Resulta que Byun Baekhyun alguna vez fue una persona desbordante de carisma y con un corazón excepcional, pero como todo en el universo, él fue corrompido en un momento de su vida, conoció lo que era el desamor y el engaño, sin embargo, logró superarlo como cualquier otra persona lo haría. Pero resulta también que Baek no pasó por esto una sino diez veces, y a la onceava vez se cansó; porque Baek ya no era el mismo, en cada una de esas ocasiones el único que perdía era él.
Todo comenzó con él siendo dejado atrás por sus amigos de la universidad, cuando trataba de hablarles solo inventaban excusas y se iban con sus nuevos y más inteligentes compañeros, dejando a Bekhyun solo y con un vacío gigante, porque ellos no recordaban que era precisamente Baek quien los había hecho conocerse, porque él había juntado a sus amigos, ahora examigos, del instituto con los chicos que parecían ser agradables en su curso de primer semestre. Desde ahí las cosas solo empeoraron, un Baekhyun a la deriva en una selva de animales de corazón frío, tratando de sobrevivir pasando lo más desapercibido posible, pero llegaba el momento en el que hacer grupos era necesario, no por su preferencia, sino por la obligación; obviamente él era el último en formar parte de uno y siempre pasaba de uno a otro, pero Baek lo soportó un poco más, después de todo la literatura había sido su sueño desde siempre.
Una vez terminados sus estudios, logró salir ileso por fuera, pero con grandes marcas por dentro, en su grado lo único que pudo resaltar y guardar en su memoria fue su diploma, que marcaba un nuevo nacimiento, o por lo menos eso era lo que él anhelaba más que nada en el mundo. Pero a veces la vida es cruel con los que menos lo merecen.
Baek entró a trabajar en una editorial pequeña que le pagaba lo suficiente para vivir cómodamente, la verdad es que vivía bien económicamente, puesto que solo tenía que ver por él y nadie más, de todos modos hace mucho que se había quedado sin familia, pero eso es una historia que él ya tenía superada. Al poco tiempo de estar trabajando arduamente en la editorial, a Baek lo promovieron, ahora era el jefe de su equipo y todo iba mejorando según como se veía; con su ascenso fue necesario contratar a alguien que ocupara su anterior puesto y formara parte de su grupo, principalmente en aquellos momentos en la que la editorial estaba ampliando sus oportunidades de crecimiento. Él fue el encargado de hacer las entrevistas a los postulantes, fue así como conoció entonces a Mark.
Mark era el típico chico joven con ganas de comerse al universo de un solo bocado y poseía una vitalidad y energía digna de admirar, cosa que deslumbró a Baek porque le hacía recordar algo que él hace mucho había olvidado cómo sentir, calidez y alegría. Dejándose llevar no solo por su parte objetiva, porque había que reconocer que Mark tenía potencial, sino también por su parte afectiva, Baek lo contrató sin pensarlo mucho. Como era de esperar, surgieron los encuentros seguidos entre él y Mark por asuntos de “trabajo” a altas horas de la noche en las oficinas de la editorial cuando ya no quedaba nadie en aquel edificio; Baekhyun se vio ansiando entonces las fechas de entrega, así podía usarla de excusa para pasar más tiempo a solas con Mark.
No era como si Mark no sintiera nada por él, lo sabía por cómo se sonrojaba cuando sus dedos se tocaban “accidentalmente” al pasarse el manuscrito, y por la forma en la que no ponía resistencias para quedarse hasta altas horas de la noche a solas con su jefe cuando la mayoría del equipo inventaba excusas injustificadas para llegar a casa un poco más temprano.
Entre tantos encuentros nocturnos, lo que tanto ansiaba Baek pasó, se besaron de una forma delicada y luego salvaje en su oficina y luego de eso le pidió a Mark salir. Se encontraron yendo a citas a cine, a caros restaurantes pagados por Baek, a obras de teatro, a tertulias literarias y a parques de diversiones. Baek creyó que Mark era la persona que lo había hecho volver a sentirse amado y que era el destino que los había reunido, sin embargo, el destino no es algo en que se pueda confiar plenamente…
Mark terminó engañando a Baek luego de casi un año de relación, con su mejor amigo Jin, y lo descubrió porque Jin lo citó a reclamarle por estar saliendo con su novio, Baek se dio cuenta de que los había engañado a los dos, y fue más que humillado ese día cuando después de pedirle a Mark que no lo dejara, él se fue con Jin y no con él. Luego de eso Baek despidió a Mark con la excusa de recorte de personal; se esforzó más en el trabajo de la editorial, y un tiempo después se volvieron una empresa internacional, pero eso a Baek no le importaba mucho, aún así si logró comprar un nuevo y lujoso apartamento, que se sentía más frío que el polo norte y que era completamente blanco sin ninguna foto de seres “queridos”, pues Baek no los tenías…en realidad...no tenía a nadie.
Siendo tan exitoso Byun se hizo a la idea de no necesitar a nadie, y por ende no debía desperdiciar su precioso tiempo teniendo sentimientos absurdos y cariños poco valorados hacia cualquier persona, ahora era un Baekhyun sin remordimientos, bien dirían desalmado, pero a fin de cuentas quien sufría no era él y eso era lo que importaba.