8.- Consecuencias
Pasó una semana. Andrés se fue, ya que tenía que seguir sus estudios. Por mi parte intente comunicarme con mi hermano, pero fue inútil.
Solo me preocupe de que los malditos meses que me quedaban pasaran rápido. Y como incentivo me decía a mismo que cuando regresara golpearía a ese maldito de Aarón, por todo lo que me había hecho antes y por lo que había hecho ahora.
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¿Qué pudo haberle hecho? Andrés ni siquiera quiso hablar sobre eso. Por otra parte yo temía que le hiciera algo de nuevo. Obligue a mi padre a que le vigilara. El aun creía que Aarón era una buena persona. Pero yo… maldición yo sabía que no era así.
Me quede dormido pensando en todo lo que pasaría cuando yo volviera, ya solo faltaba una semana. La semana más larga de mi vida.
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Aarón estaba llorando, pero no eran lágrimas de verdad, yo tenía solo 13 años lo veía, y solo podía ver su mirada como la de una serpiente, fría y con maldad. Mi padre lo intentaba calmar, él no sabía la verdad, pero yo… yo había visto todo. Maldición solo era una niña.
*(Él se había enamorado a los 16 de una chica que tenía 14 (una linda omega) según él era su pareja destinada o algo así. Mi padre los dejo tener una relación en mutuo acuerdo con los padres de ella, claro)*
Los vi entrar a la habitación de mi hermano, el cerro la puerta en mi cara, pero antes de eso me miro con una cara que me dejo helado. Me quede inmóvil parado frente a la puerta.
-AA-AYU-DA!-
Se repetía “ayuda” a cada rato, pero aunque yo quisiera buscar ayuda no podía, mi cuerpo estaba helado ¿Y si por ayudarla yo corría la misma suerte? Fui un maldito cobarde.
Se escuchó un golpe, y todo quedó en silencio… Mi hermano salió de la habitación con sangre en sus manos y camiseta. Me miró con una cara de asesino.
-¡Mierda! Maldita pesadilla…-
La misma pesadilla de nuevo, cuando la tenía era porque algo malo había pasado o pasaría. Debía volver cuanto antes.
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Volvía a ver aquel aeropuerto que hace un año me había visto partir… Sentí una maldita rabia, recordé que siempre arreglaba los problemas escapando de ellos, era un maldito cobarde…
-¡Christopher!-
Me saco de mis pensamientos la voz de Andrés, quien corría a abrazarme, en sus ojos pude ver miedo, y me sentí una mierda.
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FLASHBACK
Andrés se dirigía a sus clases en la universidad, pensando en que extrañaba mucho a Chris, quien se había ido hace apenas unas semanas.
Se sintió mal, buscó donde sentarse, no podía caminar y le costaba respirar…
Por suerte uno de sus amigos de la universidad lo vio y le ayudó, lo vio mal, por lo que decidió llevarlo a ver un doctor.
-Felicidades- Dijo el doctor a secas, mientras miraba mal al amigo de Andrés. Quienes se miraron sin saber por qué.
-¿Felicidades… porque?- Se miraban confundidos sin saber la razón.
-Serán padres… ¿Ustedes son pareja no?-
-No… claro que no, después de todo soy un beta- Ahora Fabián el amigo de Andrés miraba mal al doctor, se había dado cuenta que lo desprecio por pensar que un beta estaba con un omega.
-Ya veo…-
Mientras tanto Andrés estaba shockeado, ¿Qué haría ahora? Su amor por Christopher no era lo suficientemente fuerte como para aceptar un hijo, pero ya era demasiado tarde, ¿qué podía hacer?
-No… no puede ser-
-Jamás me he equivocado con esto, usted tendrá un bebé…-
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Andrés decidió ir y contarle al padre de Chris, ya que no podía comunicarse directamente con él ya que estaba fuera del país. Para su mala suerte también estuvo ahí Aarón, quien lo miraba con desprecio.
-Bien, te dejaré que vayas a verle y le digas frente a frente la nueva noticia.-
-…-
-Pero será dentro de dos meses. Cuando yo regrese de mi viaje de negocios.-
-Gracias.-
-Si no hay nada más que decir, te puedes marchar.-
-Bien.-
-Ah, y felicidades.-
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Dos semanas después Aarón apareció en la puerta de su casa. Él lo recibió ya que era su cuñado después de todo. Lo que Andrés no sabía era que Aarón lo torturaría a más no poder.
-¿Sabes? Yo odio a los omegas rebeldes- Le decía mientras lo golpeaba. –No quiero que mí querido hermanito tenga que vivir con uno.-
-ngh- Andrés estaba amarrado, su boca vendada y tirado en su propia cama golpeado en los brazos y cara.
-Tranquilo, solo te enseñare a ser un buen chico, no pienso dañar a mi sobrino- Reía endemoniadamente.
-No quiero que el pase por lo mismo que yo, no quiero que él tenga que matarte.-
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FIN FLASHBACK
Lo abrace, y sentí su miedo, el mismo que sentí cuando era apenas un niño ~ ¿Qué le hiciste maldito? ~
Detrás apareció mi padre, serio, sin expresión, ni siquiera un poco de felicidad por verme. Algo malo pasó, más malo que lo que le hicieron a Andrés. No lo vi y tampoco en el auto ¿Dónde está?
-¿Y Aarón?-
Andrés me miro pero no dijo nada, por otra parte mi padre desvió la mirada, no quise seguir preguntando.
-Ya hablaremos de eso…- Dijo de repente, mientras Andrés temblaba.
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Nos subimos al auto mi padre comenzó a hablar sobre nuestro futuro y que planes teníamos. Claro, nosotros no teníamos planes.
-Ahora- Dije de repente recordando las palabras de mi padre “ya hablaremos de eso”.
-Está en la cárcel.- Miré a Andrés inmediatamente, pero él me dio la espalda y se quedó mirando hacia la ventana.
-Mierda…-
-Lo torturo y golpeo.-
-Te lo dije, siempre pero jamás me creíste, el maldito estaba loco, igual que mamá-
-Cállate-
-¿Si lo hubiera matado? Hubieras cubierto su crimen-
-Basta, ya entendí, lo siento, ahora por favor cálmate.-
Andrés estaba aún mirando hacia la ventana intentando ser invisible. Gire su rostro y lo mire a sus ojos estaban cristalinos lo abrace y se puso a llorar.
-Lo siento… de verdad… jamás te volveré a dejar solo…- le susurre mientras lo aferraba más a mí.
-Los Padres de Arlen (la chica que mató Aarón) quieren justicia… Quieren que confieses-
-Lo haré-
-¿Y luego? Tu madre te odiará-
-Ya no importa, nada-
-¿Y Andrés?-
-Se ira a vivir con nosotros.-
Dejare mi cobardía, ya nada me detendrá seré feliz. Tomaré toda responsabilidad, y los protegeré como es debido…
CONTINUARA...!