Desordenando a Acuario por kailu

" … ¿Podrías dejar de despeinarme? "

Sus labios se curvaron en una sonrisa triunfal al escuchar aquella pregunta; y el tono exasperado que lograba sacar los restos de un acento en francés.  Había tardado más de lo previsto en conseguir agotar la paciencia de aquel Santo, que le observaba  con una mezcla de cansancio, resignación y… tal vez, curiosidad.

"Si quieres molestar a alguien podrías ir a buscar a Milo, estará encantado de tener tu atención por un momento."  

Su sonrisa se borró tras escuchar el nombre del griego; no,  no tenía ninguna intención de acercarse a aquel. Volvió a mover sus dedos sobre las hebras de aquel cabello tan largo y sedoso; y sonrió.  —  Gracias pero prefiero estar lo más lejos posible de tu novio. Tal como él sospecha prefiero a los franceses con menos ardor en su temperamento y modales.—

La mirada de Camus se posó sobre sus ojos por un momento tan largo que parecían haber decidido que el tiempo ya no era importante, hubieran podido pasar toda la vida de aquel modo de no ser por qué su mano seguía desordenando los cabellos de Acuario, y era esto lo que en realidad le tenía fastidiado.

"No es mi novio."

Dijo al tiempo que le obligaba a apartar las manos de su cabello como si fuera un chiquillo tocando la propiedad de un museo. —  Pues tendrías que aclarárselo a él. Actúa como si me estuviera acostando con su pareja — sonrió de lado mirando a los ojos del Santo de oro. —  Y hasta ahora no me has dado oportunidad. —

"Ni te la daré"

Cuando Acuario no quería hablar, simplemente no lo hacía, no importaba qué tan largos e incomodos fueran los silencios. Él no tenía necesidad de agregar más, de dar explicaciones o de compartir sus ideas.

—  Sales con alguien más. — No había sido una pregunta, estaba seguro de que era así; tal vez en el pasado Camus y Milo hubieran sostenido algún tipo de relación más intima, pero era obvio que para el francés aquello era tema cerrado desde hace mucho; En cambio, había alguien más.  

Camus no contestó pero luego de unos momentos había asentido con la cabeza, y así se dio cuenta de que efectivamente: tenía un rival.

Alzó la mano y sonrió observando el desastre que había hecho con el cabello de su anfitrión; Camus intentó acomodarse el cabello y él volvió a despeinarle;  Acuario rió frustrado y se pasó la mano por el cabello intentando poner orden a sus mechones enredados; No había caso, sobre todo mientras el espectro permaneciera ahí: listo para volver a revolverle el cabello.

" Ya basta, por favor. "

Sonrió, y muy a su pesar se resignó a mantener sus manos lejos del francés  aunque sus deseos le gritaran justamente lo contrario.

"Merci"

Cuando pensó que no conseguiría más de aquel acento exasperado; Camus soltó aquella palabra susurrada  con la mezcla perfecta de su idioma natal y una sonrisa resignada. — Bien, vamos por unas cervezas… puedes ayudarme a que permanezcan frías. —  Camus alzó una de sus cejas y tras un momento de duda siguió los pasos del Espectro, después de todo… Era su casa y su cocina.