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Rotten Feelings por NekoBloody

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Notas del capitulo:

Bueno, aquí les dejo el capítulo, no sé cuando pueda volver a actualizar, porque no sé cuando vuelva a usar el computador, espero y sea pronto, esperemos TnT

Pero bueno, quiero decirles algo, esto de la historia de Shizuo, Izaya y Nakura, me recuerda a la una cosilla que me enteré por internet de la cual no sé si sea verdad o no.

Se supone que Ono Daisuke (el interprete de Shizuo) quiere a Kamiya Hiroshi (el interprete de Izaya), pero a este último le gustaría salir con otro seiyuu (pongamoslo como Nakura xD) qué raro :'3

SHIZUO POV


En ese frío momento, ni siquiera el “miedo” cubría el modo en el que me sentía aquella noche tras el espectáculo que Izaya me había dado esa noche en el restaurante, era muy extraño, tanto así que me sentía preocupado por esa horrible pulga, de cierta manera, sabía que solo estaba jugando con todo después de lo que había pasado en la Noria.


Era algo tentador el saber qué pasaba por la mente de Izaya, ¿por qué engañarme? ¿Por qué llorar con falsedad? ¿Por qué esconder lo de “Nakura”? Realmente nada concordaba por sí solo, o al menos para mí era algo increíble, y a la vez absurdo.


“Me estaré preocupando demasiado probablemente, solo ha de ser eso, ya que Izaya y yo solo somos… enemigos” Pensaba mientras abría mis ojos, mirando como la luz grisácea entraba por mi ventana “¿Grisácea? Ah, al parecer está lloviendo, rayos, hoy debía encontrarme con Vorona para las clases”.


Al recordar tal suceso me levanté de inmediato, básicamente saltando de la cama, para después entrar a la ducha y quitarme todas las prendas de la noche pasada. Luego de un baño, saqué mi ropa para ponérmela, y una vez terminé de todo salí de mi departamento con un paraguas el cual me había regalado mi hermano.


Caminé por Ikebukuro, viendo como el agua caía de poco en poco, mirando con desprecio aquel cielo tan destruido, y esas gotas molestas cayendo sobre mi paraguas, eso me estaba molestando. Para despertarme, ya que iba de paso, entré a una tienda de café, comprando el de siempre, y saliendo al final.


Saliendo de ese lugar, sentí el frío choque del aire contra mi cara, por ende me tapé la boca, tratando de conseguir algo de calor, para que el aire frío no pasara por mi nariz y no me enfermera, por alguna razón sentía un poco de inquietud, mi corazón latía un tanto lastimoso, no entendía qué pasaba.


Tan pronto llegué al lugar indicado por Vorona ambos comenzamos a luchar, dándole indicaciones a Vorona, así el golpear le sería más fácil, ambos estábamos a la par, aun no entendía el por qué Vorona quería que le enseñara, ya que de cierta manera mi habilidad no se compara con la de ella, pero aun así, me sentía honrado de poder ayudar con sus prácticas.


Terminamos y estábamos cubiertos de gotas de agua, grande y chicas, pensé que podría acarrear un resfriado así que tomé un suéter que me había llevado, por si me daba frío luego, y lo coloqué con delicadeza sobre sus hombros.


Ella nerviosa lo tomó, y se lo colocó, ambos comenzamos a charlar, ella parecía algo interesada en lo que se podría llamar “Mi vida personal”, y como ella era una chica que se debía mi respeto no tuve ni una duda en responder a todo lo que ella preguntaba, era tan tierna, me sentía muy tranquilo con ella, era como tener a una pequeña hermanita.


-Dígame, senpai, ¿usted, nunca se enamoró?- Preguntó sonrojada.


-Uhm… creo que no he llegado a enamorarme de nadie, ni tampoco he sentido alguna vez el cariño de una persona, de esa manera-


-Ya veo…- Dijo acercándose a mí, recostándose en mi pecho.


-Vorona ¿a ti… te gusta alguien?- Pregunté.


-Hay alguien que me gusta…- Pude sentir un leve escalofrío, proveniente del cuerpo de la rubia, la cual se encogía de hombros –Shizuo-senpai, tú me gustas- Exclamó.


-¿Eh?- Quedé en shock con tal declaración, me sorprendió bastante.


-Shizuo-senpai, por favor salga conmigo- Pidió con lágrimas en sus ojos, se sentía muy temblorosa, seguramente tendría miedo, y con un impulso reaccioné.


-Vorona…- Tomé su rostro y la besé sin miedo alguno, sus labios temblaban, pero no se negaban al contacto, ella estaba nerviosa, lo podía sentir en su cintura, de la cual me había posicionado. Luego, con una de mis manos tomé su mano y la tomé en señal de cariño, pero, aunque el beso fuera de mi parte y me encantara estar con Vorona, algo no se sentía bien.


Como si no quisiera que la que estuviera en ese beso fuera Vorona, era extraño, de alguna manera estaba cerca, pero me sentía tan distante, mi corazón no sentía aquel tonó que me poseyó cuando besé por impulso al pelinegro, ni tampoco me gustaba mucho el sabor de esos labios, me sentía completamente confundido, y mi corazón emanaba tristeza insoportable.


-… mierda…- Escuché un pequeño susurro, tan doloroso, como si todo de repente todo se desmoronara, como si mi corazón quisiera correr lejos de Vorona, a otra dirección que no lograba alcanzar, tan distante. Y, para mi mala suerte, ese asqueroso olor se posicionó sobre el lugar…


Me liberé de los labios de Vorona y miré hacia un callejón solitario, al cual mi vista apuntaba desesperado, tratando de buscar algo en esas frías paredes, el cual no llevaba a ningún sitio, estaba tentado a ir allí. –Pulga…- “¿Qué rayos acabo… de decir?”.


IZAYA POV


Me desperté con miedo, aquella mañana me gustaba, el frío que consumía las calles de Ikubukuro era perfecto, era mi hora de partida, se veía hermoso, me sentía tan relajado, pero aun así no podía quitarme esa inquietud que desde ya hace un tiempo tenía.


“Tan solo ha de ser por lo de anoche, seguramente no es nada” Pensaba, levantándome de la cama, mirando el reloj con miedo, ya eran 6:30 de la mañana, al parecer muy temprano –Vaya, así que apenas son las 6:30m puede que me duerma un rato más- Me recosté en la cama, cerré mis ojos con la esperanza de volver a dormir, lo cual me fue imposible con tantas cosas inconclusas en la cabeza, estaba demasiado desesperado como para poder volver a dormir.


Así que me levanté, abrí el agua fría de la ducha y me metí con miedo de no sentir el frío recorrer mi piel desnuda, y al parecer fue así, no podía sentir el agua fría, ¿acaso mi tacto se había perdido? No lo tenía claro, así que solo me relajé en el agua, quedándome casi inmóvil, después de un rato comencé a tallar mi cuerpo al igual que mi cabeza, enjuagándola con delicadeza.


Al terminar vi que apenas había pasado 1 hora desde mi irrelevante parálisis de sueño, caminé hasta mi cama para recostarme un poco más, aun desnudo, y dirigí mi mirada hacia las finas gotas de lluvia que caían de pares en pares, era tan hermoso, tan grisáceo, de cierta manera me traían serenidad.


Decidí vestirme, ya que a las 8:00 llegaba Namie, y 15 minutos después solía llegar Kana, asi que me acerqué a mi closet y saqué un pantalón negro, una camisa negra y mi chaqueta oscura con detalles café claro, al igual que mi ropa interior y mis zapatos de costumbre. Tan pronto terminé de vestirme entró Namie algo cansada.


-Namie~ voy salir un rato a pasear, estoy muy aburrido- Dije algo cansado.


-Oh, y yo que traía unos cuantos montones de trabajo, del cual alguno te podría interesar- Dijo sacando de su maletín unas cuantas hojas, me puse a leerlas y sin poder escapar comencé a trabajar.


Tan pronto se dieron las 10:30 terminé la mitad de todo el trabajo, así que decidí tomarme un leve receso, debo admitir que me fue algo difícil concentrarme, ya que la Bestia estaba en mi cabeza en la mayoría del tiempo, me sentía algo confundido y a la vez dolido, mi corazón estaba inquieto, y no tenía ni la más mínima idea del por qué.


Salí del departamento, tenía que despejar mi mente de cualquier manera, no me interesaba cómo, por desgracia Nakura había desaparecido anoche, y yo no sabía casi nada de él, ya que así como la Bestia, los movimientos de Nakura también eran impredecibles.


Estaba pensando mucho en él, me sentía confundido “¿Será que realmente me gusta la Bestia? Él y yo somos enemigos desde el día que nos conocimos, pero yo… realmente no quiero matarlo, no puedo matarlo, me sería muy imposible el avanzar sin él a mí lado, entonces ¿debería confesarlo? Sí, eso haré” Después de pensar eso, mi corazón se movió muy rápido, me sentía vivo “Tal vez siempre lo he amado, pero nunca lo he aceptado, tal vez sea eso, tal vez…” Salí corriendo hasta el lugar donde Shizuo estaba, mi sentía feliz, por suerte sabía dónde se encontraba.


Corría mientras me emocionaba por mis propios pensamientos, me sentía tan vivo, tan alegre, pero… por desgracia mía, sabía dónde se encontraba Shizuo, e ir a verlo, seguramente fue uno de los peores errores.


-Vorona…- Cuando estaba a punto de pararme junto a él, vi como debajo de la lluvia, dos figuras se encontraban en un tierno beso, “Shizu…chan-“ Sentí como mi corazón se rompía, mis esperanzas se disminuyeron, mi pálido rostro se hizo presente, mi corazón latía a un ritmo cada vez más lento, mientras que la sangre que circulaba por mis venas, la cual en ese momento se encontraba tibia, empezó a enfriarse de a poco.


Sentí una punzada en mi pecho, me sentía tan débil, derribado por cualquier cosa, me coloqué sobre mis rodillas, mirando algo impactado aquella escena “Estúpido, tú fuiste el único… que se creyó todo esto… no importa, porque yo no puedo amar, a mí no me duel-“ Luego sentí como millones de lágrimas brotaban de mis ojos, demostrando mi debilidad “Para… para… por favor… Shizuo… detente, aléjate de ella… ¡Para! ¡PARA!” -… mierda…- Al final dejé de perseguir ese sueño imposible y me alejé en la tempestad, y me desahogué entre esas frías paredes.


Estaba llorando de rodillas, entre aquellas gotas de agua que cubrían absolutamente todo mi cuerpo, estaba deplorable, de lo peor, pero de repente no sentí ni una gota de lluvia, un paraguas se encontraba sobre mí.


-¿Quién…?- Posé mis ojos sobre aquellas orbes azul fuerte, mientras su mano era extendida.


-Vamos, Izaya, aun tienes trabajo pendiente ¿no?- Exclamó Kanra, quien me protegía de la implacable lluvia –Hornearé un pastel, podemos comerlo luego, así que deja de llorar- Luego me sonrió.


Tomé su mano y me acurruqué a su pecho, abrazándola fuertemente, mientras ella me acunaba, aunque mojara su ropa muy bien planchada. Salimos del callejón, y yo no pensaba soltarme de ella. Mientras caminaba a su lado pudimos pasar de largo al par de rubios, Shizuo y yo tuvimos un choque de miradas, las cuales estaban con miedo, sinceramente, no deseó saber qué pasará después de todo esto.

Notas finales:

Bueno, eso fue todo, espero y les haya gustado


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