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Almas perdidas. por MrGhoul

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Notas del fanfic:

¡Gracias por entrar!

Disfruta tu lectura :)

Notas del capitulo:

Este fanfic ya lo tenia en fanfiction, pero aqui esta editado ya que la anterior da pena solo leerlo :D

No me matare escribiendo 4000 o 5000 palabras en este fic, solo escribire de 2000 a 3000, aunque si ustedes lo desean, los hare mas largos.

Esta el nueva forma de escribir que tengo, espero y sea mas entendible y natural :)

 

 


Kaneki estaba tranquilo en el comedor, haciendo algo de comida. Había llegado de su trabajo con mucha hambre, fue un dia muy ocupado y estaba cansado; después de esto iría directamente a su cama para descansar un rato y dormir unos minutos más tarde, después de todo mañana también le espera un día duro.

El timbre hizo eco por la pequeña casa y no necesitaba ver a través del mirador de la puerta para saber quién era.

Después de todo, era aquel dia que siempre tenía marcado en su calendario.

Apago la estufa y dejó su delantal gris en una de las sillas, y fue a su habitación.

Tomó su alhajero de uno de los cajones de su mesita de noche y de ahí sacó un sobre negro.

Camino con cadencia por su casa, el objeto negro en su mano. Sentía como este pesaba y estaba quemando su mano. Llegó a la puerta, tomo el pomo de esta para abrirle a la persona que esperaba pacientemente afuera.

Aquel hombre alto, cabellera negra, con unos ojos violetas que desentrañan tu alma con tan solo mirar un segundo, rasgos hermosos y elegantes.

Era ese hombre que tocaba su puerta periódicamente. Siguiendo esta vieja rutina, abrió la puerta.

Aunque no esperaba nada nuevo, era siempre lo mismo cada mes.

—Hola Takuma-san— serio, pero aun asi le dirigió una leve sonrisa, una sonrisa sumisa.

Era casi una obligación, el tenia que saber que mandaba y Kaneki lo sabia tambien.

—Kaneki-kun, tan lindo como siempre ¿no es así?— colocó una mano su hombro, tocándolo y acariciándolo suavemente con su pulgar— ¿Ya sabes a qué vine cierto?

Las palabras eran diferentes, la rutina era la misma.

—S-si, aqui esta el dinero de este mes.

El sobre negro paso de las manos del más pequeño a Takuma. El susodicho abrió el sobre con delicadeza y Kaneki vio como sus cejas se juntaban en una expresión de confusión.

—¿Enserio solo esto? vaya… yo se que tu puedes conseguir mucho más—dijo de manera pensativa.

Miró su cuerpo y sonrió, el pelinegro solo aparto la mirada nervioso.

Aun cuando ya estaba acostumbrado a aquellas miradas, Kaneki sabía cuánto le gustaba a Takuma verlo así.

—Lo siento, trabajaré más duro la próxima vez.

Sabía lo que dijo y sabía el significado de sus palabras.

—¿De verdad?— resoplo y hablo con un tono duro, cruzando los brazos—No creo que sea eso, la gente de alli no te valorará lo suficiente.

Entró a la casa del pelinegro con una sonrisa y pasos lentos, para finalmente cerrar la puerta completamente.

—¿Y qué sugieres? ¿que llegue desnudo para que me pongan la atención que me merezco?— le mencionó con cierta socarronería, pero sonrió de una manera picara, mientras ponía sus manos en sus caderas.

—¿Te pones atrevido? por favor…— dijo rodando los ojos de una manera divertida—pero admito que es muy valiente por tu parte,y no, sería mejor cambiar de zona, ya es hora de moverte a un lugar diferente.

—¿Cambiar de lugar? ¿A donde?

—Me imagino que conoces la cafetería Anteiku.

—Si, la conozco ¿Que tiene que ver con todo esto?— pregunto un poco confundido a lo que quería decir.

Los dos fueron a la sala y ambos se sentaron en uno de los sillones.

—Bueno, ¿recuerdas que hay varios edificios?

Asintió, pero Kaneki lo pensó por un momento más y se dio cuenta.

—Hay un edificio muy cerca de Anteiku…

—Así es, y Anteiku es un lugar donde va mucha gente ‘especial’

—Ghouls querrás decir— le miró seriamente—¿Que estas planeando Takuma-san?

El hombre de ojos violetas sonrió y rodeó la cintura de Kaneki, sus dedos jugaron con la cintura de su pantalón, y pasaron juguetonamente por el elástico de su ropa interior.

Kaneki solo puso su mano sobre la del mayor, impidiéndole que siguiera.

—La zona cerca de la cafetería Anteiku, una hora después de que cierren.

—Está bien, usted es el jefe.

—Ese es mi chico—Takuma revolvió las hebras oscuras de Kaneki, se levanto y observo el lugar—Te aseguro que todo valdrá la pena, y pronto tendrás lo que me pediste.

Con eso, salió por la puerta con el dinero en el bolsillo de su traje completamente negro, despidiéndose con su mano sin mirar atrás.

Aun cuando sus métodos no eran los más legales o correctos, de algún modo le admiraba.

Para Takuma, todo lo que tenia no era suficiente.

El quería mas y mas. Esto no le sorprendía, Takuma es el tipo de persona avariciosa, con el ego muy alto, arrogante, soberbia y que controlaba todo lo que quería con poder y dinero, su reputación también ayudaba mucho en eso. Siempre se aprovechaba de la situación a su conveniencia.

Las persona que trabajaban para él, tenían cada quien su opinión sobre el hombre.

Buena, mala o neutral, a Takuma no le importaba en lo más mínimo lo que pensaran de él, mientras ellos siguieran trabajando para el de una forma eficiente, a él le sobraba y bastaba con eso.

Takuma protege a los suyos, te protege no importaba en que embrollo te hubieras metido.

Pero por otro lado, era muy cruel si alguien lo traicionaba.

El es un hombre de palabra, si le mantienes lealtad el te dará comodidad, sin embargo, si le traicionas, él te castigará. Si huyes, él haría lo que sea para encontrarte y así cumplir su palabra.

Solo pocas personas podían no ser castigadas, esas personas eran seres privilegiados y de alguna forma u otra, de mucha importancia para Takuma, eran muy escasas esas personas y la mayoría eran socios de toda la vida.

Kaneki era uno de ellos.

No solo por lo que hacía el para Takuma en esos lugares, si no fuera de ellos tambien, tenia encargos de gran importancia y que tenia mucha confianza en Kaneki para que los llevará a cabo.

También, Takuma era muy posesivo con los suyo.

Para Takuma, Kaneki es su juguete favorito, con el que podía divertirse no importa qué situación pasara. Era el juguete favorito del gato, la bola de estambre que no nunca abandonaría y que podía retorcer arañar y enredar a su gusto.

Kaneki fue a la cocina y se colocó el delantal de nuevo para seguir con lo que estaba haciendo.

No solo Takuma venia para llevarse el dinero, su tia tambien lo hacia.

Él le prestaba dinero con frecuencia a su tía.

Pues según ella su esposo no le quería dar dinero para pagar los gastos de la casa como debería, aunque Kaneki sabía muy bien que esto era mentira. Sus tíos tienen mucho dinero, lo sabía porque cuando vivía con ellos, estos le compraban lo que pidiera al niño mimado que tiene por primo y su tía podría robarle el dinero a su marido fácilmente si quería.

Siempre le decía que no podía prestarle dinero, pero al final cedía y terminaba dándole un una buena cantidad de dinero.

Pero Kaneki no solo tenía que trabajar como proveedor en un restaurante, sin mencionar que era un restaurante ghoul, cuando la oportunidad se le presentaba cuidaba a los hijos de sus vecinas y finalmente trabajaba para Takuma.

Trabajaba sin descanso y que realmente solo era por gusto, ya que con el trabajo que Takuma le daba, le sobraba dinero, no tenía que pagar la universidad, estaba becado después de todo, no tenía que pagar ni un yen.

Su trabajo era trabajar en un burdel o prostíbulo, es de esas personas que mantienen relaciones sexuales a cambio de dinero.

En pocas palabras y más directas y concisas, era un prostituto.

No es que se enorgulleciera de eso del todo, pero no le iba mal y cualquier trabajo merecía respeto. Ya que no era fácil estar en ese tipo de vida.

Pero aun así, iba a la universidad, tenía que estudiar y después conseguir un buen trabajo. Aunque dudaba si podría abandonar el prostíbulo, pero no veía una posibilidad.

Le había tomado un cariño inmenso a ese lugar, historias y muchos recuerdos han quedado grabados en su memoria.

Si, sabia lo que estaba diciendo y que no le importaba.

No quería decir que no haya malas experiencias, claro que las había y a montones.

Pero sentía como si todas las personas que trabajaban para Takuma, compaginan a la perfección, de una forma u otra, aunque no todos se lleven bien, todos formaban un sistema que avanzaba solo si estaban todos.

Era difícil de explicar, pero le hacía sentir especial.

The Carnival of Lost Souls, era el nombre del negocio de Takuma y es un hermoso nombre que queda a la perfección.

Estaba seguro que el moriria ahi algun dia, y en ese lugar seria la muerte mas hermosa del mundo.

Estaba seguro de ello.

Y hablando de vivir, el vivía en un pequeño apartamento, era el más pequeño del edificio pero era lo ideal y lo que Takuma le había proporcionado de manera temporal. Solo tenía que esperar un poco más para que las cosas se calmaran...

Años atrás vivía con su tía, después de que su madre falleció.

Aun cuando vivia con ella, ya había empezado a trabajar para el de ojos violetas.

Empezó a trabajar para él a la edad de 12 años.

Si bastante joven, pero no hacia lo que ahora hace.

Solo servía de Takuma, así como lo fue de muchas personas.

Lo que hacía era aprender de las demás personas, le enseñaban que tan importante era cada trabajo para que todo el lugar funcione; desde asistentes que hacían un trabajo parecido al suyo, solo que ellos ayudaban a las personas que se prostituían a arreglarse y proveerles ayuda y servicio, las prostitutas y prostitutos eran muy importantes y tenían rangos como cualquier otro lugar, con más y menos paga depende de que rango seas; también se encontraban los anfitriones y no podía olvidarse de los guardias, eran los que cuidaban el edificio a toda costa todos los días, eran fuertes y tenaces.

Además se encontraban los de recepción, se llamaban anfitriones, mantenían el control interno del lugar, la organización y demas, los negocios eran su especialidad.

Era sorprendente, pero también se encontraban doctores en los edificios. Si, suena muy exagerado, pero era verdad. Los doctores se encontraban ahí para cuidar principalmente a las personas que daban el servicio a los clientes, solo para controlar la salud en general y que no haya ninguna enfermedad de transmisión sexual ni nada por el estilo.

Todos esas personas estaban ahí para el perfecto funcionamiento del lugar, después de todo era un Burdel de alta calidad, era elegante y muchas personas con dinero iban, desde empresarios hasta actores, era un lugar secreto para descargar el estrés, e iban tanto humanos como ghouls.

Era un lugar bastante extraño a decir verdad… pero era como su hogar.

Y no lo cambiaría por nada del mundo.

 


 

Ya estaba en su cama, había terminado de comer y ahora estaba viendo un poco de televisión.

Tenía trabajo importante mañana que tenía que continuar. El encargo que le había hecho Takuma; desde hace tiempo que se estaba reuniendo con Furuta, ya tenían tiempo haciendo esto para el ojivioleta.

Estaban planeando la captura de Rize Kamishiro, y que realmente iba a ser difícil con alguien tan peligrosa como ella, además él era un humano, si quedaba solo combatiendo con ella sin la ayuda del kagune de furuta, no tenía tantas probabilidades de poder ganar contra ella.

Iba ser difícil, pero Takuma se lo había encomendado por una razón.

Ya conocía a Furuta y su personalidad retorcida, pero tanto tiempo junto a él, que era capaz de manejarlo.

Solo tenían que investigar todo lo que pudieran sobre ella antes de hacer cualquier movimiento además de vigilarla.

Sus ojo empezaron a cerrarse lentamente, pero antes de que cayera completamente en los brazos de morfeo, su celular empezó a sonar.

Por un momento pensó que sería Hide, pero vio el número y era Furuta de nuevo, últimamente le llamaba por cualquier tontería que le quisiera contar y siempre en los momentos más inoportunos.

Agarró el teléfono y contesto.

—¿Qué quieres ahora Souta?— contestó con brusquedad y voz cansada.

—Eh… te dije que no me llames así— de manera infantil, Kaneki estaba seguro que también estaba haciendo un puchero— llámame por mi nombre Ken-Kun— se podía ir claramente una pequeña risa.

—De acuerdo PG-sama ¿Que desea?— pudo oír nuevamente la risa de Furuta de una manera más resonante.

—Tienes buen humor incluso tan tarde, realmente me sorprendes.

—Al grano ¿Para que llamas?

—La puta de la glotona se está moviendo al distrito 20— su tono de voz cambió repentinamente, había un odio en sus palabras, ellos se conocieron de pequeños y que parece que nunca se llevaron bien, bueno que era algo obvio por la forma en que se esperaba de ella.

—No se que decir… ¿Porque motivos se moverá exactamente?— dijo pensando, sentándose bien en su cama para hablar mejor— no creo que sea por los investigadores que se mueven al distrito 11, a ella le gustan los problemas.

—Eso es verdad, tenemos que seguirle más de ahora en adelante, solo tenemos que encontrar el momento adecuado para capturarla— sus ansias se escuchaban a través del teléfono, extasiado para verla caer.

—Hay que prepararnos bien cuando ese momento llegue— apago el televisor y se levantó para apagar la luz, después volvió a su cama— tendré que pedirle pronto a Takuma lo que necesitaremos.

—Si, ya no puedo aguantar más, pero tendremos que esperar un poco antes de seguir con la misión, no queremos que empiece a sospechar lo que le espera.

—Tienes razón.

Los dos se quedaron en silencio durante un minuto aproximadamente, solo se escuchaba su tranquila respiración por el teléfono.

—¿Vienes, o no?— le menciono mientras se cubría con las sábanas.

—¿Que? ¿A qué te refieres con eso? ¿Me lo puedes explicar?— preguntó, fingiendo estar confundido, quería escuchar esas palabras de lo labios de Kaneki.

Kaneki suspiró con molestia, pero sonrió de igual manera.

—Que mal que no entiendas…, pero bueno, creo que llamare a Hide— tomó un mechón de su cabello y como pensó a jugar con él con su dedo— desde hace tiempo que quería venir a visitarme, de hecho me llamó hace una hora para poder venir, le dije que no, pero creo que cambie de opinión.

Rió cuando escuchó el ‘Tsk’ salir del telefono, estaba casi seguro que tenia una expresión enojada dibujada en su rostro.

—Tu realmente sabes como provocarme— lo divertido podía escucharse en el tono en el que dijo las cosas— vuelve a hacer eso y lo mató— dijo casi gruñendo, lleno de rabia y enojo.

—No, no lo harás— su voz era autoritaria y estaba molesto— Si te atreves de hacerlo, le diré a Takuma lo que haces conmigo, el te entregara a la CCG sin dudarlo y hará lo que sea para que todos los investigadores vayan tras de ti.

—Solo era una broma Ken-kun, no te lo tomes tan en serio— aunque no lo mostrara estaba un poco asustado por las palabras de Kaneki— Llegó ahí en media hora ¿de acuerdo?

—Me mantendré despierto.

Después de eso, colgaron.

‘Le diré a Takuma lo que haces conmigo’

A pesar de la fuerte personalidad de Furuta, este le tenía bastante respeto y un poco de miedo a Takuma.

Takuma y Furuta eran los único con los que mantenía relaciones sexuales sin recibir dinero a cambio. Pero Takuma no sabia que tenia sexo con Furuta y que no le iba a hacer ni puta gracia si se enteraba de esto.

Lo hacía con Takuma porque este se lo había pedido una vez y siguieron haciéndolo desde entonces y Kaneki no iba a negar que era guapo, así que no le importaba mucho, además era una forma de pagarle todo lo que había hecho por el.

Pero Furuta era una historia diferente, y era historia para otro día.

Solo iba a esperarlo y lo que surgiera se quedaría entre los dos y no saldría de esa habitación.


Notas finales:

N/A: Un comentario es bien recibido :)

Díganme que les pareció, que ideas tienen que quieran compartirme y crean que sean buenas para la historia, mensajes constructivos y demás por favor escribanos, eso me ayudaria mucho a seguir mejorando y hacer una historia mejor.

 


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