El Guerrero y yo.
By:
Aurora la maga.
1: “Una visión de los espíritus… el inicio de su camino.”
Eran los tiempos en los que las montañas puntiagudas y llenas de bosques llenos de vegetación, pastizales, planicies y hermosos paisajes naturales cuyos ramales y pinos podían deslumbrar con toda la belleza virginal que estos poseían, El clima en aquellas montañas en aquellos cálidos días de verano hacían que cada mañana o ya entrada la tarde noche el ambiente se llenara de humedad dicha densidad era vital para atraer la deliciosa neblina que refrescaba todo lugar. Aquellos hermosos y abundantes lagos que a leguas se notaba la migración del salmón que ocurría en aquellas endonadas aguas las cuales corrían con libertad rio abajo las aguas cristalinas de los riachuelos libres río abajo.
La flora y la fauna estaban en su mas enorme auge los animales saltaban libremente y sin ningún peligro de que les asesinaran, pues ellos eran los verdaderos gobernantes en estos tiempos de abundancia y belleza.
Son los limites de el Norte en Estados Unidos, este país estaba a punto de desarrollarse pues la mayoría de los pueblos en cada uno de los 52 estados en los que la población apenas y pasaba de los 400 habitantes. En un pueblo ubicado en el centro de Cameron en North Carolina se inicia la historia.
En aquel pueblo en cuestión el alcalde buscaba la forma de innovar la tierra explotar todo los recursos que esta daba y para hacerlo debía de apoderarse de algunas tierras lideradas por los indios… La ciudad parecía sacada de uno de aquellos retratos antiguos de la época, las calles llenas de tierra y polvo, casas y locales hechos a madera pura, carruajes que iban y venían siendo asistidos por caballos de sangre pura y las personas caminando de un lado a otro con sus exuberantes vestimentas, las damas con enormes vestidos que iban desde el cuello hasta los tobillos y enormes sombreros que las protejian del sol y del calor inclemente. Los hombres en cambio gozaban de vestimentas que iban a acorde a su profesión, desde el mas infeliz peón hasta el mas alto gobernante como era el Alcalde del pueblo, pero mas que todo podías degustar el arte en la vestimenta de los vaqueros, pantalones de tela de color negro o beige, chalecos internos de colores que iban desde rojo, negro o ocre, hasta las enormes chaquetas que siempre permanecian sucias y descuidadas hasta sus sombreros y sus votas sin duda era algo digno de verse.
Sin embargo; la situación en las rocosas montañas, era diferente… en estas ocultos entre las praderas llenas y adornadas de flores y pastizales, las tribus de los Pieles rojas vivían a su muy estilo de vida.
Tiendas se alzaban hechas de puro palo seco entallado por navajas tradicionales, paredes de pieles de animales, los mismos que servían para recubrirse el cuerpo… Los pieles rojas eran muy reconocidos por sus extravagante manera de pintarse la cara dos lineas negras con el centro rojo era así como se maquillaban para identificarse. Estos tenían un enorme respeto y amor a la naturaleza, vivían de esta, existían por ella, eran los principales persevantes de su cultura y protectores de todo campo virgen, seguían al pie de la letra las tradiciones y aceptaban humildemente el efecto del ciclo de la vida, agradecían a los dioses por brindarles los alimentos y rezaban a los animales que morían para alimentarlos y vestirlos curando así el pecado de asesinarles.
Aquella tierra era celosamente resguardada ya que esta no había sido atacado por los revolucionarios Vaqueros o como los llamaban “demonios blancos”. Aquellos habitantes de el único pueblo en Carolina del Norte, sabían sus limites y los indios los suyos más sin embargo; no solo los blancos tenían pueblo, las tribus en aquellos bosques eran variadas, estas eran conocidas como los CROW, SÉNECA, HAIDA, y muchos más.
En esas tierras salvajes dominadas por los indios nativos y reinados por los animales, podemos situarnos en una tribu en particular, los CHEROKEE.
En dicha tribu, el ruido de los tambores hechos de troncos secos con pieles de animales se tocaba la marcha de la victoria al poderse divisar entre las tiendas como uno de los más poderosos guerreros, se encontraba celebrando él había bajado de las alturas de la montaña Poconoc en lo más alto de esta , el guerrero había realizando su ritual de iniciación a una nueva era… La visión de su difunta madre le había echo emprender ese viaje y ya lo estaba terminado, con el aroma a humo en todo aquel lugar, el nativo de cabellera castaña y un poco ondulada, pudo divisar en aquel centro de su fogata la enorme figura de un oso gris, al comunicar esto a los grandes guerreros y al jefe mayor de la tribu quien se apoyo en su brujo dedujeron con determinación que su nombre estaba escrito… su destino le deparaba el llamarse el Guerrero de Brazo del Oso.
Ese día en especifico se celebro a lo grande, aquel muchacho que se había convertido en ahora un guerrero con nombre fue ataviado con los mejores sombreros de pluma.
Él,vivió por mucho tiempo luchando por buscar su destino en su tribu mucho le quedaba por hacer en esta vida para darle mayor gloria a su nombre. Guerrero de Brazo del oso era un luchador de cuerpo a cuerpo, un arrojador de lanza y hacha, un arquero, un cazador de primera categoría. Su fama como hombre de acción sobrepasaba los límites de la gran llanura, donde vivía con su hermano piel roja. Brazo de oso era invencible y lo había demostrado larga y profusamente en todas aquellas batallas tribales, en las que se dirimían límites y diferencias de todo tipo, con las que tenían que ver con la protección del único familiar que le quedaba su hermano y las más enconadas y cruentas donde se ponía en lid el honor de su pueblo o de su raza.
Había trascurrido una tan sola semana, luego de su regreso de una furibunda lucha por su territorio, los cara pálida enemigos a muerte de los Pieles rojas, habían tratado de entrar a su limites y por ende los pieles rojas habían saltado a la lucha, regresaban triunfantes luego de aquello… El jefe de la tribu Toro negro coronó a su más grande luchador El guerrero del brazo del oso, sin duda alguna su padre y madre estarían orgullosos de él, pues se le coronaba con el sombrero de 6 plumas, el más cercano al jefe de la tribu, el cual traía un sombrero de 12 plumas negras, dicho líder se caracterizaba por permanecer de negro todo el tiempo; la bienvenida de aquella cruel lucha finalizo, pero aún se podía ver la belleza de aquel fuego amarillo naranja al centro de las tiendas que dejaban como evidencia el delicioso banquete y la calurosa bienvenida que se le dio a este.
Brazo del oso lego de participar en las celebraciones a su nombre se aparta despacio de la tienda principal de el Gran toro para acercarse a uno de sus más fieles amigos y el cual conversaba con un grupo vivaz de muchachos que aspiraban a ser guerreros pronto.
–Pequeño rey coyote…–
Llamó El guerrero del brazo del oso, a lo que el mencionado se dio la vuelta, el pequeño Rey coyote era conocido, por su astucia, agilidad y talento para poder hacer sufrir a su enemigo, tenía varios sobre nombres pero se le llamo así por su tan amena forma de ser, el pequeño rey coyote observo a su amigo el brazo del oso para sonreírle abiertamente y escuchar lo que tenía que decirle.
–¿Has visto a mi hermano?–El brazo del Oso temía que su hermano una vez más se hubiese escapado a buscar aventura en las lejanas montañas.
–Claro, Brazo del oso se encuentra por allá.–
Respondió señalando el Pequeño Rey coyote hacia un camino rodeado de arboles, a lo lejos los ojos Verdes de el Brazo del oso pudieron notar unas luces oscilantes que las catalogo como pequeñas luciérnagas que parecían estar en total tranquilidad sobrevolando los costados de su pequeño hermano menor, el castaño tomo un largo suspiro y agradeciendo con un ademan a El rey Coyote se encamino hacia ese lugar mientras caminaba en sus pensamientos se agolpaba la situación que por mucho tiempo se pregunto ¿Como era posible que su hermano tuviese esa habilidad de llamar la atención de cualquier animal que se acercara a el?. Quizas ese era su encanto natural o era su poder y por supuesto su amor por estas delicadas vestías.
Brazo del oso se acerco con paso fuerte, removiendo a su paso su emplumado sombrero de guerrero y sus ropas de guerrero, un pantalón de puro cuero, que le llegaba a la cintura, de la cual prendía un taparrabo, a los costados de este pantalón se podían ver pequeños trozos de tela cortados y colgando graciosamente por todo lo largo de aquella prenda, el castaño, se acerco por fin al lugar en donde reposaba su querido hermano, el cual aprecia estar distante… Su esbelta figura sobre una roca podía notarse relajada y en sus ojos verdes como las esmeraldas del sur, se lograba admirar como estos se enfocaban en la lejanía de aquel lugar, Brazo de oso se detuvo un instante al notar como una brisa repentina removía los cabellos azules oscuros de su querido hermano, aquellos se removieron con calma el castaño suspiro de nuevo y se acerco otro poco mientras que el otro estaba sumergido en sus pensamientos, él sabía que su hermano menor no deseaba estar con los suyos, deseaba investigar más allá de sus tierras y conocer del por que de los colores de su cabello y es que a pesar de ser uno de la tribu el siempre noto que no tenía el cabello negro o castaño aquel negro azabache característico de la tierra y de los de su raza, ademas de eso estaba el punto que se sentía demasiado fuera de lugar, notaba como sus amigos se unían a sus hembras y él no parecía animarse a hacer eso… este tipo de situaciones causo rumores en la tribu pero nada estaba dicho aun.
–Tetsuhiro… así que aquí estabas.– Expuso el castaño causando el sobre exalto de su hermano quien se giro sobre su cuerpo para mirarle.–¿has decidió estar solo otra vez?– Masculló sentándose a su lado y retirando su sombrero, su hermano a su lado no pudo decir nada lo único que pudo hacer fue bajar la vista y observar con mas atención a su hermano mayor, dejando ver aquellos ojos verdes ese rostro perfilado y fino. Unos que otros cabellos Azules oscuros se deslizaron por los costados de su rostro.
–Kunihiro… Has, regresado.– Comento con voz tranquila y dedicando una tenue sonrisa.
–Si…– Respondió el castaño para devolver su sonrisa pero al notar el rostro preocupado de su hermano.–¿Qué sucede?–
–Presentía la muerte.– Dijo observando el brazo de su hermano mayor, el cual estaba vendando.
–Solo fue un roce.–Respondio evitando el contacto de Tetsuhiro a su brazo lastimado, este entonces se molesto un poco y susurro.
–A mi no me mientes… Hermano.–
La preocupación se podía sentir en su voz, pronto se puso en pie y con un movimiento rápido logro tomar el brazo de su hermano, afortunadamente no era el derecho si no mas bien el izquierdo. Lo analizaba ante la negativa de Kunihiro quien dijo.
–No es nada, soy invencible ¿recuerdas?– El de cabellera azul oscura le dedico una mirada seria que hasta incluso al mas grande guerrero podía intimidar; dando como resultado a un castaño mas accesible quien resoplo y chasqueo la lengua.– De acuerdo quizás no…– Estaba un poco indignado por ese descuido que termino en un corte profundo.
Tetsuhiro de prisa reviso la herida, había sometido su mano a su bolso que estaba colgando de su cintura justo en el lado derecho y de este libero una serie de plantas medicinales mientras las molía con las palmas de sus manos exponía.
–Encontré estas plantas, han ayudado muy bien en los cortes de las cabras, creo que harán lo mismo contigo hermano.–
–Oye yo no soy una cabra.–
–Lo se, pero con esto prometo estarás bien.– Kunihiro sintió un poco de dolor al percibir aquella masa verde con morado en su herida abierta, pero lo impresionante llego después de un momento, Tetsuhiro vendaba con calma su herida cuando percibió que la herida dejaba de doler y el sangrado se detuvo con prisa.
–¿Pero que?–
–Te lo dije...– Sonriso con amabilidad.
Kunihiro estaba muy orgulloso de su hermano, él en verdad tenia madera de ser un buen líder, alguien con tanta amabilidad y dotes que nadie poseía podía llegar muy lejos, pero tenia un defecto el se alejaba de todos aquella sensacion de preocupación por su hermano menor le hizo cuestionar.–¿Tetsuhiro, por que te encasillas tu solo hermano? ¿No confías en los demás?–
Los movimientos en su brazo lastimado se detuvieron, Kunihiro noto la mirada rápida que le había dedicado su hermano quien dejo su brazo y susurro con calma.–Ya... te lo he dicho, Kunihiro.. no soy igual a los otros.– El chico ya se iba.
–Tetsuhiro.– Llamó sujetando su brazo.– Algunos espíritus son muy distintos a los otros espíritus, tu no eres distinto eres uno de nosotros…–El menor no hizo caso sin decir más se desapareció del lugar, en dirección a su tienda.
Kunihiro y Tetsuhiro eran los hombres pieles rojas más codiciados de toda la tribu no había mujer que no se ofreciera para desposarse con ambos pero ellos preferían ser libres y servir a su tribu aunque Kunihiro, conocido como el guerrero del brazo del oso estaba un poco angustiado por el futuro distante de su hermano ya que en estos últimos días Tetsuhiro había estado más distraído que nunca… A sus escasos 23 años no había encontrado todavía su camino y destino ni siquiera había obtenido un nombre de guerrero; por ende, el castaño decidió hablar con el líder de la tribu con respecto a su hermano.
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Era una mañana soleada y clara els lo remojaba todo el valle haciendo su espectacular presencia, los pequeños niños correteaban entre las tiendas al lado de los Lobos sus fieles mascotas y las mujeres, preparaban sobre las fogatas el desayuno para sus hombres y familiares mientras que ellos se encargaban de limpiar y arreglar las pieles que se ponían a tostar al sol, todo era un acontecimiento sincronizado de sucesos; sin embargo en en una tienda la batalla entre dos hermanos iniciaba.
–¡¿Pero que mosca te pico ahora Kunihiro?!–
–Ven conmigo y ponte ropa, o te sacare sin ella.– Respondió serio y muy enfurecido pues ya era hora de que su hermano tuviera un motivo de existencia un camino UN DESTINO.
Las mujeres afuera se estaban agolpando al frente de dicha tienda, escuchaban atentas los gritos de aquellos dos jóvenes mientras que soltaban risas al escuchar tremenda osadía que cometería el mayor de los dos hermanos.
–Yo solo espero que cumpla su amenaza y lo saquen sin ropa.– Comento una anciana fuera de la tienda junto a varias chicas que ahí escuchaban todo soltaron risas conjuntas al comentario de la matriarca de la tribu cuando por fin dejaron de reír solo se pudo escuchar desde dentro de la tienda de los Morinaga.
–¡No Kunihiro espérate!–
De nada había servido aquel grito e intento de evitar lo inevitable, fue sacado de un empujón, el peli azul trastabillo y antes de si quiera caer de bruces al suelo se detuvo justo al frente de las mujeres y guerreros de la tribu, en instantes se coloro de inmediato. Rápidamente movió sus manos al frente y con ellas sujetó con ambas manos su sexo y con una risa nerviosa saludo.
–¡HA-HAO!–
En el instante que todo aquello había sucedido varias chicas gritaron como dementes, en cuanto a la anciana pedía un poco de agua para apaciguar su ritmo cardíaco… Momentos después y de que Kunihiro dejara que Tetsuhiro se vistiera ambos entraban a la tienda del Gran TORO NEGRO.
Se encontraban sentados esperaban pacientes la aparición de aquel enorme hombre de ojos negros y mirada de pocos amigos, el menor se acerco un poco a su hermano y reclamo.
–Ya verás, me desquitare lo de hoy.–
–Bueno a la matriarca le gusto mucho la vista.– Refuto con una sonrisa ganadora el castaño.
–Grrr.– Refuto el menor cruzándose de brazos y cuestionando.– ¿Qué hacemos aquí?– Tetsuhiro estaba vestido con los tradicionales trajes de los pieles rojas, pantalón de piel café claro y un tapa rabo, una mochila que colgaba de su cintura una pañoleta roja que ajustaba sus salvajes flecos azules oscuros y toda su melena caía por sus hombros y por su espalda ancha, en su rostro se podía notar como él agrandaba su mirada con la intención de examinar cada lugar en aquella tienda tan importante.
–Están aquí por ti Tetsuhiro Morinaga.–Se escucho justo desde tras de la cortina por la cual aquel enorme sujeto hacia presencia junto con su más fiel vasallo El gran BRUJO de la aldea además de consejero de la gran tribu.
Aquel enorme hombre por fin tomo asiendo cruzando sus piernas y sus brazos para observar con el entrecejo fruncido a ambos hermanos a su lado el brujo de la aldea se acaricio su única ceja la cual parecía una enorme oruga, ambos hermanos parecían estar pendientes a la sola presencia de ambos si aquellos dos rostros masculinos tenían una expresión expectante pero toda expectación se borro del rostro del menor ya que…
El peli azul hizo su cuerpo a un costado acercando un poco al lado derecho de su hermano y susurro.– Diablos, ¿Estas viendo lo mismo que yo? ¿Nadie le a dicho que puede rasurarse la ceja?–
–Tetsuhiro, guarda silencio.– Susurro el castaño al comentario de su hermano, pues ese si que era un insulto para aquel brujo, quien estaba observándolo con expectación y es que el hombre en particular no era nada feo, lo único que pasaba era que había dejado crecer sus cejas al centro de su rostro para ganarse su apodo, los ojos grises se el brujo observaban con entera atención al muchacho quien expuso otra vez.
–Pero hombre que no lo vez me dan ganas de tomar esa cosa y arrojarla a los lobos, parece una enorme oruga, dejame ver si tengo alguna cura para ese mal.–Sonrió por lo bajo.
–Tetsuhiro, es en serio guarda silencio.–
–Muchacho… ¿Hay algo que quieras decir?–Comento el líder de aquella tribu, aquel hombre cuyos cabellos largos caían lisamente por sobre sus hombros observaba al de cabellos azules oscuros con interés a lo que el menor se enderezo y negó con rapidez, estaba bastante enterado que el gran toro negro era conocido por ser un ser que no era tolerable su verdadero nombre era Tagata Kanamara a leguas se podía ver lo distinguido que era este, su pelaje era negro como las alas de un cuerpo y liso ademas de brillante. Tagata al ver el silencio en el muchacho inicio a hablar.–Bueno si no tienes nada que decir… Hablaremos por lo que han venido a mi tienda.–Los ojos de aquel hombre observaron consortes al mayor de ambos hermanos.– Presenta tu situación, Kumihiro.–
–Sí,Gran Toro Negro.–
El castaño se hizo un poco más adelante saco de entre una tela de cuero una ofrenda a su líder que fue tomada por el brujo y enseguida inicio.
–Mi hermano ya es mayor, esta en la plena juventud con la que yo inicie mi camino de guerrero y es por eso que deseo que sea iniciado su ritual.–
–¡¿Qué?!–
Aquellas palabras tomaron por sorpresa al peli azul a quien al parecer no le callo para nada en gracia lo que había soltado su hermano estuvo a ponerse de pie e iniciaría un sinfín de improperios cuando aquel brujo se acerco a él justo en el frente de su rostro, tanto asi que Tetsuhiro logro ver aquellos ojos grises calar su interior, aquel brujo tenia una mirada fuerte y una voz bastante profunda e omnipotente Hiroto era el nombre del brujo ceja de oruga.
–¡¡¡Uhhhh, Ahhhh… Tetsuhiro Morinaga!!! ¡El brujo Daisuky Hiroto será tu examinador!–
–¡¿Qué?! oye espera...-
Morinaga trataba de apartar las manos yel baston que rodeaban su rostro y pecho, Hiroto lo hizo ponerse en pie y entonces inicio a examinarle, tocaba mas a fondo su cuerpo, examinaba sus manos sus brazos, su abdomen, su trasero mas en ese sitio se detuvo y dijo.
–Interesante– Tocó aquellas caderas.
–Oiga, saque sus manos de mi cuerpo.–
Aquel sujeto parecía no tener oídos para lo que decía aquel chico, sin embargo en un ultimo grito de Tetsuhiro el de la ceja se detuvo.
–Basta esto no va a pasar yo no pienso hacer… el.–
–¿o vas a realizar tu ritual??? ¿Eso ibas a decir?– Interrumpió aquel extraño sujeto agitando un pequeño bastón con cascabeles, los ojos del gran BRUJO CEJA DE ORUGA se sometieron en los ojos color jade de tetsuhiro causando en el menor que se quedara quieto.–Puedo verlo… Veo tú futuro y…– Se silencio y agrando sus ojos al instante en que logro tener una visión de lo que el futuro dictaba para el peli largo de cabellos azules oscuros, se giro a ver a su líder y torno su expresión en preocupación.
–¿Qué sucede Hiroto?–
–Oh gran jefe, necesito hacer un ritual con este muchacho… Es preciso que averigüe muy bien que es lo que su futuro depara.– informo con total seriedad en su rostro.
–¿Un ritual privado? ¡¿Sucede algo con mi hermano?!–Delimito el mayor tornando su rostro confuso.
–Si me permiten tengo que retirarme con el muchacho.– Sujeto a Tetsuhiro a quien empujo a costa de reclamos y al no obedecer termino arrastrado por el brazo Hiroto lo jalo con fuerza, siendo visto por líder y hermano.
Le jalonaba por toda la aldea, hasta poder pasar el enorme bosque y los asientos hermosos de riachuelos, en cuanto lograron llegar a la región rocosa Morinaga inicio a reclamar.
–No quiero ser grosero pero ya es hora que usted me suelte ya, ¿A donde me piensa llevar?–
–Es importantísimo que te advierta de algo, un enigma… No eres un joven lobezno.–
–¿Enigma, Lobezno? Ahora si… Todo lo que decían de ti es cierto, estas loco.–
–¡No lo entiendes!–
Vocifero al tiempo que entraba en una de las cuevas en donde se hallaba una enorme fogata, rodeada de paredes rocosas en las cuales se podían apreciar dibujos abstractos de sucesos que habían ocurrido en el pasado, Tetsuhiro observaba con atención aquellos y hubo uno en particular que le llamo la atención; sin embargo su curiosidad fue cortada por los gritos de Hiroto.
–¡Estas destinado a ser el más poderoso guerrero, el elegido que salvara nuestras tierras, el único capaz de hacer un pacto con los diablos blancos!–
Meneaba su bastón haciendo sonidos en formas de rezos, hasta que se situó a un lado de la fogata para dejar caer varios polvos que hicieron salir enormes humaredas de colores.
–¡El guerrero solitario, el guerrero ágil y el guerrero del viento y de la mejor astucia! ¡Tú muchacho! ¡¡¡Tú!!! Te convertirás en nuestro próximo ¡CACIQUE!–
Morinaga dirigía una mirada desconcertante y una ceja elevada al brujo, la verdad nada de aquello lo había impactado es mas pensaba que solo eran tonterías de ese hombre por lo tanto decidió mejor regresarse por donde vino.
–Bueno… Creo que a mi me llaman, por allá, con permiso.– Se dio la vuelta pero aquel escurridizo hombre salto a su frente.
–Escúchame bien Tetsuhiro Morinaga, ten cuidado con el diablo blanco, debes aprender de él y vivir en perfecta armonía de él y otra advertencia más aléjate de las víboras.– Hiroto junto su frente con la del muchacho y susurro con voz profunda y tétrica.–Recuerda tú serás el que traerá la alegría a uno de los demonios blancos y por este echo serás el más grande y eterno guerrero Cacique que todo el mundo pueda tener…Por que de ti depende que el pasado cambie muchacho y un nuevo destino sea escrito…–
–!Ahg!– Se aparto de el.–Olvídalo, no se de que rayos hablas.–
–Cuídate de las víboras, libera tu lobo interno Tetsuhiro.– Seguía vociferando y gritando.
Mientras Tetsuhiro caminaba más rápido.– Rayos este tipo si que esta loco.– Ya por ultimo escucho.
–¡¡¡Nunca lo olvides, respeta las decisiones de tu corazón!!!–
La mirada más confusa y absurda se notaba en todo el rostro del rubio, minutos después llegaba a la tienda que compartía con su hermano no lo entendía pero aquellas ultimas palabras que le había gritado aquel hombre recalcaban en su cabeza llego a la entrada y elevo la manta que cubría esta, elevo su mirada y observo a su hermano quien enrollaba su hacha en una enorme manta de cuero de vaca, parecía alistarse para un viaje de días o quizás meses Tetsuhiro entonces se acerco a él y cuestionó.
–¿Vas a luchar de nuevo?–
–No…–
–¿Entonces por que envuelves el hacha que papá te dejo luego de morir?–
–La empaco para ti.–
–¿Para mí?–
–Si hermano, vas a iniciar un largo camino, encontraras tu destino y regresaras como todo un guerrero…–
Kunihiro al decir aquello detuvo sus movimientos, se puso en pie con el bolso en sus manos se acerco con paso lento a su hermano, coloco una de sus manos sobre sus hombros y expreso orgulloso.
–Cuando regreses, ambos lucharemos juntos contra los Cara pálidas y los demonios blancos que nos quieren quitar nuestras tierras, cuando regreses… Seremos el orgullo de la tribu.–Emoción eso era lo que mostraba el rostro del castaño, Tetsuhiro no quiso destruir aquella emoción, era obvio que no quería salir de aquella aldea y mucho menos enfrentarse a algo desconocido, pero… ¿Y si lo que le dijo el brujo era cierto? ¿Y si de él dependía la seguridad de la aldea? Abandonó su pesimismo y rebeldía, se junto a su hermano para preparar lo que llevaría a ese largo camino que le daría su nombre y su misión en la vida de los vivos…
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Pueblo de Carolina del Norte…
El calor arreciaba, eran ya las 11 de la mañana, el polvo elevado por el viento hacía ensuciar cada ventana en aquel pequeño pueblo en donde vivían los hombres y mujeres de diferente cultura, los denominados vaqueros, en el lugar carretas, caballos y mujeres con sus vestimentas estrafalarias de la época caminaban por las terrosas calles en el centro del pueblo.
En una de las cantinas más transitadas de dicho lugar un hombre de pantalones de tela negra, botas con punta sucias por la tierra y el polvo, gabardina de color café para proteger de la inclemencia del sol, camisas de mangas largas en algodón blancas y unos cinturones en los cuales colgaban sus armas de pólvora, y para finalizar un sombrero bombacho que protegía de la insolación y del viento lleno de polvo se posaba frente a la fachada del lugar.
Isogai Taichirou uno de los vaqueros más reconocidos en el pueblo llegaba a dicha cantina, subió las gradas de madera haciendo resonar sus pisadas y con calma el peli plata abría la puerta de par en par y de entre la visera de su sombreo observaba atentamente con sus ojos azules, rebuscando a su más cercano y dolido amigo, los ojos audaces de Isogai lograron divisarlo en la barra. Chasqueo la lengua y con paso un poco mas acelerado se abrió paso entre las mesas y sillas en donde varios hombres debutaban de el licor, por fin llego a su amigo y coloco su mano sobre su hombro para llamar su atención.
–Hey… Sabia que ibas a estar aquí… Souichi.–El mencionado dio un ultimo sorbo a su enorme vaso colmado de cerveza, apenas y observo al hombre que estaba su lado, pronto ladeo su rostro a otro lugar y pidió una canción.
–Oye, ¿que demonios es esto un cementerio?, pon algo de música.– El hombre encargado del piano inicio a hacer vibrar las teclas del instrumento para enseguida hacer beber más al rubio de cabellos largos, barba que por mucho habia decidido descuidarla y había crecido al estilo de candado y ojos tristes y alcoholizados.
Isogai suspiro hondo, al ver aquella imagen tan desdichada de aquel hombre.–Sou-chan… Es suficiente… Debes cuidar tú ganado, ayer me di una vuelta y los coyotes han estado dándose un banquete con tus ovejas, y aquel lobo sigue…–
–¡Cállate, no quiero regresar a ese lugar!– Grito molesto, arrojando el vaso hacia al frente.
–Souichi...–
–No gastes mi nombre…– Refuto aturdido y de forma aguada.
–Lo siento amigo pero ya es suficiente no quiero verte más así.– Isogai se movió audaz logro sujetarlo y afirmarlo a un fuerte agarre a costa de varios arrebatos de parte del peli largo, con ayuda de otros hombres le ayudaron a sacarlo del lugar, Isogai lo llevo a su casa, le llevo al establo para hacerle caer sin compasión a la pila de donde los caballos bebían.
–¡¡¡Ahhhh joder!!!– grito al hacer contacto en aquella helada agua.
–¡Te quedas ahí hasta que se te quite la borrachera y pienses en lo que estas haciendo de tu vida! Y por los cuernos RASURA ESA MALDITA BARBA SOUICHI.– Grito molesto el platinado de cabellos cortos, sentándose en un banco y observando a su amigo con sumo enojo.
–Isogai…– Susurro al tiempo que llevaba una mano a su rostro y se limpiaba el agua de su rostro.–Isogai... ya la vida no vale para mi… No puedo seguir más no sin ellas.–
–Estúpido ¿Tú crees que ella y tus hijas hubieran deseado verte así?–
Su rostro era tremendamente triste, Souichi había tenido una vida única quizás no era la persona mas querida del pueblo era un tirano aferrimo pero el destino había colocado en su camino al amor de su vida el cual conoció hace unos años atrás y del cual habían salido dos bellas hijas, pero ahora...– No sigas…–
–Lo siento mucho amigo, pero no voy a dejar que mi mejor amigo casi mi hermano se eche a la muerte por algo que paso hace un año.– Souichi se intento parar de aquella pileta, pero Taichirou le detuvo, cuando este estuvo cerca se juntaron ambos se agacharon y Souichi sin poder evitarlo se aferro al cuerpo y soltó en llanto.
–Isogai ya no quiero seguir aquí…–
–Vamos amigo, debes reponerte, debes buscar una oportunidad para vivir más, vamos ¿En donde quedo Souichi Tatasumi que yo conocí? Con el que hacíamos escándalo en el pueblo, cuando hacíamos correr a los indios y… el loco tiranico que no dejaba que una mosca se posara en sus tierras.–
–Isogai… eres un idiota pero, te qui-qui...–
–WOW, WOW, alto ahi no estoy preparado para que alguien como tu me diga eso, JA, JA, JA.–
–Tienes razón, ahora alejate puedo sentir el olor a tu estúpido sandwish de mortadela a 6 millas de aquí.–
–Ese es el maldito Souichi que conozco.–Le ayudo a ir adentro le sirvió un poco de café negro, le ayudo a afilar la navaja y cortar su horrenda barba y en unas horas ya estaba sobrio, ambos hombres se dirigieron al rancho del Tatsumi, el cual estaba en un mal estado, o por decirlo asi muy abandonado.
–Diablos Souichi, deberías ordenar todo este desastre.–
–Si… Eso haré…–
–Bueno entonces te espero para cenar… ¿Te parece?–
–Olvídalo, esta vez si voy a acabar con ese maldito lobo y ahuyentare a los coyotes.–Atribuyo levantando una pala.
–¿Quieres ayuda?–
–No… Ya largate.–
–Bueno te veré después tengo que ir al ayuntamiento.–
–¿Siguen con la idea de apoderarse de las tierras?–
–Si…. Y te juro que estoy en contra, de todo lo que esta planeando Masaki y sus hombres.– Respondió Isogai serio.
–La ambición hace caer muy bajo.-
–Y la tristeza también.– Comento Taichirou cosa que no agrado demasiado a Souichi.
–Oye–
–Bien antes de que digas algo, debes entender que aún estas joven, todavía puedes buscar a la persona ideal que te haga feliz.– Recomendó con la mayor sinceridad.–Deberías aprovechar la vida muchacho.–
–No habrá mujer que me haga feliz Isogai.–
–Mmm, yo creo que si abra alguien, quiero creerlo y estoy seguro así que cuando esta persona aparezca, sigue tu corazón, amigo…–
–Ya lárgate de aquí.– Ahuyento arrojándole un poco de heno a su amigo el cual se sujeto el sombreo y subió a su caballo.
–Vendré por la mañana ¿esta bien?.–
–No es necesario.– Finalmente se quedo solo, observo su enorme casa y a sus cuantas ovejas, suspiro hondamente al verse necesitado de alguien que le hiciera compañía el recuerdo de su fallecida esposa hacía eco en su pecho pero dando un nuevo respiro y observando el cielo claro y despejado se animo a trabajar… Arreglo lo que pudo puso a las ovejas en el corral y a su ganado igual, su viejo perro se echo en el pórtico y a él no le quedo de otra más que acomodarse en una mecedora para ver todo aquel enorme paisaje, aquellas enormes montañas y las laderas de color verde y café, cerro un momento los ojos aún pensando en las palabras de Isogai y por fin quedo dormido…
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El atardecer estaba llegando el cielo se teñía de naranja con amarillo por donde este se ocultaba mientras que en lo alto del cielo el azul se hacía más intenso gracias a la noche que estaba a punto de llegar, en la tribu un gran evento se llevaba a cabo; pues como todo futuro guerrero el ritual para el más joven de toda aquella aldea iniciaba.
–Recuerda hermano, regresa triunfante.–
–Te lo prometo hermano te sentirás orgulloso de mi.– Respondió el menor d ellos Morinaga.
–Eso espero y eso creo… Cuídate mucho, por favor y regresa triunfante.– Kunihiro despidió a su pequeño hermano, el cual ahora era despedido por la mayoría de aldeanos, por fin el menor e los Morinaga observo hacia la oscuridad que le llevaba a un viaje que duraría unas dos semanas, se ajusto bien su morral en donde traía lo necesario para sobrevivir y buscar su destino había dado unos pasos cuando se encontró con el gran brujo.
–Recuérdelo Tetsuhiro Morinaga, busca tú camino y síguelo sea cual sea la prueba y te convertirás en el próximo Cacique…–
–Si, si, como sea…– Inicio nuevamente cuando una duda le llego.–Oye, ¿Qué sucedería si no cumplo mi destino?–
–Simplemente… Morirás y te convertirás en un espíritu.–
–Que… Consuelo.– Observo a su frente y luego dirigió su vista al brujo pero…– ¿He?– Este ya no estaba, la oscuridad lo abrazo, no había caminado mucho cuando noto que estaba muy lejos de las luces de la aldea, continuo su viaje a tientas pues a pesar de conocer esos lugares parecía estar en otro sitio desconocido siguió caminando más bien deambulando hasta que pronto, noto como a unos metros sobre una pendiente se abrió frente a sus ojos la visión más extraña de todas–¿Pero que rayos es eso?– Se cuestiono en voz alta.
Acercándose con lentitud notó con mucha más claridad la figura de un lobo, su pelaje era totalmente platinado, desde sus patas, rabo y cabeza sus ojos eran de un color gris hermoso, su hocicó parecía estar serio y su nariz era de color negro, Tetsuhiro trago con tosquedad al verse atontado ante tan hermoso y enorme animal, ya que este lobo no era normal parecía más enorme y musculoso que los que en su tribu habían, aquel animal ladeo su cabeza y observo en dirección al este en donde se estaba elevando la enorme luna, tenía un color dorado que contrastaba con la negra capa de oscuridad, Morinaga al ver como la luna bañaba a aquel animal solo pudo ver la silueta de este a contra luz, cuando apenas dio un paso aquel enorme animal elevo su hocicó al cielo y aúllo con todo lo que daban sus pulmones, el peli largo sintió como una enorme correntada de escalofríos rodeaba su cuerpo de pies a cabeza, luego de aquel aullido una sonrisa notoria se formo en su rostro aquel animal sintió la emoción en el joven, gruño para luego correr pendiente abajo Tetsuhiro sin esperar más lo siguió…
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En tanto en el rancho de cierto peli largo de cabellos rubios y ojos color miel, la luna alumbraba aquella oscura propiedad, Souichi aún se hallaba recostado en la mecedora, hasta que su fiel mascota le saco de su siesta, aquel perro ladro con ganas y con furia, Tatsumi casi cae al piso cuando escucho esto tanto así que dejo ir un disparo de su escopeta, su sueño se fue al escuchar el eco en todo el valle de aquel disparo, los ojos del peli largo observo toda su propiedad cuando por fin logro ver el motivo por el cual su perro había salido a su casería, varios coyotes corrían escapando de su can.
–Esos malditos coyotes.–Vocifero para agacharse y buscar su arma, cuando… Un enorme Aullido se escucho claro y cercano, Souichi se quedo inmóvil a aquel aullido se incorporo deprisa y noto como un lobo blanco correteaba a lo largo de su propiedad.–¡Ese maldito lobo!– Dijo sujetando su sombrero y su escopeta, se arrojo sobre la barda de su pórtico callo de pie sobre el suelo y corrió como loco en busca y tras de aquel animal blanco…–¡Te atrapare y pondré tu piel de trofeo sobre mi chimenea!– Grito perdiéndose valle adentro…