Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EunHae: "Crazy Possessive" por ZaffireHeart

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Pues bien, en el resumen está todo más que dicho, o eso es lo que creo jeje, pero pues bueno, se los vuelvo a aclarar nuevamente, debido a que me sobrepasé con las hojas para que sea un oneshot cofcof65hojacofcof decidí dividirlo en 5 partes, así que pues bueno, les dejo con este minific songfic xD

Notas del capitulo:

Pues ya sin mucho que decir, dejenme recordarles que "Los personajes no pertencen son propiedad de la SM.Entertainment."


Ahora sí, espero les guste y pues bueno;


LET'S GO! ¡A LEER! ♥

Crazy Possessive; Parte 1


Salíamos del club nocturno los tres abrazados riéndonos de cosas sin sentido, pues teníamos unas cuantas copas demás encima, pero a pesar de que nuestros sentidos estaban algo nublados, yo era el que más o menos tenía algo más de raciocinio que los otros dos, pues mi cuerpo estaba un poco más acostumbrado al alcohol debido a que yo era dueño de una bodega, no es cómo si me bebiera todo de ella, pero sí lo hacía bastante seguido, siempre por alguna razón u otra. Aunque en su mayoría se debía a que testeaba personalmente la calidad de mi producto.


Mi marca no era una de las más prestigiosas de todas, pero iba camino a serlo, y realmente estaba muy contento con ello. Pero en fin, ese no es el asunto ahora, yo siendo el más <<sobrio>> entre los tres, por así decirlo de una manera u otra, cogí las llaves del coche de mi mejor amigo, en el cual habíamos llegado, llaves que me dio a penas le colocó la alarma pues sin siquiera discutirlo, todos sabíamos que yo sería el conductor designado, y pues cómo pude, le quité la alarma, y cuando fui a abrir la puerta de atrás, vi cómo mi mejor amigo sonreía y frotaba su cabello sobre el cuello del tercero que conformaba nuestro trío inseparable, y que a la vez era mi novio. Noté que él sonrió aún totalmente borracho ante las cosquillas que de seguro el cabello de mi mejor amigo le causaba y sentí una pequeña molestia en el pecho, por lo que prácticamente, tiré a mi mejor amigo en el asiento de atrás de su propio coche y este rio divertido también dando a conocer su estado de total ebriedad. Suspiré y ahora sintiéndome levemente más liviano, pude manipular a mi novio para que lograra subir adelante, conmigo, cómo debía ser. Le coloqué el cinturón de seguridad como pude pues la vista también me comenzaba a fallar un poco pero no tanto y logré conectarlo, ahora fue él quien hipó y rió traviesamente debido a los efectos del alcohol, yo ya no sentía más esa extraña necesidad de reír por nada, y me mantuve serio y en silencio durante esos pocos minutos que me llevó acomodarlos a ambos.


Una vez que logré ubicarlos a ambos, me erguí fuera del coche de su dueño y suspiré en lo que estiré mi cintura hacia atrás, el fresco de la madrugada me despejó un poco más e incluso me tentó a encender un cigarro, pero opté por suspirar e irnos a casa lo más rápido posible, pues también estaba cansado.


Di la vuelta y me subí en el lado del conductor, y ambos borrachines ya estaban entre dormidos, por lo que sonreí y encendí aquel auto que era tan silencioso y sigiloso que daba gusto utilizarlo, encendí la radio suavecita, para no perturbar su sueño y comencé a manejar despacio por la ciudad, viendo como las luces iban pasando mi rostro una y otra vez, esa vista me relajaba, y de cierta manera no era bueno, pues mis ojos comenzaron a pesar más de la cuenta, pero por suerte mi, o mejor dicho nuestro departamento no quedaba muy lejos del lugar, y en eso de tal vez, 10 minutos, ya estábamos allí. Lo estacioné cuidadosamente en el garaje de nuestra casa, y por suerte al ser lo suficientemente espacioso como para otro coche, el cual aún no teníamos pero pronto llegaría, los desperté y quise llevarlos a los dos al mismo tiempo, pero me fue imposible, por lo que primero logré que quien estaba detrás casi desmayado saliera y se tendiera en el sofá cama del living y allí quedó, suspiré algo resignado, le quité los zapatos y el sweater, para luego colocarle un acolchado y le dejé allí, cómo cayó quedó. Por lo que suspiré una vez más, pues realmente era pesado en casi peso muerto, bostecé grotescamente y  despeinando los cabellos de mi nuca, volví al garaje que gracias a dios conectaba con la casa internamente y volví por mi novio.


Él sonrió al oír mi voz susurrante y al haberme inclinado para liberarlo del cinturón se prendió de mi cuello, haciéndome casi perder el equilibrio, pero logré mantenerme y erguirme, él seguía aferrado a mi cuello como niño dormido que era transportado de cama de sus padres a la suya y pues bueno, yo sonreí, no podía evitarlo, lo sujeté de la cintura con una mano mientras cerraba la puerta de aquel Audi A5 color azul oscuro de mi mejor amigo y le coloqué la alarma, la cual por suerte tampoco hizo ruido, sólo un pequeño juego de luces y finalmente ingresamos a la casa.


Dejé la llave sobre la mesa, lugar dónde siempre habíamos acordado con mi mejor amigo y con un nuevamente <<travieso>> novio al comenzar con sus risitas, pasamos de largo por el living, dirigiéndonos hacia nuestra habitación, hacia nuestra cama, y ver aquel mueble allí, tan mullido realmente me hizo descender el cansancio de golpe, quité las sábanas rápidamente con una mano, mientras la otra aún la tenía en la cintura de mi novio y una vez estuvo listo, lo incliné suavemente y lo acosté, quitándole esta vez más prendas, sus zapatos, pantalones apretados, chaqueta y camisa, dejándolo sólo en bóxers, medias y camiseta de tirantes, pues lo demás realmente estaba impregnado con el olor a alcohol y humo de cigarrillo del ambiente en general, él prácticamente gimió de gusto, al sentir la cama mullida, limpia y fresca, y de inmediato también colapsó, yo suspiré y volví a bostezar mientras mis ojos ya no podían mantenerse por más tiempo abiertos, besé su frente, acaricie su rostro y acomodé algunos de sus preciosos cabellos y yo finalmente accedí a desvestirme y también meterme en la cama, pero realmente ese olor a alcohol me molestaba, por lo que resignado, junté las prendas de mi novio junto con las mías y las coloqué en la lavadora, mientras yo abría mi armario y buscaba una camiseta y un nuevo bóxer, me fui a dar una ducha rápida, para despejarme y relajarme a su vez, y una vez que salí de allí, sí, pude finalmente saborear y deleitarme del placer que me ocasionaba sentir mi cama debajo de mí.


Suspiré también de puro placer, y girándome hacia mi novio, le abracé y me dormí segundos después, pues sí que había sido un día agotador hoy. O mejor dicho ayer considerando que ya eran casi cerca de las 4 de la madrugada.


 


~Al otro día~ 10:50 a.m~


De repente desperté al sentir la cama vacía y unas voces muy jubilosas en la cocina, refregué mis ojos para acostumbrarlos más rápido y con pocas ganas salí de la cama, me coloqué una pequeña bata, que usaba siempre que salía de la cama, por costumbre, pues tranquilamente podría salir con mi pecho al descubierto, pero realmente no me apetecía pues tenía algo de frío, así que ajusté mi bata color negra y rascándome la nuca mientras aclaraba un poco mi garganta me dirigí al baño primero, lavé mi rostro, enjuagué un poco mi aliento, lavé mis dientes rápidamente y ya más despierto, finalmente me dirigí a la cocina, en dónde vi a mi novio intentando sacar algo de las alacenas pero que no llegaba por ser un poco más bajito que mi mejor amigo y yo, pues bueno, éste último sonriendo, detrás de mi novio estiró el brazo acorralándolo levemente contra su cuerpo y mesada y bajó el azúcar que al parecer era lo que estaba buscando.


DongHae, cómo se llamaba mi novio, se giró levemente para verle y le sonrió agradeciéndolo, a lo que mi mejor amigo SiWon, asintió y le entregó el recipiente con el azúcar mientras le miraba con una extraña sonrisa, era demás cálida y amable, le sonreía casi de la misma forma en que lo hacía yo. Fruncí mi ceño por instinto y carraspeé mi garganta.


-Parece que llego tarde a la fiesta. ¿De qué me perdí?-


Proferí de repente, sacando a ambos de sus mundos mientras me acercaba, y vi cómo DongHae zafaba sin ningún problema de los brazos que lo rodeaban y que de seguro no había notado y se acercaba a mí con una sonrisa más que brillante.


-Hola amor, buen día. ¿Cómo dormiste?-


Me saludó dulcemente como si nada mientras me besaba en los labios inocentemente, cosa que me encantaba, pues realmente parecíamos una pareja de recién casados, común y corriente. Yo sonreí sin poder evitarlo y mis manos se dirigieron a su cintura por mera inercia y le volví a besar una vez más para luego contestar.


-Bien, pero tenía algo de frío sin ti a mi lado.-


Le dije endulzando mi voz, olvidándome por completo de que SiWon aún seguía allí y de seguro nos estaba mirando más que sorprendido. Pues nosotros no éramos mucho de mostrarnos tan melosos y acaramelados en público, no porque no quisiéramos o tuviéramos vergüenza, sino que era simplemente para no incomodar a aquellos que nos acompañaban, aunque casi siempre era SiWon quien más presente estaba en nuestras vidas.


-Amor~, me hubiera quedado pero tenía algo de hambre.-


Me habló él ahora más bajito, mientras nos sonreíamos, apoyábamos nuestra frente en el ajeno y nos balanceábamos levemente, yo sujetando a mi DongHae de la cintura quien se arqueaba levemente hacia atrás y él a mí del cuello, llevándome con él inclinándome un poco hacia delante.


-Yo, creo que debería irme.-


Justo después de oír aquella voz algo tímida e incómoda ambos nos separamos lentamente volviendo a la realidad de que no estábamos solos y mi novio se disculpó con él, saliendo de mis brazos, para terminar de aprontar aquel café que realmente se veía delicioso en lo que volvía a intentar sacar una taza más, de la alacena de arriba y vi que SiWon tenía intención de hacer lo mismo que antes, pero le detuve.


-No, déjalo SiWon, ya se la alcanzo yo, tu siéntate allí, eres nuestro invitado.-


Hablé con mi voz lo más amable posible, aunque esa opresión en mi pecho que me causó verlo cerca de mi DongHae, me lo impidiera un poco, sonreí lo más natural posible, y él asintió y volvió a su lugar algo decepcionado por lo que pude percibir y eso tampoco me gustó nada.


-No me molesta ayudar aunque sea en algo mínimo, ustedes siempre terminan dándome asilo cada vez que salimos a beber.-


-No te preocupes SiWon, no es nada, ahora será mejor que desayunemos, nos espera un lindo fin de semana de campamento.-


Aunque esa idea ya no me parecía tan genial como hace una semana atrás, cuando de la nada surgió la idea y lo habíamos planeado.


-¡Estoy tan emocionado!-


Comentó realmente excitado mi novio, pues realmente a veces se comportaba como un niño pequeño, pero era aquello lo que me había enamorado y lo que me llevó a declarármele y milagrosamente ser correspondido., bueno eso y otros asuntos más que no vienen al caso ahora.


Él se acomodó en la mesa, realmente demás eufórico e hiperactivo, mientras repartía las tazas a casa uno de nosotros y colocaba las tostadas junto al tarro de mermelada, sonreí y le agradecí el servicio a lo que SiWon me imitó y comenzamos a desayunar los tres en lo que DongHae seguía sonriendo resplandecientemente.


-Hace tanto tiempo que no voy de campamento, que no interactúo con la naturaleza, realmente va a ser una experiencia muy bonita, y me vendrá bien cambiar un poco de aire de esta jungla gris y angular, ya comenzaba a sentirme sofocado a decir verdad.-


DongHae era farmacéutico, mientras que SiWon era inspector de seguridad e higiene laboral, era quien controlaba la calidad de los alimentos y las condiciones de los trabajadores y todo eso, fue por su trabajo que lo conocí, pues cómo les dije, tengo a cargo una bodega que fabrica vinos propios y otros productos, y pues él era quien se encargaba de decir si estábamos autorizados o no, para seguir en la carrera y para distribuir nuestro producto, hasta que finalmente nos hicimos amigos, y pues aquí estábamos, los tres compartiendo un desayuno junto. SiWon no veía mucho a DongHae debido a que está en otro rubro totalmente diferente, pero últimamente comenzamos a salir mucho más seguido los tres y pues bien, aquí el resultado…


-Entonces realmente te sentó bien la idea que propuse en broma pero que al final terminó concretándose.-


Una vez más esa voz cálida, al igual que su sonrisa, y esa mirada diferente a la de siempre, yo justo estaba bebiendo de mi taza, pero le observé de reojo, no era la primera vez, y ya comenzaba a sentir que mi corazón latía un poco más rápido, no me gustaba este sentimiento, no quería ser paranoico, pero estaba comenzando a serlo.


 


 


Una vez que hubimos desayunado, él se despidió, y diciendo que volvería a su casa para cambiarse y aprontar sus cosas para luego volver a buscarnos, nos dio un poco de tiempo a solas, tiempo que realmente no desperdiciamos, y no, no en ese sentido que piensas pervertidos,  sí, hubieron besos, caricias y sonrisas furtivas por ahí, pero nada más, el resto del tiempo lo aprovechamos aprontando nuestro pequeño bolso de cosas necesarias para acampar un fin de semana, y para organizar mejor las cosas que ya habíamos anotado debíamos llevar, que gracias al cielo, se le dio a DongHae por anotar en ese preciso momento, porque sino ahora, hubiésemos aprontado sólo la mitad de las cosas.


Luego de unas pocas horas, él terminaba de acomodar y limpiar algunas cosas de la casa como limpiador compulsivo que era, y sentimos su móvil sonar, el atendió, era SiWon avisando que estaba en camino y minutos después sentimos los bocinazos fuera de nuestra casa. ¿Desde cuándo SiWon llamaba a mi novio?


Él dio un saltito de emoción y alegría y tomando algunas cosas se apresuró por salir, y sabía que su apuro se debía a su emoción, pero yo por un momento creí que era ansiedad por volver a ver a SiWon. Mordí mi labio inferior ante aquel pensamiento y tomando el resto de las cosas, como la pequeña carpa, una pequeña heladera y un bolso de cosas realmente vitales, salí un poco más parsimonioso que él, estando ahora no tan convencido de llevar aquel proyecto a cabo.


DongHae ya estaba sentado gracias al cielo en el asiento de atrás, mientras que SiWon fuera del coche con el maletero abierto inclinado esperando por mis cosas, le hablaba nuevamente con esa sonrisa que tenía, que debía admitir era realmente bonita, comenzando a nacer en mí, algunas inseguridades, que hasta ahora no tenía. ¿Pero cuando cambiaron las cosas? ¿Desde cuándo DongHae y SiWon parecían ser tan cercanos?


Negué disimuladamente ante aquellos pensamientos y le entregué las cosas a SiWon con una sonrisa leve algo falsa mientras asentía y él me imitaba en respuesta, mientras cogía las cosas y las acomodaba en su coche. Una vez terminé de pasarle la última cosa, de inmediato ingresé en el coche también en la parte de atrás, obviamente para hacerle compañía y cuidar a mi cara de pececito hermoso.


-¡Hyukkie, estoy tan emocionado en verdad! ¡Ya no puedo esperar!-


-Yo tampoco.-


Le contesté intentando contagiarme un poco de su euforia, pero me era algo imposible, no luego de comenzar a pensar en esas cosas, que sabía eran infundadas pero que de todas maneras no pude evitar creerlo.


SiWon cerró el maletero y el sonido muy cerca de mi oído me sacó de mis pensamientos, y volvía a la realidad en lo que justo en ese momento él subía y nos vio a ambos atrás.


-¿Me dejarán sólo aquí adelante? ¿No quieren ser mi compañero de navegación, quien me indique en el mapa el camino al tesoro?-


Cuestionó divertido mientras nos miraba a ambos, pero más a DongHae según mis ojos, o quizás lo estaba imaginando.


-¡YAAY! ¡Yo lo haré! ¡Qué divertido!-


DongHae afinó su voz un poco, como si se tratase realmente de un niño pequeño y salió del coche, yo me le quedé mirando, él notó que en mis ojos se transmitía un claro, “Noo, no te vayas”, por lo que sonrió e ingresando nuevamente agachado en el coche pues ya había salido, y me besó fugazmente.


-No me mires así, estaré delante de ti, tengo una misión importante que cumplir.-


Habló con aquella voz tan dulce y hermosa, en lo que me guiñaba un ojo siguiendo con aquel juego que SiWon había iniciado, y a pesar de que quería tomarlo del brazo y decirle que no me importaba aquello. Que su misión, su única y verdadera misión era hacerme feliz, pero en cambio, sonreí levemente y asentí, tragándome todo mi malestar que ya realmente me comenzaba a desesperar. Estaba celoso joder, los celos me estaban matando.


-Bienvenido copiloto Lee, se nos ha encomendado una gran misión y usted está a cargo de guiarme, así que dependo totalmente de usted.-


-¡Sí! No se preocupe capitán, puede confiar en mí, ¡Let’s go!-


Elevó una mano lo más que podía antes de que el techo se interpusiera entre él, y ambos rieron como dos idiotas, yo estaba serio, con la mirada perdida en la nada, en la puerta de mi casa, a la cual quería regresar con DongHae y reafirmar mi lazo con él, mi compromiso a amarlo y respetarlo tanto en las buenas como en las malas… Suspiré cansino.


-¿Qué sucede Hyuk? Hoy estás algo raro, ¿aún te dura la resaca de anoche a pesar de que has sido el que menos bebió?-


SiWon rió ante aquellas últimas palabras en lo que DongHae tampoco pudo evitar liberar una risita ante aquel comentario, lo cual me hizo sentir totalmente desamparado, pues en vez de defenderme, también se burlaba de mí, no es cómo si realmente fuera la gran cosa, pero ya comenzaba a pensar cualquier cosa.


-Tal vez.-


Me resigné a contestar, con la esperanza de dar por zanjado el tema, y ante la seriedad de ambos por mi respuesta, se miraron, pues los vi de reojo y volvieron a ser los serios de siempre. Genial HyukJae, haz arruinado la diversión y el ánimo de tu otra mitad, discúlpate y deshazte de estos celos estúpidos que están comenzando a carcomerte.


-Yah~ lo siento, sigan jugando, no me hagan caso, quizás si aún estoy algo mal por el alcohol de ayer.-


Justifiqué luego, intentando sonreír para quitarle un poco de seriedad a ese ambiente serio y lúgubre que se había formado por mí culpa.


-¿Te sientes mal Hyukkie? ¿Estás descompuesto? ¿Quieres que lo dejemos para otro fin de semana?-


En ese momento, ambos miramos a DongHae, yo transmitiendo un “¿Qué? ¿De verdad?” mientras que SiWon decía un claro “¡No!”. Suspiré una vez más, odiándome por ser tan complaciente y servicial con los demás a tal punto de poner a los demás por sobre mí, que negué con la cabeza.


-No, estoy bien, también quiero cambiar un poco de aires, me vendrá bien.-


La mirada de SiWon se relajó notablemente y continuó manejando en lo que la mirada de DongHae no había cambiado aquella preocupación.


< “-No voy a arruinarte algo por lo que has estado esperando tanto, por mi culpa, no te privaré de algo que te hace realmente feliz Haenni.-”>


-En verdad honey, estoy bien, no te preocupes, guía a tu capitán hacia el tesoro.-


Sonreí lo más real posible, haciendo que finalmente DongHae sonriera levemente, creyéndome y sonrojándose un poquito, pues aquel <honey> lo usaba únicamente cuando estábamos intimando, era mi apodo más plagado de amor y cariño que podía decirle.


<Tu capitán> Sin embargo decir aquellas palabras, me hicieron doler un poco el pecho, pero me tragué esa sensación de acidez de mi garganta, e intenté mantenerme totalmente sereno y sonriente hasta que finalmente DongHae logró creerme, y nuevamente poco a poco, había vuelto aquel ambiente lúdico que SiWon y mi pececito habían creado.


 


 


Luego de casi media hora de conducir, ya habíamos salido de la ciudad, pues realmente queríamos ir a acampar casi al medio de la nada, pero a SiWon se le ocurrió detenerse en una estación de servicio a recargar combustible por las dudas y de paso comprar algunos snacks, mientras habíamos decidido cambiar de conductor. SiWon y DongHae ambos se bajaron para ingresar a la pequeña tienda, mientras yo me quedé en el coche, bajando solamente para cambiarme al asiento del conductor y vigilar que el hombre llenara nuestro tanque, SiWon me había dejado dinero, por lo que mientras se cargaba el tanque yo me dediqué a observarlos, DongHae se dirigió a la parte de los dulces que estaban delante del mostrador expuestos, mientras agarraba uno u otro mostrándoselos a mi mejor amigo, en lo que este sonreía y hablaba con mi novio, quería saber que se decían, pero no habría manera de hacerlo, por lo que sólo me dediqué a seguir observando ya apretando mi mandíbula más de la cuenta, hasta que casi realmente lastimo mi mejilla interna al morderla tan fuerte por ver la escena que vi.


DongHae se había apoyado en el mostrador dándole la espalda al vendedor observando lo que creía serían las bebidas frente a él, pero allí frente a él se encontraba SiWon, acorralándolo entre sus brazos y cuerpo una vez más, en lo que supuestamente le pagaba al vendedor, y mientras éste al parecer le daba el vuelto, él había colocado una mano a un lado del cuerpo de DongHae apoyándola en el mostrador, tapándome un poco de su cuerpo. Me acomodé en el asiento a punto de salir de allí y separarlos, pero justo en ese momento el que estaba encargado del combustible se puso en frente tapándome la visión por unos segundos, segundos que desespere y realmente quería correr con violencia al empleado pero me controlé y conté apresurado el dinero que me pidió y se lo entregué, agradeció y se retiró mientras asentía, yo asentí en silencio moviendo mi cuello de un lado a otro como si transmitiera un claro, < “Bueno, sí, sí, como digas, ahora quítate, hazme el favor, maldición”> La visión nuevamente volvió y aún seguía SiWon frente a DongHae bastante pegado para mi gusto, pero a DongHae no parecía molestarle su cercanía, sino todo lo contrario, SiWon había quitado sus brazos alrededor de DongHae, pero aún así, estaban demasiado cerca, y ver a mi novio sonriendo mientras hablaba mirando hacia arriba a SiWon y a este de la misma manera pero mirando hacia abajo me hizo hervir la sangre… ¡Qué DongHae era mío joder! ¡Aléjate de él, maldición SiWon!


 


“Creo que estoy loco


Creo que estoy enloqueciendo


Me dices loco


Pensé que te vi tocando a mi chico


¿Estás loco?


Tal vez debería llevarte afuera


Y mostrarte mi locura


Ooh, tengo tu locura”


 


Pasé mis manos por mi rostro intentando despejarme y deshacerme de aquellos pensamientos, no era nada de qué preocuparse, sólo estaban hablando, ¿pero que hicieron durante esos segundos que no los pude ver? ¿Se habrían besado? No, DongHae no parecía incómodo o sonrojado frente a él, además no serían tan descarados de traicionarme frente a mis ojos ¿cierto? No, DongHae me amaba y SiWon era mi mejor amigo y sabía que mi novio… era mi novio, por lo que no podía tocarlo ¿Cierto? ¿Ellos tenían códigos, cierto?


SiWon terminó de asentir por última vez y DongHae dio un saltito de alegría y finalmente salió del camino de SiWon y al parecer cogió unas tres pequeñas botellas de bebidas, parecían ser una Sprite y dos Fantas, mi pececito conocía muy bien mi gusto, sabía que amaba la Fanta. Sonreí esta vez un poco más tranquilo, al saber que al menos aún seguía pensando y acordándose de mí. SiWon volvió a pagar las bebidas y esta vez DongHae no estaba frente suyo sino detrás y una vez el vendedor les entregó las bebidas a SiWon y este a DongHae ambos finalmente se dignaron a volver.


Yo carraspeé mi garganta, intenté volver a mi actitud normal por así decirlo e intenté relajar ese dolor que ahora sentía en mis mandíbulas, en verdad que había estado apretando mis dientes con todas mis fuerzas sin haberme dado cuenta por un largo tiempo. ¿Cuánto exactamente? ¿A quién le importa? Lo importante ahora era que mi novio y mi supuesto mejor amigo se acercaban cada vez más. <Supuesto mejor amigo> Cómo me dolía comenzar a pensar así, pero realmente ya no sabía que pensar, esa llamada que recibió de él sin motivo aparente, me trastornó.


 


“Un poco confundido


Tal vez estoy perdiendo la cabeza


Creo que eres sospechoso


Sé que has estado llamando a mi chico


¿Estás loco?


Ahora voy a llevarte afuera


Y mostrarte mi locura


Ooh, tengo tu locura”


 


SiWon sube atrás para mi sorpresa sin decir nada, y para mi tranquilidad Hae sube a mi lado, respiré aliviado, le sonreí y acaricié su pierna para luego apretarla suavemente, a lo que él sonrío y acarició mi mano, pero luego volvió a su posición y yo coloqué el coche en cambio y arrancamos, siendo guiado nuevamente por mi pececito.


Luego de unos cuantos minutos más, vi que SiWon había terminado durmiéndose allí atrás con sus brazos cruzados y su cabeza gacha, era raro, pero me parecía guapo en aquella posición y si a mí me lo parecía, no quiero pensar a DongHae. Trague saliva nervioso y aprovechando que SiWon estaba realmente dormido, cómo quien no quiere la cosa, no pude aguantar más, y hablé.


-¿Y amor, cómo vamos? ¿Estamos cerca?-


-Sí, ya falta poco, quizás en 20 o 30 minutos más llegamos. ¿Por qué? ¿Estás ansioso también?-


No, en realidad no, estaba cansado más que otra cosa, pero cansado de luchar conmigo mismo desde anoche.


-Sí, un poco.- Sonreí hablando pasiblemente mientras apretaba levemente el volante bajo mis dedos, mintiéndole levemente. –Y dime, ¿de qué hablaban con SiWon en la estación?- Finalmente lo dije, finalmente lo pregunté.


-Toma el próximo desvío a la derecha. ¿Eh? ¿En la estación?-


Él, vi de reojo que me miró seguramente curioso y sorprendido ante mi cuestionamiento tan repentino, pero en verdad que necesitaba saber, necesitaba saber los motivos que SiWon tenía para acercarse tanto a DongHae.


-Sí, digo no sé, parecían muy entusiasmados hablando y me entró curiosidad.-


Intenté disimular mi incomodidad y molestias lo más posible, ocultándola en una sonrisa leve, pues no podía quitar la vista del camino, estábamos en la ruta, aunque increíblemente no venía nadie.


-¿Pues de que va a ser Hyukki? Del campamento por supuesto, estábamos hablando acerca de qué lugar era mejor para acampar, cuál tenía mejor vista y eso, según los comentarios en general de la gente que a veces escuchamos en la calle o en la televisión. ¿Por qué? ¡Es aquí! Dobla a la izquierda.-


Profirió él tan inocente como siempre, lleno calidez e inocencia, en verdad había veces que me preguntaba si DongHae quizás tenía algún problema mental o algo, para mantener esa inocencia y pureza aún teniendo la edad que tenía, siendo ya un adulto responsable.


-Sólo preguntaba bebé, como dije antes, era curiosidad.-


Sonreí ahora un poco más aliviado, pero aún SiWon me seguía manteniendo alerta. Doblé donde Hae me indicó y finalmente entramos en un largo camino de tierra, yo bajé la velocidad un poco por el tema de si había algún pozo o algo, aparte de que el camino levantaba mucha tierra.


-Ahora sí puedo decir que realmente estamos lejos de la ciudad, finalmente podremos respirar aire puro bebé.-


-¡Sí! ¿No es genial? Ya no veo las horas de bajarme y comenzar a armar la tienda, para así ponerme a cocinar el almuerzo.-


Profirió nuevamente emocionado mi otra mitad, en lo que yo comenzaba a buscar un lugar para estacionar, debido a que ya al parecer habíamos llegado, pues había un cartel enorme que indicaba zona de camping, había unos pocos autos más cosa que no me agradó mucho, pero no importaba, al menos era muchísima gente menos que a la que estaba acostumbrado a lidiar en mi día a día, y eso ya era un avance.


Despertamos a SiWon quien elevó la mirada adormilado, confundido totalmente desorientado lo cual me causó algo de gracia y sonreí inevitablemente, en verdad que no quería perderlo como mejor amigo, pero si las cosas seguían así, debería de tomar una decisión, y quizás para muchos no sea la mejor, pero no me importa, era mi vida y hacía con ella lo que quería, después de todo quien tendría que lidiar con las consecuencias sería yo y únicamente yo, así que la decisión ya comenzaba a rondar por mi mente, pero de a ratos quería quitarla por completo de mi mente.


SiWon me palmeó la espalda unas cuantas veces mientras me sonreía ya fuera del coche sacándome de mis pensamientos, en lo que intenté corresponderle con la misma sonrisa y asentí, ni siquiera sé por qué razón, pero lo hice y comencé a ayudarle a bajar las cosas, mientras DongHae abría sus brazos y miraba al cielo más que sonriente como si realmente hubiese estado en alguna prisión bajo tierra durante años y por fin saboreaba la sensación del sol tocando su piel, la pequeña brisa acariciándolo y el aire puro ahogándolo por dentro. Yo sonreí sin poder evitarlo, en verdad que lo amaba, y cada pequeña cosita de él, me hacía amarlo cada vez más.


Luego comenzamos a luchar contra las tiendas, pues éstas no se querían poner en pie, en esta ocasión debo admitir que era SiWon quien quizás tendría más ingenio para esas cosas, por lo que siendo ordenado por mi Hae de ir a buscar algo de leña al parque, asentí y me retiré contra mi voluntad, pues en verdad que no quería dejarlos solos, pero él se había ofrecido a ayudar a armar las tiendas, y pues bueno era guiado por SiWon ya que yo en verdad no tenía ni idea de ello.


Suspiré resignado y me digné y decidí a ir lo más rápido que se me fuera permitido, pues nada aseguraba de que tendría una pila de troncos, a medio paso del lugar que habíamos escogido con una hermosa vista al horizonte.


A medida que iba avanzando pasos y pasos, y cada vez me alejaba más de ellos dos, y no encontraba nada, una nueva imprecación salía de mi boca sin siquiera poder contenerlo. Me estaba poniendo realmente nervioso imaginándome cualquier cosa. Pues estoy seguro de que la mayoría cree que poseer imaginación era considerado un don, pero yo lo consideraba un arma de doble filo, puede ser tan útil como perra, carcomiéndote a ti mismo y haciéndote pensar y actuar de manera que tal vez no deberías, pero aún así no podrías evitarlo, justo lo que me está sucediendo en este momento, yo, yo en verdad que quería confiar en ellos, pero era SiWon quien me había comenzado a dar mala espina, y ahora la inocencia de Hae comenzaba a preocuparme. Pues temía que fuese arrastrado a algo contra su voluntad por iluso e inocente.


Finalmente de haber conseguido unas pocas ramas, volví de inmediato hacia el campamento ya no pudiéndome permitir darles más privacidad, pues en verdad que ya había sido un largo rato, ¿cuánto? ¿15, 20 minutos tal vez? ¿O más? No lo sé y no me importaba tampoco, quizás estas ramas no serían suficientes, y en caso de que no lo fueran, supongo que las tiendas ya estarán en pie y tranquilamente podría mandarlo a SiWon, con la excelente excusa de que él tenía <más experiencia>.


 


 


Cuando volví, algo agitado por la prisa que había tomado, casi se me caen las malditas ramas de los brazos cuando vi aquella escena que casi me detiene el corazón.


Mi DongHae estaba arrodillado casi en cuatro con un martillo en una mano, y la otra en la estaca, estaca que era sujetada por mi DongHae y encima de este la mano de SiWon, mientras que él también estaba casi en cuatro casi apoyando a MI DongHae.


Sentí cómo el rostro comenzó a acumular calor de ira y me acerqué a ellos a pasos agigantados y bruscos, tiré las malditas ramas cerca de ellos y les miré furioso, ambos se me quedan mirando más que sorprendido.


-¿Para esto me querían fuera del camino?-


Intenté hablar lo más calmado que pude pero la cólera emanaba por todo mi cuerpo y mis palabras estaban plagadas de ella.


-¿Qué, a que te refieres Hyukkie? No entiendo.-


Habló algo asustado y preocupado quien era más bajito que yo y dejó cuidadosamente el martillo sobre el suelo en lo que a su vez quitaba su mano de la estaca, que aún era acariciada por la mano de SiWon. Mi mirada prácticamente fulminó aquellas manos unidas y mi <amigo> cómo inteligente que era, quitó su mano de inmediato de la de DongHae y se puso de pie y en lo que carraspeó su garganta, y sólo en ese momento en que la mano de SiWon dejó la de DongHae, él se dio cuenta a lo que me refería y bajó la mirada poniéndose de todos colores.


-¿Ahora vienes a apenarte DongHae, cuándo prácticamente SiWon estaba sobre ti restregándose?-


Estaba cruzado de brazos, quería mantener la calma, pero una vez más mis palabras salieron ponzoñosas en lo que mi mandíbula no podía estar más tensa.


-¿¡Qué!? ¡Eso no es cierto! ¡Él sólo estaba explicándome cómo colocar la estaca!-


-¿¡Y era tan necesario que se pegara a ti, que se colocara sobre ti, tocándote para explicarte!? ¿¡No podías simplemente explicarle de parado, lejos de él!?-


Le miré primero a DongHae y luego a SiWon quien bajó la mirada, y cuándo hacía eso, era porque yo estaba teniendo razón y eso me hizo encabronar aún más.


Ambos estaban en silencio y yo terminé de explotar.


-¡CONTESTEN!-


Le grité por primera vez en mi vida a DongHae de esa manera tan violenta que no era propia de mí, pero es que realmente, los celos me estaban consumiendo. Si perdía a DongHae jamás sería capaz de encontrar a alguien que me ame tanto cómo él afirma, pero que ahora estaba comenzando a dudar desgraciadamente. ¡Joder yo no quería esto!


-Cr-creo que deberías de calmarte un poco HyukJae. Estás asustando a DongHae.-


Intentó apaciguarme SiWon con una voz realmente serena que en otra ocasión hubiese dado resultado, pero no era esta.


-¿¡Calmarme!? ¿¡Y justo tú me lo vienes a decir!?-


-Estás malinterpretando las cosas, yo a DongHae, realmente lo veo cómo a un hermano menor y por eso me comporto así con él.-


-¿¡Hermano menor!? ¿¡Un niño!? ¿Eso crees, así lo ves? ¡Pero no lo es SiWon! ¡Es un hombre, uno de 24 años y no sólo eso! ¡Es mi novio! ¡MIO! ¡No sé, si lo recuerdas!-


Pinche mi cabeza dolorosamente con dos de mis dedos, indicándole lo estúpido que me parecían sus disculpas.


Mi rostro, mis orejas, mi cuello y algo de mi pecho estaban totalmente rojos de la ira que realmente sentía, tenía ganas de tomar a SiWon de su sweater atraerlo hacia mí, y golpearlo hasta que olvidara su nombre, pero apreté mis puños y me controlé.


-¡Hyukkie! ¡Hyukkie! ¡Tranquilízate! ¡Por favor! ¡No me gusta verte así!-


Habló DongHae poniéndose en medio de ambos, suplicándome prácticamente que me detuviese, y me calmase, pero realmente mi ira era incontrolable, pero al verlo fugazmente y ver sus ojos brillantes, sabiendo que en cualquier momento podría romper en llanto, hizo que realmente me calmase tan sólo un poco, me di vuelta y le di la espalda a ambos.


Apreté mis puños aún con más fuerza, al igual que cerré mis ojos y tragué saliva. En verdad me odiaba, yo era capaz de hacer cualquier cosa por DongHae, me sentía capaz de hacer todo lo que me proponía, pero si había algo que no podía hacer, era… herirlo.


No había cosa que odiase peor que ver a DongHae triste o angustiado ya sea por mi culpa o algún otro factor externo, pero siendo ahora yo la causa en estos momentos, realmente me sentí cómo un idiota, un monstruo sin sentimientos ni corazón. Hacer llorar a DongHae no estaba en mis planes, y jamás lo estaría a menos que sea de felicidad, y ahora no lo estaba logrando. Me sentí aún más impotente, por llegar a este punto por culpa de mis estúpidos celos.


-C-creo que debería de ir a buscar más leñas.-


Hablé nuevamente luego de unos cuantos segundos o minutos de silencio y de ya no sentir mis dedos prácticamente de tan fuerte que apretaba mis puños.


-Hyukkie…-


Esa voz herida, me destrozaba en miles de pedazos, mi cuerpo se crispó ante aquel suave y dulce toque de sus manos en mis hombros, pero me aparté de ellos, no merecía el amor de DongHae ni su consuelo.


-M-mejor iré yo, lo siento.-


Habló otra voz tímida, identificándola de inmediato como la de SiWon y antes de que pudiera darme vuelta siento el crujir de sus pasos alejándose por lo que me relajé un poco y volví a sentir las manos de DongHae de las cuales esta vez no me aparte.


-Hyukkie, lo siento, por mi culpa estás así, si yo no hubiera insistido tanto en venir, tu no hubieras visto nada de esto, y yo no te habría hecho enojar tanto, lo siento lo arruiné con mis caprichos…-


-¡NO! No DongHae, ¡tú no tienes que disculparte por nada! Tú no tienes la culpa de nada, créeme, este es un asunto entre SiWon y yo, y quien debería disculparse en todo caso sería yo, por hacerte pasar por este mal rato.- Me giré y me digné a mirarlo un poco más seguro sabiendo que <el tercero en discordia> no estaba. Lo sujeté del rostro con dulzura volviendo a mi habitual actitud con él y acaricié sus mejillas una y otra vez con mis dedos pulgares. –Yo tengo la culpa de todo aquí, te traje aquí para que pudiéramos pasar un ameno tiempo de calidad juntos y felices, y nomás a penas llegamos discutimos y te digo cosas horribles, soy una bestia, perdóname bebé, perdóname en serio, pero es que te amo tanto, tengo tanto miedo de perderte, que la sólo mínima idea me vuelve loco, me saca de mis cabales y no me deja pensar con claridad, lo siento, lo siento tanto bebé, perdóname. Perdóname por hacerte llorar.- Comencé a disculparme una y otra vez cada vez con más desesperación en lo que apoyaba mi frente en la suya y él sujetaba mis manos mientras también las acariciaba cómo podía.


Quedamos ambos con nuestras frentes apoyadas entre sí mientras respirábamos algo un poquito más agitado de lo normal, por aquellos gritos anteriores, hasta que cerré mis ojos y besé sus labios efímeramente, una, dos, tres, cuatro, hasta que el beso se profundizó un poco más, él dejó caer sus manos inertes mientras yo deslizaba las mías a sus caderas por mera inercia y él con el pasar de los segundos y que la temperatura iba subiendo, volvió a elevar sus brazos para posicionarlos en mi cuello. Yo lo acerqué más y comencé a utilizar mi lengua haciéndolo jadear levemente, mientras él me correspondía con la misma intensidad. Yo me incliné un poco sobre su cuerpo mientras él también lo hacía pero hacia atrás haciéndome inclinar a mí aún más, pero luego no sé cómo, logró separarme dulcemente y cómo es que yo se lo permití.


-Hy-Hyukkie, Si-SiWon podría volver en cualquier momento.-


Susurró con miedo, mientras ahora tenía sus manos acorraladas entre mi pecho y el suyo y mis manos aún seguían en sus caderas.


Oír su nombre de los labios de mi novio no me gustó en lo absoluto, por lo que suspiré cansinamente en lo que intentaba asimilarlo y calmarme, pues realmente no quería causar más alboroto, ya había logrado recuperar un poco el ánimo de DongHae, pero estaba seguro de que con SiWon sería diferente, y me odiaba por no querer enfrentarlo.


-Lo sé.-


Fue lo único que atiné a contestar mientras besaba su frente y le dejaba ir contra mi voluntad, me acerqué un poco a las tiendas ya por suerte en pie, e intenté comenzar un fuego con las pocas ramas que yo había traído, después de todos, aún debíamos de almorzar.


DongHae intentó ayudarme y luego de utilizar muchos papeles de periódico y fósforos, logramos encender el maldito fuego que era más a base de papel que madera, pero de todas formas servía o eso creíamos, él comenzó a preparar los trastos para colocar la comida y la comida misma, así que sólo me dediqué a observarlo cómo de a poco comenzaba a sonreír de vuelta. Pero a medida que el tiempo iba pasando y SiWon no aparecía, yo me iba poniendo más nervioso, pensando en que debía de enfrentarlo y no sabía que decirle, ¿disculparme? No, no tenía porqué, él claramente estaba demás cerca de Hae a propósito, le estaba tocando, y no me importaba si era porque le veía como “familia” o como un “hombre”, le estaba tocando al fin y al cabo y él estaba prohibido para SiWon.


Suspiré ante nuevamente mi tormenta de pensamientos y despeiné mi cabello parsimoniosamente para disimular un poco de Hae.


-¿Necesitas que te ayude en algo, corazón?-


Susurré casi sin voz, al tener que tragarme nuevamente mi bilis, causada por esos pensamientos que estaba comenzando a odiar tener.


-No, descuida Hyukkie, estoy bien, la comida estará dentro de poco, espero.-


Sonrió amable mientras controlaba la comida oculto entre diferentes vapores y humos. Yo asentí y me le quedé observando una vez más, no es cómo si yo no supiese cocinar, sólo que pues, para qué negarlo, DongHae tenía mejor mano que yo, además él siempre a determinada hora estaba en casa, yo, no sabía cuando iba a volver, por lo que nunca tenía tiempo de cocinar, pero en aquellas pocas casi escasas ocasiones que volvía antes que DongHae, siempre intentaba sorprenderlo con algo, nada muy elaborado pues no era lo mío, pero sí diferente, y eso hacía sonreír enormemente a mi pececito, lo cual ya era recompensa suficiente por haberme esforzado en aquella comida.


Finalmente el momento que más temía enfrentar llegó. SiWon apareció con muchas más ramas que yo, algo agitado, y con sus prendas algo sudadas y su sweater atado a la cintura, joder, el maldito se veía sexy y más con esa mirada de arrepentido que aún llevaba, tragué saliva y me acerqué a él sin dudarlo, tanto DongHae como SiWon me miraron con sus ojos más que abiertos, pero sin decir nada, sólo lo liberé de algo de peso, ayudándole con las ramas, joder, yo y mi maldita moral, y personalidad, en verdad que no podía odiar a SiWon, ¡era mi maldito mejor amigo! Si bien no me agradaba que anduviese cerca de DongHae, creía que con el episodio anterior, ya lo había dejado claro. Había <marcado> mi territorio.


Él no dijo nada, sólo asintió en silencio, mientras crucé mi mirada con mi otra mitad, y vi que tragaba saliva, se había puesto nervioso una vez más, pero yo me esforcé por sonreírle y transmitirle un <“Todo estará bien, tranquilo, ya me he calmado”>, si bien era en parte cierto, aún me costaba controlar mis emociones. E increíblemente él pareció entender mi mensaje porque sus hombros una vez más se relajaron y coloque algunas leñas más al fuego.


-Llegas justo a tiempo SiWon ssi, la comida ya estará lista.-


Habló amable mi novio, pero con una formalidad que hacía mucho no le oía utilizar. Esta vez fuimos nosotros quienes miramos a DongHae. Yo bajé la mirada algo avergonzado. ¿En verdad yo había sido el causante de privar a DongHae de actuar como solía hacerlo con SiWon? Joder, esto me estaba comenzando a enfermar a mí.


-Sí… gracias por tu trabajo DongHae.-


De acuerdo, esto realmente me estaba comenzando a incomodar a mí, ¿realmente iban a planear comportarse de la misma manera en que lo hacían cuando los presenté? ¡Joder! ¿¡Qué demonios hice!? ¿¡Qué demonios me pasa!?


Volví a pasar mi mano por mi rostro hasta llegar a mi cabello y tirar de él por enésima vez en lo que iba del día y me volví a sentar en el tronco, sin decir nada, en verdad no sabía que decir. ¿Yo así lo quería cierto? ¿Por qué ahora estoy tan molesto? Joder, ¿Qué demonios me sucede?


-Hyuk…-


Oí la voz algo tímida de DongHae a mi lado sacándome de mis pensamientos y le vi extendiéndome un cuenco con el almuerzo, le miré, él me sonrió amablemente y yo cogiendo aquel cuenco sonreí levemente para no hacerlo preocupar, luego le extendió uno a SiWon y no pude evitar clavar mi mirada en ellos, pero por suerte no sucedió nada, ninguno se miró, y el contacto fue mínimo, SiWon estaba sentado al otro lado del fuego en lo que DongHae estaba a mi lado y todos comenzamos a comer finalmente en un silencio realmente incómodo, pero decidí aguatármelo, pues era mi culpa después de todo.


-E-esto está delicioso DongHae para ser comida envasada…-


Comentó para mi sorpresa un divertido SiWon a lo que DongHae sin poder evitarlo sonrió pero vi cómo luego quiso volver a su seriedad anterior, pero le fue imposible, y yo también me vi contagiado de esa incapacidad de ocultar una sonrisa.


-SiWon tiene razón Hae, tus manos realmente hacen magia.-


Comenté intentando devolverle un poco de comodidad al ambiente, y nuevamente ambos me miraron pero ignoré esa incomodidad y sonreí, a lo que el brillo en sus ojos volvió y eso me hizo extremadamente feliz. Joder, él era mi todo, mi musa, mi perdición, mi mejor distracción.


Y luego de eso, la confianza nuevamente entre SiWon y DongHae iba creciendo, pero siempre manteniendo la distancia según yo, y pues eso hizo que realmente el fin de semana fuese ameno, realmente pudimos relajarnos cómo habíamos planeado a pesar de aquel incidente el primer día. Dormir juntos en una tienda, hizo las cosas excitantes, pero de todas maneras nos controlamos, o al menos yo, pues SiWon dormía en una tienda al lado, lo cual arruinó de cierta manera nuestro líbido, pero estaba bien, debíamos poder controlarnos.


Por lo que una vez llegamos a casa, nos despedimos de SiWon y él se dirigió a su casa, ambos tomamos una ducha, mientras nos repartíamos besos y caricias, hasta que salimos del baño y nos acostamos a dormir, pues al día siguiente ambos debíamos ir a trabajar.


La semana transcurrió sin mucho que contar, sólo que comencé a notar que DongHae estaba un poco más con su teléfono lo cual me molestaba de cierta manera, pero decidí ignorarlo por el momento. El viernes llegó y SiWon nos llamó para arreglar una salida el sábado a la noche, yo me estaba a punto de negar pues la semana había sido demasiado agotadora y estresante y lo que quería era relajarme en mi casa con mi Hae, pero justamente él, fue quien contestó por ambos sin siquiera pensarlo más que emocionado, lo cual me extrañó, pero no dije nada, suspiré y terminé de confirmar la respuesta de DongHae, quien dio un saltito y gritito de alegría, yo le miré de reojo y luego de seguir hablando unos cuantos segundos más con SiWon colgué y continuamos mirando la película que ya estaba terminando.


Y pues bueno, el día llegó, la tarde pasó y una vez más la noche del sábado nos saludaba, terminé de ducharme y fui a la habitación a terminar de cambiarme. Me dolía un poco la cabeza, pero lo ignoré liberando una imprecación, mientras DongHae se terminaba de preparar en el baño ahora. Suspiré al enfrentarme al dilema de qué ponerme pero suspiré cansino y al no tener tantas ganas de salir, opté por algo simple e informal, un jean algo desgastado y rasgado levemente, una playera color rojo oscuro con cuello en “V” y una chaqueta de cuero encima, me miré al espejo, quedé conforme y me calcé para salir al living y esperar a DongHae quien estaba endemoniadamente sexy y 50 veces más arreglado que yo, ambos nos miramos de arriba hacia abajo y él frunció el ceño colocando sus manos en sus endemoniadas caderas acentuadas con esa maldita camisa entallada color bordó con pequeños lunares blancos y un endemoniadamente ajustado pantalón negro.


-¿Qué son esas fachas Hyukkie? ¡Vamos a un club no a pasear por la ciudad despreocupadamente!-


Yo me encogí de hombros aún perdido en su maldito cuerpo acentuado por esas prendas entalladas que ahora tenía ganas de arrancárselas y hacerlo mío, pero cerré mis ojos respiré hondo y finalmente pude mirarle a los ojos.


-No lo sé, hoy tenía ganas de algo más relajado.-


Contesté serio, un poco hastiado, pues realmente no tenía ganas de ir a aquel club, pero pues DongHae quería ir, y si él era feliz, entonces yo también.


Él elevó una ceja ante mi respuesta, pero blanqueó los ojos y se dio por vencido, por suerte.


-De acuerdo.- Profirió serio, para luego acercarse y sonreírme. –Te ves endemoniadamente sexy de todas formas así que lo apruebo, ahora espero no ser yo el que desencaje.-


Lo terminé de acercar a mi cuerpo colocando mis manos las cuales no podían estarse quietas, en su cadera y le besé para luego volver a hablar.


-Tú nunca desencajas, mi vida. Siempre estás precioso y radiante sea donde sea que estés, siempre brillas, siempre destacas. Eres jodidamente hermoso.-


Él sonrió ante mi voz melosa empleada y le volvía a dar unos cuantos besos cortos reiteradas veces, hasta que finalmente sentimos las bocinas fuera, allí estaba SiWon una vez más, buscándonos para arrastrarnos al club, lo cual me hizo volver a la realidad y recordar el dolor de cabeza nuevamente.


Salimos, y subimos, y al final, resulté ser yo quien desencajaba allí, pues mis vestimentas eran demasiados informales al lado de las suyas, pero decidí ignorar ese hecho aunque me incomodara de cierta manera, haciéndome pensar que hubiera sido mejor vestirme con camisa y pantalón negro, aquello a pesar de ser sencillo e insulso, me daba mucha más presencia que estas prendas tan informales, quitándome unos cuantos años de encima, no haciéndome parecer para nada aquel hombre de negocios que era, pero ya era tarde, ya estábamos en la entrada del club, justamente entrando, la mirada del guardia se cruzó con la mía a quien se la devolví sin miedo, pero por suerte no sucedió nada, él simplemente dio vuelta su rostro y continuó prestando atención a las demás personas que esperaban por entrar.


 


 


La noche empezó tranquila, nos sentamos en un pequeño juego de sillones que había en la zona “living” por así decirlo, y DongHae milagrosamente fue quien se ofreció ir a la barra a pedir nuestros tragos, yo le encargue algo suave, pues sabía que una vez más yo sería el conductor designado y el dolor de cabeza me jugaría en contra, por lo que decidí pedir algo suave, ellos se burlaron de mí, pero los ignoré, después de todo, al final iba a ser yo quien terminara riendo del estado lamentable en el que ellos de seguro terminarían.


Suspiré y no le quité la vista en ningún momento a DongHae pues sabía que de seguro sería el blanco de unos cuantos pervertidos allí dentro, e incluso el barman era peligroso, pues esa sonrisa que vi le dedicó no me gustó una mierda. SiWon también al parecer estaba mirando y frunció su ceño ante el comportamiento del barman, y eso a su vez me hizo fruncir el ceño a mí, ¿por qué le enojaba que él coqueteara con DongHae, si DongHae era mío? Era yo quien tendría que estar enojado y de hecho lo estaba, pero ¿él?… ¿Con qué derecho? ¿Con el de <hermano mayor>? Que no me joda. Creí habíamos aclarado esta maldita situación.


DongHae finalmente pudo obtener las 3 bebidas y se encaminó hacia nosotros, mientras un barman sonriendo ladino y unos cuantos más le observaban, ¿¡Le estaban acaso mirando el trasero a MI DONGHAE!? La sangre me comenzó a hervir de la nada, y si tenía dolor de cabeza, ahora se sumaría <fiebre> pero de cólera. El maldito barman no le quitaba los ojos de encima y cuando llegó a nosotros, se encontró con la mirada de ambos quienes le mirábamos mal, y yo sin poder evitarlo, manoteé a DongHae de la muñeca cayó casi encima de mí y sin explicación alguna devoré su boca de la manera más caliente y visualmente posible. Él era mío, hijos de perra.


DongHae estaba más que rojo y sin aliento cuando le solté, a lo que le miré fugazmente y luego mirando al barman quien nos miraba asombrado ahora, sonreí ladinamente de una manera sexy y pasé el pulgar por mi labio a lo que aquel barman cerró su boca la cual le había quedado más que abierta y pasó su mirada a SiWon quién también nos miraba prácticamente impactado y algo sonrojado. <“Él es mío para ti también, querido mejor amigo.-”> Pensé para mí mismo en lo que palmeé el trasero de DongHae quien liberó un gritito de impresión y se puso de todos los colores posible. ¡Joder! ¿¡Por qué demonios reaccionaba de esa maldita manera tan linda!? Ahora mismo quería acostarlo en el sofá y hacerlo absolutamente mío sin importarme nada.


-¡Hyukkie! ¡Contrólate!-


Me susurró con una voz casi inaudible pero aguda, mientras intentaba adoptar una posición más “decente” a mi lado.


-No puedo, me eres irresistible. ¿No quieres que volvamos a casa y “juguemos”?-


Le susurré al oído mientras se lo lamía y mordía suavemente, importándome una mierda que SiWon nos estuviera viendo con sus ojos abiertos como platos, pues le vi de reojo.


DongHae me apartó con sus mejillas más que rojas, pues si bien las luces no me dejaban distinguirlo bien, al conocerlo más que bien, sabía que estaba de esa forma. Sonreí de lado y me recosté en el sillón con mis piernas abiertas mientras me bebía lo que me había traído mi pececito y me quedé allí observando a las demás personas que ya estaban en la pista moviendo un poco los pies. Así transcurrió gran parte de la noche hasta que ya SiWon con la vejiga más que saturada de alcohol, se dirigió al baño y segundos después, sentí a DongHae acercarse a mí, tocándome la pierna, sonreí y le miré, él se veía algo tímido, pero me sonrió.


-Yah~ Hyukkie, ¿vamos a bailar? Necesito mover mis piernas.-


Si no hubiera estado con este maldito dolor de cabeza que cada vez se intensificaba más, sin dudas le hubiera dicho que sí, y sin pensarlo, me hubiese puesto a <jugar> con él en medio de la pista, y a pesar de que la idea era más que tentadora, me negué, pues realmente la cabeza me dolía horrores.


-Lo siento bebé, esta noche no.-


Le acaricié la mejilla sintiéndome horrible por rechazarlo, pero en verdad que no tenía la suficiente resistencia para bailar como a mí me gustaba bailar, con aquel dolor de cabeza. Él sin embargo hizo un pucherito que me derritió el corazón, volví a acariciar su mejilla con una sonrisa leve ahora y me volví a disculpar una vez más.


-En verdad que me encantaría bailar contigo pero no estoy de ánimos.-


Él bajó la mirada y luego volvió a subirla y en ella veía nuevamente timidez, ¿se estaba sonrojando una vez más? ¿Por qué? Ooh~ ya veo.


Comprendí de inmediato cuando lo vi observar hacia ambos lados y luego de ello se subió a horcajadas a mis piernas, yo sonreí con lascivia y satisfacción sin poder evitarlo. Él tragó saliva y se inclinó hacia mi rostro, pero en vez de besar mis labios, besó, lamió y mordió mi oreja. Ooh~ joder, cómo me encantaba que hiciera eso, sólo él sabía cómo convertir mi oreja en un punto putamente erógeno.


-Lo siento bebé, en verdad que no me siento con ánimos de bailar, no podría seguirte el ritmo.-


-Ouh~ ya veo, entonces… ¿Pu-puedo ba-bailar con SiWon?-

Notas finales:

*-* Bien, aquí termina esta primera partecita que ya empezó siendo más que larga xD pero pues bueno, espero que hasta aquí les haya llamado la atención, o al menos hayan decido darle una oportunidad n.n

Por cierto, sé que nada que ver, pero estaba por subir un JongKey en lugar de este EunHae, pero el otro día estaba corrigiendo el JK para no perder mucho tiempo, y resulta que después de casi una hora y media de leerlo detenidamente y agragarle y quitarle palabras, resulta que los cambios no sé porqué razón no se guardaron, así que antes de romper todo, decidí subir este que ya está corregido,  aunque eso no quita que se me hayan pasado alguno que otro error como siempre, pero bueno, supongo que será un poco menos que en el JongKey xD así que cuando termine con este, seguiré con el JK en lo que termino el mini fanfic 2min que estoy preparando n.n

Cómo sea, espero les haya gustado, ¿pudieron ver la camisa de DongHae? No sé porqué pero tengo un ligera obsesión con las camisas color vino, no sé porqué pienso que en ellos se ven jodidamente sexys y más en el pecesito hermoso *w*. En fin no más retrasos xD me despido diciéndoles que espero con ansias su opinión al respecto y que pues bueno, para estar más al tanto, les dejo mi página de facebook; ZaffireHeart .

Bye bye~ ^u^//

♥ ZaffireHeart ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).