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No puedo hablarte porque eres apuesto. por Amilamia

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Notas del capitulo:

¡Hola a tod@s que me leen!

 

Primero que nada, quiero agradecerles por estar aquí, ya que es un momento muy especial para mí: Es la primera vez que publico un fic.

 

Pero antes que nada, quiero que conozcan unas cuantas cosas acerca de esta historia, y un poco de mi forma de trabajar, en cuanto escribir se refiere:

 

  1. Este fic, o la historia en sí, nació de la noche a la mañana, literalmente. Todo comenzó en una publicación de face (cortesía de Seventeen World) en donde DK (Seventeen) en Sukira reveló que no podía hablarle a Jaehyun (NCT U) (ambos fueron a la misma escuela), porque lo consideraba (considera, quiero seguir creyéndolo XD) muy atractivo, y eso lo dejaba sin palabras. Entonces a mí se me ocurrió dejar en un comentario una especie de sinopsis (random) de como si se tratara de una historia de amor. De ahí que varias personas empezaron a contestarme diciéndome que escribiera un fic de la nueva parejita <3. 
  2. Retomando el punto anterior, que me lo hubieran pedido o no, de todos modos lo iba a terminar escribiendo. Por lo tanto, no lo considero forzado. En el mismo instante que leí la publicación, pensé que debía escribir algo de ellos dos. Y más la idea de shippearlos me encanta :v jaja.
  3. Si bien, es la primera vez que publico un fic, ya sea aquí o en otro lado, lo cierto es que no es la primera vez que escribo uno. Aunque sí, los demás aún no están terminados o son puras ideas sueltas. Pero pienso hacerme activa en esta cuenta, publicando tanta historia se me ocurra a partir de ahora.
  4. Como es una pareja nueva, y por lo tanto no hay mucho material de dónde agarrar, la historia de Jaehyun y DK será seriada. O sea, solo publicaré en one-shots.
  5. La idea original fue modificada un tanto, ya que quise hacerlo, de cierta manera, lo más realista posible.

 

En fin, es todo lo que considero que deben saber. Quiero agradecer a todas las personas que le dieron like a mi publicación (XD) especialmente a: Camila Paloma, Exo Awa, Adela T Sanchez, Nilegu Lean, Seventeen World (principalmente), Anna Hdz, Tsuki  Yagami, Kingdom IceCream, Mildred Anny Ramirez Echarri, Paty Chan, Ariana Bello, Andrea López, Monica Lugo Rodriguez, Irina Xalli Azorin, Paola Ruiz Gonzalez, Kelly C. Santana, Olatz Quintana Fernandez, Camila Andrea, Belen Legua, Paula Jaqueline Jiménez Pérez, Share Miranda, Cintya Benites y Grace Montiel Salazar, quienes de forma directa o indirecta, me apoyaron para escribirlo, bueno, más que nada porque me pidieron zelda :v

 

Va dedicado a Paola, que sé que no te interesan mis shinos del sur, pero igual, siempre me apoyas en todo -3-

 

Espero que lo disfruten

`` ¡Ahí está de nuevo!´´

 

Era el primer pensamiento cada vez que lo veía en la escuela. Sus horarios no eran fáciles, después de todo, ambos eran artistas. Más concretamente, eran artistas que estaban sujetos a un contrato con empresas de entretenimiento.  Por lo tanto, eso requería tiempo, tiempo que no podían, muchas veces, otorgarle a la escuela, no porque no quisieran, pero eso era el precio a pagar a cambio de poder cumplir sus sueños.

 

Al principio no había sido tan complicado; solo eran las pequeñas ausencias de Yoon Oh, mejor conocido ya como Jaehyun, cortesía de estar bajo el brazo protector, y un tanto abrazador, de la SM Entertainment, y sus propias faltas, gracias a que estaba bajo el cobijo de Pledis. Después fue el debutar, de lo que pasaría a ausentarse un par de días por mes generalmente, para ahora faltar hasta una semana completa si era necesario. Para que, finalmente, ``el gigante de la industria de entretenimiento surcoreana´´ decidiera preparar aún más a su discípulo próximo a debutar.

 

La última vez que le vio fue dos semanas antes de navidad. Y ahora estaban próximos a graduarse.

 

Genial.

 

Si no fuera porque la escuela les exigiera de su presencia con exámenes y proyectos finales, ambos seguirían sin poner un solo piel en aquel sitio.

 

De repente sintió como uno sus compañeros le daba un toque ligeramente. Y ahí fue consciente de que no podía seguir en el marco de la puerta parado como idiota viendo a la nada, o eso creía él. Respiro profundo y después puso aquella sonrisa que siempre le caracterizaba, para irse a sentar a su lugar mientras saludaba a los que estaban por su pasó. El maestro no tardó en llegar.

 

Dokyeom aún no entendía por qué, después de todo ese tiempo, nunca ha cruzado palabra con Jaehyun. Bueno, casi nunca; el primer día de clases ambos se confundieron de aula y llegaron juntos a su correspondiente salón. De ahí solo intercambiaban palabras cada vez que había un proyecto en equipo o algo así. Pero eran contadísimas, con una sola mano, las ocasiones en que los profesores los habían puesto a trabajar juntos.

 

Nunca se había considerado como muy popular, pero nunca se le ha dificultado socializar. Al contrario de lo que todos le decían, él se consideraba muy tímido. Tal vez era aquella sonrisa que impresionaba, o su personalidad tan divertida que hacía reír a los demás, o puede que porque era uno de los mejores, por no decir que el mejor, cantante de su generación, que siempre tenía quien le buscara para pasar el rato.

 

Y seguía sin encontrarle una explicación, lo suficientemente buena y razonable, para todos esos años como compañeros Dokyeom nunca pudiera tratar con Jaehyun. ¿Pues que tenía de especial que los demás no tuvieran? ¿La empresa? Porque, obviamente, estar respaldado por la SM era sinónimo de ser lo mejor de lo mejor, si no que la ventas y ganancias hablaran. Pero a diferencia del más alto, él ya había debutado y, ahora, junto con su grupo gozaban de un éxito tremendo.

 

¿El talento? Sí, era cierto que para que la SM te reclutara, algo bueno tenías que tener. Canto, actuación, baile, tocar algún instrumento, rap, o solo ser muy atractivo. De cualquier forma, ellos se encargaban de hacerte un experto en casi todo, incluso si eso significaba morir en el intento. Y Jaehyun no había sido la excepción; su canto era defendible, la actuación entraba en sus planes y todo el mundo lo sabía, bailaba sin ningún problema, tocaba el piano sin ninguna dificultad, estaba capacitado para rapear, y no por nada siempre era persigo por alguna chica de la escuela. Pero él tampoco se quedaba atrás; como cantante era el mejor, el baile era uno de los lemas principales de su grupo, y tenía una belleza única. Eso más su alegre ser, combinada con su divertida personalidad, hacían de él una persona tan atrayente, que de inmediato querías hacerte su amigo.

 

¿Sus formas de ser? Puede que el más alto sea un tanto reservado, pero si se lo proponía, podía llegar a ser tan gracioso, igual o incluso más que él. Aparte de que era bien conocido por ser una persona que cuidaba y se preocupaba por lo demás, especialmente con los que eran más jóvenes que él. Nunca le vio ser tajante. Y Dokyeom jamás se ha considerado una mala persona. Todo lo contrario, siempre trataba de dar lo mejor de sí, aunque puede ser que ante situaciones desesperadas pudiera perder un tanto la calma, y volverse un poco insoportable. Pero sólo cuando la ocasión lo ameritaba.

 

¿Y entonces por qué no podía decirle un simple ``hola´´? ¿Por qué siempre que estaba a punto de hablarle, al final terminaba todo alborotado y nervioso, y simplemente se giraba para hacer que como que no había pasado nada? ¿Por qué se sentía raro cada vez que volteaba a verle?

 

Entonces… ¿Le gustaba?

 

No, eso era imposible. No, jamás. Ni pensarlo, ni de chiste.

 

Le gustaban las chicas, de cabello largo, piel clara, piernas largas…  En su escuela había algunas que encajaban perfectamente con su descripción. Es más, podría pasar ``la mujer de sus sueños´´ delante de él y quedar embelesado. Sí, porque incluso si nunca ha tenido una relación, no implicaba que más de una vez le haya gustado alguna chica, o se haya sentido atraído alguna vez por una.

 

Pero ¿Qué tanta diferencia había entre la atracción física por una fémina, y que uno de tus compañeros te pusiera nervioso solo con mirarte?

 

Esa era una cuestión que DK se planteó muchas veces. ¿Qué le gustaran los hombres? Convivir con otros 12 chicos casi las 24 horas del día, los 7 días de la semana jamás le trajo problemas. Es más, incluso entre ellos hacían competencia para ver quién era el visual del grupo, o quien tenía el mejor cuerpo; ganarse el voto de los compañeros para no quedar en último lugar a veces requería de medidas drásticas, como mimos, elogios y toda esa clase de cursilería que a Seokmin no le fastidiaba porque siempre lo ha visto como un juego. Pero ahí había una diferencia enorme; por mucho que Mingyu, Jeonghan, Vernon o Joshua siempre encabezan la lista ``visual´´, ninguno le hacía sentir como si hubiera una guerra mundial en su interior.

 

Aunque siendo sincero, últimamente ya no sabía qué pensar. Al principio lo había denominado como ``entrenamiento de skinship/fanservice´´ el que sus amigos a veces practicaban entre ellos, nada del otro mundo: todos los grupos populares lo hacían. Pero a estas alturas, dicha práctica pareciera que hasta necesaria se había vuelto, y más si, accidentalmente, descubrías en más de dos ocasiones a alguno de los miembros restregando su lengua con la lengua de otro. Como grupo nunca lo han platicado, pero era más que obvio que cierta tensión sexual se podía sentir en el ambiente, y como no, si con la agenda a punto de explotar por cada evento que debían cumplir, no podían darse el lujo de tener contacto con el exterior. Cuando eso pasaba, DK solía irse. No es que sintiera aberración, pero una cosa era quererlos a todos porque eran sus amigos, y otra era ser partícipe de una ``orgía´´ homosexual. Y más cuando veía como a veces, descaradamente, se manoseaban entre ellos, privada o públicamente.

 

Seokmin volteo a verle. Ambos se sentaban a la misma altura, lo más separados que sus lugares les permitían, como si estuvieran a extremos opuestos de la galaxia. Lo bueno es que Yoon Oh estaba distraído leyendo un libro, recargando su cabeza en la palma de su mano, mientras la luminosidad del sol pegaba en su, levemente, cobriza cabellera, haciéndole resplandecer completamente, como si fuera algún ser divino enviado a la Tierra.

 

Rayos, el hombre era demasiado apuesto.

 

Ok. Ese era un pensamiento que sonaba lo menos heterosexual posible.

 

Mierda ¿A quién quería engañar? El tipo era alto, musculoso, con muy buena cabellara, su piel era finísima y sin ninguna imperfección, tenía unos rasgos llamativos, una sonrisa tan cálida.

 

Y sus labios. Oh Dios…

 

A veces se preguntaba si, incluso, era real. Si no era algún sueño  o alguna ilusión de su mente. Pero eran precisamente lo momentos en que, cuando sus miradas se cruzaban, como en ese mismo instante, que estaba plenamente seguro de que aquel tipo era tan real como lo que había desayunado esa mañana. Si no, que la extraña sensación entre vértigo y adrenalina que sentía hablara por él.

 

Dokyeom al verse descubierto, hizo como si estuviera pasando la mirada por toda la estancia, para finalmente fijar su mirada en el pizarrón que tenía adelante. De nuevo volvía a sentirse estúpido. Tenía curiosidad por ver si aún le estaba observando, pero era más su vergüenza. ¿Y si Jaehyun, desde el principio lo había sorprendido viéndole sin que este se diera cuenta?

 

¡Ah! Si tan solo el tipo no fuera tan atractivo…

 

Entonces, como si hubiera sido el descubrimiento del año, no pudo evitar emitir un pequeño sonido, que más pareció como si un animal pequeño había sido atropellado. Fue perceptible en toda el aula. Sus compañeros voltearon a verle, algunos preocupados, otros curiosos.

 

-Lee ¿Alguna aportación interesante que quieras ofrecer a la clase? –el profesor le cuestionó, un tanto molesto.

 

-No, yo… Disculpe, es que pensé que había una avispa en el salón. No me gustan –esbozó una de sus mejores sonrisas, de aquellas que siempre le sacaban de apuros.

 

Las risillas controladas de sus compañeros le siguieron. Era bien conocido que el profesor Park tenía un carácter bastante difícil, pero a esas alturas los alumnos ya no se sentían intimidados, como para aguantarse la gracia de un pequeño chiste simple. Total, estaban próximos a graduarse, y el amargado profesor Park estaría libre de ellos por fin.

 

Si no fuera por el inminente fin de curso, el señor Park lo habría mandado a correr por toda la escuela. Esos niñatos se estaban poniendo más pesados e intolerantes. Pero lo único que quería era que todo eso se acabara pronto para, por fin, tener su muy merecido, y escaso, descanso.  Así que dio por finalizado el dialogo al rodar sus ojos, y regresar al pizarrón para terminar de explicar la clase.

 

Seokmin no pudo evitar sentirse orgulloso de haberse librado de un castigo. Y ahora, también, sabía la razón del por qué no podía acercársele a su compañero: Porque era apuesto. Anteriormente había leído que la gente se sentía muy intimidada ante una persona que era considerado como físicamente atractivo. Y el dichoso Jung Yoon Oh tenía todo lo necesario para ser considerado como tal. Ser apuesto, por los estándares de la sociedad, imponía respeto, miedo, supremacía, y asombro, principalmente para aquellos que no lo eran, o no se les consideraban como tal: al final, el ser humano siempre deseaba lo inalcanzable.

 

Como evidencia estaban las dichosas cirugías que se veían sometidos cientos de personas para alcanzar dicha ``perfección´´.

 

Después de todo, no tenía de malo tener la curiosidad de tocar su piel para ver si era suave como parecía a simple vista, o querer acariciar su cabello para ver si se sentía sedoso. Solo era curiosidad.

 

Una pequeña sonrisa brotó de sus labios ante su nuevo descubrimiento ¿Por qué no reconocer que una persona era atractiva? ¿Qué tenía de malo que un hombre le reconociera a otro lo atractivo que era? ¿No era eso lo que a veces las mujeres hacían entre ellas? ¿Era normal, cierto?

 

 

 

 

¿Cierto?

Notas finales:

Y eso es todo. Lo que más me gustó fue la última parte jojojo y les contaré: A la par que comencé a escribir el fic, (ayer en la noche) también escribí el último párrafo (Una pequeña sonrisa…). Hoy en la tarde salí con mis compañeros de la universidad, entonces, entre plática y plática, mis amigas y yo les preguntábamos sobre cosas que las mujeres hacemos con naturalidad y los hombres no, y alguien les preguntó si también reconocían la belleza o el atractivo entre hombres; ya saben, como cuando entre amigas decimos ``ah, esa chava tiene muy buen cuerpo, buen cutis, buenos rasgos, buenas curvas…´´ etc. Ellos nos dijeron que no, que eso ya era para ellos algo bastante raro (por no decir que homosexual) y que si alguna vez se fijaban en algo de otro hombre, no más era para criticar. Y yo me quedé de: impaktada mil. Porque era precisamente eso lo que quería reflejar en la parte final del fic. No sé si la sociedad varonil surcoreana sea igual, pero ya saben: hombres son hombres, aquí y en China.

De nuevo mi instinto varonil no me defraudó:3

Me habría gustado que el capítulo hubiera quedado más largo, ya que generalmente me gusta que haya mucho contenido. Pero mejor lo reservaré para el siguiente one-shot.

En fin, espero que les haya agradado. Muchas gracias.

Nos leemos para la próxima -3-


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