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You need me [Namjin] por SoogarBoo

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Notas del capitulo:

Hola! este es el primero de los dos capítulos con los que contará este fic (y tal vez luego agrege un epílogo, pero solo si les gusta la idea) sin más, espero que les guste!

-¿A que te refieres con que se fue?-preguntó Jin maldiciendo por dentro- No pudo irse, se supone que tu debías vigilarlo.

Yoongi se encogió de hombros y se arregló el dobladillo de su bata blanca

-Kim Namjoon no es mi paciente Jin, es el tuyo, y si uno de los míos me necesitaba, debía irme antes de que se volviese más grave

-¿Entonces dejaste a Namjoon aquí solo? Mierda, obviamente iba a escapar.

Yoongi suspiró y se sentó cómodamente en el sillón que normalmente ocupaban los pacientes del salón que pertenecía a Jin.

-¿Por qué sigues intentándolo Jin?, ese hombre no quiere ayuda, y sabes tan bien como yo que a tipos así no se puede…

-Te equivocas Yoongi, ahora, si me disculpas debo ir a llenar algunos papeles.

Jin estaba enojado, había ido al baño por dos segundos ¿y al volver Yoongi simplemente dejaba escapar a Namjoon? Parecía una broma, una de muy, muy mal gusto. Le había costado horrores convencer al moreno que volver a entrevistarse con él, y todo para que Yoongi se lo tomara como una broma.

Seokjin, era un hombre al que le apasionaba lo que hacía, le gustaba creer que por cada paciente que ayudaba a volver al buen camino, estaba ayudando a crear un mundo mejor, sin embargo, era muy difícil.

El centro en el que trabajaba, se especializaba en casos de drogadicción y violencia generada por esto último, él, como sicólogo certificado, al igual que Yoongi, estaba encargado de hablar con los pacientes que llegaban llenos de desesperación a sus consultas, él era el que preguntaba y preguntaba hasta llegar a la razón de todo, el que trabajaba duro día a día para sanar de a poco, los rotos corazones de todos los pacientes que acudían a él, y estaba orgulloso de decir, que ya era parte muy querida del centro de rehabilitación.

La mayoría de los pacientes que había tratado (por no decir todos), lo trataban aún después de haber salido del lugar, con un cariño especial y alegre, y ese era el mejor pago que Seokjin podía pedir, sin embargo, había un paciente especial, uno que sin duda alguna, hacía la diferencia.

Kim Namjoon.

Namjoon, o “Rap Monster” como se le apodaba entre los internos, había llegado una noche al borde de la desnutrición, con los signos vitales sumamente bajos e intoxicado hasta mas no poder. Había sido un gran problema para todos los doctores que poseía el centro, pero mayor problema había sido para los sicólogos a los que les designó su caso.

A las dos semanas de internarse, Kim Namjoon se encontraba lo suficientemente fuerte para dejar el lugar, y nadie podía impedírselo, después de todo, el centro de rehabilitación “Butterfly” tenía como política dejar a libre elección de los pacientes cuánto querían quedarse.

Cada sicólogo, cada cierto tiempo era designado a un paciente, y esto, a su vez provocaba que los trabajadores del centro estuviesen en cambios constantes, Jin siempre había sido el más feliz con esto, ya que le agradaba pasar más tiempo con distintas personas, pero desde que llegó Namjoon, todo eso había cambiado.

Había algo en los ojos de Namjoon, una tristeza potente y furiosa, que a Seokjin le provocaba un deseo enorme de proteger a ese hombre. Quería ser a quien Namjoon le contara todos sus problemas, quería descubrir por qué ese enigmático hombre había llegado en ese estado ese día, quería ser, quien salvase a Kim Namjoon.

Es por esto, que desde aquella noche, Jin había solicitado todos los datos posibles del nuevo paciente, así como también había solicitado que fuese a él a quien le designaran a Namjoon si este volvía a aparecer.

Y lo había hecho, Namjoon había vuelto al centro de ayuda, y cada vez que eso pasaba, Jin se hacía cargo de todo, sin embargo las conversaciones que sostenían eran lentas y no dejaban nada en claro sobre la vida del moreno.

Al final de cada sesión, Namjoon decía que no volvería, pero Jin siempre lograba hacerlo prometer lo contrario, sin embargo últimamente las cosas iban de mal a peor. Namjoon ahora estaba mucho más callado, más delgado y cansado que nunca, y no completaba siquiera la hora que debería durar la consulta, siempre se iba antes, y últimamente, huía cuando Jin se distraía. Aun así no perdía la esperanza, lo llamaba y hablaba con él hasta hacerlo volver.

Cualquier persona diría que Jin había generado una obsesión con Namjoon, y tal vez era cierto, De hecho había algo más por lo cual se podría cuestionar la profesionalidad de Jin con ese hombre.

Jin lo miraba mucho, tal vez demasiado, le parecía un hombre tan guapo, tan peligroso y brusco que por más que intentase separar sus sentimientos de su profesión no podía. Era verdad que quería salvar a Namjoon, pero también era cierto que moriría de celos si es que era alguien más que lo hiciese, y es que Jin nunca había sido una persona egoísta, pero con Namjoon se permitía serlo.

-Taehyung, necesito los informes del paciente que acaba de irs… Taehyung, ¿Me estás escuchando?

El aludido levantó la vista, Taehyung era enfermero, pero también se ocupaba del registro de los pacientes que entraban o salían del lugar, al estar siempre ahí, las personas que tenían problemas por tener hijos muy pequeños, los dejaban a su cuidado, Taehyung era algo así como la guardería del centro, y en ese momento parecía demasiado emocionado jugando con un pequeño como para prestarle atención a Jin.

-Solo toma los registros Hyung, ahí está todo –Dijo Taehyung mientras atendía a una pequeña niña que le pedía atarle el cabello

Rodó los ojos y eso fue lo que hizo, se puso a revisar los datos de los últimos en salir del recinto y ahí estaba la ficha que buscaba:

Kim Namjoon.

Suspiró y tomó la ficha, agradeció a Taehyung y salió de ahí

Lo que tenía planeado era poco ético, sabía que estaba completamente en contra de todas las políticas del centro seguir a un paciente a su propia casa, pero Namjoon lo tenía definitivamente obsesionado.

Se quitó la bata blanca y se puso una chaqueta, se dirigió a paso rápido hacia su auto y condujo siguiendo la dirección marcada en la ficha de ingreso, hasta llegar a una casa que se veía bastante corroída con el tiempo, se bajó de su auto y se atrevió a ir y tocar la puerta.

Nadie contestó por un largo tiempo, por lo que imaginó que la casa estaba vacía, sin embargo luego de un rato de esperar, El rostro moreno de Namjoon se asomó, sus ojos estaban rojos y algo hinchado, y sus labios entreabiertos, partidos y secos.

Definitivamente había salido del centro directo a drogarse.

Jin bufó y entró a la casa sin importarle una mierda nada, Namjoon parecía demasiado distraído y confundido para reclamar de todas formas. Un espeso humo dominaba el ambiente dentro de cada habitación de la casa, y Jin tubo que pasar por cada ventana abriéndolas de par en par para limpiar un poco el aire.

-No puedo creer que vivas así- murmuró enojado mientras recogía todos los sobres y embaces vacíos de comida y de bebida que estaban esparcidos por el piso- ¿Dónde están las cosas para asear?

Namjoon lo miró con los ojos desenfocados y entreabrió los labios, incapaz de decir nada, los efectos de los narcóticos que había ingerido estaban en su punto más fuerte, por lo que sus sentidos estaban casi apagados. Jin rodó los ojos y buscó entre las puertas de la casa, hasta dar con la escoba y la pala, se quitó la chaqueta y se dobló las mangas de la camisa para estar más cómodo, mientras comenzaba la ardua tarea de limpiar todo.

Pasaron horas, desde que Jin había comenzado a limpiar, y la casa de Namjoon, ahora parecía al menos un lugar habitable.

-¿Me estás escuchando Namjoon? Quiero verte mañana temprano en mi consulta, no aceptaré un no, y si no estás ahí, vendré a buscarte.-Dijo fuerte, lento y claro, sin embargo no era necesario, Namjoon había vuelto en si hace un tiempo ya, solo que se encontraba demasiado avergonzado y sorprendido para decir nada.

Sin más, Jin había salido de su hogar, cerrando la puerta tras de sí.

A la mañana siguiente, tal y cómo Jin había esperado, Namjoon no se presentó en su consulta, lo espero un par de horas, pero Seokjin no era tan paciente,  bufó y salió de nueva cuenta a buscarlo, corrió hasta tocar fuerte la puerta de entrada de aquella casa, esta vez la respuesta fue rápida, y vio con asombro como Namjoon, desnudo de la cintura hacia arriba, abría con el ceño fruncido.

-¿Tu de nuevo?-murmuró el moreno con voz rasposa y grave

-Sí, y creí haber sido claro con lo que te dije, vístete e iremos a la clínica

 -Creí que era a elección propia, además ¿cómo mierda sabes mi dirección?

-es tu elección, pero eres demasiado tonto para admitir que me necesitas. –Jin no sabía que le pasaba, jamás le había hablado así a un paciente antes, sin embargo la impotencia que sentía por lo terco que Namjoon era, estaban pasándole la cuenta, eso junto con que debía desviar su atención del hecho de que había violado su privacidad leyendo el informe de ingreso.

-No te necesito.

-Oh, claro que sí, ahora vístete y ven conmigo- Jin tomó la muñeca de Rap Monster entre sus dedos y se sorprendió por la delgadez de la misma, sin embargo no tuvo mucho tiempo para apreciar este detalle, ya que Namjoon soltó su agarre bruscamente

-No iré a ningún lugar contigo. No tienes el poder de hacer esto

-Bien, entonces yo me quedaré.

Dicho esto, Jin entró por la puerta como si nada, sentándose en una de las sillas que tenía, lo miró desafiante a lo que Namjoon rio burlonamente

-¿Quieres que te saque a patadas rubio? ¿Eso es lo que quieres?

-Quiero que escuches la voz de la razón una vez en la vida Namjoon. ¿Por qué no me escuchas?

Namjoon bufó y se pasó las manos por el cabello, la situación era igual de frustrante por ambos lados.

-No te escucho porque solo dices estupideces, ahora largo de mi casa.

-No me iré Namjoon, así que pon tu trasero aquí y hablemos como gente civilizada.

Seokjin debería haber tenido miedo, sin embargo no lo tenía. Namjoon era más alto que el,  y a pesar de su delgadez, seguramente era más fuerte, a pesar de todo, había algo dentro de él que le decía que no le haría daño, y ese estúpido pensamiento lo llevó a levantarse y ponerse frente a él.

-Vamos de vuelta al centro, no sé porque no quieres ayuda pero eso se acabo

-¿Quieres saber porque no voy a tu estúpido centro?-gruñó Namjoon poniéndose aún más cerca

-Claro, me encantaría-replicó el rubio sonriendo burlonamente

-Porque en lo único que pienso cuando hablamos es en follarte.

Jin en serio, se esperó cualquier respuesta menos esa, sintió sus agallas disminuir mientras el sonrojo se apoderaba de sus mejillas.

-No es gracioso Namjoon.

-Bien, porque no es una broma- sonrió Namjoon, feliz de haber desconcertado de esa forma al mayor, se lamió los labios y sonrió aún más- Me gustan los hombres Jin, ¿Tienes algún problema con eso?

-¿Q-que? No, claro que no

-Ah, muy bien, el único problema es que cada vez que voy, me siguen poniendo contigo, es difícil controlarme, estas demasiado bueno.

Jin tragó pesado mientras Namjoon se atrevía a tocar su cintura sobre la camisa, debió sentirse asqueado, sin embargo no lo hacía, de hecho todo lo que sentía era el nerviosismo atascarse en su garganta y hacerlo temblar levemente bajo el toque del menor.

-Por eso dejé de ir, y tú, te atreves a traer tu lindo trasero a mi casa ¿Qué quieres que haga?

Jin se alejó de golpe, mirándolo con el ceño fruncido mientras Namjoon abría la puerta de su casa y le indicaba que se fuera. La nueva información se estaba procesando demasiando rápido en la cabeza de Seokjin, sin embargo negó con la cabeza.

-¿Eso es lo que quieres entonces? ¿A mí?

-¿Porqué? ¿Piensas entregarte?

-Un beso.-sentenció Seokjin, ya no estando consiente de lo que decía- Si tiras toda la droga que hay en este departamento, tendrás un beso Namjoon.

El moreno levantó la mirada sorprendido, sin embargo la idea de besar a Jin se le hacía demasiado tentadora, ¿Cómo decirle que no al protagonista de sus sueños más sucios?, el costo monetario para reponer toda la droga que se perdería si accedía era demasiado, pero sentía que valdría la pena, al menos para quitarse las ganas que le tenía a su sexy sicólogo.

-¿Cómo sé que cumplirás?

-Te doy mi palabra, tendrás que conformarte con eso.

Namjoon gruño, mirándolo de reojo con el ceño fruncido, sin embargo terminó por rendirse, se pasó las manos por la cara y asintió

-Lo haré.

Solo ahí Seokjin se había dado cuenta de lo que había prometido, besar a Namjoon, Se sentía un poco culpable, ya que en sus más profundos pensamientos, sabía que esa era solo un excusa para probar los labios de su paciente, se frotó las manos y asintió decidido, cumpliría su palabra

-Comienza a tirar todo, y revisaré bien así que no trates de engañarme

Namjoon bufó y tomó una bolsa plástica que había sobre la mesa, comenzando a poner ahí todos los sobres de pastillas, hierva y demás que había repartidos por distintas partes de la casa, suspiró y al finalizar con lo que creyó era todo, le dio la bolsa a Jin, quién la cerró con un fuerte nudo y asintió, como era de esperarse, hizo una búsqueda exhaustiva por toda la casa esperando encontrar algo más, sin embargo no obtuvo resultados.

-Bien, ya hice lo que me pediste-anunció Namjoon cruzándose de brazos- Me parece que es tu turno

Jin asintió, negándose a dejar que Namjoon viese lo nervioso que estaba, se acercó a paso rápido y dejo un beso corto y rápido en los labios del mayor, se separó y sonrió triunfante, había sentido mariposas en su estómago con solo aquel infantil toque, pero Namjoon negó con la cabeza.

-Eso no es justo Jin, debes darme un beso de verdad.

-¡Te di un beso de verdad!

-Claro que no…-Namjoon sonrió y se acercó peligrosamente al rubio, tomándolo fuerte de la cintura y lamiéndose los labios, sin esperar mucho lo besó agresivamente, moviendo sus labios con ímpetu mientras sentía como temblaba bajo su toque, es por esto que lo sujetó de la cadera, obligándolo a pegarse a su cuerpo al tiempo que tomaba el labio inferior de Jin entre los suyos y succionaba, ganándose un gemido bajo emitido por el rubio.

Jin mientras tanto, estaba concentrándose en no caer, en respirar, y en resumen, en no morir. Los labios abultados y gruesos del moreno, estaban haciéndolo sentir como si su cuerpo entero quemase, por lo que se aferró con fuerza a la espalda desnuda y se dejó llevar por la sensación que le brindaba, ni siquiera importándole la falta de oxígeno.

Namjoon se separó de aquel beso, complacido al ver el rostro sonrojado y jadeante del rubio frente a él.

-Sí, valió la pena-susurró en su oído para luego separarse y mirarlo altaneramente

Jin tragó pesado, luchando por no morderse los labios, los sentía tibios y algo hinchados gracias al ferviente toque anterior, trató de regular su respiración y jugó con sus manos nerviosamente en lo que veía a Namjoon caminar por la habitación.

-¿Volverás al centro mañana?-murmuró aún sonrojado y con los sentimientos a flor de piel.

-Hm, no lo creo-Murmuró Namjoon

-Debes hacerlo, hay muchas cosas de las que tenemos que hablar, solo vuelve, ¿sí?

El tono de voz que Seokjin había usado, era uno que Namjoon escuchaba pocas veces, tenía en ella preocupación sincera, y su interior se sacudió ante el pensamiento.

-Yo… supongo que podría ir por última vez

Jin sonrió feliz y asintió

-Te esperaré temprano, así que no faltes, ¿sí?

Namjoon lo miró por unos momentos para finalmente asentir con gesto resignado, sin embargo cuando Jin abandonó el lugar cerrando la puerta detrás de él, Namjoon tuvo que aceptar, que ese beso, muy lejos de “quitarle las ganas”, lo había dejado más ansioso que nunca.

El día siguiente, tal y como Namjoon pensó, la hora que compartió con Jin fue un martirio.

Es que dios, ese hombre no podía esperar que se concentrase en lo que decía si pensaba mover sus piernas y su cadera de esa forma, El pobre Namjoon debía pelear con el impulso de saltarle encima cada vez que Jin se mordía el labio pensativamente o hacía cualquier otra jodida cosa.

-Y… eso es todo.-Finalizó Jin preocupado, había creído que por lo menos esta vez Namjoon le prestaría más atención- ahora me gustaría que me contestaras algunas preguntas.

Namjoon se limitó a mover la cabeza afirmativamente, cosa que para Jin, era al menos un gran avance, antes solo se dejaba caer en la silla sin hacer la gran cosa

-Primero, ¿Vives solo?-el aludido asintió- ¿Hace cuánto tiempo?

Namjoon se tomó unos minutos para responder, y a Jin comenzaba a parecerle que no lo haría.

-Desde los catorce años.

Esto tomó por sorpresa a Jin, pero a la vez lo llenó de alegría, por fin se estaba abriendo un poco con él.

-¿Y cuándo fue la primera vez que consumiste drogas?

-A los catorce años.

-¿Dónde están tus padres?

-Muertos.

Jin levantó la mirada para ver a Namjoon, sin embargo contrario a lo que pensó, este se veía sumamente calmado, como si lo que había dicho fuese algo muy normal.

-Oh, lo siento mucho

-No lo hagas, se lo merecían.

Jin se mordió el labio y se pasó las manos por el cabello.

-Hemos terminado Namjoon, puedes retirarte, te espero mañana

-Mañana no, hoy en la noche tengo algo que hacer- murmuró Namjoon levantándose

-¿Algo que hacer? Dios Namjoon, no compres más droga

-No lo hare Jin, solo no te aparezcas en mi casa como psicópata de nuevo, ¿está bien?

Jin sintió su rostro enrojecer de a poco y asintió, aún se sentía avergonzado por su poco ética actitud de los últimos días.

Parecía realmente cliché.

Un drogadicto huyendo de su recuperación internándose en un prostíbulo, pero nada podía hacer, si ahí dentro era donde la mayoría de los intercambios ilegales se llevaban a cabo. 

Namjoon se encontraba en ese momento mirando entre las chicas que se pavoneaban en paños menores por el lugar, algunas no estaban nada mal, pero ni drogado hasta los huesos se iría con una mujer, A Namjoon nunca le habían calentado las mujeres de todos modos. 

Miró con poco interés a los escuálidos chicos disponibles esa noche, sintiéndose bastante deprimido al ver que solo habían unos cinco o seis, y ninguno era de su agrado. 

Claro que eso era algo que podía arreglarse, con un poco de confusión en sus sentidos, pero para eso, debía buscar a su proveedor y rápido. 

Miró entre la gente hasta encontrar lo que buscaba, sonrió al dirigirse hacia una mesa cubierta por espeso humo que salía sin parar del puro que un chico sostenía. 

-Jungkook-dijo Namjoon llamando la atención del menor, quien levanto la vista y le dirigió una sonrisa al hombre frente a el 

-Rap Monster, creí que no vendrías esta noche, escuche que estabas metido en esa mierda del centro de rehabilitados. 

Namjoon se permitió reír y se sentó frente a él, sin importarle la picazón en sus ojos provocada por el humo, a esas alturas, estaba más que acostumbrado. 

-Si mal no recuerdo, te he visto más de una vez por ahí Jungkook. 

El aludido se encogió de hombros con una sonrisa difícil de descifrar 

-Los enfermeros están muy buenos, y uno en especial me tiene cariño, se deja follar cada vez que me ve. 

Namjoon sintió que su sangre se congelaba de a poco, pensando en que tal vez se refería a Jin, se obligó a sonreír. 

-¿Y puedo saber cómo se llama? Tal vez lo intente la próxima vez que lo vea. 

Jungkook le dirigió una mirada llena de odio 

-Kim Taehyung. Y si lo tocas te cortaré el pene en pedacitos, ¿Escuchaste? 

Namjoon no pudo evitar sentirse aliviado, a pesar de la amenaza, hizo un gesto de paz con las manos y se dedicó a mirar a una chica que obscenamente se quitaba la blusa para exhibir sus pechos a los clientes, Asqueroso. 

-Y dime Rap, ¿Lo de siempre? 

Rap Monster asintió feliz de poder desviar la mirada de tan grotesca función, y vio como Jungkook rebuscaba dentro de una mochila enorme de tela negra, para finalmente sacar una bolsa de papel, que Namjoon sabía perfectamente que contenía. 

Sin decir nada más, Namjoon sacó los arrugados billetes de su bolsillo y le pagó a Jungkook acomodándose en su asiento, listo para comenzar con la lenta pero agradable intoxicación de las pastillas. 

Pero algo llamó su atención desde la puerta de entrada del lugar. Un hombre rubio y claramente intimidado caminaba entre la gente a paso lento, y a Namjoon casi se le sale el corazón del pecho de lo fuerte que este estaba latiendo.  

SeokJin 

¿Qué mierda hacía Seokjin en un prostíbulo a las dos de la mañana? 

Vio como un par de hombres se le acercaban y no tuvo otra opción más que acercarse silenciosamente a ver qué pasaba, se ubicó tras uno de los pilares del recinto y esperó 

-Hola precioso, ¿Eres nuevo? 

-¿Huh?-El rostro de Jin adquirió un intenso color rojo y bajó la mirada avergonzado 

- Pregunté que si eres nuevo, florecita, eres demasiado bonito como para no recordarte 

Jin se abrazó a sí mismo, estaba asustado, y eso Namjoon lo notó muy bien, maldijo en voz baja y se acercó hacia los enormes hombres que hablaban con Jin. 

-¿Algún problema? 

-¡Namjoon!-exclamó entre aliviado y sorprendido Seokjin, y Namjoon se fijó en que los hombres fruncían el ceño 

-¿La princesita viene contigo Rap? 

Namjoon asintió, tomando toscamente a Jin por la cintura, acción que logró sacarle un sonrojo bastante llamativo. Los tipos miraron a ambos despectivamente y finalmente uno de ellos soltó una risita 

-Vaya, sí que tienes mal gusto Princesa, ten cuidado, casi se muere al menos tres veces este mes-Rio el hombre golpeando el hombro de Namjoon, quien apretó los puños y los dientes, en cualquier otra situación simplemente hubiese contestado esa ofensa con un buen golpe, pero Jin estaba ahí, y no quería armar un escándalo, seguro se ganaría un regaño de grandes proporciones si lo hacía. 

Tomo la mano de Jin y lo arrastro a paso rápido por el lugar, quería alejarse lo más pronto posible. Finalmente, se encontraron solos fuera del lugar, en una callejuela sucia y apestosa, bastante inseguro 

-Jin, ¿Qué mierda haces aquí? 

El aludido se mordió el labio con nerviosismo y desvió la mirada 

-Te seguí, sabía que me habías mentido y que vendrías a comprar más droga. 

Namjoon enrojeció de rabia y apretó aún más los puños 

-Tú no tienes un puto derecho a hacer eso, no es la primera vez y de verdad estás hartándome

-Lo sé, pero no me contestabas y yo… mierda, en serio creí que habíamos hecho un avance 

-Tal vez lo hicimos, ¿Por qué estás tan seguro de que vine aquí por droga? 

-¿Porque más vendrías? 

Namjoon rio con ganas del rostro confundido de Seokjin 

-¿En serio? Es un prostíbulo Jin. Vine a buscar sexo. 

El rostro de Seokjin se coloreó de mil tonos de rojo en un segundo 

-Oh… eso 

 

Namjoon sonrió mientras pasaba su lengua por su labio inferior, no era del todo mentira, si, es verdad que la razón principal era buscar droga, pero también quería una buena sesión de sexo después, el contacto con Seokjin siempre lo dejaban deseando más y era humano después de todo, tenía que desahogarse de alguna forma.

Notas finales:

Hola! gracias por leer, la segunda aprte será publicada pronto, les agradecería mucho que dejen sus opiniones, gracias!<3


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