—¡NO ME TOQUES!— Kibum se apartó violentamente.
Jonghyun lo miró asustado, esa era una de las reacciones que se esperaba, pero aun así decidió arriesgarse a pesar del resultado. Después de años deseando hacerlo, por fin lo había hecho, por fin lo había besado, sabía que estaba mal, que aunque fuera correspondido su relación sería muy difícil, después de todo, veía a Kibum un par de veces al año, ya que vivía en otro país y por sobretodo el mayor impedimento era su relación sanguínea, Kibum era su hermano.
—¡¿QUÉ CREES QUE HACES JONGHYUN?!— la mirada de Kibum era indescifrable para Jonghun —¡si es una broma, no es para nada graciosa!
—¿broma?, esto no es un juego Kibum—no supo de donde logró sacar el valor para hablar, pero ya lo había dicho.
—¿te golpeaste la cabeza?, ¡somos hermanos!— los ojos de Kibum comenzaron a humedecerse.
—puede… puede que para todo el mundo esto está mal visto, pero no puedo evitar sentir esto por ti— llevo su mano derecha a su pecho y agarró con fuerza su camiseta —No se desde cuando comenzó, a pesar de que en estos últimos años a penas te he visto, me he dado cuenta de que, de una u otra forma te cruzas en mis pensamientos, siempre espero con ansias cuando vienes y me siento vacio cuando te vas. He intentado fijarme en otras personas, pero siempre llegan a mi cabeza los recuerdos de cuando éramos niños, ninguna de esas personas eran como tu, tanto en personalidad como en belleza. Dime, ¿que deberia hacer con estos sentimientos?— sin darse cuenta había comenzado a llorar y su voz apenas era entendible.
Pero lo que desato por completo su llanto, fue ver la expresión en el rostro de Kibum, en ese momento se rompió, comenzó a llorar con más fuerza, dejando que lleves gritos salieran de su garganta, pero poco importaba porque no era él único que estaba llorando, gruesas lágrimas recorrían sin parar las, ahora Rojas, mejillas de Kibum.
—idiota, ¿Porque me dices eso?— Kibum hacia él esfuerzo para que su voz sonara normal, pero su expresión y sus lágrimas no demostraban lo mismo.
—¿qué quieres que haga?, sólo te digo que esto no es una broma— dijo en medio del llanto con voz sumamente temblorosa.
— idiota, idiota, ¡idiota!— Kibum dejó de contenerse y se lanzó contra Jonghyun, abrazándolo como si tuviera miedo de perderlo— yo, yo también te quiero no sólo como familia, sino como algo más, por eso cuando me besaste, me asusté y…
Jonghyun no reaccionaba, aún no era capaz de asimilar lo que Kibum acababa de decir, solamente miraba la nada mientras tenía a Kibum entre sus brazos.
—Jonghyun, ¡Hey Jonghyun!— Kibum golpeaba levemente su mejilla para que volviera en sí.
Jong giro su rostro, quedando a centímetros del de su hermano —¿realmente me quieres como yo a ti?
A pesar de que Kibum tenía su rostro rojo por las lágrimas, para no le quitaban y un poco de su belleza y menos cuando una sonrisa tímida se asomaba en sus labios justo como en ese preciso momento.
—si, no estoy mintiendo— susurro ya que la distancia entre ellos lo permitía.
Jonghyun miraba embelesado el rostro de su amor prohibido, tenerlo tan cerca, poder tocarlo, ver su rostro apenas a un par de centímetros, había pensado varias veces en un momento como éste pero sentirlo era muy diferente a imaginarlo, no era una sensación onírica, sino algo real, tangible, prácticamente un sueño hecho realidad.
Ambos mostraban en sus miradas incontables sentimientos, los cuáles habían sido callados durante años. Kibum simplemente se dejó llevar, cerró los ojos y puso su cabeza de lado sobre el hombro de su primo. Jonghyun tragó duro paso de observar sus ojos a mirar sus rosados, esponjosos y hermosos labios, que minutos antes había sido capaz de probar por primera vez.
Lentamente comenzó a cerrar sus párpados, eliminando la mínima distancia que los separaba uniendo sus labios nuevamente, Pero esta vez en un beso donde ambos participaban, más que un simple roce.
Ambos eran partícipes del acto, después de tantos años tantos sentimientos de culpabilidad, el sentir que estaban completamente enfermos, todo eso quedó simplemente el pasado, olvidado profundamente dentro de ellos. En ese momento solamente querían disfrutar, olvidar todo lo que le rodeaba, todas esas preocupaciones y simplemente agasajarse con el contrario.
El beso comenzó a tomar cada vez más fuerza, más apasionante, mayor deseo, sensaciones que surgían desde el interior de sus cuerpos. De un momento a otro ya no se podía considerar un beso Jonghyun mordía desesperado la piel del cuello y clavícula de Kibum, ansioso de poder probar, degustar la blanca y suave piel, que más de una vez lo tentó.
En cambio Kibum se deshacía en suspiros, las manos de Jonghyun recorrían todo su cuerpo, tocando, acariciando suavemente como si se tratara de una muñeca de vidrio.
Siguieron así durante unos minutos más dejando que el calor de sus cuerpos subiera cada vez más, llevándolos a consumar su mayor deseo carnal.
Aquella visita por parte de Kibum, un día cualquiera sólo para ver a su hermano había culminado en una gran confesión por parte de ambos.
—¿Qué haremos ahora? tengo que regresar a Boston mañana— dijo Kibum mientras acomodaba sobre el torso desnudo de Jonghyun.
Jonghyun acariciaba con tal devoción cabellos rubios de su pequeño ángel, mientras sentía las leves caricias que esté repartida por su torso.
—puede que parezca una locura, pero… Ahora que estamos juntos no quiero desaprovechar esto, iré contigo a Boston, allí podremos vivir tranquilamente— Jonghyun alejo su mano del cabello de Kibum para tomarlo por el mentón y así poder mirarlo directamente a los ojos.
—¿estás hablando en serio? es realmente inesperado ¿que harás con tu trabajo, la casa, con todo? no se puede simplemente viajar a vivir a otro país así como así, necesitas muchas preparaciones de antemano—Kibum se encargó de recordarle que no sólo basta con desearlo.
—¡entonces iré por una semana! después de eso regresaré y arreglare las cosas, así cuando todo esté listo volveré contigo— volvió a generar un plan, pero esta vez con más sentido.
— eso no suena tan estúpido. Sería bonito poder pasar una semana a tu lado sin preocuparnos por nada, simplemente relajarnos—. Se acómodo melosamente sobre el torso el contrario.
Ese fue el inicio para ambos, de la relación sentimental más extraña que han llevado hasta ahora. Eran hermanos ese hecho nadie lo puede negar, ambos estaban conscientes de que se trataba de una relación prohibida, pero de igual forma decidieron correr el riesgo, seguramente distintos obstáculos se pondrían en su camino más adelante, pero ya sabían que se tenían el uno al otro para poder sobrellevarlos.