Shizuru se recuesta mirando el perfil de Natsuki quien estaba recuperando el aliento. Verla decidida en frente de su padre y su prometido. Dedicándole palabras esperanzadoras le derritió el corazón. Por otro lado su padre no la dejaría continuar. Por su mente solo le pasaba los pocos éxitos que había efectuado Tomoe. Su ineficacia se podía ver con la sola presencia de Natsuki. Quien aún seguía respirando. El viejo Fujino fue quien persuadió a Tomoe garantizándole ofertas alucinantes. Pero era obviamente una gran mentira. Tomoe cayo redonda y sin dudar. Dejando eso de lado El viejo Fujino contemplo a Natsuki mientras dirigía un gesto a Kanzaki quien rápidamente saco a Shizuru del despacho.
Shizuru no pudo hacer mucho más que soltarse del agarre. Pero al no escuchar golpes, ni sonido a discusión suspiro. No de alivio solo esperaba que Natsuki pensara con calma. Por otro lado estaba Natsuki tranquila le extendió el papel el cual el viejo firmo no quería verse en vuelto en problemas y mucho menos con el asuntos militares. Por otro lado saldaría un par de cuentas con Natsuki quien no había quitado esos ojos desafiantes.
Pasarían varias horas hasta volverla a verla. Shizuru no dudo en demostrarle cuanto la había extrañado.
Shizuru después que termino de escuchar a Natsuki quien decidió compartirle algunos trozos de su pasado. Pudo ver en su semblante que Natsuki estaba herida emocionalmente. ¿Su padre era el único culpable?- se preguntaba mientras le acariciaba el rostro y la atraía para sí. Un pequeño gesto de dolor en su rostro. Puso en alerta a Shizuru quien forzó a Natsuki a girarse. Shizuru palideció cuando vio esas marcas. Corrió para buscar desinfectarlas. “¿Es que acaso no piensa en su propio cuidado?”- pensaba mientras la examinaba, Natsuki por su parte permanecía en absoluto silencio. Shizuru abrió sus ojos mientras se le helaba la sangre. Tenía unas letras provocados por una punta filosa en su piel. “Ella no te ama” viejos recuerdos se le venían a la mente. Natsuki noto que algo andaba mal Shizuru se había detenido y estaba temblando mientras se abrazaba a sí misma.
Natsuki la sujeto mientras la atraía para resguardarla en sus brazos. Maldijo por lo bajo. Esa escoria lo pagaría muy caro. Tratando de tranquilizar a Shizuru, le susurro que nada le pasaría. Ambas saldrían de esto. Nadie se metería en el medio. Serian felices juntas. Ambas deseaban eso.
Pero el tiempo corrió demasiado deprisa. Natsuki viajaría a Mongolia. Despidiéndose como mejor pudo de su amor. Sus labios, sus ojos, sus caricias solo tenían un nombre “Natsuki”. Salió con la esperanza de volver a verla. Pero ambas sabían que cuando eso pasara Shizuru ya estaría comprometida. Natsuki no se lo impidió. Ya que si esa era la única manera para que no corriera sangre. Lo haría. El muy idiota de Kanzaki había intercambiado palabra con ella. Prometió cuidarla mientras Natsuki se ausentaba. Era ambicioso sí. Desconfiaba de él también. Pero algo en su interior le decía que era lo mejor que podía hacer. El padre de Shizuru le dijo que no interviniera en la ceremonia ya que era solo simbólica. Taparían así los defectos de su hija. Natsuki acepto.