La relación que comenzaron era de lo más fabulosa y todos en el grupo sabían que eran una pareja, aunque como era normal, no sabían que Jong In era un transexual, y es que a él le daba miedo contarlo por cómo reaccionarían en realidad, porque Yixing y Suho parecían cerrados con ese tema. Pero ahora, a aparte del apoyo que siempre tuvo de sus tres amigos – Kyungsoo, Taemin y Krystal – tenía el apoyo de su novio, Minseok, y del mejor amigo de este, Luhan, que no dudó en hablar a solas con él para decirle que le apoyaba, que había sido valiente y lo admiraba mucho.
Ahora, Luhan le caía mejor que antes.
Habían tenido, en total, dos citas y es que no podían tener muchas más con facilidad. Acababan de regresar con un disco nuevo e iban de promoción en promoción, con muchísimas sesiones fotográficas, grabaciones de programas, asistencia a eventos musicales… Siempre había algo que hacer y el tempo libre que tenían era, por decirlo de alguna manera, quizás demasiado escaso por lo que no tuvieron más de dos citas.
Eso sí, fueron citas muy hermosas a ojos de ambos.
La primera fue cuatro días después de ser oficialmente una pareja, con toda una tarde libre para ellos. Fueron al cine, escogiendo una película de acción y es que aunque eran románticos ambos, ninguno quería ver películas de amor adolescente, que eran las únicas que había. Ambos preferían, en ese ámbito, las comedias románticas, donde uno podía reírse mucho, pero esas donde o se aburrían o lloraban – más en el caso de Jong In, aunque Minseok le admitió en secreto que alguna vez lloró con una película romántica –no. La película de acción fue una elección ideal, a ambos les encantó, y después de ir al cine pararon a un restaurante para cenar, ambos en una mesa un poco más apartada y cuidando siempre de no hacer nada que pudiera dar pistas a las fans de una relación, hablando, diciéndose cosas amorosas en susurros y Minseok resultando, poco a poco, más atrevido y quizás, un pícaro que amaba hacerle sonrojar, pero Jong In sabía mucho aun cuando jamás tuvo pareja y no se quedaba atrás.
Tal para cual, diría Luhan si les viera.
La segunda cita fue dos semanas después de la primera, ya habiendo regresado con Wolf, cuando encontraron que tenían la mañana libre, aunque no la tarde, y decidieron que saldrían a tener un poco de tiempo los dos solos. Minseok le llevó a la cafetería donde Luhan y él solían, a menudo, ir a tomar café y aunque Jong In no le gustaba porque lo encontraba amargo, Minseok, amante del café, consiguió que probara uno achocolatado, con más sabor a chocolate que café, y, sorprendentemente, le encantó.
Victoria para Minseok.
Luego fueron de compras, pareciendo dos amigos si no se daban cuenta de cómo algunas veces Minseok le sujetaba de la cintura, o como discretamente bajaba su mano hasta su trasero y aunque Jong In se ponía nervioso, se dejaba hacer, o como el propio Jong In se abrazaba a Minseok por detrás, o como se hablaban sin respetar demasiado el espacio del otro. Pero claro, en Corea era tan normal ese tipo de interacciones entre hombres que eran cariñosos que nadie pensó nada raro.
Oh, amada cultura.
Pero si bien iba pasando el tiempo, cumpliendo los dos meses de relación, había algo que no hacían y era el sexo. Jong in empezaba a creer que le había mentido y aunque le gustaba, no le ponía caliente realmente y no sabía cómo decírselo, y no era el caso. Minseok tenía muchas ganas de hacerlo con Jong in, pero Kyungsoo le avisó de que era completamente virgen, nadie había estado ahí, por lo que a Minseok le entraron los nervios.
¿Y si le hacía demasiado daño?
Jong In era un hombre, es así como se había puesto aun siendo anteriormente mujer, pero al tener vagina Minseok le costaba verlo como uno. Nadie podía culparle, había sido criado en Corea, país cerrado aunque recientemente comenzaba a abrirse poco a poco, pero quedaba mucho camino por recorrer.
Pero bueno, poco a poco se mentalizaba para ello y llegaba a pasárselo tan bien con Jong In, que literalmente, se olvidaba que era transexual. ¿Qué importaba si lo era o no? Se preguntó una vez. Jong In era Jong In, con o sin vagina, con o sin pechos, hombre o mujer. Así de simple.
Pero del dicho al hecho había un trecho, y que Jong In fuera virgen le echaba hacia atrás. En Corea, tanto hombres como mujeres deseaban perder su virginidad con alguien que consideraran especial, que la primera vez fuera especial, pero él no sabía cómo hacérsela especial a Jong In, y bueno, en ello estaba, con ayuda de Luhan que iba metiéndole prisas porque había investigado y decía que las hormonas que todos los días se toma Jong in aumentaban la libido y era un efecto que duraría años hasta acostumbrarse, y Jong In llevaba sus años, pero no había que olvidar que tenía diecinueve, no eran tantos tomando hormonas, unos cuatro solo.
La libido de Jong In debía de estar por las nubes.
Aunque a Minseok le entraba la sana curiosidad de saber cómo controlaba su libido, la risa de Luhan le dio la respuesta. Se sonrojó, porque no decirlo todo, y ahora algunas veces le costaba dejar de imaginarse a Jong In de esa manera.
Oh por dios, Luhan contaminaba su mente.
Por otro lado, estaban las inseguridades de Jong In que le llevaron a, ese día, hablarlo con Kyungsoo y Taemin que había venido de visita y estaban los tres en la habitación de Kyungsoo, centro de reuniones como él comenzaba a llamarlo en su mente.
-¿En serio crees a estas alturas que no le pones? –Preguntó Taemin –Quiero decir, yo no diría eso por cómo te mira el culo…
Jong In puso mala cara.
-Yo no veo que me lo mire.
-Joder, estás de espaldas, que vas a ver –Rió su mejor amigo –Te lo mira, yo lo sé, lo he visto. Y te lo toca, eso sí lo sabes.
-Bueno, sí…
-Yo creo que te estás haciendo un mundo por nada –Comentó Kyungsoo –Solo está esperando, sabe que eres virgen, querrá que esperéis un tiempo antes. ¿Quieres que sea especial, no?
-Pero es que para mí, será especial si es con él, ya está. No necesito una gran cosa, solo a él…
-¡Oh, qué bonito! –Gritó Taemin riendo, Jong In le tiró un peluche a la cara, en respuesta, Taemin le tiró otro. -¡Nadie me tira peluches y vive para contarlo!
-Estoy rodeado de niños… -Murmuró Kyungsoo, mirando como ahora se peleaba. –Sí… Son como dos niños pequeños.
Pero Kyungsoo sabía que Taemin lo hacía a propósito para animar a su mejor amigo, para que al menos, momentáneamente, olvidara sus inseguridades y se divirtiera como lo estaban haciendo ahora, haciéndose cosquillas mutuamente. Aunque eso no quitaba el hecho de que se comportaran como dos niños pequeños y traviesos.
Cuando por fin pararon, Jong In estaba animado.
-¿Creen que debería hablarlo personalmente con él? –Preguntó, ambos asintieron.
-Debes hacerlo –Le animó Taemin –Sino, no lograrás nada. Eres valiente, lo has demostrado siempre, ahora toca volverlo a demostrar.
-Vamos, ve y habla con él –Kyungsoo le dijo, sonriéndole –No te esperamos, así que ánimo.
Jong in sonrió de lado y se fue a hablar con Minseok mientras Taemin se despedía de Kyungsoo, siendo amigos también y se despedía después del resto de miembros para irse a su casa porque decía que Key le estaba esperando y como tardara más de la cuenta le gritaría.
Jong In fue en busca de Minseok. Miró en el salón de la casa, pero solo encontró a Sehun siendo mimado por Suho y a Chanyeol y Baekhyun jugando un videojuego de zombies en el salón; fue a la cocina, pero no había nadie. Entonces, solo podría estar en su habitación, pensó. Caminó hasta la habitación de Minseok, encontrándolo mirando la nada, aparentemente tranquilo, pero el movimiento de su pierna indicaba otra cosa.
Jong In cerró la puerta de su habitación y se sentó a su lado, mirándole. Minseok, al notar un peso extra en su cama, se giró viendo a su novio. Entonces, sonrió con mucha alegría.
-Jong In, amor.
Le cogió del rostro y se besaron, y es que parecía que siempre que se veían, no podían despegar sus labios. Se separaron lentamente y se sonrieron.
-Hyung, tengo que hablar contigo de algo. –Habló, Minseok asintió, dándole pie a que continuara. –Verás, ya llevamos dos meses así que… Solo pensé que me gustaría que continuáramos adelante, es decir, que avanzáramos un poco más…
Minseok carraspeó.
-Te… Te refieres al sexo. ¿Verdad?
-Sí, eso mismo.
Minseok asintió, más nervioso que antes.
-¿No te atraigo? –Preguntó Jong In, queriendo asegurarse. Minseok rodó los ojos y cogió a Jong in de la mano, tumbándolo en la cama y colocándose encima de él.
-Eh, deja de decir eso –Dijo serio –Me encantas, me atraes, te amo. ¿De acuerdo?
Jong In asintió, sonriendo.
-Eso espero, hyung.
-Solo estaba esperando porque… Es difícil imaginarlo, me encantas y deseo hacerte el amor, claro que lo deseo, pero eres virgen y bueno, me gustaría que… Que fuera especial ¿Sabes? –Explicó sus dudas, Jong in abrazó a Minseok, quedando ambos tumbados, Minseok encima de Jong in, pegados.
-Gracias por pensar tanto en mí, hyung, pero mientras sea contigo, ya será suficientemente especial –Dijo –No puedo creer que haya dicho algo así –Rió después, Minseok rió con él.
-Entonces… -El mayor de los dos acercó sus labios a la oreja del moreno –Si ya vale de esa manera… ¿Por qué no aprovechar? Luhan dice que las hormonas aumentan la libido… ¿Cómo te apañas?
-¿De verdad quieres saberlo o solo quieres confirmas las perversiones de tu mente? –Rió Jong In, Minseok rió, mordiéndole con suavidad la oreja, Jong in se estremeció.
-Digamos que quiero confirmarlas.
Comenzaron a besarse apasionadamente, acariciando el cuerpo del otro. Cualquiera que les viera diría que el activo sería Jong in, porque dios, era todo un sex appeal, moreno y sonrisa atractiva, de aspecto pervertido, y Minseok era de aspecto tierno y adorable, pero nada más lejos de la realidad. La situación los hacía ser así, Minseok activo y Jong in pasivo, y Minseok no podía estar más feliz con ello, porque ser activo le era mejor que ser pasivo.
El beso fue subiendo de nivel y Jong in ya le había quitado la camiseta a Minseok, y Minseok tenía una mano debajo de la prenda de ropa del moreno, acariciando su abdomen, subiendo por encima hasta su torso y llegó a sus pezones, donde comenzó a acariciarlos. Jong in jadeó, separando sus labios de los de Minseok. Acarició el torso desnudo de Minseok, pasando sus manos por sus pezones, Minseok también jadeo y fue a su cuello, marcándole como suyo.
Lento, amoroso, así les gustaba, ya habría tiempo para la rapidez y la brusquedad.
Le quitó la camiseta a Jong In, tirándola donde estaba la propia, y fue bajando por su torso, dándole besos y pequeños mordiscos, hasta sus pezones. Se concentró en el izquierdo, el cual comenzó a estimular con su lengua mientras el otro lo estimulaba con sus dedos. Notaba como Jong In respiraba con fuerza, disfrutándolo, como arqueaba un poco su espalda, las manos del moreno sobre su espalda, acariciándola, queriendo hacer más pero sin poder por la posición.
Ya habría tiempo para más. Ahora se trataba solo de Jong In.
Subió de nuevo a sus labios, y notó como la mano del moreno se instaló entre sus piernas, tocando su bulto por encima de la ropa. Minseok gruñó de placer, besándole con más fuerza, restregando su erección con la mano de Jong In, el cual sonrió en medio del beso, amando provocar a su hyung. Se convertiría en su hobbie. Minseok perdió los nervios cuando Jong In le desabrochó el pantalón y coló su mano debajo, acariciando su miembro, y se sacó los pantalones y la ropa interior por completo.
-Tu sabes cómo hacer que pierda la paciencia –Comentó Minseok desabrochándole los pantalones a Jong In, este rió, pero nervioso por lo que estaba por venir.
Minseok le bajó los pantalones y para darle más tiempo, solo metió su mano debajo de sus bóxers, tocando lo que ya vio hace dos meses, su vagina, lo que le daba la razón a que era un transexual. Minseok besó sus labios mientras su mano acariciaba esa zona lentamente, consiguiendo darle placer al moreno, el cual se derretía debajo de su cuerpo. Minseok debía de tener cuidado, y lo iba a tener.
Le quitó por fin la ropa interior y no dudó en bajar, besando su torso, estómago, hasta esa zona. Jong In se olvidó por completo de sus inseguridades, viendo que Minseok continuaba sin importarle nada, y abrió sus piernas más para facilitarle el trabajo. Minseok lamió su vagina, teniendo un gemido como respuesta, ronco, no femenino.
Jong In era un hombre, independientemente de lo demás.
Volvió a hacerlo, mirándole a los ojos, pícaro, y Jong In volvió a gemir, más excitado que nunca. No era lo mismo hacer esas cosas él solo que otra persona, definitivamente, no era lo mismo. Minseok sonrió y siguió con su labor, utilizando sus dedos también en el proceso, rozado y estimulando el clítoris con facilidad, suerte que tenía un poco de experiencia.
Subió de nuevo, acariciando sus piernas, su torso de nuevo, y llevó su mano al primer cajón, abriéndolo, y sacó un preservativo de dentro.
-Lo haré –Dijo, Jong in asintió. –Hará daño, pero pasará.
-Lo sé, hyung.
Minseok se colocó el preservativo, no dudaba que no hiciera falta, Jong in tomaba hormonas por lo que no era fértil, pero él acostumbraba a ponérselo le hiciera falta o no, por si acaso, hasta que no tuviera una fuerte confianza con la persona y una relación de más tiempo.
Con paciencia, metió la punta dentro y Jong In agarró las sábanas con fuerza, gruñendo. Minseok continuó, lentamente, cerrando sus ojos porque era muy estrecho y le encantaba estar ahí dentro, gimiendo. Se metió completamente dentro de Jong In y se quedó parado, sus cuerpos completamente pegados, uno encima del otro, y besándose, intentando que a Jong In le fuera más ameno todo, porque dolía.
Joder si dolía, pensó. Menos mal que después se pasaba.
Minseok comenzó a moverse lentamente, abrazado a Jong In, ambos gimiendo. El dolor estaba pasando y en su lugar, un intenso calor y una sensación extraña llegaron a él. Una sensación deliciosa. Llevó sus piernas alrededor de la cintura de Minseok, el cual aumentó el ritmo, motivado, porque Jong In se retorcía debajo de él, porque gemía, porque era la primera vez juntos, la primera de muchas más, y porque quería darle y darse más placer.
Aumentó más el ritmo, salvaje incluso, y es que Jong In jamás pensó que Minseok pudiera tener tanta energía o ser tan salvaje, pero lo era. Una cara oculta en el siempre lindo hyung, y mejor así, pensó, mientras gritaba de placer, decía su nombre, y movía sus caderas al ritmo porque así era más placentero y más profundo.
Minseok besó el cuello de Jong In, bajando un poco el ritmo, no mucho, y después volvió a aumentarlo, recibiendo por sorpresa al moreno que se retorció y gritó su nombre.
Jamás su nombre se escuchó tan bien, pensó.
…l dijo el suyo, el del moreno, y Jong In gimió en respuesta. Ambos mirándose a los ojos, sudando, y se besaron. Beso descuidado, simple, húmedo. Lengua con lengua, pero beso después de todo. Y Minseok supo que Jong In estaba cerca del clímax, por sus altos gemidos, por cómo se agarraba con una mano a la sábana y otra a su espalda, por como su respiración era más fuerte y reclamaba que fuera más rápido, que estaba ahí, a punto.
Y él lo estaba también.
Aunque con embestidas erráticas por su orgasmo a punto de venir, lo llevó al orgasmo y él se corrió en el preservativo, no separándose de Jong In hasta que no terminó de eyacular, y se salió lentamente, observándole tumbado allí, jadeante, sudoroso pero sonriente.
-Lo hicimos… -Murmuró Jong In, Minseok le besó, sonriendo con lindeza.
-Lo hicimos, y lo haremos muchísimas veces más. Te amo.
Jong In rió, una risa hermosa y pegajosa.
-Yo también te amo, hyung.
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