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STRANGE DOGS. por LaGataenelTejado

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Notas del capitulo:

Por fin estoy en casa, tras unos dias de viaje largos y difíciles debido a la enfermedad de un familiar.

Les traigo el nuevo capítulo :) y responderé a las reviews pronto. Gracias por leer y comentar, como siempre.

CAPÍTULO 48. PLANES DE FUTURO.


 


Light se revolvió en la cama del moreno, haciéndose una croqueta con las sábanas y gruñendo al escuchar el maldito sonido de su teléfono tirado en algún lugar del suelo del dormitorio. Alargó la mano, tanteando con la palma y escuchando un bostezo proveniente de Lawliet. 


-Light...tu móvil... - su voz pastosa y cansada le hizo suspirar. 


-Lo sé... - terminó cogiendo el teléfono y se sentó en la cama, con un terrible dolor de cabeza por la resaca y sudando debido a lo apretado que había estado entre las mantas. - ¿Diga?. 


Estaba cansado y de malhumor porque su padre le hubiese despertado con una llamada que no le interesaba en absoluto. ¿A él que le importaba ahora el asunto de los malditos hoteles?. Sin pensarlo pero siendo consciente de su respuesta, tomó aire. 


-Papá ahora no puedo atenderte. Anoche me pillé una resaca cojonuda y ahora estoy con mi novio en la cama. Llama mas tarde, ¿Quieres?. - colgó la llamada y dejó el móvil a un lado tumbándose boca arriba con el brazo flexionado sobre la cara. 


Lawliet le miraba ahora atento, parpadeando y con la boca semi abierta. 


-Light... 


-Elle... 


-Le has dicho tu “novio”. 


El castaño se quedó callado, con una pose bastante graciosa y refunfuñando. Se ladeó hacia el moreno y se acurrucó contra su cuerpo, hundiendo el rostro en el cuello de Lawliet. 


-Lo sé. 


-Pero... 


-¿Pero? Te dije que ya me daba igual todo. Quiero que seas mi novio sin tener que esconderme, ¿No era eso lo que querías?. - abrazó algo mas a Lawliet, dándole un suave beso en la nuez. 


Lawliet suspiró muy levemente, acariciando el cabello de Light con los dedos. Enlazó sus piernas con las del castaño y sonrió con suavidad, aferrando sus manos con cariño en su espalda. Si, eso era lo que llevaba queriendo desde que se enteró de que Light y Misa iban a casarse y ahora que ella estaba fuera de sus vidas, Lawliet no quería sufrir más, porque sentía que no se lo merecía. 


-Ya verás tu padre, la bronca que te va a echar. 


El muchacho soltó una leve risa, que murió en sus labios cuando un suspiro adormilado se apoderó de ellos. Acarició con las yemas de los dedos la espalda de Lawliet y enterró la nariz sobre la nuez del cuello del otro, haciéndole un leve roce con la piel. Se acordó de algo, que llegó a su cabeza como si fuesen retazos de una conversación lejana. Una conversación importante con una conocida. 


-Lawliet, el otro día estuve hablando con Ángela. ¿Recuerdas que te hablé de ella? - movía el pie con cariño, acariciando los dedos del moreno con los suyos. 


Un ruidito ronroneante seguido por el abrazo que le dio Lawliet, hizo sonreír a Light. El moreno le había terminado tumbando sobre su propio cuerpo, flexionando las piernas hasta que el castaño se posicionó cómodamente sobre su torso. 


-Algo...¿Que te dijo?. 


-La empresa de su madre necesita ayuda con el sistema de seguridad informático. Me dijo que no le importaría hacerte una entrevista para optar al puesto, ¿Aún quieres el trabajo?. 


-Pues claro. Necesito trabajar para reponer el gasto médico de Beyond y devolverle el dinero a los chicos. - vio como Light alzaba un poco su rostro perezoso debido al sueño, y sonrió antes de besarlo suavemente. - Gracias. 


-Está bien. La llamaré a mediodía. - se restregó casi por inercia contra Lawliet, provocándole una risita traviesa. 


-Light...si haces eso voy a terminar follándote. 


El chico sonrió lascivamente, volviendo a mirar a Lawliet. Se besaron con gula durante algunos minutos, aunque ambos se separaron mirando curiosos hacia la pared cuando escucharon gemiditos provenientes del dormitorio de Matt. 


-Vaya, parece que se nos han adelantado. - Lawliet hizo un gesto de falsa molestia, apretando con las manos el culo de Light. 


Light rió, mordiéndole los labios y dejando que Lawliet se tumbase sobre él, enredando los dedos entre sus cabellos negros. La verdad es que estaba un poco aterrado por su imprudencia al teléfono. ¿Que diría su padre cuando se viesen? Conociéndolo, era capaz de coger un avión para plantarse en la ciudad rápidamente. 


El calor del cuerpo del moreno y sus besos mimosos en el cuello, le hicieron cerrar los ojos y suspirar de placer. ¿Que mas daba todo si podía tener a Lawliet a su lado?. No iba a volver a pasar por una separación como la ocurrida en Navidad. Lawliet era suyo y estaba decidido a que fuese así el tiempo que hiciese falta. 


 


---o0o--- 


 


-¡Ahhhh!... Matty...Matty...voy a correrme... - Mello se tiró del cabello, arqueando la espalda cuando la lengua y la boca de Matt succionaron su erección de nuevo, llevándolo casi al límite. 


Matt le miró divertido, relamiéndose la saliva y masajeando sus testículos. Le volvía completamente loco ver al rubio de aquella forma, jamás se cansaba de eso. 


-Córrete en mi boca, rubio. - volvió a chupar su miembro, gimiendo un poco de forma ronca y grave, notando el flujo caliente y espeso inundarle por completo. 


Mello cerró los ojos, respirando alterado y sintiendo el cuerpo del pelirrojo caer a su lado en la cama, besándole la mejilla y acariciando con la palma de la mano su pecho. Puso la suya sobre la de Matt hasta enlazar los dedos y sonrió tranquilo, ladeándose y besándole los labios unos segundos. 


-Eres un chucho muy travieso. 


-Tú tienes la culpa, estás jodidamente bueno... - le mordió la clavícula, ladeándose un poco hasta alcanzar un cigarrillo de la mesita, encendiéndolo y rodeando con el otro brazo al rubio. - ¿Sabes? Beyond dentro de poco se irá a Irlanda con Near. Y Lawliet parece que por fin va en serio con Light. - movió el cigarro entre los dedos, mirando distraído el techo. 


-¿Que me quieres decir con eso?. 


-¿Recuerdas cuando me dijiste que querías vivir conmigo? Solos los dos. ¿Quieres que lo hagamos? Podemos ir mirando pisos de alquiler. - sonrió de felicidad sin poder evitarlo, dándole una calada al cigarro. 


Mello apretó el puño sobre el torso del pelirrojo, sintiéndose muy feliz al escucharle decir aquello. Realmente, deseaba vivir a solas con Matt. 


-¿Tú quieres?. Sabes que soy insoportable. - rió divertido, besando con cariño el mentón del pelirrojo. 


-Eres mi rubio insoportable y desordenado. Pero te quiero, ¿Sabes?. Con tus defectos y tus locuras...Desde que te vi en aquella esquina supe que quería tenerte conmigo. 


-Yo también te quiero, Matty. - se elevó hasta ponerse un poco sobre el pelirrojo, dejando el cigarro que se estaba fumando en el cenicero cercano y acariciándole el cabello rojo, mirando aquellos ojos que parecían esmeraldas. - Podemos comenzar mañana a mirar apartamentos. 


Matt asintió, feliz al ver como a Mello parecían brillarle los ojos debido a la felicidad. Le encantaba aquello, verle realmente feliz e ilusionado. A veces se sentía un cursi de cuidado, pasteloso y sumiso ante las peticiones de aquel muchacho rubio que parecía conseguir siempre lo que quería. Pero no podía evitarlo, asumió hacia mucho tiempo atrás que estaba jodidamente enamorado de Mello, y a día de hoy, así seguía siendo. 


 


---o0o--- 


 


Beyond miraba algo ansioso el reloj de la pared, caminando sin mucha dificultad por las barras que se usaban para sus ejercicios de rehabilitación. Ya casi había conseguido llegar a la recta final del tratamiento y todo gracias a Rick, que había sido un fisioterapeuta excepcional. Al final el muchacho se había rendido con su curiosidad hacia Lawliet, puesto que muy a su pesar, Beyond había terminado aceptando y contándole que su hermano y Light mantenían al fin una relación de pareja real. 


-Ya casi estás, Beyond. Muy bien. - se cruzó de brazos, mirando orgulloso como el muchacho terminaba de recorrer el camino entre las barras, llegando a su lado. Le revolvió el cabello, mirando también el reloj. 


Beyond no pudo evitar ver como Evans le daba un apretón de manos a su propio fisioterapeuta, suspirando aliviado porque se había enterado de que aquel día, era el penúltimo de su ex novio en la clínica. Cruzaron una mirada rápida, una que hizo a Beyond desviar los ojos rápidamente. 


-Imagino que tendrás ganas de irte ya. - Rick le sentó en uno de los sillones especiales, colocando peso en sus piernas para que las elevase. - He visto a tu novio sentado en la sala de espera cuando he salido un momento. Es muy guapo. - soltó una risita que hizo sonreír a Beyond. 


-Si, me gusta mucho... - sonrió tontamente, mordiéndose el labio inferior. 


Vio a Evans despedirse de unos cuantos compañeros y después le siguió con la mirada hasta que el rubio salió de la sala, haciéndole respirar tranquilo. Solo un día más y no tendría que volver a verle. 


Near miraba distraído el teléfono móvil, sentado en una de las butacas de espera. Escuchó los pasos de un muchacho cerca de él, pero no le hizo mucho caso hasta que de repente, su voz seria le hizo elevar la vista. 


-¿Tú eres el famoso Near?. 


Le observó unos segundos, con el ceño fruncido. No le sonaba aquel chico rubio de nada, por lo que se encogió de hombros y asintió con la cabeza. 


-Lo siento, yo no sé quien eres tú. - su voz seria e indiferente hizo reír un par de segundos a Evans, que le evaluaba detenidamente fijándose en lo extraño que era el albino. ¿Que habría visto Beyond en él?. 


-Soy Evans, el ex novio de Beyond. 


Near se quedó callado, mirándolo fijamente. ¿Que hacia allí ese tío?. Se fijó en su muleta y después desvió un segundo la vista hacia la sala de rehabilitación. ¿Eso significaba que habían estado los dos aquellos meses compartiendo el tiempo juntos?. Su posición se volvió arisca, casi a la defensiva. Apretó el puño, guardándose el teléfono en el bolsillo. 


-¿Y bien? ¿Quieres que te aplauda por ello?. 


Evans sonrió de forma algo orgullosa, echándose el cabello hacia atrás con la mano. Ladeó la cabeza, observando a Near de arriba a abajo sin mucha discreción. 


-Realmente... no se que mierda ve en ti. No tienes nada especial. 


El albino sintió como la rabia le hinchaba el cuerpo a una velocidad vertiginosa, recordando como le habían golpeado en Irlanda y todos los problemas que arrastraba desde que se alejó de Beyond. En cuestión de segundos, ya había puesto al rubio contra la pared, sujetándolo con fuerza de la camiseta y dándole un golpe en la cabeza al hacerlo. 


-¿Quieres que vuelva a enviarte a rehabilitación?. ¿Te parto la boca?. - apretó los dientes, sintiéndose realmente bien al ver la cara de terror que se le había puesto al rubio en breves segundos. 


-¡Eh! ¡Ustedes dos! ¡Voy a llamar a seguridad! - una de las enfermeras del centro les miraba enfadada, haciendo que Near soltase lentamente a Evans sin dejar de mirarlo. 


Evans se apartó de él ambos poniéndose bien la ropa y sin dejar de mirar de reojo a la enfermera, que de brazos cruzados, les invitaba “amablemente” a separarse del todo y salir del centro. El rubio chasqueó la lengua, dándose la vuelta y antes de irse, se dirigió al albino. 


-Recuerda que yo fui el primero. Y que los días que tu has estado en Irlanda, yo he compartido con él muchas horas aquí y casi, casi nos enrollamos de nuevo. ¿De veras crees que vuestra relación es tan sólida? - su sonrisa cruel, sumada a la voz decidida y mentirosa, hicieron a Near bajar los ojos hasta el suelo. - Adiós, imbécil... 


Vio como el rubio desaparecía de allí y apretó los dientes debido a la rabia. No mejoró la cosa el escuchar la voz de Beyond tras él al cabo de los minutos, cuando la hora de rehabilitación había finalizado. 


-¿Near? ¿Que pasa?. 


Se giró hasta encarar a su novio y suspiró, tomando aire y mirándolo seriamente. 


-¿Ibas a contarme que has estado con tu ex novio por aquí?. 


Beyond tragó saliva, mirándolo con algo de miedo. Él sabia que no había hecho nada malo e incluso le dejó las cosas claras al rubio, pero Near era celoso y posesivo, como había podido comprobar desde que comenzaron a estar juntos. Lawliet tenia razón, el albino era como una bomba de relojería a punto de explotar. 


-Near...vámonos y hablamos, ¿Si?. Anda, ven. - estiró la mano, esperando que su novio la agarrase pero en vez de eso, el albino echó a andar por delante, gruñendo un poco por el camino. 


Andaba tras él, relajándose al respirar lentamente y concienciándose de que les esperaba una larga y estresante conversación.


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