-------------- 1 año después--------------
SHIZUO POV
Ya ha pasado más de un año desde que pude sentir como mi corazón se emocionaba por tener un olor tan desagradable. Pero no era como el palpitar que tenía durante mis típicas persecuciones con el pequeño pelinegro; la pulga molesta, esos palpitares eran muy distintos, casi inaccesibles cuando se trataba de otra persona.
Aun después de tanto tiempo las noches en las que la parálisis del sueño era presente, y mientras trataba de relajarme, la calidez de esos labios me perseguían, era un montón de cosas que tan solo habían pasado en tan pocos días, no podía solucionar mi situación, estaba tan solo, aun teniendo a muchas personas a mi alcance, las cuales me daban su apoyo sin condición.
Sigo sin entender por qué acepté salir con Vorona, aun teniéndola tan cerca está tan distante a mí, mi corazón no le pertenece, pero al menos con ella admito que he sentido lo que es el “amor” en muy pocos sentidos.
Aún tengo el recuerdo aferrado a mi mente, viendo como lentamente la lluvia caía y seguía con miedo aun tras estar con la persona que estaba destinado a salir, mis oídos escuchan aun esa última palabra de la boca de un desconocido “-… mierda…-“ como si la acabase de escuchar ayer, no puedo borrarlas de mi mente.
Justo ahora estoy saliendo con Vorona, seguimos en el primer escalón de ‘Solo besos’, pero es demasiado notorio el hecho de que ella desea avanzar más la relación, dar por lo menos un paso más y tratar de hacer cosas más “Fuertes”.
Izaya desapareció ese mismo día en el que nuestras miradas despavoridas se encontraron, viéndonos en un estado de shock, abrazados de dos desconocidas, perdiéndonos en la mirada del otro, teniendo en cuenta un posible adiós, no quería aferrarme a esa idea, pero no es algo que ahora pueda cambiar ya que no sé dónde podría encontrarle.
Lo admito, unos meses después de que Izaya desapareciera repentinamente, pensé en contar con Vorona, quería buscar al menor para abrazarlo y decirle todos mis sentimientos por él, al igual que mis planes por quedarme a su lado, pero por más que traté de buscarlo, no logré encontrarlo.
Justo ahora camino por Ikebukuro, tratando de olvidar todo este problema en el que me vi envuelto, si tan sólo nunca lo hubiese conocido mi corazón no dolería como duele ahora… No, no me arrepiento de haberlo conocido, ya que gracias a él he tenido los mejores momentos de mi vida, gracias a él mi corazón pudo latir en un ritmo cálido.
Mientras le daba un gran sorbo a mi café pude apreciar unos ojos color azul, se impregnaron a mi vista “Es ella…” Pensaba, era aquella pelinegra, la que vi con Izaya la última vez, no era posible, la pulga ya no estaba en la ciudad, y no tenía idea de dónde se encontraba, pero ella es su trabajadora, puede que se haya ido con ella y. “¡Ah! Me vio…”
La chica, quien iba vestida de una falda algo corta, una chaqueta completamente negra y una capucha que la tapaba hasta por encima de sus cejas, también sostenía un teléfono celular, al parecer estaba hablando con alguien, era muy sospechosa, no podía entender qué estaba tramando.
-Shizuo está aquí…- Escuché, venía de su voz, sin duda alguna estaba hablando con alguien que yo conocía, así que me acerqué a preguntar, salí corriendo para poderla tomar, pero ella también corrió para alejarse –Bien, voy ahora mismo…- Luego colgó, tratando de separarse de mi paso.
Traté de alcanzarla, pero parecía que estuviera alcanzando a la pulga, demasiado veloz y con muchísima habilidad. Corría sin miedo, saltando sobre los edificios, ella era demasiado rápida, y al parecer no tenía miedo de caerse, ya que en uno de sus brincos tuvo que sostenerse de sus piernas, realmente esta chica era increíble.
Una persecución más en Ikebukuro, era extraño, pero no sabía ni por qué la perseguía, solo lo hacía sin más, era como si tratara de conseguir algo de esa chica, pero ¿qué? No había algún motivo, o eso pensaba.
-Tsk… Kanra, sí que eres lenta- “¡Esa voz!” Ya sabía perfectamente de quién era esa ruidosa y molesta voz, al igual que ese asqueroso olor a pulga.
-Izaya- Luego de pronunciar aquel asqueroso nombre, otra silueta apareció, brincando al lado de la chica. Vestía de un pantalón negro, una camisa, al parecer negra, una chamarra grande, acompañada de una capucha ajustable, un cubre bocas y unas gafas negras, sus mechones negros me daban a entender que se trataba sin duda de esa asquerosa pulga.
Lo tomé con rabia, pude agarrar su capucha y descubrí sus ojos, cuando los vi pude notar una inmensa frialdad reflejada en esas orbes color carmín, era muy extraño, tan pronto quité su cubre bocas vi como una mueca de disgusto se hizo presente, al parecer estaba tranquilo –Suéltame…- Luego le tiró un leve golpe a mi mano, dejándome inmóvil, para después lanzarme unas cuantas cuchillas y pegándome a la pared, luego corrió lejos.
“Así que la pulga volvió, y lo peor… destruyó mi traje” Pensaba mientras retiraba de mi ropa aquellas cuchillas que habían atravesado mi ropa. “Oh, cierto, hoy tenía una cita con Vorona” Revisé mi reloj para verificar la hora “Bueno, tal vez si me vaya ahora pueda llegar con ella… pero dejar escapar a la pulga. Tal vez esta podría ser mi oportunidad” Pensé.
Así que allí estaba, tratando de alcanzar a la maldita pulga la cual no se había captado de mi presencia al igual que la ojiazul, y entonces decidí solamente seguirlos hasta su punto final, podría saber dónde se ocultaba la pulga y sin miedo iría a decirle todo.
Corrí lentamente, cruzando y saltando edificios, yendo unos cuantos metros detrás de la pulga y Kanra, me sentía desesperado y a la vez cansado, para luego sentir un asqueroso olor, algo tan embriagador, que hizo que colapsara casi al instante.
Mi vista empezó a nublarse y caí duro contra el suelo, la pulga y Kanra se devolvieron y por último solo pude escuchar unas cuantas palabras de la pulga asquerosa que tenía en frente –Lo conseguimos, aquí está- Mientras reía.
Cerré mis ojos para después caer en un sueño profundo, y cuando abrí los ojos no podía ver nada, sentía una bolsa sobre mi cabeza, al parecer estaba amarrado a una silla, al igual que también algo drogado, al parecer el aroma que había percibido era gas adormecedor.
-Bien, bien, aquí está lo prometido, tenemos a Shizuo Heiwajima, ahora entreguen nuestra mercancía- Declaraba Izaya con su tono de perversidad.
-Entendido, pero antes debemos hablarlo, espero y no sea un inconveniente, Izaya-san- Exclamó la segunda voz.
-Oh, claro~ mientras tanto yo hablaré con la mercancía- Dijo burlón, mientras todos reían.
-Izaya, bastardo ¿a dónde me has traído?- Susurré algo cansado.
-Shizu-chan, sígueme el juego, todo saldrá bien- Exclamó.
-¡Bien, hemos decidido comprar a Shizuo!- Exclamaba la segunda voz “¿Eh?”