Tao luchó por contener su risa cuando LuHan le contó que ya se había realizado unos exámenes, uno de orina y el otro de sangre y que al siguiente día se iba a realizar un tacto rectal. Tao se aclaró la garganta para disipar la carcajada que estaba por salir y le deseó suerte antes de irse.
Al siguiente día Luhan estaba algo nervioso. No sabía muy bien en que consistía el examen y prefirió no averiguarlo. Llegó al centro de salud y se anunció, después fue a sentarse en la sala de espera. A los pocos minutos fue llamado para acudir al consultorio del doctor Oh Sehun. Firmó un formulario que indicaba los riesgos y ventajas de la prueba y subió al segundo piso al consultorio 211.
Golpeó la puerta recibiendo un "pase" como respuesta. Giró la perilla y entró. Hace unos minutos jamás se le cruzó que su doctor iba a estar tan bueno y que iba a ser tan joven, a lo mucho unos 30 años, así que esto hizo que se le crisparan aún más los nervios.
Mientras tanto Oh Sehun pensaba que este iba a ser el mejor puto día de su vida. Nunca había tenido la suerte de proporcionarle placer a un chico tan hermoso como este, es decir, el hombre parecía un puto muñeco.
Al principio dudó de si sería buena idea ¿Y si no era gay? Alguien con ese bonito rostro y movimientos tan delicados no podía ser heterosexual o al menos no del todo, así que por ese lado estaba bien. Pero que fuera homosexual no significaba que quisiera con él....Imposible, no quería ser presumido pero tenía presente que era guapo y que además sabia como enganchar a alguien y además notó como el chico al entrar se quedaba mirándolo como idiota, prácticamente le faltó babear.
- Xi Luhan ¿Verdad?. - Claro que era Xi LuHan, solo se estaba haciendo el tonto.
El menor no respondió, simplemente asintió con la cabeza evitando contacto visual. Sehun sonrió de manera traviesa, imaginándose a este dulce y tímido chico sonrojándose por otra razón.
- Toma asiento.- Indicó la silla frente a su escritorio y empezó a teclear en su computadora.- Necesito algunos datos, me imagino que ya habrás firmado el formulario.
-Ajá. -Contestó simplemente.
- ¿Dime Luhan, por qué decidiste hacerte el examen?
- Umm pues verá...-Sehun se preguntó porque dudó en proseguir con su relato, además de que se había sonrojado más de lo que ya estaba. - Y-yo no he podido conseguir una erección hace un buen tiempo, además hace como una semana oriné mucho y tengo entendido que eso es señal de posible aparición de cáncer.- ¿Había algo más lindo que este chico? Jugó con sus manos mientras le comentó esto al doctor, además miraba a todas partes nervioso y lo más importante: Era lo suficientemente inocente para creer que podía tener cáncer solo por esa estupidez.
- Claro, es mejor prevenir. - dijo fingiendo seriedad. - Y bueno, hoy saldremos de dudas. - Sonrió amable a su muy atractivo paciente. - Y dime Lu....- solo decir esto y el menor ya estaba aún más rojo si era posible.- ¿Tienes hemorroides o fisuras anales? debes ser sincero, este examen puede agravarlas.
-N-No.
- Muy bien, por favor sigue al baño, debes quitarte la ropa y usar una bata que está colgada allí. - El pelicobrizo se levantó, se dirigió al baño y cerró la puerta. Se quitó la ropa, la dobló y la puso en una pila. Echó un vistazo a la bata y se la puso. Miró su rostro al espejo y se dio a si mismo valor antes de salir.
El urólogo se mordió su labio inferior con disimulo. Xi LuHan no solo era cara de ángel, también tenía un cuerpo estupendo.
-Por favor recuéstate en posición fetal sobre la camilla.
El menor caminó torpe hasta llegar a la camilla y asumió la posición que el doctor le ordenó. Sehun lubricó más de lo normal su dedo, quería que el pequeño chico asustado disfrutara al máximo.
-Por favor relájate por tu bien, así será más fácil para los dos, además prometo que no te va a doler, todo lo contrario....-Dijo insinuante.
Dejó que LuHan respirara un par de veces para calmarse y asintió para indicarle al doctor que ya estaba listo. Oh introdujo su dedo lentamente y se detuvo cuando este estaba adentro en su totalidad. No sabía si la razón eran los nervios del pelicobrizo, pero este chico era estrecho como el demonio y la polla de Sehun se sacudió solo de imaginarse como la estrangularía con su recto. - ¿Todo está bien LuHan? ¿Te duele?
-No, pero es un poco incómodo. – dijo en un susurro.
- Ya va a pasar. – Sehun no podía estar más en lo correcto y él lo sabía. Movió su dedo sobre la próstata del chico y recibió un gemido por parte de este. Sonrió satisfecho, claro, por el hecho de que la próstata de su paciente estaba en buenas condiciones, no estaba inflamada ni nada por el estilo, mas no por otra cosa. Siguió palpando más de lo necesario el interior del chico. Como médico, ya estaba más que seguro que el chico era sano y definitivamente libre de cáncer, es más, desde ayer lo sabía, este examen ni siquiera era necesario, pero Sehun estaba cumpliendo su propósito: el más bajo era un manojo de nervios, jadeaba bajo y Sehun miró disimuladamente para notar que el chico tenía una erección.
Sehun acarició la próstata de manera más tortuosa e insistente logrando que Luhan emitiera un gemido bastante agudo. Este chico representaba la palabra 'pasivo' en todo su esplendor y Sehun no podía estar más excitado por ello. Consideró que ya era tiempo de que las cosas se pusieran más interesantes, así que pasó a otro nivel metiendo su mano libre bajo la bata del menor y moviéndola hacia adelante para alcanzar el pequeño pene del chico. Lo rodeó con sus manos y recibió como respuesta un estremecimiento del chico acompañado por otro gemido un poco más leve que el anterior. Pero como el chico no lo detuvo ni dijo nada, el doctor empezó a mover su mano sobre el falo de arriba a abajo lentamente.
-Aún es incómodo Lu? – Preguntó aumentando el ritmo de su mano. Al no recibir respuesta apretó la ranura del glande. - No seas un chico grosero pequeño, soy tu doctor y debes indicarme cómo te sientes. - Sehun se regocijaba internamente al ver que su paciente no podía responder debido al obvio placer que experimenta. A este paso el chico ya estaba moviendo sus caderas contra el dedo de Sehun para que este llegara más profundo, Sehun sonrió socarronamente en respuesta. - ¿Qué tratas de hacer? Mi dedo no es tan largo ¿Quizá quieres algo más grande allí adentro?
¿En qué momento había permitido que esto pasara? Y la pregunta aún más importante ¿Por qué no lo detenía? Esto era una locura, una puta, jodida y enferma locura, pero maldición, su culo se sentía tan bien siendo llenado por ese dedo. Quería algo más grande, más grueso, el dedo era bueno, pero no suficiente así que emitió un 'si' apenas audible.
- ¿Sí? ¿Algo más grande? ¿Cómo qué? - Sabía que LuHan no iba a responder si no le ayudaba, así que acarició el glande, y sacó su dedo, el menor gimió en protesta y Sehun volvió a introducir su dedo. – Responde con palabras ¿Qué es lo que quieres?
- A ti. - respondió avergonzado.
- A mí? ¿Qué quieres de mí? Ya tienes mis dedos.
- T-tu polla. - Sehun sonrió victorioso. Sacó sus dedos y a la vez dejó de masturbarlo.
- Tranquilo, ya viene lo bueno. – Desabrochó su pantalón y lo bajó hasta sus muslos al igual que su ropa interior. Tomó el lubricante y embadurnó su falo. - Me gusta probar posiciones, pero ¿sabes? Me sería más fácil la primera vez con algo más convencional. - si la primera vez. Sehun planeaba seguir 'checando' al chico.
- ¿Qué debo hacer?
- Bájate. - ordenó. Luhan se bajó de la camilla quedando frente a frente con Sehun. Este lo tomo de las mejillas y lo atrajo a un beso hambriento al que el menor correspondió con ansia. Lo apartó cortando el beso y lo volteó, haciendo que apoyara sus manos en la camilla. Lo tomó de las caderas y le hizo estirarse para que su culo quedara en pompa. Sehun miró embelesado el hermoso y firme trasero que combinaba de maravilla con la pequeña y femenina cintura.
Sin avisar, alineó su pene con la entrada del chico y entró de una buena vez. Podía ser cruel, ya que dedujo que era la primera vez del chico, pero ya lo había preparado bien y además su polla estaba bien lubricada.
El más bajo emitió un gemido que Sehun no supo identificar. – ¿Estás bien? - Preguntó con cautela. El menor asintió. - Genial. - Dijo antes de empezar a embestir al sumiso.