CAPITULO 17. EL ÚNICO.
Lawliet dejó caer al suelo del piso la mochila y parte de las cosas, cansado y dirigiéndose directamente hasta el frigorífico seguido por Beyond, que había tardado un poco en despedirse de Near en las escaleras. Matt se había largado directo hacia el nuevo trabajo de Mello pero ellos necesitaban descansar.
-Lawliet, no hay apenas comida. - Beyond se cruzó de brazos, ojeando su teléfono móvil y poniendo un gesto algo hosco al revisar los trabajos nuevos pendientes para la universidad.
-Lo sé. - se sacó del bolsillo un par de billetes y se los ofreció a su hermano. - Baja y trae comida, anda. Obedece. - le dio un golpecito en la frente y sonrió divertido.
Gruñendo pero obedeciendo a su hermano, Beyond se guardó el teléfono en el bolsillo y rápidamente salió de nuevo del piso, escuchando sus propias tripas quejarse por la falta de alimento.
Lawliet se dejó caer en el sofá, abriendo las piernas y acomodándose de forma vaga para revisar su correo electrónico, suspirando aliviado por tener unos emails de unos clientes rusos que ya habían trabajado un par de veces con él y con Matt. Eran buenos, discretos y además pagaban siempre puntualmente, por lo que era como si se le hubiese abierto el jodido cielo. Necesitaban con urgencia ganar mas dinero para poder mantener el piso y él pagar las facturas de la universidad de Beyond.
Le mandó un mensaje a Matt, avisándole de que tenían pendiente unos trabajos nuevos y que no se fuese a tirar todo el día fuera del piso. Se enfadó de nuevo, como se había enfadado por lo que le había dicho sobre la llamada de Mello. Cuando las cosas parecían estar en calma, el rubio volvía desestabilizando todo y esta vez, si que no iba a contenerse las ganas de partirle la cara si volvía a dejarlos tirados.
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Near se sentó frente al escritorio de su habitación, encendiendo el ordenador portátil que su padre le había regalado en su último viaje a Irlanda. Puesto que sus padres no tenían una relación cordial, su madre había intentando por todos los medios que el contacto entre ellos fuese el mínimo posible por lo que se comunicaban mediante Facebook. Le mandó un mensaje contándole que había estado de acampada con sus amigos y después se distrajo sacando unos folios y dibujando un par de ideas que rondaban su cabeza desde hacia días.
Sin darse cuenta, terminó dibujando el rostro de Beyond, capturando en aquel papel todo el detalle posible de sus ojos carmesí y la forma perfilada de su mandíbula, dibujando una sonrisa en el rostro, la que normalmente solía acompañarlo siempre. Era una de las cosas que le gustaban del moreno, que no era un chico con malicia ni que fuese con intenciones de aprovecharse de otras personas. Pese a que Lawliet también era bueno, Beyond tenia ese toque “inocente” que lo hacia especial y único. Sobretodo cuando se sonrojaba y se enfadaba a la misma vez.
El albino frunció el ceño, dejando de dibujar en aquel mismo instante. Se quedó paralizado e incluso notó su respiración un poquito alterada. ¿Estaba sintiendo cosas por Beyond? Él no sentía cosas, él no era dependiente de nadie ni tampoco precisaba el pasar tiempo con una persona a su lado. Pero de repente se dio cuenta, de que quizás con Beyond no le habría importado pasar el día juntos. Asustado de si mismo y de toda esa mierda que sentía, guardó deprisa los dibujos en el cajón, apartándose un mechón del cabello de la frente y concentrándose en la respuesta que su padre le había enviado, ignorando como podía la ventanita emergente de mensajería que ahora salia en aquella pantalla, con el nombre de Beyond destacando sutilmente sobre todos los demás.
“-Hijo, podrías venirte a Irlanda a pasar las próximas vacaciones.”
“-Ya veremos papá. Quizás esta Navidad de clases de arte para mejorar.”
“-Eso me suena a novia. ¿Estás saliendo con alguien? Puedes decírmelo, Near.”
El albino suspiró, mirando hacia arriba. La verdad es que el panorama de pasar las vacaciones fuera este año no le llamaba especialmente la atención. No después de comenzar a tener una relación mas íntima con Beyond.
“-No tengo pareja. Simplemente necesito refuerzo en arte.”
“-Está bien, está bien... prométeme entonces que pasarás gran parte del verano conmigo.”
“-Si. Te lo prometo.”
Se despidió de su padre y sin poder ignorar más aquella ventanita emergente, abrió conversación encontrándose con un mensaje de Beyond que ya llevaba varios minutos en pendiente de respuesta.
“-Hoy estrenan una peli que me gustaría ver, ¿Quieres venir conmigo?.”
Near se mordió nervioso el labio inferior. Él no tenia citas, no salia al cine ni a cenar, ni esas cosas absurdas que hacia la gente para echar un par de polvos. No lo necesitaba, él follaba y ya. Ahora que lo pensaba, jamás había tenido pareja estable. Pero la espontaneidad y la inocencia de Beyond le hicieron sonreír un poco.
-”Ok.”
Beyond sonrió contento, provocando que una señora le regañase por retrasar la cola del supermercado al pasarse todo el rato con el móvil en la mano:
-Que si señora. No sea pesada, que ya voy. - pagó la compra y salió del supermercado con una sonrisa graciosa en la cara, caminando con prisas hasta el apartamento. Estaba seguro de que aquella película iba a gustarles a los dos y además planeaba invitar a Near a cenar en una hamburguesería nueva que habían abierto por el centro.
Dejó las bolsas en la mesa dirigiéndose hasta la sala de estar, donde vio a Lawliet tumbado vagamente en el sofá con una pierna sobre el reposa cabezas y el otro brazo arrastrando un poco hacia el borde del cojín.
-Pareces un mono. - se rió de su hermano, esquivando como pudo el cojín que Lawliet le había tirado a la cara.
-¿Que has comprado?.
-Carne,pizza,tarta...lo de siempre. - se dejó caer en uno de los sillones y bostezó sonoramente, sonriendo de forma tonta al recordar su cita de esta noche. - Luego me voy al cine y cenaré fuera.
Lawliet le miró arqueando una ceja, sentándose ahora mejor en el sofá.
-¿Con quien?.
-Con...con Near... - sonrojado, miró hacia otro lado.
Su hermano parpadeó asombrado pues jamás habría imaginado a Near teniendo una cita y mucho menos con su hermano. Él solo tenia en la mente al Near pervertido que muchas veces se había metido entre sus sábanas.
-Está bien. Toma precauciones. - se echó a reír fuertemente, esquivando la patada que Beyond le había dado desde el sillón y caminando hasta la cocina para preparar la comida.
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Matt fumaba mientras observaba como Mello se desenvolvía en la barra sirviendo aperitivos y bebidas. Le había encantado ver su sonrisa y como destilaba esa felicidad que muy pocas veces había presenciado, pero no le había gustado absolutamente nada las confianzas que el otro camarero, Lucas, se tomaba con su rubio.
A veces le veía rozándole la cintura de forma discreta, o riéndole las gracias con aquellos dientes perfectos y esa sonrisa de chulito atractivo. No le hacia ni puta gracia. ¿Pero quien era él para decirle algo a Mello? Pues sabia de sobra que el rubio solo estaba siendo amable con uno de sus jefes, ya que Lucas era el responsable de Mello en aquel bar.
-¿Te sirvo algo más?. - la voz amable de Lucas le hizo girar el rostro para mirarle a los ojos. Matt no supo que era pero habría jurado que aquella mirada destilaba amenaza.
-No, estoy bien así, gracias. Además estoy esperando que Mello acabe el turno para irnos.
Lucas sonrió de medio lado, sirviendo una cerveza para un nuevo cliente. Limpió un par de vasos y después miró de nuevo al pelirrojo, fijándose en su cara. Le pareció guapo pero poca cosa.
-¿Sois novios o algo así?.
Matt se quedó callado, pensando en aquella pregunta. ¿Que eran Mello y él? ¿Amigos con derecho a roce? ¿Pareja?... ni él lo sabia, pero supuso que mentirle a Lucas o exagerar las cosas le proporcionaba una seguridad ante la situación.
-Algo así.
-Que raro, Mello nunca te ha mencionado. - lo dejó caer, con inocencia y como algo curioso.
Matt fue a contestar pero en ese momento vio a Mello salir de detrás de la barra, se acercó y la rodeó la cintura con los brazos. Le dio un suave beso en la mejilla:
-Ya he acabado, ¿Nos vamos?.
El pelirrojo sonrió, devolviéndole el beso y despidiéndose escuetamente de Lucas, sintiéndose victorioso por salir del bar enganchado a la cintura de Mello. Caminaron unos minutos, parándose en un rincón para comerse a besos:
-Matt, que ganas tengo de que lleguemos al hostal.
Matt rió entre dientes, mordiéndole la mandíbula:
-Ya sabes que podemos ir al piso.
-Prefiero que estemos solos, aunque sea solo por hoy. - rió divertido, encendiéndose un cigarro mientras andaba junto a Matt. - ¿Que te ha parecido el bar?.
El pelirrojo evitó decirle que había terminado hasta los cojones de las malditas confianzas que Lucas se tomaba con él, así que directamente sonrió tranquilo y le aseguró que el sitio le había molado mucho y que estaba seguro de que iba a estar como pez en el agua trabajando allí, pues lo que si es cierto, era la disposición y chispa que Mello tenia de cara al público.
Cuando llegaron a la habitación del hostal, Mello se encargó de echar la llave, sonriendo traviesamente y enlazando los brazos alrededor del cuello de Matt, lamiendo su nuez con descaro:
-Mi chucho... - consiguió hacer jadear al pelirrojo, que le rodeó de forma posesiva la cintura, clavándole las uñas.
El rubio fue desnudando a Matt con bastante prisa, acariciándolo por todas partes y recreándose con aquella piel que tanto había añorado. Se dejó también desnudar y ambos cayeron sobre la cama, ladeados y con las piernas entrelazadas.
Matt le apartó con cariño el cabello de la cara, besando su mejilla y su barbilla, subiendo hasta los labios y besándolo desesperado. Se tumbó sobre él abriéndole las piernas con prisa y lamiendo sus pezones con gula, haciendo gemir débilmente a Mello, que se mordía los labios excitado y le revolvía el cabello.
-Uhmm...Matty...hacia mucho que no estabas sobre mi... - su voz traviesa y ronca despertó como un resorte la erección de Matt.
La risa del pelirrojo le hizo sonreír, cerrando los ojos para disfrutar de como la lengua juguetona de Matt se paseaba con libertad sobre su piel, dándole pequeños mordiscos y lamiéndolo con intensidad.
Mello flexionó las piernas, abriéndolas mas aún para que su pelirrojo pudiese ser consciente de lo empalmado que estaba, le agarró del cuello posando la mano en su nuca y le comió la boca desesperado, jadeando al notar como Matt había comenzando a masturbarle. Él lo imitó, demasiado ansioso y de forma voraz, intentando recuperar todo aquel tiempo perdido. Pegó su boca al oído del pelirrojo, lamiéndole la oreja y viendo como Matt alcanzaba un preservativo de su chaqueta, que estaba malamente olvidada en el suelo del dormitorio.
-Mierda, Mello... me va a explotar la polla de lo excitado que me tienes... - se echó a reír,mientras se colocaba sin perder tiempo el preservativo.
Se puso de rodillas, agarrando las delgadas piernas del rubio y elevándolas hasta sus hombros, consiguiendo así una posición demasiado placentera para ambos. Le acarició el pelo, lamiéndose dos dedos y metiéndoselos a Mello despacio, todo lo lento que podía pese a lo excitado que se sentía. El rubio lo recibió con gusto, gimiendo de forma sensual arqueando la espalda. Sus mejillas sonrojadas a causa de la excitación hicieron jadear a Matt, que posesivamente, le clavó las uñas en la cadera a la vez que con la otra mano se agarraba la erección y la iba metiendo despacio dentro de Mello.
-No aguanto mas. - empujó un poco, haciendo gemir desesperado al rubio que ahora se dedicaba a acariciarle el torso y se quedó quieto cuando el interior de Mello engulló su miembro, adaptándose a él con una facilidad ya mas que familiar.
-Matty... - respiró alterado, haciendo un vaivén muy suave con la cadera. - ...hazlo fuerte...
Matt le agarró las muñecas, extendiéndole los brazos hacia arriba sobre la almohada y clavándole los dedos para inmovilizarlo. Besó su boca, comiéndosela desesperado, chocando los dientes y enlazando la lengua contra la suya, y comenzó a embestirle fuerte, arrancándole un gemido animal y ronco que encendió todos los poros de su piel al máximo.
Le penetraba furioso, perdiéndose en la mirada de placer que aquellos ojos azules le dedicaban. Le mordía y lamia, saboreándolo posesivamente y terminando por rodearle la espalda con un brazo, elevándolo un poco mientras Mello enlazaba sus piernas alrededor de su cintura debido a la gran flexibilidad que tenia.
-¡¡Ahhhh!!, Matty... Matty... - echó la cabeza hacia atrás, pegando el torso sudado del pelirrojo mas contra el suyo, arañándole la espalda desesperado y con fervor, marcando un territorio que debía de pertenecerle solo a él.
El pelirrojo aminoró el ritmo, tan solo para poder ver los ojos de Mello y disfrutar observando su cara de placer, rendido ante él. Le soltó las muñecas pues no se había dado cuenta de que incluso le había dejado un par de marcas por la fuerza con la que había apretado. Tironeó de sus labios con los dientes, embistiéndole un poco mas despacio pero con mas profundidad, consiguiendo que jadease de placer y sus pupilas se dilatasen. Mello le detuvo, con las manos en las caderas de su amante y mirándole con fijación:
-Matt... - le apartó un poco de su cuerpo, lo suficiente para sacarlo de su interior. Miró su miembro excitado e hinchado y con la mano, le quitó el preservativo, tirándolo al suelo.
-Mello...
-Quiero que seas el único. - volvió a enlazar las piernas, animándolo a que continuase al rozar traviesamente su culo contra él.
No se lo pensó demasiado, porque de nuevo estuvo dentro de Mello, gimiendo desesperado y cerrando los ojos con fuerza mientras volvía a embestirlo.
Lo abrazó de forma posesiva, apretándolo contra él para impedir que nunca más se alejase de su lado. Porque si lo hacia después de decirle aquello que tantos años llevaba queriendo escuchar... esta vez si que quedaría completamente destrozado sentimentalmente.