Hokage: Es cierto, tuve que curar muchas heridas cada vez que salíais a buscarlo. “Suspiro” Pero creo que es una persona que gracias a Naruto se podría reintegrar.
Sasuke entra por la puerta del despacho, azotando la entrada con fuerza. Se hizo el silencio. El aura de Sasuke no era precisamente conciliadora, si no amenazante.
Sasuke: Me da igual a que vengáis, no volváis a pisar la casa de Naruto.
A pesar de que su voz no daba pie a ninguna réplica, hubo algunos que intentaron dárselas, pero se callaron ante la voz de la Hokage y un gesto con la mano que ella hizo.
Hokage: Normalmente no actuaríamos de esa manera, pero era un caso de suma urgencia, uno que tu provocaste Uchiha Sasuke. Si no fuera por todo lo que ha hecho Naruto tu serías ejecutado por todos tus crímenes.
Sasuke: ¿Y no será que si me matáis ya no tendréis un gran juguete al que manejar para la guerra?
Hokage: No me gusta nada lo que estas insinuando Uchiha.
Sasuke: Naruto te considera como su abuela y sé que seguirá siendo así. Pero no creo que todos los de esta sala tengan nobles sentimientos, no soy ingenuo.
Gaara: En esta guerra no hay unas naciones que ganen y otras que pierdan. Es una alianza contra un enemigo común.
Tsuchikage: Sabias palabras Kazekage.
Sakura: Gaara tiene razón Sasuke, en esta guerra tenemos que pelear todos contra un enemigo común. Si los akatsuki quieren a todos los jinchurikis eso incluye a Naruto y lo perseguirán vaya donde vaya.
Sai: Aquí con sus amigos estará más seguro.
Sasuke lanzó una sonrisa burlona, pero antes de que dijese nada Kakashi puso su brazo sobre sus hombros de forma amistosa y comenzó a hablar.
Kakashi: Lo que tienes que hacer es ir a ver a vuestros amigos como en los viejos tiempos.
Sasuke: No voy a jugar a ser el amigo de todos y a pretender que nada pasó. Hokage, que vayan a revisar a Naruto, no podrá estar quieto por mucho tiempo más.
Hokage: Mandaré a alguien a que vaya mañana por la mañana.
Sakura: A mí no me importaría ir a revisarlo.
Hokage: Esta bien, encárgate tu Sakura.
Sasuke le dio una mirada amenazante, le daba igual que fuese su excompañera, pero había algo que no iba a tolerar.
Sasuke: Ven a una hora razonable.
Sakura: Cla-claro.
Sasuke se estaba marchando del despacho, cuando se percató de que lo seguían.
Sasuke: ¿Qué queréis?
Gaara: Quería ir a ver como estaba Naruto.
Sai: Yo también.
Sasuke: Él está bien, no os hace falta verlo.
Gaara: Naruto es nuestro amigo, así que vamos a ir.
Sakura: No te enfades Sasuke, yo también os acompañaré, será divertido.
Sasuke: No vendrá nadie.
Pero dio un poco igual lo que dijese y su aura amenazante, aquellos tres aun así lo siguieron, dejando unos metros de distancia para no enfadarlo más. Les dio curiosidad que el pelinegro no fuese directamente hacia el departamento de Naruto, antes pasó por un par de tiendas a comprar comestibles, en ese momento se percataron que la hora de la comida no se hallaba muy lejos. Sasuke entró al departamento y cerró la puerta tras él, aunque sabía bien quién venía detrás.
Naruto: (puchero) Te tardaste mucho Sasuke, estuve mucho rato esperándote aquí aburrido.
Sasuke: Fui al despacho de la Hokage.
Dijo mientras sacaba las cosas que había comprado de las bolsas.
Sasuke: Quería que mandaran a alguien para que revisasen tu tobillo.
Naruto se había preocupado al oír que fue al despacho de Tsunade-obachan, no quería decirlo, pero tenía miedo que algo malo pudiese haber sucedido. Una sonrisa salió al saber que Sasuke se portó bien y solo fue a eso. Unos golpes rítmicos se escucharon en la puerta.
Sasuke: Pero me siguió gente desagradable.
Gaara: (detrás de la puerta) Narutooo.
Naruto: ¡Es Gaara! Ábrele Sasuke.
Sasuke: ¿Es necesario? No me gusta que haya gente en nuestra casa.
Naruto: Me gusta que consideres esta casa como nuestra, pero al ser el hogar de los dos yo también mando, así que por favor abre Sasuke.
El Uchiha fue abrir la puerta a regañadientes, lo único bueno que había sacado fueron esos lindos ojos suplicantes y que dejase que aquella casa también fuese su hogar, aquello lo reconfortaba y le alegraba, pero no lo iba a demostrar. En estos momentos delante de su puerta, ya abierta, se encontraba la causa de su enojo y en lo que debía centrarse por ahora. Les puso cara de pocos amigos y les dejó entrar. Naruto al verlos les dio una gran sonrisa.
Naruto: ¡Hola chicos, me alegra veros!
Sakura: ¿Cómo esta tu tobillo?
Naruto: Bastante bien, estoy todo el día tumbado y aburrido.
Sus amigos se fueron acercando a él.
Sai: Estar quieto es complicado para ti, según he leído eso se llama ser hiperactivo.
Sakura: Jajaja, no me extrañaría que lo fuese.
Sasuke: “A mí tampoco, no puede parar quieto”.
Gaara: ¿Seguro que estas bien?
Dijo Gaara en un tono desconfiado y preocupado. No confiaba en aquel Uchiha, por muchos informes que escuchara, pensaba que todo aquello era un engaño.
Naruto: Claro que sí, solo es una torcedura Gaara, he pasado por cosas mucho peores dattebayo. ¿Por qué no os quedáis a comer? Sasuke iba a hacer espaguetis y cocina super bien.
Sasuke pone una voz grave y fría.
Sasuke: ¿Por qué tendría que hacer eso?
El rubio pone una voz inocente.
Naruto: ¿El que?
El Uchiha empezaba a perder la paciencia, algo que solo Naruto sabía sacarle de manera impecable. Una vena se formaba ya en su frente.
Sasuke: Cocinar para ellos.
Naruto: Pero siempre cocinas para mi sin enfadarte y nunca me pediste que cocinase nada.
Sasuke: “Es tonto, definitivamente es tonto”. Naruto, tú no sabes cocinar y te torciste el tobillo el segundo día que llegue aquí, por eso cocino y porque no quiero todo el día estar comiendo tu asqueroso ramen.
Naruto: ¡No te metas con mi ramen dattebayo!
Los demás veían la escena sin saber bien que decir, Sakura ponía una sonrisa raruna, aunque en el fondo estaba feliz de verlos pelear como siempre.
Sakura: “Ya están peleando como de costumbre” Va-vamos chicos no peleen.
El rubio estando sentado al borde de la cama, alzo ligeramente y con sus piernas, y coloco sus pies en el mismo borde, rodeando con sus brazos sus rodillas.
Naruto: Es que Sakura se metió con mi delicioso ramen.
Dijo con voz de niño llorica, intentando estando escusarse.
Sakura: Pero no puedes estar todo el día comiendo eso.
Naruto: Por eso quería comer los deliciosos espaguetis que prepararía Sasuke, quería que probaseis su comida para demostraros que cuidaba bien de mí.
Sasuke: (suspiro) ¡Ag! Está bien, pueden quedarse.
Naruto pego repentinamente un salto desde la cama y se tiró encima de Sasuke, que lo cogió al vuelo. El rubio instintivamente para no caerse enrollo sus piernas alrededor de su cintura, y sus brazos alrededor de su cuello, el pelinegro en principio no adrede agarró su culo.
Sasuke: ¡Te dije que no saltases más así!
Naruto: ¡Gracias Sasuke, eres genial!
Naruto le dio una gran sonrisa y lo abrazó fuerte.
Sasuke: “Es tan malditamente tierno, si estos cabrones no estuviesen aquí ya lo estaría poniendo en algún punto ciego de la casa, donde los ambus no nos viesen, y hacerle algo bien sugerente a este bien formado culo. Para que se te levanta.” Te podrías haber hecho daño, no lo vuelvas a hacer ya estas casi curado.
El zorrito se separó un poco de Sasuke para mirarlo a los ojos, pero en el momento en el que los vio fue consciente de lo que hizo, y de aquellos besos apasionados que habían sucedido esa mañana en el cuarto de baño, que apenas habían pasado unas horas y ya volvía a desear estar entre sus brazos, al ser consciente se avergonzó de lo que había hecho.
Sasuke al ver como las mejillas de Naruto empezaban a enrojecer le llenó de orgullo, pero inmediatamente pensó que aquel no era el momento, aunque amara la reacción de su pequeño. Si Naruto seguía reaccionando así en los momentos clave y su cabeza atolondrada no les ayudaba, algunas personas de las más perspicaces se darían cuenta de su relación y la parte del plan de la actuación quedaría totalmente fallada por parte de Naruto.
Sasuke: Lo ves, te volvió a dar fiebre.
Naruto: ¡No tengo fiebre!
Sakura se acercó y toco con dos dedos su cuello.
Sakura: Es cierto, le dio un poco de fiebre.
Sai: Creía que al tener al Kyuuby no tendría fiebre.
Sasuke: El Kyuuby no es algo de acción inmediata y es solo cuando hace movimientos bruscos, en unos minutos se le pasará. “Inteligente estrategia”.
Naruto: No soy un niño, estoy bien.
Sasuke acomodo a Naruto en la cama, pero el pelinegro empezó a hablarle cerca de él con las manos apoyadas aun en la superficie del colchón.
Sasuke: Efectivamente, no eres un niño, pero si quieres que no te traten como a uno no actúes de manera impulsiva como si lo fueses.
El Uchiha se reincorporó, poniéndose completamente de pie. Su mano acarició distraídamente los cabellos rubios de Naruto.
Sasuke: Quédate quieto mientras preparo la comida, puedes jugar a las cartas si quieres, pero no te muevas de la cama ¿entendido?
Naruto: Esta bien. “Me gustan como se sienten las carias de Sasuke”.
El rubio cerraba los ojos y se relajaba ante su toque.
Sasuke: “Parece un gatito siempre que hago esto. No te ablandes Sasuke que hay personas, haz la maldita comida”.
Apenas duraron aquellas caricias, si no más de medio minuto además del tiempo que habían estado hablando, pero solo eso bastó para que aquellas tres personas notasen algo. Sasuke fue directo hacia ellos, volvió a usar el tono de voz frío que le caracterizaba, junto con esa mirada intimidante.
Sasuke: Que no se mueva de la cama.