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STRANGE DOGS. por LaGataenelTejado

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Notas del capitulo:

Siento la tardanza, están siendo dias malos y no puedo pillar el ordenador tanto como me gustaria.

Dos capítulos más y Strange Dogs es finalizado. Muchísimas gracias por la paciencia, por las lecturas, por sus correos eletrónicos de apoyo, por las reviews (las contestaré entre hoy y mañana ^^) por todo.

No se imaginan la de borradores que tengo acerca del universo Death Note, y llevo otra historia solo de Light y Lawliet paralelamente. En breve seguramente publique una sobre Matt y Mello, porque también adoro a esta pareja :__)

Muchas gracias por todo, espero que les guste el capítulo y sigan la historia hasta el final. El próximo es el último y después un capítulo extra.

 

CAPÍTULO 51. DESPEDIDAS Y NUEVOS OBJETIVOS.


 


-Near, ¿Por que no me contaste lo que te ocurría en Irlanda? - la voz angustiosa de Beyond hizo gemir al albino, que estaba sentado en la cama. 


-¿Para que? Tú estás lejos y además pasó lo del accidente. No quería darte mas problemas. - no sabia cuando había empezado a llorar, pero le escocían los ojos y las manos le temblaban. - ¿Que debo hacer?. 


-¿Estás seguro de que no dejaste ninguna prueba?... - bajó la voz, algo temeroso de que pudiesen escuchar la conversación. Era absurdo, puesto que aún podía oír los gemiditos y risas de Matt y Mello en el dormitorio. 


-Llevaba guantes – suspiró aliviado, mordiéndose los labios. Le daban arcadas el pensar en que ocurriría en cuanto encontrasen el cadáver de Stéfano. - No lo sé, esto es horrible Beyond... - se cubrió la boca, sollozando mientras temblaba. 


-Fue en defensa propia, ese hijo de puta quiso violarte. No debes cargar con una culpa como esa, además estoy seguro de que no eras el primer alumno con el que intentaba sobrepasarse. Por favor... deja de llorar... - tragó saliva, notando la garganta muy seca. Le partía el corazón escuchar a su novio llorar al otro lado del teléfono. Apretó el puño, tomando aire. - Near, voy a cambiar el billete de ida a Irlanda. Me plantaré allí esta misma semana. 


Se quedaron en silencio unos segundos. Near sintió un alivio inmenso ante aquello, realmente, necesitaba a Beyond a su lado en aquellos momentos. 


-Está bien... ¿Me llamarás cuando hables con Lawliet?. - su voz se quebró un poco debido al pánico que sentía. 


-Si, cuando regrese de la casa de Light hablaré con él.


-¿Como afrontaré el tener que volver a clase?. 


-Ahora no debes encerrarte en casa, seria muy sospechoso que faltases a clase el día después de lo ocurrido. Tienes que ser valiente, Near. Yo estoy contigo. 


-Vale... - estaba tan asustado, que el ruido que hizo su padre al llegar a casa le hizo sobresaltarse. - Mi padre ha vuelto del trabajo, debo colgar. Te quiero, Beyond... - lloriqueó de nuevo, apretando las sábanas con el puño muy angustiado. 


-Yo también. Te llamaré, ¿De acuerdo?. Intenta no pensar en nada, pronto estaré contigo. 


Se despidieron, entre silencios y palabras llenas de angustia. Beyond fue en todo momento paciente con su novio, llenándolo de palabras de apoyo y promesas de un reencuentro en los próximos días. Cuando al fin cortaron la llamada, el moreno apretó el teléfono con la mano, sintiendo como la furia y la ansiedad se apoderaban de todo su cuerpo. No podía creer que Near lo hubiese pasado tan mal en Irlanda a sus espaldas, y sintió la sangre hervirle de rabia cuando terminó contándole entre lloros, la paliza que le habían dado aquellos chicos de la universidad. Se vengaría, de una forma u otra les haría pagar el dolor que le habían causado al muchacho. 


Salió del dormitorio cuando la voz de Lawliet haciéndole carantoñas al perro llegó a sus oídos. Lo vio entrar en el salón y tomó aire, entrando justo después. 


-Eii. - Lawliet le saludó vagamente con la mano, dejándose caer sobre el sofá y dejando que el perro se subiese a su regazo mientras movía contento la cola. - Menuda cara llevas, ¿Ha ocurrido algo?. 


-Lawliet, quiero irme a Irlanda. - se apoyó en el sillón, moviendo nervioso los dedos sobre la tela. 


-Eso ya lo sé. - sonrió, sacándose un cigarro del bolsillo y encendiéndolo para darle una honda calada. Acarició las orejas de Chucho mirando la televisión. 


-No, quiero irme ya. Esta misma semana. 


Ahora si que centró su atención en Beyond, arqueando la ceja. 


-¿Y esa prisa repentina? Beyond, tienes el billete para dentro de una semana. ¿No puedes esperar o que?. 


-Por favor, Lawliet. Es importante. - se acercó a su hermano, sentándose a su lado como pudo en el borde del sofá. 


Miró durante unos segundos los ojos carmesí de Beyond, suspirando y acariciándole la cabeza de forma algo cómica. 


-Está bien, mañana iremos a la agencia para ver si podemos cambiar la fecha del billete. ¿Que os pasa a todos? Primero Matt y Mello se quieren largar y ahora tú quieres irte ya. Me abandonáis. - falsamente, puso morritos, haciendo sonreír un poco a su hermano. 


-Gracias... - desvió la mirada, intentando fingir que no pasaba nada especial. Le había prometido a Near que jamás diría nada de lo ocurrido. Sonrió como pudo y se puso en pie. - Voy a darme una ducha. 


Lawliet se quedó mirando de reojo como su hermano abandonaba la sala de estar, tumbándose mejor en el sofá y bostezando. Tenia que concentrarse en su nuevo empleo, dado que la amiga de Light había decidido contratarlo durante unos meses y eso ahora era bastante prioritario, sobretodo porque le tocaría ocuparse de los gastos del piso prácticamente solo. Quizás el mudarse con Light tarde o temprano, era una opción bastante viable. Suspiró cansado al pensar en aquello, ¿él viviendo con un novio formal?. Quien le ha visto y quien le ve. 


Matt irrumpió a la media hora con Mello en la sala de estar, cogidos de la mano y dándose besos por el cuello. Lawliet les miró, negando con la cabeza. Parecían sacados de una novela rosa. 


-¿Y a vosotros que os pasa?. 


El rubio elevó las piernas del moreno para ponerlas sobre su regazo, sentándose en el sofá. Elevó la mano, moviendo los dedos graciosamente frente al rostro de su amigo. 


-¿Ves mi mano? Dentro de poco lucirá una alianza de matrimonio tan grande como tu cabeza. 


-¿Eh?. - miró parpadeando al pelirrojo, que de brazos cruzados, sonreía contento. Y después volvió a centrar la atención en Mello. - ¿Es que estáis...?. 


-Aham. Le he pedido a este desastre que se case conmigo. - su sonrisa destilaba felicidad pura, algo que contagió a Lawliet. 


-Joder, felicidades, par de tortolitos pegajosos. Me pido ser el padrino. - les estrechó la mano y a Matt le revolvió el cabello, despeinándole. - Matt que cutre eres, anda que regalarle un anillo invisible... - se echaron a reír y Matt terminó tumbándose como pudo junto a su amigo. Tan apretados que estaban en el sofá que casi se deslizaban hacia el suelo. 


-¿Te pasa algo Lawliet?. - Mello le acarició los muslos, relajándolo. 


-Beyond, que quiere irse a Irlanda esta misma semana. - no pudo evitar bajar la mirada de forma triste. 


A pesar de que se había preparado a conciencia para este momento, no estaba listo. No estaba realmente listo para ver a su hermano pequeño marcharse de su lado. Y se alegraba enormemente de que al fin fuese feliz aunque eso conllevase vivir en otro lugar, pero eso no podía eliminar del todo el regusto amargo que sentía en el estómago. 


-Ah...santa mierda...todos me abandonáis. - se encendió otro cigarro, notándose algo ansioso. 


-Pero si nosotros vamos a estar muy cerca de aquí. - Matt le robó el cigarro, dándole una calada. - Te vas a cansar de vernos. 


-Ya, supongo. Eso si Light no me obliga a vivir con él. 


-¿Obligarte? ¿Es que no te lo has planteado todavía?. - el rubio le dio un pellizquito en la rodilla, sonriendo al ver su cara de frustración. 


-Seria como si Lawliet fuese una caza fortunas. - riendo, Matt enredó los dedos en el cabello del moreno. - Light está forrado y ahora con lo de los hoteles adquirirá mas poder. No tendrías que preocuparte del alquiler un tiempo, Lawliet. Y bueno, él te quiere. Se le pone cara de subnormal cada vez que te ve. 


Lawliet sonrió ante aquello, porque le hacia feliz cuando se daba cuenta de lo mucho que Light le quería. A pesar de lo ocurrido, habían conseguido construir una relación solida. 


-No me gusta aprovecharme de nadie. Yo solo quiero vivir tranquilo y conservar mi empleo actual, que me encanta, por cierto. 


-¿Y por que no le dices de alquilar un apartamento pequeño para dos?. Es Light, saltaría por un acantilado si se lo dijeses. - Mello miró la televisión distraído, bajando la mirada hasta su mano izquierda y sonriendo al imaginarse una alianza en el dedo. Sentía mariposas revoloteando en su estómago. ¿Como podía ser tan feliz ahora mismo?. 


-Quizás...quizás me lo piense. - suspiró, recuperando su cigarro y terminándoselo con rapidez antes de que al pelirrojo le diese por volver a robarlo. 


Todo estaba cambiando, sus amigos se iban, su hermano comenzaría una nueva vida... él mismo tenia una pareja estable, un trabajo normal y planes de futuro. ¿Que coño había pasado con ellos? ¿Cuando pasaron de ser unos perros extraños a personas mas o menos normales? Como fuese, el cambio, no le desagradaba en absoluto. 


 


--o0o-- 


 


-¿Lo llevas todo?. ¿Seguro?. - Lawliet le puso bien la chaqueta a su hermano, intentando no lloriquear. Le había obligado a abrigarse tanto que Beyond parecía un muñeco hinchable. 


-Que si, está todo. - bajó la mirada, abrazando de nuevo a su hermano quién le devolvió el gesto apretando de más. - Lawliet, me asfixias. 


Lo soltó a regañadientes, viendo como Matt ayudaba a colocar las maletas de mano cerca del control de equipaje del aeropuerto. Mello miraba hacia otro lado, apretando los labios porque no quería echarse a llorar. Las despedidas nunca le habían gustado. 


El vuelo de Beyond salia en breve, y todo había pasado demasiado deprisa ya que por arte de magia, habían podido cambiar el billete sin problemas dado las plazas libres del vuelo. 


-Llámame en cuanto llegues. - le tiró del cabello a su hermano, sin hacerle daño pero con algo de fuerza, como advertencia para que no se olvidase de algo tan esencial. 


-Joder Lawliet, que si. - quejumbroso, volvió a abrazar a su hermano, cerrando los ojos. - ¿Me echarás de menos?. 


-Pues claro, idiota. ¿Quién me va a sacar de quicio ahora?. 


-Bueno, yo me ofrezco voluntario. - dijo riendo Matt, que le palmeó el hombro a Beyond como gesto cariñoso de despedida. 


Beyond se separó a duras penas de Lawliet, suspirando y viendo como la gente que tomaba su mismo avión, comenzaba a pasar por el control de seguridad. Caminó arrastrando su maleta y miró de nuevo a su hermano y sus amigos. 


-Os echaré de menos.


-Cuídate, cosita linda. - Mello le guiñó el ojo seductoramente, algo que hizo tragar saliva al moreno y sonrojarse. 


-Ten cuidado con lo que haces, o iré a buscarte yo mismo a Irlanda. Ah, y dale mucha caña al culo de Near. - Matt, riendo, avergonzó a su amigo, que casi se obligó a taparse medio rostro con el cuello de la chaqueta entre maldiciones. 


-Llámame cuando llegues. - la voz de Lawliet se quebró un poco, mordiéndose los labios al ver como su hermano asentía y caminaba para pasar el control, alejándose a los pocos minutos hasta dejar de ser visible desde donde estaban. - Joder... - bajó la mirada, restregándose el dorso de la mano por la mejilla, sintiéndose idiota por estar llorando. Iban a verse pronto pero era su hermano, al fin y al cabo. Su otra mitad. 


-Venga Lawliet, vamos a tomarnos un café y algo dulce, ¿Quieres?. - Mello le sonrió con suavidad, dándole un beso fugaz en la mejilla. 


Asintió y los tres echaron a caminar hacia la salida del aeropuerto, guiados por Lawliet que les iba a llevar a su cafetería preferida, dispuesto a comerse unas magdalenas de chocolate hasta que le reventase el estómago. 


 


--o0o-- 


 


-¿Y bien?. - Light se cruzó de piernas, sentado en la butaca de cuero negro de su reciente oficina hotelera. 


Había comenzado hacia relativamente poco a encargarse de dirigir junto a las indicaciones de su padre, los hoteles de lujo que se habían inaugurado en la ciudad. Y estaba poniendo toda la carne en el asador, demostrándole que a pesar de su reciente inclinación sexual, estaba mas que capacitado para ejercer el poder como jefe. 


Soichiro revisó por enésima vez los informes, buscando un fallo, el que fuese. Uno que pudiese echar por tierra el esfuerzo de su hijo, pero nada, no había nada. Light era preciso y firme, un jefe estupendo que pese a su juventud, no había decepcionado a nadie. Y por dentro se sentía realmente orgulloso de que estuviese a la vez sacándose la carrera universitaria con altas notas y matrícula de honor. ¿Que importaba si era homosexual? Soichiro cada día, se hacia mas esa pregunta. 


-Bien, todo en orden, Light. - le miró a través de sus gafas, suspirando. - Buen trabajo, hijo. 


Light sonrió feliz, hacia mucho tiempo que la palabra “hijo” no sonaba tan bien de labios de su padre. Pues desde que se había enterado de la relación que mantenía con Lawliet, su actitud había sido fría y distante, pero parecía aflojar cada día gracias a su duro esfuerzo por dirigir todo sin problemas. 


-¿Entonces?. ¿Me cedes el control absoluto?. - apoyó los brazos en la mesa, mirando a su padre en silencio. 


-Si, Light. Te cedo el control y me vuelvo a Italia con tu madre. - se masajeó la sien, sabiendo que ahora ya no había vuelta atrás. - Con respecto a...ese... 


-Lawliet, papá. Se llama Elle Lawliet. Y es mi novio.


-Si...eso...Lawliet. Parece que tu madre se ha tomado mejor la noticia que yo. ¿Por que no...le invitas a venir a Italia unos días?. - soltó el aire que había retenido en los pulmones, odiando un poco a su esposa. ¿Que pensaría la gente cuando viese a su hijo junto a ese desgarbado de profundas ojeras?. 


-Se lo diré, pero él no es demasiado familiar. - desvió la mirada, imaginando la negativa rotunda del moreno ante la perspectiva de sentirse incómodo en Italia, siendo juzgado por los Yagami. 


-Oye Light, no es por inmiscuirme pero... ¿Estás seguro de que ese chico es legal?. Bueno, eres un Yagami, nuestra fortuna es algo innegable. 


Light apretó un puño, intentando relajarse. Que su padre insinuara que Lawliet iba con la intención de aprovecharse de su dinero le ofendía enormemente. De toda la gente que el castaño había conocido a lo largo de su vida, el moreno no era precisamente un trepa social. Es más, odiaba cuando salían a cenar y Lawliet pagaba siempre su parte de la cena. Nunca le dejaba invitar ni le pedía regalos ni cosas materiales. 


-Es una buena persona, si pusieses un poco de empeño en conocerle te darías cuenta de ello. Toda mi vida me he rodeado de gente aprovechada, que solo veía mi cartera económica y buscaban sacar beneficio. Incluso llegué a pensar que no quedaban personas en el mundo sinceras y buenas. Hasta que llegó él. Así que te agradecería que en mi presencia no usases tus “elegantes” insultos. 


Soichiro le miró durante unos minutos, sopesando sus palabras. Maldita sea, realmente, su hijo se había enamorado. 


-Está bien, perdona, hijo. - se puso en pie, llevándose la copia de los informes. - Llama a tu madre, ¿Quieres?. Nos vemos en unos días para terminar de firmarlo todo. Y...buen trabajo. 


Se despidieron con un abrazo que duró algo mas de lo normal, quizás porque ambos habían añorado aquella relación de padre e hijo que se había visto quebrada por algo tan bonito como era el amor hacia otra persona. Cuando su padre salió de la oficina, Light se dejó caer de nuevo sobre la butaca, echando el cuello hacia atrás y sonriendo levemente. 


Quería a su Lawliet. Lo quería mas que a nada en aquel jodido mundo. Y recordaba el día en el que le conoció en aquella cena familiar donde aun estaba de noviazgo con Misa. Se rió de si mismo, masajeándose el puente de la nariz. Era un niño mimado, aunque ahora aún lo era pero había madurado gracias al moreno y su grupo de amigos. Ellos le habían enseñado a querer sin prejuicios, a divertirse y sobretodo a que los detalles insignificantes son los que marcan la diferencia. 


Se comería a besos a Lawliet en cuanto lo viese. 


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