Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Autodestrucción por Girlyfairly

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno, me he visto Yugioh:duelo de monstruos como unas cinco veces, es que amo Yugioh, aceptó que hay animes con alguna mejor historia pero a Yugioh le debo mi amor al anime

Notas del capitulo:

Basado en el capítulo autodestrucción de la temporada cuatro(no recuerdo qué número de capitulo es x'D) obvio de un punto de vista yaoista para hacerlo más lindo :) 

 

 

 

 

Yugi... Perdóname por favor...

 

Estoy en un tren con rumbo a quien sabe dónde, Tea ha sido la única que quiso acompañarme. La escucho hablar de algunas cosas pero no podría decir si son importantes o no, hace mucho dejé de prestarle atención; honesta,ente aprecio el esfuerzo que hace para mantenerme animado, pero sus discursos de la amistad ya me tienen harto, y no por ella sino por mi, yo no debería tener la palabra "amistad" en mi vocabulario luego de lo que te hice aibou ... ¿Cómo pude traicionar a la única persona que jamás me ha juzgado? ¿Recuerdas como últimamente todos me han dicho que en el antiguo Egipto reiné siendo un faraón despiadado? ¿Que yo había desatado las plagas sobre mi propia gente? Yo aún no tengo recuerdos de mi pasado pero tú sentías el temor que embargaba a  mi alma al creer que todas aquellas palabras eran ciertas, pero tú te quedabas a mi lado, apoyándome siempre, pidiéndome que no creyera en ellos, que solo mentían... Y en un principio yo creí que lo decías para hacerme sentir mejor, pero luego descubrí que tus palabras eran sinceras... Mi tierno y lindo hikari, tu inmensa bondad te permiten confiar en alguien cuyo nombre significa oscuridad, y mira cómo he venido a pagarte, permitiendo que sellen tu alma. ¡No entiendo cómo pude ser tan idiota para jugar esa carta! Tú trataste de detenerme y yo solo te grité diciendo que no interfirieras, permitiendo que el poder del oricalcos me dominara.

¡Ya no soporto más! Las palabras de Tea me están mareando así que he decido levantarme e ir a un lugar vacío del tren, ya no soportaría otra palabra del valor de la amistad pues yo he traicionado a mi único amigo, ellos no me lo dicen, Yugi, pero puedo ver odio hacia mí en sus miradas, y no los culpo mi aibou pues yo también me odio. Sin embargo estoy seguro que tú, mi hikari, jamás me hubieses visto de esa manera... ¡Mierda! Golpeo la pared del tren en un acto desesperado de liberar esta furia y tristeza que llevo por dentro, aún recuerdo tu carita cuando me empujaste fuera del sello para que éste tomara tu alma y no la mía , el recuerdo está tan presente que siento mis piernas debilitarse y rápidamente mis rodillas chocan contra el suelo, siento algo caliente bajando por mis mejillas... y yo sé lo que es, te estoy llorando otra vez... ¿Por qué lo hiciste mi aibou? ¡Ellos me querían a mi! Tu alma tan pura no debería estar sellada en un lugar tan oscuro... es que no entiendo como de repente ya no te tengo, han sido tantos años a tu lado que tu ausencia realmente duele, ¡me haces falta, Yugi! Sin ti mi oscuridad se apodera cada vez más de mi cuerpo, tú eres mi hikari, te necesito para vivir, ¡por favor,Yugi, Regresa! Me estoy desesperando sin ti a mi lado, cada vez me siento más débil, quiero salvarte, ver tus lindos ojos amatistas de nuevo, escuchar tu dulce voz y ver tu encantadora sonrisa pero no sé qué hacer, no sé dónde ir, cada minuto que paso sin que estés a mi lado siento como mi alma es absorbida por mi horrible oscuridad, mi aibou necesito una señal para encontrarte, necesito una señal para llegar hasta Dartz, encontrar donde se esconde el hijo de puta que se atrevió a separarnos... Pero y qué tal si.... ¿qué tal si ya no hay salida a esto que yo mismo he provocado? Tal vez todo era cierto mi Yugi, tal vez si fui un faraón despiadado, jamás fui bueno como tú me decías, aunque deseo salvarte quizá solo podré protegerte si te mantengo lejos de mí... ¡pero no¡ ¡No puedo rendirme! Esta es tu época y tu vida mi aibou y no puedo arrebatarte nada solo por mi maldito egoísmo, te traeré de vuelta, mi aibou, iré por ti y te reunirás de nuevo con tus amigos, con tu abuelito... conmigo.

Creo que Tea me ha escuchado golpear la pared pues ha venido a verme y me ha dicho que hemos llegado, yo solo me limito a asentir para luego seguirla pero de repente ambos caemos al suelo, no sé qué sucede pero parece que el tren ha perdido el control, todo se mueve tan rápido que me es imposible ponerme en pie, puedo ver el temor reflejado en los ojos de ella, le tomó de la mano para darle un poco de valor mientras veo hacia todos lados, buscando la salida, sin embargo ambos somos arrojados con mayor brusquedad que antes, el tren comienza a dar vueltas, no sé en qué momento solté la mano de ella, ni en qué momento mis ojos se cerraron.

<->

 

Solo se necesita a uno de nosotros así que dejare que el sello se lleve mi alma

 

—¡No, Yugi! ¡No lo hagas por favor!

 

 <-> 

 

—¡Yugi! —. Grito, mis ojos se abren de par en par y de golpe me he sentado, mi respiración es agitada —¿todo fue un sueño...? — susurro un poco alegre pero llevo mis manos al rompecabezas y se siente vacío, provocando que inmediatamente mi mirada se volviera sombría. No ha sido un sueño, realmente te has ido de mi lado.

 

Comienzo a despertar a Tea pues no reconozco el lugar donde estamos, ahora que lo recuerdo caímos por un acantilado así que seguramente alguien nos había rescatado, Tea comienza a abrir sus ojos sentándose de repente al no reconocer el lugar, estaba a punto de explicarle cuando un perro entró al lugar lanzándose sobre ella para atacarla a lamidas, acto seguido una pequeña niña llamada Cris entró pidiendo disculpas si su perrita nos había molestado, realmente no nos había molestado pero deseaba marcharme de ahí, quería seguir buscándote por lo que decidí levantarme y Tea me siguió, Cris nos dirigió donde su abuelo, yo quería verlo pues sería irrespetuoso marcharme sin despedirme

 

Llegamos a un lugar donde hay un río y un señor está parado frente a éste, el señor de cabellera blanca y larga se hace llamar Corazón de Acero, le agradezco el habernos salvado a Tea y a mí, y él apenas me devuelve una sonrisa, lo cual me incomoda bastante, estoy  dispuesto a simplemente marcharme pero cuando doy la espalda él suelta algo que me deja helado.

—Puedo ver que en tu corazón habita una gran soledad— Su voz es carrasposa debido a la edad, pero son sus palabras lo que me ha dejado inerte 

—Es porque acabo de perder un amigo muy cercano... Lo traicioné— Contesto aunque realmente quería decir que acababa de perder al amor de mi vida, pero no lo hice porque no soy digno de tu amor mi aibou...—a decir verdad, yo también puedo sentir una gran energía en este lugar— Continuo unos segundos después, desde que Cris nos había guiado hasta su abuelo pude sentirlo, no era un lugar cualquiera, quizá por ello mi urgencia de marcharme.

—Eso es porque dicen que este valle está encantado— Sonrió ampliamente, sabiendo que había despertado mi curiosidad.

—¿Encantado...? — Es Tea la que ha hablado antes de que yo pueda decir algo, el temor en su voz es palpable por lo que intento sujetarla para marcharnos antes que éste viejo nos siga metiendo ideas en la cabeza. Sin embargo creo que las intenciones de Corazón de Acero son otras, una vez más vuelve a decir algo que detiene mi paso.

—Si, dicen que al otro lado hay una valle donde residen muchas almas perdidas.

—¿¡Almas pérdidas!? — Ni siquiera lo he pensado, me giro bruscamente y lo veo asentir, provocando que mi corazón se acelerara —¿Puede llevarme? Por favor, ¡se lo suplico!

 —¿Quieres ver a tu amigo?— sus ojos se entrecierran con ternura, yo solamente asiento dudoso— ¿y qué le dirás?

—Quiero pedirle perdón, necesito explicarle lo que pasó —. Estoy desesperado y sé que él lo ha notado.

—Puedo llevarte pero no te garantizo que el alma de tu amigo esté ahí ya que por lo general el valle está lleno de almas vengativas— contesta pero yo me limito a asentir de nuevo, no me importa el riesgo que conlleve yo solo quiero encontrarte, tú te sacrificaste por mí y mereces que yo lo haga por ti, además algo en mi corazón me dice que tú estás ahí. 

Corazón de acero comienza a guiar el camino, dirigiéndonos hasta una montaña, explica que al otro lado de la montaña se encuentra el valle, el problema es que la montaña es empinada y el camino estrecho por lo que hay que ir con cuidado para no caer pero no importa porque cada paso que doy te siento más cerca así que continuó  firmemente... Llegamos a donde Corazón  de Acero nos había indicado, bajo aquella montaña había un valle árido el cual tenía un círculo en el centro con una roca en medio, él comienza a explicarme lo que debo de hacer aunque realmente ya no le presto atención, solo quiero bajar y encontrarte, Tea pensaba seguirme pero la detienen, parece que solo uno puede entrar, lo cual agradezco enormemente ya que allí abajo quiero que seamos solo tú y yo mi amor. Desciendo aquella  montaña decidido a encontrarte pero tan pronto comienzo a acercarme a aquel circulo unas pequeñas esferas blancas aparecen revoloteando por todos lados, me gritan cosas, me piden que me vaya y me recuerdan lo malo que soy... Por un momento me detengo, inseguro de todo aquello pero luego recuerdo que esto lo hago por ti y retomo los pasos, aquellas esferas comienzan a tomar formas de personas que conozco, personas que tú y yo mi aibou hemos destruido juntos en el pasado, tratan de intimidarme pero cuando se trata de ti soy capaz de todo, así que camino atravesando aquellas traslúcidas figuras, llegando casi hasta el centro, donde puedo sentirte.

—Yugi... ¡Sé que estás aquí!— te llamo haciendo que aquellas esferas blancas comiencen a juntarse sobre aquella roca , mis ojos se abren de par en par, no puedo creerlo... ¡eres tú! Has aparecido ante mis ojos, corro hacia ti con la única intención de besarte y abrazarte pero no puedo tocarte y solo logró abrazar al vacío

—Qué pasa Yami? ¿No me vas a saludar?— te escucho decirme haciendo que de un respingo, tu voz es diferente... Carece de dulzura, presto más atención y veo que tus lindos ojos amatistas no brillan

—Yugi... Por favor perdóname— es lo único que atino a decir

—Yo también lo siento, quisiera que esto no hubiera pasado... — respondes y mi corazón se detiene, jamás quise hacerte tanto daño

—Yugi no sé qué decir... Me dejé dominar por la oscuridad y sellaron tu alma.. Sin tu luz no puedo vivir, desde que no estás la oscuridad se apodera cada vez más de mi alma... Hasta he comenzado a creer que las palabras de Raphael eran ciertas, que si fui malvado y que llevé a Egipto a su ruina— Estoy al borde del llanto pero no me retracto, debía hacerte saber todo lo que sentía, necesitaba tu perdón.

—Tienes razón, eres malvado— Sueltas sin más, alejándote de mí sin verme, logrando que con tu indiferencia mi corazón palpitase con angustia. Ese no podía ser mi Yugi, mi hikari jamás me diría eso... pero lo has dicho y tan solo caminas hasta el otro extremo, donde activas tu disco de duelo antes de girar y quedar ambos frente a frente —Por eso he venido... para sellar tu alma.

—¡No Yugi, me mal entiendes!— Intenté defenderme pero mi voz salió quebrantada.

—Ah... ¿Ahora te retractas?... ¡Ponte claro por favor!— No, no puedo Yugi, no soporto que me hables con tanta indiferencia.

—Yugi.. ¿Qué te pasa?

—¿Que no lo entiendes?... La oscuridad que habita en tu corazón habita ahora también en el mío— Aparto la mirada, me haces sentir como la peor escoria, comienzo a temblar de impotencia, porque quiero de vuelta al Yugi que conozco.

—Yugi esto jamás fue mi intención— Titubeo, sintiendo como mis ojos se anegan en lagrimas.

—Eso no importa ya, eres malvado Yami, yo jamás te importé , solo te importaba el poder. ¡Ahora compórtate como un faraón y rétame a un duelo!— Mis ojos se abren de par en par, atónito del rencor en tus palabras, del dolor en tus ojos... tú no eres así mi hikari, y sabes que no quiero hacerlo, pero no me das más opción. 

Mi mano tiembla mientras activo mi disco de duelo y saco mis cartas, colocad una carta boca abajo y en mi primer jugada la destruyo, pero aprieto mi entrecejo al ver que tu monstruo boca abajo era el mismo con el que te ataqué.

—¡Yugi! ¡Tenemos las mismas cartas¡ — Trato de advertirte y tal vez así detener esta locura, pero solo me ignoras. 

Tal vez es un poco tonto pero al no recibir respuesta de tu parte decido seguir jugando para demostrarte que tenemos los mismos monstruos y tal vez así convencerte de detener esto, así que en mi siguiente jugada ordeno a mi monstruo atacar tus puntos de vida directamente, pero... ¡recibiste mi ataque!, ¡pensé que ibas a defenderte!, si tenemos las mismas cartas, ¿Por que no te defendiste, mi amor?, ¿acaso estás perdiendo a propósito? ¿es una estrategia que jamás había visto? 

Sonríes al ver la incertidumbre en mi mirada, tan solo continuas con tu juega, sacas otra carta y es  una de magia haciendo que ambos nos deshagamos de nuestra mano, lo haces con la intención que empecemos de nuevo y que esta vez ambos tengamos manos distintas. Yo solo espero tu jugada, activas tu segunda carta y te permite tomar cualquier otra de tu mazo, yo solo te observo, debo admitir mi pequeño que ha sido una gran jugada pero cualquier sonrisa desaparece de mi rostro al ver la carta que has tomado.

—Ahora, Yami, sabrás lo que es estar del otro lado... — Mi corazón se acelera, tus mechones y ropa se mueven al compás de viento, no pareces  dispuesto a detenerte.

—¡Por favor, Yugi, no lo hagas!— La desesperación se apodera de mi, ¿que te han hecho, mi aibou? Mi hikari jamás buscaría venganza, pero el ser que está frente a mí está sediento de ella —¡Por favor, Yugi! ¡Tú viste lo que esa carta me hizo, no permitas que te suceda lo mismo!

—Por eso lo hago Yami... He venido a sellar tu alma porque no puedo permitir que personas tan malas como tú anden libres en este mundo— Ni siquiera me permites intentar convencerte de nuevo, sin dudarlo activas la carta en tu disco de duelo, haciendo que una resplandeciente luz te cubra y un hexagrama se forme en el medio de tu frente, justo sobre tus ojos, los cuales ahora brillan de un color carmesí.

Ya he jugado esa carta y sé cómo se siente, el poder que crees adquirir, todos tus monstruos se hacen más fuertes, y aunque intento atacarte para acabar de una vez por todas, son mis puntos los que van en descenso. Detesto este duelo, pero no puedo permitirme perder, necesito salvarte, pero eres tú quien me lleva una gran ventaja, así que activo mi carta mágica para detener tus ataques durante tres turnos... Tres turnos en los que pienso convencerte para acabar con esto, pero tú solo sonríes tan pronto terminó mi jugada.

—Con eso no podrás detenerme— respondes para luego convocar a la tortuga catapulta, mis ojos se abren de par en par, ¡estás usando la misma estrategia que yo utilicé contra Raphael!

—por favor Yugi...— He perdido la cuenta de cuántas veces te he rogado ya, pero simplemente parece que tú no quieres escucharme.

—Exacto faraón, ahora verás lo que es ser destruido con tu misma estrategia— comentas como si hubieses leído mis pensamientos, veo como usas uno de tus monstruos para lanzarlo con la tortuga catapulta, recibo su ataque directamente el cual afecta mis puntos de vida, descendiendo a 200, pero no pareces dispuesto a detenerte, pronto te veo tomar a la maga oscura para sacrificarla y continuar con tu ataque tal y como yo lo hice... ¡No! ¡No, Yugi! ¡Yo no puedo permitir que la oscuridad te consuma! 

Ordenas tu ataque, mi corazón se acelera de forma peligrosa, mis puntos de vida llegarán a 0 una vez la maga oscura impacte directamente contra mí, aprieto mis ojos sintiéndome impotente, eso significa que perderé el duelo, ¡que no podré recuperarte!, ¡No, Yugi, no puedo perder! Activo mi carta boca abajo y desvío el ataque hacia ti... y tu grito me trae a la realidad, ¿¡pero qué hice!? Corro hacia ti, no puedo creer que me haya atrevido a atacarte, lo único que pienso es acercarme esperando que estes bien, me hinco en el suelo y te tomo entre mis brazos. 

—Pasaste la prueba, mi Yami — Apenas y puedes hablar, el sello comienza a desaparecer de tu frente y esos ojos amatistas que tanto amo aparecen frente a mí.

—¿De qué hablas, aibou?, ¿planeaste todo esto?— Estoy tan confundido como agobiado, tú pequeña mano toma la mía, pero lo hace con debilidad.

—Era la única manera Yami, la culpa no te dejaba seguir adelante y yo te necesito fuerte. 

—¡Pero es que todo esto es mi culpa!— Respondo con rapidez, pero con la voz quebrantada, yo no puedo perdonarme el haberte fallado. Cierro mis ojos fuertemente, intentando que las lagrimas acumuladas tras mis párpados no salgan —Soy como Raphael me describió, soy... Soy...— pero antes que pueda terminar siento tu mano en mi nuca, jalándome hacia ti antes de presionar tus cálidos labios contra los míos. Abro los ojos y tú aún tienes los tuyos cerrados, ambos estamos a escasos centímetros que puedo sentir tu aliento.

—Yami... — Una de tus manos sube hasta mi mejilla, tus pequeños dedos hacen círculos en mi piel mientras me sonríes —Mi Yami no es malvado — Esas palabras son lo que había anhelado escuchar desde que te fuiste, hacen que mi corazón se estruje e inevitablemente suelto una lagrima.

—Voy a rescatarte... — Susurro apenas con un hilo de voz, parece que es la respuesta que tanto esperabas. 

—Y yo te estaré esperando— Te acercas una vez más y me das una suave beso, el dolor en mi pecho incrementa, comienzas a desvanecerte, ya no siento tus dedos acariciando mi mejilla —Y recuerda, Yami, aunque no me puedas ver... siempre estaré a tu lado...

Abro mis labios, dispuesto a pedirte que no me dejes, pero antes de que pueda decir algo te desintegras en muchas esferas blancas, las lagrimas que había intentado retener salen sin ningún impedimento, aunque estoy feliz de haberte visto, vuelves a dejar ese vacío en mi. Sin embargo me limpio las lagrimas con el manga de mi chaqueta y me pongo en pie, te he hecho una promesa y no podré cumplirla si me sigo lamentando, como sea voy a encontrarte y traerte de vuelta, mi Yugi.

—¡¡Voy a rescatarte, Yugi!! ¿¡Escuchaste, Dartz!? — Grito con todas mis fuerzas y mi mirada se mantiene fija al frente, como si aquel loco pudiese escucharme, aunque realmente poco me importaba, lo único que sabía es que le haría pagar muy caro el haberme separado de ti, mi hikari...

 

 

Notas finales:

Fin! 

 

Awww www digan lo que digan en ese capítulo se ve a kilómetros el gran amor que Yami siente por su hikari :3 son tan bunito!! Jajaja espero que les gustara :) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).