Aproximadamente había pasado una semana después del incidente de los pokemon legendarios -tiempo mas que suficiente como para descansar y reparar también el daño que había ocasionado Giratina- tras dicho tiempo finalmente se iba a llevar a cabo el tan esperado combate de Platinum vs Palmer en la torre de batalla. Claro, el evento tenia truco y haber invitado a no solo los involucrados finales sino también a los lideres de gimnasio, se debía a una muy lógica y obvia razón; Fiesta.
Porque si algo se podía celebrar Palmer no perdería la oportunidad en lo mas mínimo y se aseguraría de no solo festejar la victoria de Platinum, sino también para que todos tomaran un merecido descanso tras toda la actividad y eventos que se tuvieron que llevar a cabo después de tales acontecimientos y -a palabras del mismo hijo del magnate de la torre- aunque no era buena idea seguirle la corriente al amo de la torre, debía de admitir que en cierto punto razón no le faltaba -lamentablemente-. Así que dos horas mas tarde -cuando finalmente la reñida batalla concluyo- Riley -quien amablemente había sido arrastrado por Byron a la fiesta cuando intento huir tras asistir a la batalla pokemon- decidió mantenerse al margen de todo, rezagado en una esquina de la habitación mientras admiraba a todos los que se encontraban en el lugar, mirando atentamente la razón por la cual, el mismo hijo de Palmer había hecho hasta lo imposible por arrastrar a Platinum y a Diamond lejos de ciertas personas.
Alcohol. Sin duda alguna, el "Amo de la torre" no se había medido en lo mas mínimo con la cantidad de dicho producto para la dichosa fiesta, y aun cuando Kate intentaba mantener el orden llego un punto en que los borrachos -Palmer, Byron, Flint, asombrosamente Kokuran y la alegre Delila- parecían haber llegado a un acuerdo para lograr hacer que la única mujer que intentaba ponerles orden alguno, terminara cediendo ante la bebida alcohólica. Era una tristeza mencionarlo, pero sin duda alguna su fortaleza sucumbió -gracias a Arceus, Kate parecía tener una mayor resistencia a la bebida, por lo que aun no estaba tan borracha como para dejarlos hacer lo que les plazca- a final de cuentas los mas felices se habían terminado adueñando de básicamente toda la fiesta, mientras el resto de invitados simplemente se había rezagado -como el- y miraban entretenidos el montón de tonterías llevadas a cabo. Ya sea Flint intentando meter a Lectro a la pista, o Palmer y Delila convenciendo a Kate de beber aun mas o al mismo Kokuran cantando en el karaoke... Una maravillosa noche, y luego Palmer se preguntaba porque no asistía a las fiestas cuando lo invitaban.
-Psss... Riley... Riley-
Un susurro le llego a su lado izquierdo, desviando su atención inmediatamente desde donde provenía dicho sonido, notando que la voz le pertenencia a Dia quien a su vez tenia toda la pinta de estarse escondiendo.
-¿Te parece si salimos a tomar aire?-
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Media hora después
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La propuesta había sido tentadora en un principio, eso era algo totalmente innegable -sobre todo cuando noto los cuchicheos de Palmer y Delila cuando lo señalaban a la distancia- y pensar en alejarse de todo el ruido para disfrutar de la calma a la cual se encontraba totalmente acostumbrado había sonado como algo maravilloso, aunque claro, no se había esperado tal puñal por a espalda de parte del mismísimo Dia -aunque podía apostar lo que fuera a que la idea no había sido de el- por lo que ahora se encontraba -lo mas cómodo posible- sentado en la terraza del apartamento donde Palmer residía -la cual por cierto no era muy grande- con la puerta y las cortinas totalmente cerradas -porque si, ya habían intentado entrar- junto al único hijo del organizador de la fiesta.
-Esto no me puede estar pasando a mi- se quejo Pearl en silencio a la vez que continuaba con la cabeza recargada en sus rodillas- No puedo creer que me hayan hecho esto...
-Ya somos dos- Riley intento contribuir al bajo sentido del humor mientras recargaba toda la espalda en la barandilla en su posición de flor de loto- Antes de que pase mas tiempo ¿Como fue que terminaste aquí?
Un suspiro por parte del mas joven le dio a entender al mayor que en realidad la historia era mucho mas corta de lo que parecía.
-Saque a Dia y a la señorita del rango de peligro que representa mi padre, en serio, cuando bebe no hay fuerza sobrehumana que sea capaz de detenerlo de llevar cualquier tontería a cabo- comenzó a relatar Pearl sin alzar la cabeza en ningún momento- Fue en un momento de distracción cuando me acerque a la puerta, la abrieron, me empujaron y me dejaron aquí encerrado -relato como si no fuera la gran cosa a la vez que señalaba la dichosa puerta de cristal por la cual también habían obligado a entrar a Riley- Se que no esta bien señalar, pero cuando entre, ya se a quienes culpar.
Riley asintió a la vez que su mirada se perdía en los extraños tonos de colores que las cortinas solían alcanzar por las luces que Palmer había puesto tanto empeño en poner por todo su apartamento.
-¿En que piso estamos?- pregunto extrañado el que vestía de azul, totalmente dispuesto a saltar si era posible.
-Lo suficientemente alto como para que el ego de Palmer sea casi capaz de tocar el cielo- se quejo entre dientes el vestido de naranja, sin duda alguna, una de las primeras personas en no estar realmente de acuerdo con el lugar donde se llevaría a cabo la fiesta- Si te quieres suicidar, adelante, yo me apunto para darte el pequeño empujoncito.
Riley dejo escapar una pequeña risa sarcástica mientras recibía dicho comentario, desde que había entrado -a empujones- había notado no solo la pesada aura que se cargaba el mas joven, sino que ademas se podía notar a leguas que tampoco tenia el humor suficiente como para estar manteniendo una conversación, era una lastima que el se sintiera igual.
-¿Porque tan enojado con el mundo?- pico Riley al muchacho con mas morbo por delante que el interés en si sobre saber que pasaba
El rostro de Pearl simplemente se alzo lentamente en símbolo de ira y molestia -el no quería hablar por un demonio- solamente para encontrarse con un rostro que le sonreía entre amable y divertido. Algo que le hizo enfadar mucho mas de lo que ya se encontraba, sin embargo respiro profundo intentando tranquilizarse y no comérselo vivo ahí mismo.
-Te basta y sobra si te digo que desde la mañana tuve que ayudar "voluntariamente" a poner todo en orden para la fiesta- respondió el rubio en un intento por -en verdad- no darle el empujón que había mencionado hace unos momentos.
-¿Tu padre no iba a contratar a alguien?- la curiosidad tiño las palabras de Riley cuando se dio cuenta de todo el trabajo que tuvo que llevar a cabo.
-En teoría- se quejo entre dientes Pearl mientras sentía su sangre arder- En realidad no quiero hablar de eso.
Tras un suspiro el de cabellos rubios volvió a alzar el rostro con dirección al tipo vestido de azul -quien prácticamente se veía igual que en el incidente del mundo distorsión- notando que este a su vez se encontraba mirándolo fijamente chocando la mirada azul con la naranja.
-¿Alguna vez te han dicho que tienes un lindo color de ojos?-
Solo entonces Pearl recordó la verdadera razón por la cual sus amigos habían conspirado en su contra para encerrarlo en el balcón junto al habitante de la isla de hierro.
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Unos días atras.
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-El te gusta- había soltado Platinum de repente mientras caminaban de regreso al hotel de la familia Berlitz
El silencio incomodo que se formo segundos después fue mas que suficiente como para que, los otros dos pokedex holders se vieran entre si totalmente escandalizados -pues ninguno de los dos sabia a quien había señalado Platinum- con los ojos entrecerrados y haciendo una leve mueca, la única mujer en el trió de amigos señalo un poco a lo lejos, hacia donde se encontraba Palmer rectificando que todo se encontrase en su lugar -una vez hubiesen terminado por ayudar de limpiar los escombros que quedaban en la ciudad- a su vez que ultimaba detalles con ayuda de Riley.
-A ti- Platinum primero señalo a su amigo rubio, para posteriormente señalar al maestro del aura- Te gusta el
El sonrojo que inmediatamente inundo el rostro de Pearl fue mas que suficiente para poner a reír a Diamond.
-¡No! ¡¿De donde sacaste eso?!- escandalizado, no solo por la suposición de su amiga, si no a demás por a poca delicadeza de Dia ante tal tema no pudo evitar ponerse incluso mas rojo de lo que inicialmente se había encontrado-
-Desde que llego no has dejado de mirarlo- con una sonrisa la señorita Berlitz respondió con sinceridad absoluta -e incluso- maliciosa ante tal detalle-
-Eso no es cierto- rebatió el de ojos naranja totalmente en desacuerdo con el comentario-
-Si lo es- respondió molesta Platinum, segura de sus propias palabras.
Media hora mas tarde -hasta que Palmer se acerco a ellos- Diamond se había puesto cómodamente a comer con el resto de los pokemon que les pertenecían mientras observaban entretenidos la discusión de "si y no" que se llevaba a cabo frente a sus ojos.
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Actualmente
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-No... Solo me habían dicho que... Eran extraños...- intento responder lo mas calmado posible bajando la mirada de forma nerviosa, como odiaba sentirse de esa ridícula forma-
-A mi me parece un lindo color...- El de ojos azules noto el cambio inmediato en la actitud del rubio y sintió un curiosos bochorno subirle por el cuello cuando noto lo que acababa de decir, dos veces seguidas-
Y mientras Pearl miraba el suelo, Riley solo pensaba detenidamente en como el mas pequeño había terminado siendo una agradable compañía -independientemente del mal humor con el que comenzaron- recordaba al muchacho del incidente con Giratina y también el haberlo visto en ciertos trabajos en los que habían terminado coincidiendo, y aun así no había tenido la suerte de poder sostener una platica con el -empezando con que "papi Palmer" también quería aprovechar para pasar tiempo con su único hijo. Por lo que aquella vez era en realidad la primera en la que se encontraban charlando.
Y le acababa de hacer un sencillo cumplido que termino con un sonrojo -y si Riley fuera mas atento se podria dar cuenta que la cara de Pearl tenia técnicamente escrito un "Me gustas"- y la mirada perdida en el suelo. Lo que lo dejo con curiosidad, mas de la que había tenido en un principio.
-Pearl...- llamo suavemente Riley inclinándose un poco al notar que el recién llamado había alzado el rostro levemente- ¿Te molesto mi comentario?
Los labios del rubio se separaron entre si para dar una respuesta en concreto, así como la intención de alzar el rostro por completo -sin haber notado que el mayor se había inclinado hacia su persona- ambas intenciones se cumplieron aunque no de la manera esperada. En primero, por que el sonido que hizo Pearl no fue de hablar si no mas bien un grito a la vez que no alzo el rostro, mas bien se alzo asustado -junto a Riley- cuando ambos notaron como una silla había sido estrellada contra la puerta de cristal -rompiéndola en el proceso- dejando salir todo el ruido del que se habían aislado desde que fueron sacados de la fiesta, lo que parecía ser una discusión/pelea, risas, música a todo volumen y demás cosas ocasionaron que las dos personas -ajenas a lo que ocurría adentro- se miraron asustados entre si.
-¿A cuantos pisos dices que estamos?- volvió a inquirir Riley mirando atentamente el vidrio esparcido por el suelo y la silla totalmente destruida
-Creo recordar que justamente abajo hay una alberca...-