CAPITULO 18. MAESTRO Y APRENDIZ.
La gente estaba en completo silencio, con el corazón encogido viendo la película en aquella pequeña sala de cine. Beyond sonreía embelesado, observando como la sangre y el gore se apoderaban de los protagonistas, creando una lucha de vísceras, cosas desagradables y sufrimiento humano.
Near no se alejaba demasiado, pues su aspecto y fijación hacia lo que veía tenia una gran similitud con el moreno. Ambos estaban disfrutando muchísimo y a pesar de que se habían dedicado un par de caricias y besos antes de que comenzase la proyección, ahora estaban completamente metidos en la película.
Beyond miró de reojo a Near, sonriendo de forma suave y acariciando sin poder evitarlo la mano que reposaba en el asiento, provocándole un pequeño espasmo que desapareció en cuanto ambos se acariciaron los dedos, aún con la mirada fija en la película. Incluso cuando las luces se encendieron y la gente comenzó a levantarse ellos siguieron con la vista al frente:
-Vaya, ha sido una pasada. ¿A que si?.
Near asintió, retorciéndose un mechón del cabello con los dedos. Después miró al moreno y se puso en pie junto a él:
-Gracias por invitarme.
Beyond, sonrojado y mirando hacia otro lado, le quitó importancia con la mano y caminó tras el albino, saliendo de la sala entre la marabunta de gente con el rostro pálido y bastante conmocionados por lo que habían visto ahí dentro.
-¿Cenamos? Han abierto una hamburguesería nueva. - la voz de Beyond salia nerviosa y un poco dubitativa conociendo de sobra la forma de ser tan individualista que tenia Near. - No se...a lo mejor mola...
Near no dijo nada, pero cuando llegaron a uno de los pasillos que daba a la salida de emergencia, se aseguró de que estaban solos y puso suavemente a Beyond de espaldas a la pared. Sonrió de medio lado y besó sus labios superficialmente, metiendo los dedos entre sus cabellos negros provocándole un suave jadeo:
-Está bien. - le miró a los ojos, agarrándole de la camiseta con los puños para volver a besarle, pero esta vez de forma demandante.
Beyond, con las manos inquietas y el cuerpo alterado, le rodeó con un brazo la espalda, estrechándolo contra él y dejando que Near tomase el ritmo de aquellos besos. Por un instante se preguntó si alguien los vería y que pensarían, pero después se olvidó por completo rindiéndose a él. Definitivamente, le gustaba demasiado su sabor.
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Estaba con el teléfono en la mano, tamborileando los dedos y sentado en una de las hamacas que había alrededor de la piscina. Como estaba climatizada, podía bañarse a la hora que le diese la gana.
Misa acababa de largarse, después de contarle que tenia que marcharse a Francia un mes para una campaña nueva de moda que próximamente seria lanzada en toda Europa. Pese a que había intentado convencerle para que se fuese con ella, Light obviamente se había negado. Ya no solo porque parecía que su novia no entendía el concepto tengo clase, una carrera universitaria,etc... si no porque después de lo que había pasado con Lawliet en la caravana, Light no había podido quitarse de la cabeza al muchacho. Sobretodo la cara de placer y malicia que le había puesto cuando estaba entre sus piernas. Se ponía durísimo tan solo de pensarlo y una parte de él, una gran parte, mejor dicho... se moría de ganas porque aquello se repitiese.
Sin pensarlo, abrió el programa de la mensajería instantánea y le mandó un mensaje, acomodándose sobre la hamaca y avisando a su mayordomo para que le preparase un Gin Tonic. El hombre no tardó en llevarle la bebida, casi lo mismo que tardó Lawliet en responder su mensaje:
“-¿Piscina? Joder, que bien vivís los niños pijos. Yo estoy en el salón de mi vertedero, tirado en el sofá y rascándome los huevos. ¿Quieres rascármelos tu?.”
Light se echó a reír, arqueando una ceja y mordiéndose nervioso el labio inferior.
“-Bueno, si tienes ganas de refrescarte podrías venirte...”
“-Light, si voy a tu piscina lo que menos haré será refrescarme. Me pondrás como una moto y de mi cuerpo saldrá de todo menos frio.”
“-Está bien, como quieras. Si cambias de idea aquí tienes la dirección, tan solo di tu nombre y mi mayordomo se encargará de todo.”
Le mandó la dirección de su ático, algo nervioso. ¿Iría? Lawliet era bastante imprevisible, y estaba claro que hacia lo que le daba la real gana. Pero ojalá fuese, de veras que si. Deseaba con todo su cuerpo que el moreno se presentase en su piscina.
“-Uhhh...mayordomo... vaya un pijo estás hecho. No sé si podré ir, así que tampoco te hagas ilusiones.”
Light negó con la cabeza, frunciendo el ceño y suspirando. Lawliet era un cabezota.
“-Como quieras, chico del vertedero. De todas formas estaré aquí. Nos vemos ;) “
Dejó el Gin Tonic en la mesita cercana y se quitó la toalla que cubría su desnudez, tirándose de forma elegante a la piscina para nadar unos largos y dejar de pensar en la boca de Lawliet haciéndole un trabajito ahí abajo, uno demasiado bueno como para dejarlo en el olvido.
Había pasado un buen rato desde que se decidiese a empezar a nadar sin pensar en nada más y ni se dio cuenta de que Lawliet estaba en cuclillas en el borde de la piscina, mirándolo divertido y disfrutando de aquel cuerpo desnudo tonificado que se movía haciendo los largos de un extremo a otro.
Cuando Light le había avisado, en realidad no tuvo dudas sobre lo que haría. Tenia claro que se moría de ganas por volver a tener el cuerpo del castaño a su disposición, pero le gustaba darle largas y tenerlo enfurruñado a su manera. Se quedó quieto, sonriendo mientras observaba los fuertes brazos de Light moviéndose con soltura y tensándose con el movimiento. Aprovechó que no le prestaba atención para quitarse la ropa y tirarse a la piscina en calzoncillos, buceando hasta llegar a su lado.
-Pero...que cojones... - Light miró la silueta que buceaba hacia él, sonriendo al adivinar de quien se trataba. Apoyó los codos en el borde de la piscina, moviendo las piernas con suavidad y arqueando una ceja divertido al ver a Lawliet emerger y sacudirse el cabello como si fuese un perro mojado. - ¿Y esto?.
Lawliet se encogió de hombros, nadando sin dejar de mirarle y apoyando un brazo flexionado en el borde de la piscina, al lado de Light. Observó la sala, silbando un poco:
-Cuando he entrado en tu ático he flipado, pero ahora... si que te lo montas bien. - ladeó el rostro, apoyando la barbilla en su brazo y dedicándole una sonrisa a Light que le hizo tragar saliva y entre abrir los labios.
Nervioso, miró hacia delante, parpadeando al sentir como su estúpido corazón había brincado enloquecido ante aquella mirada del moreno. ¿En serio? Pero si jamás había sentido eso con otra persona. Debía de ser por culpa de tanto esfuerzo físico, estaría cansado o algo. Si, debía de ser eso.
-Bueno, es la única forma de vida que conozco. - le volvió a mirar, nadando con suavidad alrededor de Lawliet. Se fijó en que el chico llevaba la ropa interior y en cambio él, estaba completamente desnudo. Aunque no importaba realmente después de la mamada que le había hecho en la caravana.
Lawliet nadó también alrededor del cuerpo del castaño, fijándose en su desnudez y riendo divertido:
-Vaya vaya...si que me estabas esperando... - antes de que Light pudiese contestarle, Lawliet ya estaba volviendo a bucear y le hizo dar un saltito con el cuerpo cuando agarró su miembro con la mano y le dio una larga lamida bajo el agua, emergiendo después con una sonrisa traviesa, pegándose a Light. - ¿O no me estabas esperando?.
-Eres un pervertido.
-Y tú un pijo. - lo empujó suavemente hasta el borde de la piscina, poniendo los brazos a ambos lados de sus hombros para aprisionarlo contra la piedra. Acercó su boca a la de Light y le rozó los labios con la lengua. - ¿Hoy no has quedado con tu novia? La irritante esa. - le lamió el cuello, provocándole un débil jadeo.
A Lawliet le gustaban muchas cosas en el mundo, pero había descubierto que tener al egocéntrico de Light a su merced y jadeando por reclamar su contacto físico era una de sus favoritas.
-Se fue hace un rato... - cerró los ojos, metiendo los dedos entre los mechones negros del pelo de Lawliet.
Una risita socarrona le hizo entre abrirlos, Lawliet le miraba curioso, sonriendo maliciosamente.
-¿Habéis follado? - le salpicó agua suavemente en la cara con los dedos.
-Que mas da eso ahora. - Light le agarró la cintura, clavando sus dedos en aquella delgadez que tanto le gustaba ahora mismo.
Lawliet enlazó las piernas alrededor de las de Light, evitando que se hundiesen al tenerle contra el bordillo. Le puso las manos en los hombros, mirando su piel con deleite y bajando con ellas por esos brazos fuertes que tan obsesionado le tenían. Le gustaba tanto Light... no recordaba la última vez que se había obsesionado de aquella manera con una persona, y eso que había follado con muchos tíos, pero jamás había sentido tal deseo irrefrenable por alguien.
-Será porque no me gusta comerme las sobras de otra persona. Sobretodo si es en el mismo día. - rió divertido unos segundos, dándole un beso en la curva del cuello, lo que hizo que Light ladease la cabeza.
¿Debería decírselo? Light no quería sonar desesperado ni abrir puertas hacia algún tipo de relación ni de malentendido. Pero una parte de él quería informar a Lawliet de lo acontecido con Misa.
-Misa se larga a Francia una temporada. Tiene una campaña de moda. Digamos que lo nuestro se queda parado un tiempo.
-Oh...que interesante... - riendo entre dientes, Lawliet le rozó la nuez con ellos, lamiendo descaradamente el largo cuello del castaño, disfrutando de su tersura. - ¿La vas a echar de menos? - bajó con las manos hasta su culo, apretándole los glúteos y evitando jadear del gusto. Los culos bien puestos y formados eran un deleite para él.
-Ahh...no sé... - se mordió los labios, regañándose interiormente a si mismo por el gemidito que se le había escapado.
-¿Eso ha sido un gemido? No aguantas nada, niño pijo. - le apartó el pelo de la frente y tironeó de la carne de sus labios, metiendo la lengua entre ellos y besándole de forma posesiva. Consiguió empalmar a Light rápidamente y comenzó a masturbarlo, quitándose él también la ropa interior y tirándola fuera de la piscina, sin dejar de acariciarle.
-Uhmm... joder...Lawliet... podría entrar el mayordomo... - echó la cabeza hacia atrás, agarrándose como podía a los hombros del moreno.
-¿Y? No creo que se asuste...seguro que tenéis un acuerdo de confidencialidad o alguna de esas mierdas que hacéis los pijos. - rió divertido, besándolo desesperado y endureciéndolo por completo con su mano. - Light, quiero follarte.
Light abrió los ojos repentinamente, jadeando de forma leve y notando como el calentón se le bajaba un poco debido a los nervios. ¿Como que quería follárselo? Vale, sabia perfectamente que Lawliet quería pero él no iba a ser el que recibiese. En su cabeza, las veces que se imaginaba ese momento siempre era él quien tomaba el rol de activo. No iba a dejar que Lawliet le abriese el culo, de ninguna manera.
-Ni hablar, eso tiene que doler y no quiero que me revientes el culo. - frunció el ceño, apretando los labios y soltando un poco de aire al notar como Lawliet le soltaba la polla.
-Pues tenemos un problema... no voy a dejar que un niño virgen me folle. - al ver que Light le apartaba un poco, le agarró las manos. - A no ser...que me dejes enseñarte como hacerlo... - su voz le susurró sobre los labios, sonriendo maliciosamente.
A Lawliet en realidad le daba igual, pues aunque le gustaba mas ser el activo, también había hecho de pasivo varias veces y si podía enseñar a Light y moldearlo a su antojo...las cosas podrían ser muy interesantes.
-Enséñame entonces. - la voz ansiosa y lasciva de Light, provocó de nuevo el calentón en el cuerpo del moreno, que se lanzó a por sus labios desesperado, comiéndoselo con ganas y devorándole hasta el alma.
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-¿Estás seguro de que Lawliet no va a molestarse cuando me vea por aquí?. - Mello dejó la chaqueta en el sofá del piso, sacándose del bolsillo una chocolatina y mordiéndola con gusto. - Nuestro último encuentro no fue precisamente un lecho de rosas.
Matt suspiró profundamente. Si, estaba seguro de que Lawliet se molestaría, pues ya le había dejado claro que no quería mas problemas, pero joder, que le diesen a Lawliet. Él también pagaba el alquiler y Mello iba a colaborar con los gastos, algo que ahora mismo les vendría bastante bien. El rubio se acercó a Matt y le besó con posesividad, jadeando entre sus labios y dejándole el sabor al chocolate amargo que acababa de comerse:
-Si me mata, ocúpate de tirar mis cenizas al mar. - se echó a reír y le mordió la mejilla al pelirrojo. - Voy a ducharme.
Cuando se metió en el baño, Matt caminó con pereza hacia el frigorífico, sacando un par de cervezas y algo de picoteo. Frunció el ceño cuando se dio cuenta del silencio sepulcral que había en el piso. ¿Beyond tampoco estaba? Vaya, mejor, así podía meterle mano a Mello en el sofá.
Llevó una bandeja hacia el salón para dejarla en la mesa y miró las películas que tenían, casi todas de Beyond y casi todas de cosas gore y sangrientas, excepto por alguna que otra de clásicos Disney que siempre le dejaban descolocado. En realidad, el de los ojillos carmesí tenia un lado tierno en el fondo.
El ruido del móvil de Mello sobre la mesa le hizo arquear la ceja, mirando con interés y algo de culpa quien podría requerirle a estas horas de la noche. Se acercó discreto, asegurándose de que el agua de la ducha seguía corriendo y miró por encima el mensaje, cabreándose al instante. Era de un número desconocido, que requería los servicios nocturnos de Mello alegando que la chupaba bastante bien y quería repetir, que podía pagarle el doble que la última vez. Apretó los puños furioso, intentando relajarse. Ahora Mello no necesitaba hacer esas cosas y esperaba que cumpliese su palabra, pero no podía evitar imaginárselo con todos esos tíos comiéndoles la polla y gimiendo falsamente para ellos. Debía controlar sus celos o la cosa no funcionaria.
Se sentó en el sofá metiendo uno de los dvds y picoteó patatas fritas, esperando que Mello terminase de ducharse. Le duró poco la tranquilidad cuando escuchó la puerta del piso abrirse y la risa de Beyond inundar el pasillo. Se sentó mejor donde estaba, mirando curioso y con una sonrisilla divertida la puerta cuando vio a Near tras Beyond. Ambos chicos se quedaron mirando a Matt:
-¿De donde venís, florecillas?.
La cara de Beyond fue un poema, uno gracioso e infantil. Se sonrojó, mirando hacia otro lado y apretando los labios al pensar que iba a estar a solas con Near. Iban a ir a casa del albino pero su madre estaba allí y Beyond se sentía incómodo.
-Del cine, ¿Que haces aquí? Pensaba que estarías con Mello.
-Y lo estoy,solo que hemos trasladado la fiesta hasta el sofá. - se encendió un cigarro, mirándolos divertido. Hacían una pareja curiosa cuanto menos. - ¿Habéis tenido entonces una cita?.
Beyond gruñó e ignoró a Matt, caminando con Near hasta su dormitorio, le había agarrado con suavidad la muñeca y cerró la puerta tras ellos:
-Lo siento, pensé que estaríamos solos.
Near se encogió de hombros, evitó recordarle que había follado varias veces con Lawliet habiendo gente en el piso y le daba mas bien igual, pues él no se cortaba mucho a la hora de tener sexo aunque hubiese gente alrededor. Se sentó en la cama de Beyond, mirando curioso el dormitorio.
-¿Quieres beber algo? - Beyond recogió un poco la ropa del suelo, y puso música en el ordenador para al menos, amortiguar el sonido que pudiesen hacer si la cosa iba a más.
Nervioso, se sentó al lado de Near, que se había quedado con la mirada fría hacia un punto incierto del dormitorio, tocándose el mechón del cabello. Aquella manía que tanto fascinaba al moreno. Sin pensarlo, él también le acarició el pelo:
-Me gusta mucho...cuando haces eso... - tragó saliva al encontrarse con aquella mirada profunda del albino, el cual esbozó una sonrisa y sus manos se movieron hasta la bandolera que llevaba, sacando un papel protegido con plástico que extendió ante Beyond.
-Es para ti.
El chico agarró el papel, y abrió el plástico asombrándose ante aquel retrato suyo que Near le había hecho. Perfección se quedaba corto para describirlo, pues no había dejado pasar ningún detalle por mínimo que fuese. Impresionado, sonrió y besó la mejilla de Near como algo natural y espontaneo, provocándole un cosquilleo al albino:
-Gracias, es genial. Lo enmarcaré y lo pondré...ummm... - se puso en pie, mirando atento la pared del dormitorio para elegir un buen lugar. Se tensó cuando los brazos de Near le rodearon y su rostro ladeado descansó sobre su espalda.
-Cualquier sitio estará bien.
Beyond tragó saliva, apretando los labios y sonrojado, acarició las delgadas manos de Near, disfrutando de su contacto suave. No quería sonar jodidamente cursi, pero parecía que los relojes se habían detenido a su alrededor.