¡¡¡¿¿EH??!!! -Gritó Kise sonrojando más si eso se podía.  Pensaba en dos cosas dichas por el moreno “acto sexual” y “pareja”.

- Hace unas horas te me confesaste. Esta es mi respuesta -Con una mano tomo  la barbilla del rubio y acarició suavemente con su pulgar el labio inferior, atrayendo sus labios a los suyos, en un beso suave.- Kise, quiero hacerte el amor.         

- Aominecchi, tu-

- Si, pero no lo diré. -Comentó avergonzado, a Kise le pareció lindo, Aomine se había sonrojado, a pesar de su morena piel podía notarlo. -Así que confórmate con saberlo.

Kise sonrió, estaba feliz, su Aominecchi le correspondía, aunque no lo dijera, y lo entendía, Aomine no consideraría salir con él, siendo un chico, si no fuese realmente especial para él, y eso le hacía feliz, porque Aomine le estaba dando la oportunidad de enamorarlo, y él le echaría muchas ganas de ahora en adelante. Ahora, solo ahora se conformaría con “saberlo”, pero definitivamente haría que el moreno le diga…“te amo”.

Volviendo a la realidad de sus pensamientos el rubio hablo al fin.

- A-Aominecchi~, ¿Cuál es el “siguiente paso”? ~. -Pregunto avergonzado, volteando completamente, para estar frente al moreno.

- Pues ya pasaron los dos minutos. -Dijo viéndolo pícaramente, para luego pararse, Kise seguía sus movimientos con la mirada, veía las gotas que caían de su cabello azul eléctrico, resbalaban por su cuello, bajaban por su pecho y esos abdominales bien marcados hasta perderse en el borde del bóxer. Internamente se desilusionó al ver que el moreno aun traía puesto su bóxer (negro), pero con un gran bulto- ¿te gusta lo que ves? -Dijo Aomine socarronamente evidenciando a Kise. Aomine ya estaba fuera de la tina, y no le dio tiempo ni de contestar porque enseguida lo cargo; estilo princesa, Kise quería cubrir su intimidad al notar que él si estaba completamente desnudo, pero tenía sus manos ocupadas sosteniéndose del cuello del moreno para no caer. Kise no podía estar más rojo…

- ¡Ahomine! -Gritó Kise. Luego sintió la suavidad de su cama a sus espaldas, y como Aomine cual pantera se subía sobre él colocando sus antebrazos a los costados de su cabeza quedando así sus rostros muy, muy cerca. Aomine se acercó a los labios de Kise mas no lo besaba, lo torturaba rozando sus labios, exhalando sobre ellos o besando únicamente las comisuras. Kise mantenía los ojos cerrados y entreabría los labios esperando que lo bese ¡ya!…

“Paso 2: Estimulación. -Recordaba el moreno en su cabeza- Debes estimular tanto la mente como el cuerpo de tu pareja.  Para lo primero, necesitas brindarle confianza, que tu pareja este seguro de consumar el acto, no lo fuerces si no se siente listo…”.

- ¿Qué pasó con el Kise que me beso sin pudor en el parque? - Dijo aun cerca de los labios del rubio- ... ¿O es que debería parar?

Kise abrió los ojos asustado.

- ¡¡¡NO!!! -Gritó Kise, aunque en realidad había pensado en voz alta- Y-Yo quiero hacerlo con Aominecchi… así que no pares. -Dijo firme pero avergonzado. Aomine sonrío de lado, y enseguida capturo los labios del rubio, empezó suave y calmado, degustaba sus labios y mordía de vez en cuando el labio inferior jalándolo con fiereza, Kise soltó un pequeño gemido ante eso, cosa que el moreno aprovecho para meter su lengua en la boca ajena, empezando así una batalla de lenguas que Kise se negaba a perder.
Se separaron cuando les falto el aire, unidos por un hilo de saliva.

“…Estimulación del cuerpo: Bríndale caricias, besos y mordidas en sus zonas sensibles e ir aumentando el ritmo conforme tu pareja así lo quiera. Nota: No siempre te lo dirá, mucho menos si es primerizo, debes leer sus reacciones corporales como…”.

El rubio no pudo respirar mucho y aun jadeante el moreno tomo sus labios nuevamente, más salvaje esta vez, para luego separarse nuevamente y empezar a besar su barbilla  procediendo por el cuello formando así un camino de besos; Kise hecho la cabeza para atrás facilitándole la tarea mientras gemía. Entre besos y mordidas por el blanquecino cuello de Kise, el moreno llegó a dos botones rosados, tomo uno con su boca chupándolo con fuerza y masajeo el otro con su índice.

- ¡Ahh! -Gimió Kise. Aomine sonrió satisfecho y luego de lamer y morder ligeramente el otro pezón siguió bajando sin dejar su cadena de besos. Cuando llego a la hombría de Kise levanto la cabeza para mirar los cristalizados ojos de su pareja y sin previo aviso engullo su pene por completo- ¡¡Gyahh!! ¡ahh!-Gemía Kise por las sensaciones arqueando la espalda. Aomine se detuvo cuando noto el presemen gotear.

Un jadeante Kise al notar que el moreno no hacía nada más, inclino su cabeza y vio a Aomine con su celular, ¿leyendo…?

-¿Cómo dilatar…? ¿Cómo dilatar…? - Susurraba Aomine consultándole a su celular. Sin embargo Kise logro escucharlo y se le ocurrió una idea.

- Ngh… ¡Ah! -Escucho Aomine a sus espaldas, volteó abriendo los ojos asombrado por la escena que jamás pensó ver… Kise estaba en cuatro, con el pecho pegado a la cama y el trasero arriba, además de tener dos dedos en su entrada moviéndolas mientras que con su otra mano estiraba lo más posible sus nalgas- Aominecchi~,ngg… ¡Ah!

- K-Kise.

- Aomine… cchi, y-ya ¡ngh!, ya estoy listo~ -Termino por decir Kise tras haber colocar el tercer dedo en su interior. Aomine trago seco acercándose al rubio.

Aomine se encontraba detrás del rubio, Kise mantenía su provocativa posición pero ahora con sus manos sujetas a las sabanas… El moreno tomo con una mano la cadera del rubio mientras que con la otra llevaba su miembro a la entrada de Kise, el rubio soltó un suspiro, pero Aomine no se la haría fácil, comenzó a restregar su dura hombría en la entrada ya dilatada de Kise mientras él solo gimoteaba.

- A-Aominecchi, ya-

Y sin previo aviso (nuevamente), el moreno entro de una sola estocada en Kise, logrando que este soltara un grito que más era de dolor que de placer. Aomine se golpeó mentalmente por ser tan bruto. Iba a salir del interior del rubio pero las paredes de Kise que succionaban su miembro lo detuvieron.

- K-Ki-

Kise no le dejo ni hablar. El impaciente rubio comenzó a mover sus caderas, mientras volteaba su rostro y veía a Aomine  provocándolo. Aomine gruño ante eso y no aguanto más, salió completamente del rubio solo para enterrarse nuevamente en él fuertemente sin importarle ya si lastimaba o no a Kise, era su culpa después de todo.

- ¡¡¡AAHHH!!! -Grito Kise extasiado.

Y así el peliazul comenzó un vaivén de estocadas mientras el rubio solo gemía sonoramente de puro placer.
Entre estocadas, Aomine se sentó firme sobre la cama jalando a Kise, sentándolo así, sobre su miembro sin parar de penetrarlo, Aomine masturbaba con una mano el miembro del rubio mientras que con la otra tomaba su mentón para besar sus labios fogosamente.

- ¡Ahh! Aomine.. cchi, ahh, no pued- me voy a-

- Gime mi nombre Ryota.

- ¡¡Nghh!!¡¡Daiki!! -Gimió el rubio obedientemente al correrse en la mano del moreno, arqueándose exageradamente y apoyando su cabeza en el hombro ajeno, Aomine aprovecho eso para morder y succionar el blanquecino cuello de Kise, dejando así una marca rojiza muy pronunciada.
Las paredes de Kise se contrajeron tras su primer orgasmo (en esa noche) apresando el miembro de Daiki, que luego de unas estocadas mas terminó por correrse en el interior de Kise bajo un gruñido de placer.

Ambos cayeron jadeantes… Pero esa era solo la primera ronda en esa noche. Su primera noche juntos.

_

Al día siguiente…

Un hermoso rubio despertaba con un horrible dolor en su parte baja, pero al recordar lo de la noche pasada una sonrisa se posó en sus labios, sin embargo esa sonrisa se desvaneció al notar que estaba solo, miro a los alrededores y la ropa de Aomine tampoco estaba, sus ojos empezaron a cristalizarse, ¿acaso Aomine había jugado con él?..

- O-Oye, Kise, ¿Q-Qué te pasa? -Pregunto nervioso el moreno, sabía que no había sido el ser más delicado anoche.

El rubio levanto la mirada. Aomine salía del baño de la habitación con una toalla en su cintura y otra sobre sus hombros.

- ¿A-Aominecchi? ¿Tu… No te fuiste? -Pregunto Kise entre sollozos.

- ¿Qué? …Esper- -Aomine suspiro entendiendo. Se acercó a Kise, y se sentó al borde de la cama, y tomo el mentón del rubio para que lo mirara fijamente- Confía mas en tu novio de ahora en adelante. -Termino por decir con un tono serio pero dulce. Y sin siquiera dejar reaccionar a Kise lo besó.

- Estúpido rubio, por tu culpa debo decir cursilerías. -Kise sonrió divertido, ese era su Aominecchi.

Ese ambiente era cálido hasta que el celular del rubio interrumpo el momento. Kise quiso moverse para contestar pero enseguida sintió un fuerte punzón que expreso con un audible chillido. Aomine al verlo se paró para contestar aun en toalla. Miro la pantalla “Kana-san, estrellita, carita feliz, estrellita”, el moreno suspiro, él y Kise eran tan diferentes. Si no se equivocaba “Kana-san” era la manager de rubio. Sin más contesto el celular, pero apenas acerco el celular al oído sintió sus tímpanos romperse.

- ¡¡Kyaaaaaaaa!! ¡Kise-chan! ¡Adivina que! -La mujer al otro lado del celular estaba eufórica y no espero respuesta alguna- ¡Te conseguí la portada y tres páginas en “amazing” promocionando su nueva línea de trajes de baño! ¿Qué te parece? Sé que querías este traba-

- Kana-san, soy Aomine -Por el otro lado a la mujer le sorprendió que ese chico contestará, si lo conocía y sabia por el rubio que era su amor platónico- Kise no va a tomase nada con solo un traje de baño -Dijo Aomine con una venita salida, y antes de que la mujer refutará habló otra vez, girándose para ver directamente a Kise- Además, creo que Ryota necesitará unas semanas de descanso porque no pensó dejarlo salir ni del departamento, ni dela habitación, ni de la cama. -Y cortó.

Aomine se acercaba peligrosamente al Kise.

- A-Aominecchi, no vas a-

- Así que querías posar semi desnudo… -Aomine interrumpo a un tembloroso Kise.

-B-Bueno, eso fue antes de-

- Miles de pervertidos suelen ver ese tipo de revistas, ¿y que crees que harían con esa imagen tuya? -Estaba incómodamente molesto.

- Tu también eres un pervertido Aominecchi -Dijo el rubio desviando la mirada lejos de la de Aomine.

- ¿Eh? ¿A qué viene eso ahora?

- La razón por la que quería salir en la portada de esa revista era por ti -Volteo a verlo. El moreno lo veía sin entender, así que Kise siguió- En esa revista saldrá también “Mai-chan”, ella ocupara la línea femenina de trajes de baño. Y como tú eres su fan seguro lo comprarías y si yo salía en la portada pensé …que tal vez te fijarías más en mí que en ella. -Dijo Kise cabizbajo y sonrojado hasta las orejas.

Aomine sintió un cosquilleo, ese estúpido rubio podía ser tan adorable. El moreno tomo el mentón del rubio como hace minutos.

-Kise, yo… -El rubio cerro los ojos pensando que iba a besarlo- Yo, creo que eres un idiota. -Se paró para ir a buscar su ropa seguro ya seca, dejando a un decepcionado Kise. Pero antes de salir por la puerta paro su caminar y dijo- Supongo que me vuelve un idiota también el que me guste uno.

Kise brilló de felicidad y con un esfuerzo sobrehumano que ni sintió en ese momento corro a abrazar a “su novio” por la espalda.

- Yo también te quiero Aominecchi, y mucho.

- O-Oye, no deberías moverte así en tu estado -Dijo sobresaltado.

- Ya estoy bien… Aominecchi~ ¿vas a cumplir con lo que le dijiste a Kana-san? ¿Por qué no empiezas ahora? -Dijo muy sensual el rubio, y no paso más de dos segundos luego de un “Tch, luego no te quejes” para que Aomine cargara a Kise en sus brazos en dirección a la cama que haba compartido anoche, que compartirían hoy, y que compartirían siempre de ahora en adelante.

 

¿Fin?

Notas finales:

Porfavor escribanse si les gusto o no, en que puedo mejorar, tal vez si quieren que escriba sobre otra pareja o esta misma, o nose, acepto todo, pero no sean mal@s conmigo.


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