Acto 3: Cicatriz ¿Una hora?, ¿Dos horas?, ¿Seis horas? o ¿Una eternidad? Así lo sentía al estar rodeado por el ente oscuro que le provocaba un frío tortuoso en la espina dorsal, envuelto de miedo al escuchar gritos, choques violentos de espadas, explosiones y demás sonidos emitidos por armamento bélico. Goku se encontraba recostado en el frío suelo de madera, intentaba cerrar los ojos para conciliar el sueño pero cada intento fue inútil, con cada grito abría sus ojos de golpe y en su cuerpo el pavor de morir aumentaba el ritmo en su corazón. De repente todo mundo guardo un silencio tortuoso, se incorporo cuando capto un sonido, eran pasos, pasos arriba de él, pesados y estruendosos, el pelinegro de cabellera alborotada se coloco justo debajo de la puerta.
-¡Ahg!- Exclamó asustado colocando ambas manos en su boca. En el techo del refugio justo en la puerta, una espada había atravesado la madera dejando entrar un poco de luz exterior al oscuro lugar.
-S...son ¡Ahg!-Una voz desde arriba le llamo con voz ronca. Goku salió de su trance reconociendo la voz de arriba.
-¿Eres tú?- Preguntó en un susurro. Desde arriba en el hueco de luz pudo ver una mano derecha con una marca reconocida, era una cruz, la cruz de Broly.
-E-esto... -¡Broly!- Gritó. El menor con ayuda de la poca luz del exterior, escalo rápidamente con ayuda de la madera y piedra volcánica incrustada en las paredes del refugio llegando hacia la puerta en el techo, golpeteo varias veces hasta emerger de la oscuridad encontrándose con su marido.
-Te-te...- Broly intento hablar pero su agotamiento fue mas fuerte.
-¡Broly, resiste!- Exclamó el pelinegro tomando fuerzas para levantar en sus hombros al mayor. Fueron a paso lento hasta que llegaron a la alcoba de ambos, Goku deposito a su marido en la cama, quitándole su gabardina del ejército manchada de sangre seca y lodo, su conjunto de ropa para poder ver su torso desnudo cubierto de sangre. En su cuello se remarcaban quemaduras, su rostro lleno de rasguños y una herida grave resaltando de entre todas un impacto de rayo plasma en el pecho cerca del corazón. Goku corrió apresurado hacia la puerta donde había guardado el primitivo botiquín médico.
-Ahg...ah- Se quejaba Broly con los ojos cerrados.
-Resiste, Broly- Intento tranquilizarlo Goku mientras dejaba el botiquín en la cama. El muchacho salió apresurado para llenar un traste con agua y llevarlo al lecho, se sentó al borde de la cama para remojar un paño en el agua del traste y untarlo delicadamente en la lastimada tez de su esposo, éste hacia muecas de dolor tras sentir ardor al tacto del paño mojado.
-Si tan solo- Dijo el joven angustiado.- Tuviera un par de semillas tu...tu estarías bien. Broly balbuceaba palabras sin sentido, a causa del dolor que nublaba su mente dominando cada sentido de su cuerpo.
-Ahg... ah- Se quejaba poco al sentir el alivio. -Con esto, tus heridas sanarán- Aseguro el menorpelinegro colocando en las heridas una pasta blanca y grumosa. Al llegar al impacto por plasma tomo otro paño seco colocándolo en la boca de su esposo, amordazándolo y con el paño húmedo comenzó a frotar en la herida con delicadeza, al contacto Broly bajo la tela emitía fuertes alaridos de dolor mientras sus uñas se clavaban con fuerzas entre las sábanas.
-Ya casi- Consoló el muchacho de cabellos alborotados mientras de un frasco pequeño sacaba lo último de una sustancia azul turquesa. Al sentir la sustancia azul la tensión bajo de su cuerpo, sus gemidos de dolor redujeron y su respiración se fue normalizando.
-Broly- Susurro Goku al terminar de vendar la herida del pecho.-¿Quién pudo hacerte esto? Se pregunto acostándose a su lado mientras velaba su sueño.
Horas mas tarde la tranquilidad fue interrumpida, Goku se levanto al escuchar un leve golpeteo a la puerta principal de la casa, el joven se levanto de la cama y camino hacia la entrada abriendo la puerta. -Buenas tardes- Le saludo un hombre de piel morena y uniforme militar.
-Señor Paragas- Saludo el muchacho cortésmente.- Pase.
-Gracias- Agradeció el hombre asintiendo con la cabeza. Al entrar al humilde hogar se sentó en una silla de madera del comedor.
-¿Quiere un poco de té?- Preguntó el pelinegro.
-Me encantaría. El muchacho asintió dirigiéndose a la cocina donde deposito la infusión caliente en una taza blanca, la tomo y volvió con su suegro.
-¿Llego mi hijo? - Preguntó el hombre de tez morena. Goku asintió sentándose al frente suyo dejando la taza en la mesa. -Gracias- Tomo la taza bebiendo tranquilamente.-Tuvimos suerte, los soldados del lado Hunter eran inexpertos, ni hablar de los elite.
-¿Ganamos?
-Sí, no lo consideraría una victoria si mi hijo hubiera muerto. Por suerte lo es... Está vivo.
-S-señor- Serio el joven apretó los puños con fuerza.
-¿Sucede algo Goku?
-Quiero...-Tomo aire.- Quiero enlistarme al ejercito Brait- Confeso con gran determinación. -Tú...
-Señor, ya no puedo seguir viendo a Broly sufrir de esta forma tan cruel-Confesó cortando la voz.
-Calma hijo- Sugirió Paragas tomando la mano de su yerno.-Dime, ¿Por qué has tomado ésta decisión?
-No quiero que muera y yo... ¡Y yo esté aquí sin hacer nada por...!
-Lo haré- De su bolsillo saco una insignia con una esfera naranja de estrellas rojas.- Éste es tu pase, se discreto hasta hallar las palabras para mi hijo. Goku se lanzó a los brazos del hombre mayor, separándose para tomar la insignia entre sus manos. -Admiro el amor que tienes hacia mi hijo.- Dijo Paragas tocando paternalmente su mejilla.- El entrenamiento será pronto, debes hablar con él, no puedes ocultarlo por siempre. Paragas dejo la taza en la mesa para incorporarse y caminar hacia la puerta.
-Goku...- Llamo al joven dándole la espalda.
-¿Sí señor?- Preguntó mientras recogía la taza. -Guarda muy bien tu insignia, es tu pase directo-Concluyo. Al salir su suegro, el joven suspiro pesadamente sentándose en una de las sillas de madera para admirar la insignia, era una brillante esfera color naranja con estrellas rojas. -ah...- Revolvió sus cabellos para lanzar la insignia a la sala de estar mientras se mordía las uñas pensativo. ¿Había sido... lo correcto? Se levanto para preparar la cena de su marido.
Flash Back
La alcaldía de Immer había sido destruida por una espantosa explosión hace 2 meses debido a un atentado Hunter, Immer días después fue conquistado y arrasada por muerte y oscuridad. Goku había logrado escapar gracias Broly quien le brindo solidariamente su hogar en la Colonia Crystal, en la cual su padre Paragas era un importante soldado de elite. En estos 2 meses Goku recibió noticias de su padre por parte de Paragas. Cenizas, era el único recuerdo de su padre entre sus manos, Immer, su jardín... todo era polvo oscuro entre sus dedos. Una tarde cayo una lluvia intensa sobre Crystal y sentado al frente de un gran ventanal se encontraba un joven de cabellos negros en una silla de terciopelo cortando las espinas de unas rosas blancas, vestía ropas negras bajo su pálida piel. El cuarto era amplio, decorado con plata en las paredes, muebles finos y una cama cubierta por sabanas blancas.
-¿Eh?- Salió el pelinegro de su trance al ver al frente suyo una mano sosteniendo una hermosa rosa roja. Giro su cuerpo para mirarlo, era Broly quien le extendía la rosa.
-¿Es-es para mi?- Preguntó sonriendo afligido.
-Así es, tómala
El muchacho la acepto para mirarlo con sus bellos ojos negros cubiertos por un líquido cristalino que descendía sobre unas mejillas rosas. -Perdóname.- Sollozo trantando de ocultar su llanto. -Goku- se hinco para tomarlo de los hombros.
- No lo ocultes, llora por tu padre, no soy nadie para juzgarte, estoy contigo.
-Broly- el menor acaricio con cariño su mejilla.- Siempre tan lindo conmigo. -Bueno...- Acerco la rosa para olerla.- Una hermosa rosa que ha estado oculta en la tempestad, necesita... Broly se acerco mas a Goku para colocar la rosa entre su cabello alborotado. -Luz...- susurro besando la frente pálida del menor.
Fin del Flash Back
Pasaron una noche tranquila en la que Broly pudo conciliar el sueño después de sus acciones heroicas en combate. Eran las 6 de la mañana, hora en la que Goku se levanto del lecho para cambiar los vendajes de su marido notando un lento avance en sus heridas, suspiro con tristeza para besar el pecho de Broly. -Pronto...- susurro.- dejaras de sufrir tanto por mi, mi querido Broly.
Al finalizar salió del cuarto para atravesar el pasillo de su casa, tomo un cesto de la cocina y salió para quitar la ropa que dos días atrás había tendido, el entorno era tranquilo ya que al parecer los Hunters no habían atacado esa zona de Guilty. En el interior de la casa Broly comenzó a despertar, abrió los ojos con pesadez y giro su cabeza hacia la izquierda notando la ausencia de su esposo, intento levantarse rápidamente a la vez que arqueaba su cuerpo debido a una fuerte punzada en su pecho.
-¡Maldición!- Exclamó tocándose el pecho con fuerza. Lentamente se incorporo de la cama para recorrer el pasillo recargado en la pared y ver la puerta principal abierta al exterior, se acerco con intenciones de encontrarse con Goku hasta que giro la vista hacia una insignia en la mesilla de centro en su sala de estar. Confundido se acerco a la mesilla tomando entre sus manos la insignia.
-¿Q-qué hace esto en mi...?- Detrás suyo escucho la puerta de la entrada cerrarse así como pasos y una voz conocida.
-¡Broly!- Escucho a su pelinegro exclamar con sorpresa su nombre. Broly se encontraba helado, no sabía qué hacer, cómo reaccionar o qué decir a su esposo, la insignia no era suya, era imposible el hecho de una infidelidad, no..., ¡No!, Goku no sería capaz... Necesitaba respuestas y en ese mismo instante.
-¿Querido?- esta vez preguntó el de cabellos alborotados, extrañado ante el silencio de su esposo. El menor se acerco lentamente colocando su mano el hombro del mas alto.
-¿Qué es esto?- Hablo con un tono serio.
-¿De qué hablas?- Preguntó el menor extrañado ante el tono de su marido.
-¡No te hagas el tonto!- Volteo tirando la insignia al suelo, provocando miedo en Goku.
-...- El chico de cabellos alborotados palideció.
-¡Responde!- Lo tomo de los hombros con fuerza.
-Eso...eso...- Cerro los ojos con fuerza.
-¿¡A quién le pertenece!? -¡A mi!-Gritó empujando al mayor para salir huyendo hacia la habitación.
-¡Goku!- Le persiguió hasta chocar con la puerta, toco varias veces.- Abre...
-No lo haré- hablo el menor desde la cama.
-Son...- suspiro.- Abre la puerta, no me hagas perder la paciencia.
-¡Entiende!- Gritó desde el cuarto.
-¿¡Entender qué!?- Grito golpeando la puerta.- ¡Que mientras arriesgo mi vida por ti me ocultes cosas!
-¡No!- Exclamó llorando.- Lo hago porque...
~No quiero que sufras... O mueras y yo me quede... Solo...
Flash Back
-¡Ah!- Grito aterrado, estaba por caer en un barranco cuando tuvo contacto con una mano sobre la suya.- Ah...
-Resiste.- Era Broly quien le sostenía.-Yo te salvaré.
-Broly...- El pelinegro se sonrojo al escucharlo. El mayor con fuerza jalo el cuerpo de Goku ayudándolo de caer al vacío, al encontrarse el pequeño agradeció con una encantadora sonrisa.
-¿Qué fue lo que ocurrió?- Preguntó Broly. -Fui a recoger flores para el altar de mi Padre... y- se sonrojo.- tropecé y resbale, gracias a ti me salve de una caída.
-Ven...- le tomo su mano para correr hasta un hermoso prado de margaritas.
-Es hermoso...- se sentó admirando las flores
.- ¡Mira Broly! El menor señalo una rosa roja atrapando entre sus espinas un par de margaritas.
-Juntos...- Miro al pequeño asentir, tomo su mano junto a la suya para sacar la rosa. Se quejaron un poco al sentir las fuertes espinas clavarse en su piel hasta ver ambas manos entrelazadas entre un poco de sangre.
-Nos quedara una cicatriz...- dijo Goku apenado.
-Prueba de nuestro encuentro...
Fin del Flash Back
Goku había estado durante horas pensando hasta que bajo la mirada hacia su palma y poder observar con tristeza una cicatriz entre sus dedos, aquello a traves de la puerta Broly admiraba la cicatriz lamentándose por la situación.