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No Pudo Ser. por Nehemia

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Lo que les contare paso hace un tiempo. Es de esas historias que Existen, que debieron continuar, debieron tener un final diferente, pero aún así merecen ser contada   Existió un chico, un nefilim llamado Alexander Gideon Lightwood , tuvo una vida difícil hasta cierto punto, oculto quien era tanto tiempo que casi lo olvida, pero eso no evitaba que fuera un gran hermano y un buen amigo, capaz de dar la vida por un ser querido. Fue pareja de el "gran brujo de Brooklyn" Magnus Bane, pero eso ustedes ya lo saben, también conocen el error de Alec, si, fue un error grave pero comprensible a fin de cuentas, pues ¿quien no tiene miedo de perder al ser que Ama?¿quien no quieres ser el único en la vida de aquella persona especial?. En fin. Era algo difícil de perdonar pero imposible -o eso pensó el- pero no todos piensan lo mismo.   Alec decidió visitar a magnus en su Loft con la intención a verlo una última vez antes de irse a pelear, pensó que tal vez el brujo le daría otra oportunidad, y con ella una razón para luchar con todas sus fuerzas y volver con vida. Llevaba una carta, en la que se dedicó -durante varias noches- a tratar de expresar sus sentimientos, su arrepentimiento, su amor y su dolor, también llevaba unas hermosas flores azules entremescladas con amarillo- una linda combinación de sus ojos penso- decidido tocó la puerta.   Si, estaba nervioso, sabía con certesa que no sería bien recibido, sin embargo estaba dispuesto a rogar y perder todo su orgullo con tal de recuperar al que sabía perfectamente sería el amor de su vida. Y el muchacho tan ensimado en sus pensamientos no parecio percatarse de que la puerta fue abierta hasta que al levantar la vista se topo con unos brillantes ojos amarillos, unos hermosos ojos de gato que le miraron primero sorprendidos y después con enojo.   -Magnus...   -Alexander, no se que haces aquí, pero te pido que te retires, ya no eres bienvenido aquí.- le dijo con rudeza.   -No me iré de aquí hasta arreglar las cosas.   -Mira niño, tu y yo no tenemos nada que aclarar, nunca fuiste nada para mi, no más que una simple distracción.    -pero tu...- las lágrimas comenzaron a brotar de los sus ojos azules.   -Enserio creiste que yo "el gran brujo de Brooklyn" me fijaria en alguien como tu, no seas ridículo- se burló del muchacho muy a pesar de las lágrimas que corrían libremente por las mejillas de este.   -Supongo que fui un tonto al pensarlo- saco la carta de su bolsillo y se la entregó al lafo junto a las flores mientras le dirigía una sonrisa triste- pero muy a pesar de todo te amo.   -¿Que es esto?   -Es una carta, tal vez algún día, si tu quieres y llegas a recordarme, puedes leerla.   -No la quiero ni la necesito, no quiero nada que venga de ti- con frialdad rompio en sobre y lo tiro al suelo junto a las flores y las piso como si nada.    Casi al mismo tiempo tras de el apareció una joven medio desnuda y se colgó de sus hombros son importarle que Alec estuviese ahí.   -vuelve a la cama- le dijo sin disimulo al brujo, el cual sólo le dio una última mirada al nephilim para luego cerrarle la puerta en la cara a pesar de que este parecía estar muriendo por dentro.   El repentinamente noto un suave movimiento junto a sus piernas, agachó su cabeza encontrándose con Presidente Miau, que parecía mirarlo con anelo, el simplemente se inclinó le acaricio detrás de las orejas y sonrió.   -Cuidalo mucho por los dos- el gato parecio maullar en acuerdo, dedicandole una mkrada larga, como quien mira a alguien por última vez. El simplemente se levanto y se fue... sin mirar atrás pensando que su historia solamente no pudo ser. ▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪   Camino sin rumbo durante horas, con los recuerdos en la mente y los pedazos de su corazón encajados en su pecho cual cuchillos.   Regresó tarde al Instituto pues todos estaban dormidos, pues cuando el se adentró en la estructura de este ya todo estaba vacío, más era de esperarse pues mañana sería un día difícil y tal vez muchos no volverían. Antes de pensar en algo más se dio cuenta de que estaba frente a la puerta de su habitación, entro y en silencio se recosto en su cama y lloro hasta caer dormido.   A pesar de todo se despertó temprano y tras unos minutos mirando al vacío una idea surco su mente, se dirigió a la biblioteca y pasó varias horas escribiendo dos cartas, una para su familia y amigos, y otra... otra para Magnus, las guardo en sus respectivos sobres y volvió a su habitacion, recogió los regalos, las fotografías y dibujos (hechos por Clari),bueno, en resumen, todo lo relacionado con magnus y lo guardo en un viejo cofre -el cual olia a su colonia puesto que hace unos días está se había vaciado dentro- y sobre el puso la carta.   Se cambió y desayuno poco, todos se reunieron con el poco después, pero nadie le pregunto como le había ido, ciertamente no esperaba que lo hicieran, pues apenas en día anterior había tenido una pelea con sus amigos, aunque ciertamente no pude llamarsele pelea cuando uno de los bandos no opone resistencia ni se opone a los comentariod hierientes de los demas - como "antes eras inútil, pero esto ya es mucho, no pudes hacer nada, y todo por un subterráneo para el que no fuiste nada" eso se lo había dicho su madre, "eres una vergüenza, no pude tener un peor parabatai" entre otros, la mayoría más hiriente que la antetior- es muy probable que lo dijeran enserio, puesto que lo ignoraban por completo este día, pero no quería que esto terminará así, quería que su familia estuviera bien y estaba totalmente seguro que los protegeria de todo aún y cuando tuviera que morir para salvarlos. Llegaron al lugar donde se llevaría a cabo la lucha. Cave destacar que la pelea fue difícil y muchos de ambos murieron, todos estaban cansados, pero la furia de ver como sus compañeros caían les daba fuerzas para seguir, y cuando creían que la pelea había terminado un demonio trato de atacar a Jace y sin pensarlo siquiera Alec se interpuso entre el ataque y su parabatai, en un momento alec estaba en el suelo, habia sido atravesado por las garras del demonio que había muerto segundos después a manos de Jace, el oji-azul muy a pesar de todo sonreía mientras jace se incaba a su lado al igual que isabel, claro, Simón y sus padres, hace lo sostuvo y le abrazo con lágrimas en los ojos. -Diganle... a ma...gn...us que.. lo... amo- dijo dificultosamente- y... Es..pero...que..ustedes...me.per... per...donen Y así, sin más, Alexander lightwood murió entre los brazos de Jace que lloraba y sentía un fuerte dolor en el pecho, donde su runa de parabatai sangraba.   Pero si tan sólo ellos hubieran sabido que eso pasaría no le hubiesen gritado, ni ignorado.si tan sólo hubieran sabido que esa sería la última ocasión en la que lo verian y podrían platicar con el. Tal vez si magnus lo hubiera escuchado hubiese sido diferente y no hubiese pasado que cierto paquete le fuera entregado unos días después por una Isabell destrozada y bañada en lágrimas, mientras ella le contaba lo sucedido, la familia lightwood se separó, pues al estar juntos siempre recordaban alec, y quien diría que el gran brujo de Brooklyn terminaría cuidando esa caja durante el resto de su inmortalidad, oliendo la dulce fragancia que está desprendía para recordar cada momento junto al joven cazador, pues Magnus no volvió a amar a nadie, porque sabía que jamás podría sentir tanto amor como el que alguna vez profeso y le fue profesado, viviendo sólo de el recuerdo de unos bellos ojos azules e imaginando lo que pudo haber sido de haber dejado su orgullo atras, pues sabía que pudo haber sido diferente, el amor fue grande pero simplemente no pudo ser.  

 


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