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Daddy [XiuChen] por HoneyXiumin99

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Notas del fanfic:

¡Hola! ¿Cómo están?

Hoy les traigo un Three-Shot finalizado en un día. ¡SÍ! ¡EN UN DÍA! ¡ESTOY TAN ORGULLOSA DE MÍ! *baila*

Los publicaré a medida que vea si es bien recibido o no, espero lo disfruten. Yo lo disfruté escribiendo <3

Y… enter.

MinSeok por fin había finalizado el informe que su jefe le había puesto en la mañana, haciendo bien mierda el inicio de su día porque debía entregarlo en un tiempo extremadamente limitado. Detestaba cuando le ponían a realizar trabajos complejos a última hora, pero bueno… por algo se ha ganado el puesto de secretario.

Estiró su espalda lentamente, sintiendo todos los huesos crujir de manera espantosa. Le dolían las manos, los dedos, e inclusive la vida... okey, quizá lo último no tanto, ¡pero igual!

Hace semanas que no ha podido visitar a su novio por una tonta discusión que dio lugar en una cafetería que ambos frecuentaban, siendo ésta el escenario de una escenita muy poco usual. Resulta que el mayor, desde hace años, siente una fuerte atracción hacia una clase de sexo, aparte del original.

 Todo nació cuando en una ronda muy cachonda en el baño de una iglesia -sip, es un pecador a morir- su ex le dijo “papi” cuando llegó al orgasmo. La sorpresa y el gusto fue tanta que el rubio tuvo el mejor orgasmo de su jodida vida.

Luego de ese acontecimiento, viajó a la fuente de información más fructífera de la historia. El internet.

 

Y bueno, le encantó.

 

Entonces, el motivo principal de la pelea es que su novio, Kim JongDae, no quiso acceder por el simple hecho de que ya tenía el orgullo suficientemente dañado como para llegar a tales extremos - porque perdió la virginidad con una cosita bonita como MinSeok, entiéndanlo-.

Por supuesto que el mayor se molestó, JongDae se molestó porque su novio también, se dijeron cosas que no debían decirse y ¡BOOM! Ambos estallaron y decidieron dejar de hablarse hasta que el contrario se disculpara. Cabe destacar que ninguno ha dado el primer paso, precisamente, por el motivo inicial de la pelea: el orgullo.

 

El mayor resopló, cansado de la situación. Tecleó las últimas cosas que necesitaba, guardó el archivo en la laptop dos veces por seguridad y se dispuso a imprimirlo.

Quizá debería disculparse una vez que terminara su jornada laboral. De verdad que extrañaba la voz de JongDae y su constante sarcasmo, al igual que su calidez a la hora de dormir.

Estiró las piernas por debajo del escritorio y se impulsó hacia atrás, hasta chocar la silla de ruedas con la pared a sus espaldas. Llevo las manos por detrás de su nuca y adoptó una posición de relajación. Esas cuatro horas que se tiró escribiendo el informe le dejaron agotado a pesar de estar acostumbrado a esa clase de cosas.

Ahora solamente tendría que pensar la mejor manera de disculparse.  

Quizá un ramo de flores esté bien, pero es un gesto muy cursi y está plenamente seguro de que JongDae le tirará un comentario sarcástico al respecto.

También está la típica caja de chocolates, pero recordó que su novio es alérgico a eso.

 

Ahh, MinSeok… en la que te has metido; pensó.

 

***

Luego de visitar la oficina de su jefe para entregar el informe, MinSeok volvió a su puesto con una carga más encima. Ahora debía realizar la contaduría del negocio que la empresa inauguró recientemente en Seúl. Al parecer el contador del lugar estaba terriblemente enfermo y él era el único disponible para hacerlo.

¿Y saben lo peor? Que él no es el único en ese piso, también lo está BaekHyun. Pero claro, como es el favorito del jefe…

En fin, no importa.

Con una cara de pocos amigos abrió la laptop, tomó el papel que le fue entregado con la mercancía y empezó a realizar su  trabajo. No obstante, antes de siquiera poder resaltar la primera línea, su teléfono empieza a sonar.

Metió la mano en su bolsillo, sacó el teléfono y colgó la llamada, sin percatarse a quién pertenecía la interrupción. Pero claro, como era de esperarse, la misma persona empezó a realizar llamada tras llamada.

Alterado y frustrado con la vida, contesta.

 

— ¿Quién? —preguntó bruscamente.

 

—Soy yo…

 

— ¿ChenChen? Te he dicho que no me llames cuando estoy en la oficina, pueden regañarme —susurró.

 

—Lo siento, es que te necesito… Papi.

 

Y a MinSeok se le paró tan rápido que pudo sentirlo como un fuerte tirón en su pelvis. Abrió los ojos estrepitosamente a la par con su boca y por poco deja caer el teléfono de su oído.

Debió ser su imaginación.

 

— ¿Q-Qué dijiste? —preguntó titubeante mientras dirigía su mirada al suelo sin poder creérselo del todo.

 

—Yo… Ah —Madre santísima, eso fue un gemido—, necesito a mi papi, estoy tan duro y necesitado…

 

MinSeok cerró los ojos, mordió su labio inferior -aguantándose un gemido- y pasó saliva con dificultad. Eso estaba pasando, joder.

Llevó una mano a sus cabellos y tomó un puñado del mismo, tratando de mantener la calma por un instante.

A ver, ¿qué se supone que debe hacer cuándo JongDae le está cumpliendo su mayor fantasía sexual en el momento menos esperado? Estaba en shock, en blanco, no tenía ni la menor idea de qué decir. Primero porque está en la oficina y cualquier movimiento en falso quedará grabado por la cámara que apunta en su dirección a todo momento, sin mencionar que éste posee un micrófono; y segundo porque… porque no.

 

— ¿A qué se debe esto? —susurró mientras ladea su rostro en dirección contraria.

 

P-papi quiere esto, ¿no es así?

 

Amor, ya no es nece-

 

Deja de hablar tanto y ven a casa, necesito tu polla enterrada entre mis nalgas ya…— habló bajito, suave, como si necesitara pedirle permiso a sus labios para dejar fluir cualquier palabra.

 

El rubio volvió a pasar saliva y sonrió abiertamente, satisfecho con lo que acababa de escuchar. —Esa no es la forma de dirigirte a mí, bebé. ¿Acaso quieres un castigo?

 

¡Ah, sí! —Respira, MinSeok, respira—, quiero que papi me castigue. He sido un niño muy malo…

 

Maldita sea, cálmate. —Desearás no haber dicho eso. —susurró de manera suave y ronca, producto de la excitación.

 

Apúrate…— y sin más que decir, colgó.

 

A una velocidad impresionante, el mayor se levantó rápidamente de la silla, apagó todo lo que necesitaba de una fuente eléctrica, metió el papel dado por su jefe en el portafolios y salió corriendo de allí.

 

— ¡Byun! ¡Dile al jefe que tuve que salir por una emergencia familiar! —gritó antes de entrar en el ascensor.

 

— ¡Hecho! —respondió.

 

Joder, quizá el día no esté tan gris como pensaba. 


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