CAPITULO 19. LECCIONES.
Lawliet besaba con bastante deseo la barbilla de Light, subía hasta sus labios, volvía a bajar por su cuello... habían terminado tumbados en la cama de matrimonio que el castaño tenia en su dormitorio, escuchando música y enlazados uno contra el otro. Cualquiera que los viese pensaría que eran una pareja cursi y romántica, algo de lo que ninguno parecía haberse percatado pues el perderse entre besos y disfrutarse mutuamente estaba siendo un verdadero gozo.
Light mentiría si dijese que no estaba un poquito nervioso por lo que habían decidido en la piscina y aún muriéndose de ganas por penetrar a Lawliet, tenia miedo de que la cosa no funcionase. Siempre había sido un chulito egocéntrico y era bueno en la cama, lo sabia de sobra, pero claro...con las chicas era mucho mas sencillo.
-¿Que pasa? ¿Sigues nervioso?. - el moreno le mordió los labios, acariciándole el costado con la mano y frotando suavemente su rodilla contra la erección de Light. Estaba tan cachondo de pensar en la polla del castaño dentro de su cuerpo, que sus manos se perdían ansiosas por gran parte de su torso.
Light asintió con la cabeza, no valía la pena negar lo evidente. Mordió el labio del moreno, gimiendo débilmente al sentir como le rozaba la erección con la rodilla. Lawliet lo agarró un poco, y terminó acostándose boca abajo con la cabeza ladeada con Light recostado sobre él. Se mordió los labios al notar la polla del castaño entre sus nalgas, rozándole de forma inevitable:
-¿Has practicado con alguna de tus novias?. - estiró la mano, alcanzando del suelo el bolsillo de su pantalón, sacando un preservativo y un pequeño tubo de lubricante que había cogido antes de salir de casa. Al verlo, Light respiró nervioso, tranquilizándose como podía.
-No, la verdad es que ninguna tenia mucho interés en hacerlo por detrás. - rió un poco, masajeando la espalda del moreno y dándole un par de besos en los omoplatos, rozando así con mas insistencia su culo.
Lawliet sonrió divertido y miró de reojo a Light, enseñándole el lubricante:
-La teoría supongo que la sabes... estimular, dilatar y follar. No hay más. - miró como Light asentía y para que se motivase, le masturbó con la mano, extendiendo el liquido pre seminal por su erección.
Esperó a que se lubricase los dedos y abrió un poco mas las piernas, elevando el trasero para exponerse mas a Light. El castaño le acarició de forma posesiva, clavándole las uñas en las nalgas y lamiendo parte de su columna. No pensaba que aquello le excitaría tantísimo.
Cuando Lawliet se puso a cuatro patas, Light metió un dedo lubricado con cuidado dentro de él, provocándole un jadeo que el moreno exageró para excitarlo el doble, cosa que funcionó de maravilla, pues Light lo movió en círculos para poder meter el siguiente y notar la estrechez engullendo sus dedos. Era una sensación ardiente y extraña, pero no por eso menos excitante.
-Ahhh...así...muévelos un poco más y mete otro... - Lawliet cerró los ojos, temblando unos segundos cuando Light, ajeno a lo que hacia, le acariciaba la próstata con el movimiento de los dedos. Se encorvó más, pidiéndole que continuase sin miedo.
Light notaba el sudor caer lentamente por su espalda, sintiendo como el interior de Lawliet se dilataba del todo al cabo de los minutos. Ahora sus dedos se escurrían gracias al lubricante y se movían con libertad rozando las paredes calientes. Su polla pulsaba endurecida, tan cachondo como no recordaba haberlo estado anteriormente. Se puso el preservativo, sin dejar de acariciar su culo con la otra mano y lo miró de forma traviesa cuando ambas miradas se encontraron.
-No te embales, ¿Eh?... fóllame despacio, al menos al principio. - le sonrió, y de nuevo Light tembló solo por aquello. Aquella maldita sonrisa le estaba causando estragos importantes.
Se agarró la erección y apoyando el cuerpo un poco sobre el suyo aun de rodillas, fue penetrándolo con cuidado, jadeando al sentir como su cuerpo engullía su polla con gula, apretándola con fuerza y haciéndole sentir un placer tan grande que echó la cabeza hacia atrás gimiendo débilmente:
-Dios...jod...joder... - miró a Lawliet y le acarició la barbilla, mordiéndose el labio cuando el moreno le lamió los dedos unos segundos.
-¿Te gusta?.
Light asintió, demasiado concentrado en terminar de meterla del todo como para decir algo coherente. Cuando lo consiguió, se quedó quieto, acostumbrándose a la sensación. Lawliet apretó las sábanas, gimiendo roncamente.
-Muévete ahora...
El castaño no necesitó una palabra más, enseguida comenzó a embestirle despacio, disfrutando y mirando como su polla entraba y salia de aquella estrechez que tan caliente le tenia. Desde luego era un espectáculo jodidamente erótico y los gemidos de Lawliet terminaban de caldear el ambiente. Sonrió travieso y se movió con ritmo, demostrándole al moreno que si iba a aprender lo haría a la perfección. Se encorvó para poder besarle, morderle la espalda y gemir roncamente cerca de su oído, excitándolo cuando su mano comenzó a masturbarle para no dejar desatendida su erección.
-Uhhm... ¿Que tal lo hago?, ¿Te gusta?... - rió divertido, apretando los dientes y jadeando en los labios de Lawliet, escuchando como sonaba su pelvis chocando contra las nalgas del moreno.
-Ahhh...joder...si... mejor de lo que...¡Ahhh! - gimió fuertemente de puro placer cuando Light le rozó de nuevo la próstata, apretando las sábanas entre los dedos. - Ahí, no pares Light, justo ahí. - quiso ponerse un poco de rodillas pero Light se lo impidió y enseguida notó el torso sudado y ardiente del castaño sobre su espalda.
Le agarró las piernas para abrirlas más y le penetró con salvajismo, perdiendo un poco el control y gimiendo descontroladamente. Estaba tan húmedo y caliente que los gemidos excitados de Lawliet solo le nublaban la razón.
-Mierda...Lawliet...voy a correrme...ahhh... - le mordió el cuello, clavándole los dientes con algo de fuerza sin darse cuenta. Lawliet le lamió los labios como pudo y al final aprovechó su distracción para ponerse de rodillas y ayudar moviendo el cuerpo mas contra la erección del castaño.
Puso la mano sobre la que Light estaba usando para masturbarle y le ayudó con el ritmo, enseñándole como le gustaba. Después de haber probado como follaba, pensaba enseñarle a la perfección como darle el placer de la forma mas ardiente posible. Gimió roncamente, corriéndose sobre los dedos de Light y no dejando caer su cuerpo laxo hasta que el castaño, con un gemido animal, se corrió también respirando alterado y tembloroso.
Lawliet giró el rostro y le dio un mordisco suave en la nuez, desplazando los labios hasta su cuello para besarlo un par de veces. Cuando le soltó y sacó su miembro de su cuerpo, notó un vacío que le fue desagradable. Después de haberle tenido dentro, iba a ser peligroso desengancharse de aquello. Se dejó caer sobre las sábanas, escuchando el ruido del preservativo cuando cayó al suelo y notando el cuerpo laxo de Light caer a su lado, respirando entre cortadamente.
-¿Y bien? ¿Nota?. - la risa de Light le provocó a él también una divertida.
-Notable.
-Pffs... ¿Solo? Yo creo que un sobresaliente. - se ladeó para mirarle, aunque sin tocarle. No quería que parecieran una pareja enamorada o algo así, pero acariciarle la espalda no habría estado nada mal.
-No te pases...que es la primera vez. - le miró divertido, con el cabello sobre la frente y bostezando. - ¿Sabes? Si fueses homosexual nos rifaríamos tu polla con gusto.
Light rió, poniéndose boca arriba con los brazos cruzados bajo la nuca. El moreno observó aquellos músculos tensarse y le dio un mordisco sin poder evitarlo, como llevaba queriendo hacer desde que lo vio. El castaño sonrió, dejándose hacer.
-Estoy impresionado.
-¿A que te refieres? - Lawliet rebuscó de nuevo en los bolsillos del pantalón del suelo, sacando un cigarro y el mechero. Le hizo un gesto a Light. - ¿Te importa?.
-No.
Asintió y apoyó la espalda en el cabecero de la cama, encendiéndose el cigarro y dándole una larga calada.
-Me refería a que pensaba que iba a sentirme extraño...pero estoy bien.
-A lo mejor eres bisexual. ¿Nunca te lo has planteado?. - se cruzó de brazos, fijándose en el dormitorio de Light. En pequeños detalles como el tablón de corcho de la pared lleno de fotos del chico con sus amigos, algunas muchachas y un par de fotos con Misa en Italia. Desvió la mirada, sintiéndose un poco rabioso tan solo por aquello.
-Pues no, la verdad. Yo solo había follado con chicas. Además no creo que a mi padre le hiciese mucha gracia. - rió al imaginarlo, su padre, aquel hombre empresario que quería que se casase con alguna mujer florero y tuviese un par de mocosos.
Lawliet sonrió divertido, podía imaginarse el tipo de hombre que era el padre de Light. Se terminó el cigarro, los dos en silencio y después se volvió a tumbar, con la mano en el pecho rascándose distraído. Light lo observaba curioso, dándose cuenta de que apenas sabia nada sobre él.
-¿A que edad follaste por primera vez?.
El moreno arqueó una ceja, esbozando una sonrisa divertida. Terminó ladeándose hacia él y le tiró del labio con los dedos.
-A los 14. Fue con uno que vivía cerca de casa al que me encontraba casi cada día, fumando porros en los escalones de su apartamento. Llevaba el pelo lleno de rastas y era delgado. La verdad es que ni recuerdo su nombre, solo se que un día me invitó a su casa y terminamos follando en el sofá. No fue bonito ni especial, pero bueno...supongo que las cosas no son como en las películas.
Light sonrió levemente ante su historia. No se atrevía a preguntarle cosas mas personales porque estaba claro que Lawliet no debía de haber llevado una vida sencilla, y ahora agradecía haberle conocido un poco más, pues la imagen que tenia de él era la que Misa le había mostrado con sus tontas y falsas palabras.
-Bueno, la mía fue a los 16 con la delegada de clase. Ya sabes, la típica chica guapa de tetas grandes y cuerpazo que presume de ser una experimentada y luego era virgen. Así que fue un poco desastroso, le dolió y yo me corrí enseguida. - ambos rieron y sin darse cuenta, pegaron mas sus rostros uno contra el otro, mirándose a los ojos. - No, las cosas no son como en el cine.
Lawliet cerró los ojos un par de segundos, estaba bastante relajado tras el orgasmo placentero que Light le había dado y el cuerpo le invitaba a dormirse un rato, aun sabiendo que era un gesto demasiado cursi y romántico. Se fue a levantar de la cama cuando notó los dedos del castaño aferrándose a su muñeca:
-Quédate si quieres. Además, es tarde.
El moreno echó un vistazo a la ventana del dormitorio, viendo la estampa nocturna neoyorquina en una preciosa vista desde aquella altura. Asintió, sin saber muy bien si hacia lo correcto y se volvió a tumbar, dándole la espalda a Light. Se hizo un ovillo, nervioso y cerrando los ojos al sentir como el castaño le rodeaba la cintura con el brazo, como si quisiese protegerlo de los monstruos imaginarios que acechan cuando cae la noche.