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Para no caer en tentación por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

Y pues que me convencen para subir este capitulo antes de tiempo. Me alegra ver que esta historia tambien les esta gustando, espero que siga asi. Ahora esta historia seguira su publicacion los sabados tambien.

O como no vender tu alma.

 

¿Qué….? ¿Qué paso? Mi cabeza me duele y tratar de recordar que paso hace que me duela más. Estoy sobre algo frio y duro, sin abrir los ojos. Me siento extrañamente bien. A ver… recuerdo que Luke insistió en hacer una fiesta en mi casa, y que fueron personas que no conozco y jugamos a las cartas. Si, puedo recordar eso.  También que perdí y tuve que ir al cementerio y hacer una ridícula invocación, donde nada pasó. 

Oh, ¡eso fue! De seguro con todas la emociones del día, termine cansado y mi mente me jugó una mala pasada viendo cosas que no son. Un demonio de cabello rosa en mi casa… si, ahora que lo pienso es algo como de chiste.

— oye, humano ¿Cuánto tiempo piensas quedarte ahí?- La voz,  suave y algo burlesca me produce escalofríos.  Algo frio toca mi mejilla, y yo pego un brinco, alejándome todo lo posible. Él… esa cosa sigue aquí, acostada sobre sus codos delante de donde estaba yo hace unos segundos. 

— ah…. Aah….

— Shh, sin gritar, sin gritar—  me dice, levantándose. Él… él…. ¡¿EN VERDAD INVOQUE UN DEMONIO!? Casi siento ganas de desmayarme otra vez.

— tú… tú… pero…

— ¿de que estas tan sorprendido? Tú me llamaste primero— me dice, levantándose en un movimiento rápido.

— ¡Yo no te llame!-

— umm… creo que Eizam Quiin hizo un llamado hace cincuenta y dos minutos, cementerio central de lo…

— ¡Basta! Ese no fui yo, yo no…

— Pero si tú eres Eizam, y estoy completamente seguro de que has llamado un demonio, y aquí estoy yo,  el magnífico, único e inigualable Deccal— me dice, haciendo una elegante reverencia sin dejar de mirarme— ahora dime, humano, ¿Qué es lo que quieres? Cumpliré cualquier cosa que desees.

— …

— ¿qué es lo que pedirás? ¿Dinero, fama? Te sugeriría un buen guardarropa, o un asesor de imagen— me dice.  Aun siento el aire retenido en mis pulmones, aun así no puedo dejar de notar la efusividad con la que habla.  

— nada.

— ¿Qué?  Disculpa, creo que no escuche…

— Nada, no quiero nada— digo, alzando la voz.

— pero no puedes no pedir nada… ¿¡si no ibas a querer nada para que me llamaste?!

— ¡Yo no te llame...! bueno, si ¡pero no quiero nada contigo!

— ¿entonces quieres un amante? Puedo hacerlo, tú solo dime como lo prefieres.

— ¡No! Esta broma está llegando muy lejos, dile a Luke que ya fue suficiente ¿están grabando?- pregunto, mirando como loco a todos lados. Porque es imposible que este sujeto sea un demonio de verdad, y esta broma me está cansando además de que le daré su merecido a Luke por dejar entrar a mi casa a un desconocido— mira, no sé cuánto te hayan pagado o porque estás haciendo esto, pero será mejor que te vayas.

— ah, aparte de mal gusto tienes la cabeza dura— me dice, mirándome de arriba abajo. Ahora puedo ver que no es tan alto como parecía, todas sus ropas son de color negro, todo de estilo rockero y la playera que usa debajo de la chaqueta tiene una calavera blanca en el centro. A pesar de la situación, no puedo evitar notar la belleza de sus rasgos, una belleza casi anormal— yo no conozco a ese tal Luke, y aun nadie me ha pagado por venir, eso generalmente viene después de que me dices que es lo que quieres que haga.

— llamare a la policía si no te marchas— respondo, de mal humor. Ya hicieron que me desmayara, debería ser suficiente para que esto se detenga.

— Veo que no nos estamos entendiendo chico…—   dice, negando con la cabeza. Su cabello perfectamente desordenado se balancea y mi atención se va a los cuernos que tiene, se ven muy reales, resaltando entre el cabello rosa. Como estoy tan concentrado observándolo, puedo ver que de pronto, ya no está.

— ¡¿Que…?!-exclamo, parpadeando.

— No me iré hasta que no hayamos hecho un contrato— la voz suena en mi oído. Siento su presencia detrás de mí, su mano toca mi hombro y por inercia la tomo, usando mi peso para jalarlo y arrojarlo hacia el frente para azotarlo contra el suelo con un golpe sordo— ¿¡que mierda te pasa?! Por el amor de lucifer…- murmura, sentándose y sobándose la cabeza.

— ¿Cómo hiciste eso? estabas allá… y luego…

— Soy un demonio, puedo hacer cualquier cosa, humano incompetente… mejor dime que es lo que vas a querer y así me largo al infierno— gruñe, sentándose de nuevo en la cama.

— no puedes ser un demonio… no existen.

— Existo, y soy real—  me niego a creer, es imposible que algo como esto esté pasando, sin embargo cuando estuvo detrás de mí pude sentir su presencia, algo oscuro, perverso.  Los cuernos tampoco se movieron… además, ahora que lo pienso nadie más tiene llave de este lugar a excepción de los propietarios, Neil y yo— y me llevare tu alma al infierno— uh, esto es malo… si él es un demonio de verdad…

—  este… mira, lamento lo que paso… es una reacción involuntaria cuando me asustan. Y, como te decía, no necesito nada de un demonio… lo de la invocación fue solo un error.

— Claro, ahora si estas siendo educado— resopla, mirándose las uñas.

— ¿Por qué no apareciste cuando… hice la invocación?

— Estabas en un cementerio, que horror, y mis botas se hubieran llenado de tierra—  dice, poniendo una mueca de asco. Aun siento un leve dolor en la cabeza, me resisto a creer que esto esté pasando, quizá aún sigo desmayado— además me encanta ver la cara que ponen cuando me ven en sus casas.

— mira… Deccal ¿cierto? ¿No habrá algún modo de deshacer la invocación?

— ¿Deshacerla?

— ¡Sí!- grito,  sueño o no, lo mejor será arreglar esto. Además, si es una broma puedo darle la vuelta al asunto ¿no?

— aun no me crees… ¿quizá esto te convenza? — dice, levantándose. Yo doy tres pasos hacia atrás, este tipo está loco, lo mejor es que salga corriendo y busque ayuda. Mi celular esta abajo, quizá si corro… ¿¡AH?! ¿ESO ES…?

Mis rodillas se doblan, y caigo al suelo, con los ojos fijos en las alas que se han extendido en su espada. Llenan casi todo el alto de la habitación, y me cuesta ver que están hechas.

— ¿ahora si me crees?- dice, con una sonrisa muy burlesca y caminando hacia mí. Como puedo, retrocedo arrastrándome hasta que la pared me impide moverme. El miedo me invade,  y a pesar de que quiero gritar, nada sale de mi boca. Me encojo contra la pared, cubriéndome con los brazos.  

— ¡ALEJATE DE MÍ!

— oh, al menos no te has desmayado de nuevo. Ahora, serias tan amable de decirme ¿cuál será tu petición?- yo solo gimoteo, tratando de recordar algún rezo. Nunca fui muy devoto a ninguna religión— ¿me estas escuchando?  

— vete… aléjate de mí…—  balbuceo, aun lleno de miedo.

— Genial, solo esto me faltaba…-  siento como algo me levanta, algo que no tiene forma ni textura. Mi cuerpo se contrae del miedo que siento, mientras me pongo a chillar como loco al ver cómo me elevo sin nada que me sujete.

— ¡Déjame! ¡Noooo! ¡No quiero!

— Basta— Siento que algo me impide seguir hablando, como si mi voz se hubiera ido. Me llevo las manos a la garganta, aterrado— así está mejor. Ahora que ya sabes que soy real,  pongámonos serios… ya que tú hiciste un contrato conmigo, estoy obligado a darte lo que pidas. Dime que es lo que quieres y esto terminara pronto.

— umm…- niego con la cabeza, aun siento miedo, pero no puedo dejar pasar su comentario ¿contrato? Yo no he firmado nada. Lo que sentía en la garganta desaparece, y jadeo como si me hubieran asfixiado— no…—  susurro.

— ¿Disculpa? —

— yo no hice ningún contrato.

— claro que lo hiciste.

— No he firmado nada, y no he pedido nada…- respondo, sintiéndome mucho más confiado ahora que sé que no me puede llevar al infierno o a donde sea. Sus ojos, algo rasgados, me ven con sorpresa.

— hey, eso es trampa— dice, y yo caigo al suelo de forma dolorosa— pide algo.

— No.

— Vamos, algo tienes que querer— dice, inclinándose hacia mí.  Mis ojos se van directo a las alas, replegadas tras su espalda.

— nada, no quiero nada. Tengo dinero, buenas calificaciones, no odio a nadie… en serio, no necesito nada.

—  Pues algo tienes que pedir.

— ¿Por qué no te vas a hacer un contrato con otra persona?

— ¿eso es una petición?

— ¡NO! —exclamo, dándome cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Parece que he logrado zafarme de esta, pues él luce realmente irritado. Lo mejor será que hable lo menos posible delante de… él.

— vamos, tienes que pedir algo. No puedes solo hacer una invocación y no pedir nada— no creo que sea bueno decirle que eso solo fue una broma, un reto por haber perdido. Él me está viendo, con los brazos cruzados.  

— No pediré nada.

— arg, humano incompetente. No puedo regresar al inferno sin haber hecho un trato, ¡lord Astaroth me hará encargarme del papeleo por los próximos siglos!- comienza a pasearse de un lado a otro. Yo aún sigo temblando a un lado de la pared, pero parece que no soy el único desesperado por librarse de una.

— eh…

— ¿tienes idea de lo que es hacer papeleo en el infierno? ¡Haz un trato conmigo!- me dice, apareciendo de pronto delante de mí y sacudiéndome.

— ¡Noooo!- chillo, negando con la cabeza. 

— necesito llevar un alma al infierno.

— ¡No la mía! — exclamo,  de alguna manera me logro soltar  y salgo corriendo hacia las escaleras. Caigo a la mitad, rodando hasta llegar al suelo pero no me importa, solo intento seguir corriendo.  

— ¿A dónde vas?- algo me sujeta del suéter ya cuando mis manos están en la perilla de la puerta.

— Suéltame, suéltame… ¡Juro que no era mi intención invocar un demonio! —  Exclamo, en un momento de desesperación, casi poniendo a llorar— todos estaban ahí,  y ni siquiera creo en demonios.

—  ¿En serio te pondrás a llorar?- me dice, poniendo una mueca de asco.

— ¡no quiero venderle mi alma al diablo!

— el señor Lucifer está muy ocupado, técnicamente estarías vendiéndome tu alma a mí y yo se la hare llegar a…

— ese no es el  punto. Quisiera conservar mi alma.

— eh… eso no es posible, según los contratos que hacemos tu alma será el precio, si es algo muy grande tomaremos el alma de algún otro humano cercano a ti, pero eso no tienes que saberlo— ¿Qué clase de demonio es este? Unos momentos antes estaba aterrorizado de miedo, ahora me pregunto si estará bien de la cabeza o tantos años oliendo azufre tiene algún efecto secundario.

— no quiero vender nada, ¡¿y para que necesitan mi alma?!

— ¿Cómo crees que hay luz eléctrica en el infierno? Es un gran trabajo hacer todo eso, ahora todo es más sencillo.

— ¿me estas tomando el pelo?

— ¿ah? No… pero olvidémonos del infierno ahora, ¿Qué es lo que vas a pedir?-

— Nada, no voy a vender mi alma— gimoteo.

— No quiero hacer papeleo— dice, haciendo algo de berrinche que me deja solo dudando si debo seguir teniéndole miedo— haz algo— exige, señalándome.

— ¿por… porque no olvidamos este contrato y buscas a otra persona que si quiera?- sugiero, con la esperanza de que funcione y eligiendo con cuidado las palabras que uso. No quiero hacer un contrato sin darme cuenta.

— ¿alguien que si quiera? Mira,  humano, si hubiera tantas personas queriendo vender su alma ahora no estaría aquí insistiendo.

— pero…

— y ya que tu hiciste una invocación, no voy a desaprovechar… ¡Ya se! Me quedare aquí hasta que hagas un contrato— dice, saltando un poco.

— No, no, no. Oh no… ¡No puedes quedarte aquí!- mi garganta se siente seca, y mi voz sale en un tono alto y estrangulado mientras agito mis manos delante de mí.  El demonio se pasea por la sala, viendo todo con actitud valorativa.

— eso luce horrible ¿no puedes conseguir otras cortinas? No combinan con los sofás. ¿Y que se supone que es eso?   

 — ¡No puedes quedarte aquí! Yo rento , y el otro…los propietarios— balbuceo, sintiéndome al borde de un ataque de pánico al  pensar en cómo voy a explicar a este sujeto con las demás personas.

— ¿Quieres que me vaya?- Pregunta, sin mirarme.

— S…— llevo mis manos a la boca, con los ojos abiertos. ¿Si digo que si contara como algo que pedí? Definitivamente es una petición ¿no?  Aaahh ¿Cómo me desharé de él? gimoteo de nuevo antes de ponerme a hiperventilar al darme cuenta de que no le puedo pedir absolutamente nada o me condenare eternamente al infierno.

— no te escuche ¿dijiste algo? Ah estas poniéndote algo azul— dice, riendo. ¿Entonces por eso se quiere quedar? Estoy seguro de que si se queda terminare diciendo algo que el interpretara como una petición. Debo hacer que se vaya lo antes posible— ¿es normal que hagas eso? no se ve muy sano— se refiere a que sigo hiperventilando. Pasan casi cinco minutos antes de que pueda volver a calmarme lo suficiente para respirar con normalidad, todo bajo la atenta mirada de ese demonio.

— Nada, no dije nada.

— ah, creí  que morirías. No me conviene que mueras aun.

— ¿Vas a quedarte?- pregunto, con la voz débil.

— A menos que quieras otra cosa…- no respondo. Ah, dios ¿Qué hare para no vender mi alma por error? Voy a matar a Luke, todo esto es su culpa, suya y del estúpido libro de invocaciones. Es culpa de su idea de jugar póker aun cuando le dije que yo no sabía jugar.

— ¡Eso es cosa del demonio! —  Exclamo, inundado por la ira al recordar a Luke y su libro, ya sabía yo que la fiesta era una malísima idea.

— si te refieres a las alfombras, créeme que estoy casi seguro que si— y ahora tendré que convivir con este… demonio, con ropa rockera y cabello rosa.  ¿Por qué a mí? casi me pongo a llorar otra vez— aunque no es la casa de un satanista, esperaba algo más negro, con altares y esas cosas que usan esos dementes.

— yo no soy un satanista, ni siquiera creía que existía hasta hace una hora.    

— Claro que no, a pesar de estar locos tienen mejor gusto que tú en ropa— dice, mirándome otra vez de arriba abajo.

— mira, no es necesario que estés aquí, de seguro alguno de esos satanistas estará muy feliz de venderte su alma. Yo no vendo, y no hay más espacio para que te quedes— lo único que puedo hacer es tratar de sonar lo más coherente posible. No me puedo permitir entrar en pánico o hare una estupidez. Además, poco a poco me voy dando cuenta de que no hay peligro, mientras no diga nada, el tampoco hará nada.

— umm, tienes algo de razón, excepto en que si en verdad hubiera tantas personas como dices invocando demonios, todo estaría mucho mejor.

— pero si yo pude hacer… otros también…

— No es tan fácil, hay tantos conjuros falsos— suspira— nos han quitado demasiado trabajo y ahora tenemos problemas.

—…

— oh, casi lo olvido…- se gira, chasqueando los dedos e inmediatamente se escucha una pequeña explosión, como un “puf”.  Como me ha dado la espalda, mis ojos vagan por sus alas. Una parte de mi aun esperaba que fuera una broma… pero… las alas no son falsas. De un negro oscuro y brillante, como plástico, son casi como las de un murciélago.  De vez en cuando hacen un movimiento convulso, involuntario, al igual que la larga cola que se balancea de un lado a otro. 

— ah…

— ¿Puedes decirle a lord Astaroth y a los demás que me quedare hasta conseguir el contrato?—   como me da la espalda, sus alas me impiden ver a quien está hablando. Me inclino un poco hacia un lado, tratando de ver— lo sé, solo di que las cosas se complicaron  con el contratista— lo que está ahí…. Esa cosa... una especie de demonio, uno de verdad, como una gárgola de color negro, alas, cuernos y cola, ojos rojos resaltando entre tanto negro. Parece que esa cosa esta hablando con Deccal— Si, sí. Solo así— dice, y luego desaparece con otro estallido.

— ¿eso… esa cosa…?

— ¿el demonio menor? Son algo lindos cuando son obedientes, a veces se ponen algo molestos cuando hacen huelgas y esas cosas—  ¿Demonios  menores? ¿Huelgas? Siento que me voy a desmayar otra vez— pero olvídate de todo eso, ahora que me quede aquí será mejor llevarnos bien ¿no crees?- me dice, con tono amable y guiñándome el ojo.  

— me lleva el diablo…

— pues, aun no, pero si te apresuras podemos arreglarlo.

— no gracias…

— Como quieras, bueno Eizam… espero pasarla bien contigo— su sonrisa, delgada y muy burlesca resalta en su rostro de bellas facciones. A pesar de ser un demonio, su rostro es trayente, sus ropas llamativas. Antes había esperado que un demonio fuera algo grotesco, aterrador, algo sacado de las más oscuras pesadillas y no lo que tengo delante de mí.

Ahora, por salvar mi alma tendré que vivir con un demonio atormentándome por quien sabe cuándo tiempo. ¿Aún no es muy tarde para rezar? 

Notas finales:

*errores en el texto son sin querer.

 

Ahora si que espero haber hecho un demonio distinto a lo usual XD. Ojala y les guste. Muchas gracias a los que comentaron y leyeron el capitulo anterior!!

 


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