Cuando terminamos la universidad y cada uno se fue por un camino diferente me di cuenta que no podía estar lejos de él. Nuestros sentimientos de amistad se habían convertido en algo mas y fue hasta ese momento que lo acepte, acepte que no podía vivir sin el
Después de confesarme tuve la fortuna de que el también sentía lo mismo y sin perder más tiempo decidimos formalizarlo para así mudarnos juntos.
Pasaron los años y con mucho esfuerzo de ambos por fin pudimos hacernos de una casa y ya que teníamos un patio un poco amplio decidí regalarle un cachorro a Haru. Sabía muy bien que le gustaban las mascotas pero nuca había podido tener una y ahora que teníamos la posibilidad lo haría sonreír con eso.
Era el medio día de un cálido sábado, yo estaba sentado en la puerta del jardín comiendo una paleta helada mirando a Haru quien bañaba a "Makoto", si "Makoto" y aunque no me gusto que le pusiera mi nombre no pude hacerlo cambiar de opinión ya que siempre alegaba que era su perro y que el podía ponerle el nombre que quería además decía que se parecía mucho a mi y que su nombre no se escribía con los mismo kanjis que el mío pero aun así aseguraba que se pronunciaban igual y al final aunque no estaba para nada convencido de sus argumentos los termine por aceptar
-deja de moverte- le estaba costando trabajo bañarlo ya que nuestro cachorro ahora era un adulto
-¿quieres que te ayude Haru-chan?-
-no- Haru seguía siendo igual de orgullos y si no quería mi ayuda yo seguiría disfrutando mi helado -¡deja de moverte "Makoto"!- me sorprendió su grito pero ahora que observaba bien a nuestra mascota se veía demasiado ansioso y podría terminar tirando a Haru si no tenia cuidado
-déjame ayudarte Haru- deje mi paleta a un lado y me acerque para evitar cualquier accidente sin embargo de la nada un perro desconocido apareció en el jardín y enseguida fue perseguido por el nuestro
-¡"Makoto"!- grito Haru intentando detenerlo pero este no hizo caso a su llamado y corrió hasta el otro perro alcanzándolo
Ambos íbamos a detenerlo pero después de dar unos pasos nos detuvimos en seco –"Mako...- escuche un balbuceo de Haru al ver lo que estaban haciendo
-¡no veas Haru!- grite tapando los ojos de Haru para que no viera las depravaciones que nuestro perro estaba haciendo -¡deja de hacer eso!- quería que parara pero no parecía que iba a detenerse -¿qué hacemos Haru?-
-déjalos- ¿dejarlos? pero si no los deteníamos ellos podrían... -de todas formas no creo que "Makoto" nos haga caso- Haru movió mi mano para que dejara de taparle los ojos y comenzó a caminar hacia el portón del jardín -no me burlaba de ti cuando dije que tu y "Makoto" se parecía. Aunque te grite, regañe y golpe siempre me ignoras y haces lo que quieres cuando tenemos sexo así que igual que tu, "Makoto" no te hará caso- aunque era vergonzoso lo que decía era verdad ya que siempre me volvía loco cuando hacía el amor con Haru y terminaba haciendo lo que yo quería ignorando sus peticiones. Avergonzado no supe como contestarle y Haru solo siguió su camino
-¿a dónde vas Haru?-
-solo voy a cerrar la reja para que nadie entre a molestarlos- tenia razón si entraban mas perros iba a ser un problema ya que podrían pelearse -¿crees que tenga dueño?- desde lejos no alcanzaba a ver si traía collar y la verdad es que no quería ver como nuestro perro se apareaba así que decidí llevarme a Haru hacia el interior de la casa -ya la revisaremos cuando terminen, Makoto-
Después de un par de horas vi como ambos perros entraban por la sala para seguir hacia la cocina -ya acabaron Makoto- escuche como Haru me llamo para que fuera a revisar a la pareja de nuestro can -no tiene collar- comento Haru mientras me acercaba para revisarla y acariciarla y así como Haru había dicho no llevaba collar además de que se veía un poco descuidada
-tal vez este perdida. Deberíamos preguntar por el vecindario- y sin perder más tiempo dejamos a ambos en el jardín para salir a preguntar por el vecindario si tenía dueño sin embargo solo una persona nos pudo confirmar que la había visto vagar por las calles de la localidad desde hace ya varias semanas y que estos días estaba siendo perseguida por una gran cantidad de perros debido a que estaba en celo
-parece que no tiene hogar- comente a Haru al volver a casa -¿qué haremos?-
-yo ya tengo una mascota así que...- se sentó y comenzó a acaríciala -tú te quedaras con ella- ¡¿qué?! Ya era muy difícil controlar a "Makoto" así que tener otro sería imposible
-¡no!- me rehusé además solo habíamos buscado en el vecindario y tal vez pertenecía a alguien de la localidad vecina
-pero va a tener a tus nietos ¿serias capaz de dejarla en la calle?- Haru sabía perfectamente como manipularme
-no...- al final tenía que aceptar la propuesta de Haru ya que no sería tan malo para dejarla si iba a tener cachorros -está bien me la quedare- la acaricie y vi como Haru sonrió -pero se llamara "Haruka"- e inmediatamente su sonrisa desapareció
-¡por supuesto que no!- era mi turno de devolvérsela
-sí, es mía así que yo le puedo poner el nombre que quiera- y aunque se quejara y siguiera haciendo pucheros de disgusto no cambiaria de opinión -mi hermosa Haruka- la abrace molestándolo aun mas -¿qué nombres les podremos a tus hijos?- mire a Haru para ver si le interesaba mi platica pero desvió la mirada levantándose
-haz lo que quieras- sin mirarme camino hacia "Makoto" para acariciarlo a él sin embargo "Haruka" también lo siguió dejándome solo, una vez más las mascotas prefería estar con Haru que con migo
-¿qué ocurre?- pregunto al escucharme suspirar
-nada, solo pienso que aun somos demasiado jóvenes para ser abuelos- mis palabras al parecer lo confundieron
-Makoto ya no eres joven, tienes treinta y siete años- eso me había ofendido
-ha sí, pues tú tienes treinta y ocho- y mi comentario pareció no gustarle nada ya que se fue del lugar -¡Haru-chan!- pero no me respondió -¡no te enojes!- sin embargo seguía sin responderme -¡aunque hayamos envejecido aun sigues siendo joven! ¡Tienes la misma flexibilidad que hace diez años- eso había sondado tan mal
-¡ya cállate Makoto!- me grito furioso, creo que me había pasado -¡y nuestros nietos se llamaran: caballa, bonito, atún y jurel!-