Cocinar era algo que disfrutaba, cuando era niño lo hacia junto a "la abuela" .una mujer que según las malas lenguas era bruja.
Cocinar era facil escojer la comida no tanto. ¿ Y si no le gustaba a Shura? , ¿ Si resultaba ser alergico ?
-No debería preocuparme tanto-suspiro levantando su flequillo con el aire. Ingreso a la cocina, saco una balaca delgada y la utilizo para poner hacia a tras los cabellos que conformaban su capul.
Fue a la nevera tomo varias cosas, las puso sobre un meson, y se quedo mirando como si aquellos víveres le fueran a decir que cocinar.
-No puedo cocinar algo simple , tampoco algo muy elaborado- suspiro nuevamente-¡Lo tengo!, si preparo algo simple pero sabroso acompañado de pequeños bocadillos no tendré ningún problema.
Prepararía algunos emparedados, uno que otro postre. Y un delicioso jugo.
Lo primero para hacer sus emparedados era preparar el pan. Tenia una tostadora, pero la abuela solía decir que tostarlos en un sarten daba mejores resultados.
Usar un par de carnes y un queso muy sabroso. ¡ Quedaría de maravilla!
Dejo de un lado los emparedados para pensar que postre prepararía. Con rapidez se dirigió a su recamara aun coacervaba el libro de aquella anciana. De seguro encontraría una receta deliciosa.
Regreso a la cocina, mientras leía con atención todas las posibilidades, hasta que una le trajo un cálido recuerdo.
Flash Back
Fue en una tarde lluviosa lo recordaba bien, había invitado a su buen amigo Shura a jugar un poco, claro que en un principio pretendían jugar a fuera. Pero las traviesas góticas frustraron sus planes.
Con rapidez capricornio ingreso a la casita de Cáncer pues era la mas sercana. Al italiano no le molesto la lluvia es por esto que ingreso con menor apuro.
-¡Que mal!- dijo frustrado el español- ya no podremos seguir jugando.
-podemos jugar aquí- el pequeño italiano tomo asiento junto a su camarada.
-esta bien...oye dona tengo hambre.
-¿por que me dices dona?
-es que eres mi mejor amigo, y como tu me pusiste un apodo, yo también quería ponerte uno.
El pequeño Donatello movió un par de veces sus pies, se sonrojo levemente y dijo- creí que no te gustaba.
-si me gusta solo que...no quiero que los demás me llamen así.
- ok. Entonces solo diremos los apodos cuando estemos solos. Pero shura a mi no me gusta dona.
- Pero pensé mucho para ponértelo- bajo la cabeza- esta pensando decirte cangrejo pero todos te dicen así, luego pensé algo como lunita porque ese astro te proteje y pues...
-Esta bien shura puedes decirme dona.pero solo porque eres mi amigo. Ahora ¿ Que te gustaría comer?-se dirigió a la cosina abrio un pequeño refrigerador y espero la respuesta de su camarada.
-No se , cualquier cosa.
El italiano saco un canasto con fresas y las llevo hasta la sala.
-¿Te gustan las fresas ?
-si -respondio el de cabellos oscuros.
-No te las comas todavia-advirtio el cangrejo, nuevamente fue a la cosina tomo el azucar y en un pequeño posillo virtio agua. Se aserco nuevamente a su amigo.
-Ahora si puedes comer Shurita.
Mientras comian fresas con azucar comenzaron a charlar.
-¡ no te lo creo! - comento asombrado el de cabellos azules.
- Pue si tal como lo oyes. Yo lo vi.
-Vaya, oye Shura tu¿ alguna vez...alguna vez hiciste eso?
-Si, con una niña muy linda- respondio- ¿y tu?
El pequeño se sonrrojo- pues...pues yo- nego con la cabeza.
- ¡No hay problema!- respondio con energia- yo puedo darte uno.
-¿ de veras? - el rubor no habia abandonado sus mejillas.
-si, esas cosas se dan a alguien que quieres y yo te quiero mucho.
- yo tambien te quiero- el italiano se sentia nervioso, su amigo estaba apunto de besarlo, el solia darle besitos a shura.En la mejilla claro esta.pero ahora el español le besa los labios.
End flash Back
Dejo el libro sobre el meson de la cosina.apago la estufa pues ya habia tostado el pan.
Nuevamente abrio la nevera, extrayendo de ella lo nesesario para hacer el postre.
Labo la fruta y preparo la crema. Corto los emparedados en diagonal las adorno rodeandolas con paños de cuadros.
En una refractaria coloco capas de crema y fresas cuando lo lleno lo metio a la nevera.
Puso los emparedados en un cesto y se fue a su habitacion por la mañana compraria algo para beber.
Se recosto en la cama y suspiro, aunque Shura no le habia dicho directamente que lo amaba , el veia esos sentimientos reflejados en sus ojos.