Natsuki se habia dado el gusto de dejarle antes de irse todos los fragmentos de cartas que le dedicaba. Shizuru bromeo pero las sujeto y se las llevo apoyadas juntos a su corazón. Nunca habia sido buena explicando que era lo que pensaba. Mucho menos que era lo que sentía. Todos la apodaban “el lobo solitario”. Aun cuando esta le salvaba el trasero en más de una ocasión. Natsuki esta vez en Mongolia también deseaba que todo saliera bien. En especial cuando se empezó a relacionar mas con sus compañeros. Sabia que era algo innecesario pero le habia prometido a Shizuru que dejaría que otros la ayudaran. Era una estúpida promesa si se lo ponía a pensar. Pero Natsuki se lo busco ya que cuando Shizuru descubrió sus marcas, provocadas por Tomoe, esta le prohibió que se viera sola sin compañeros que pudieran devolverle el favor. Sin embargo Tomoe estaba a otro nivel de Natsuki. Y eso le removía el estomago.
De momento debía dejar eso de lado. Natsuki se incorporo de su lugar asignado para poder descender del helicóptero. Debía sobrevivir. Descendió con su arma y todo su pelotón. Estaban combatiendo contra las fuerzas sovieticas. Eran formidables en enfrentamientos. Natsuki estuvo preparando el plan de emboscada todo lo que el tiempo le permitió. El lanzamiento de granadas de mano seria el inicio. Natsuki escucho la señal y se adelanto. Saldría todo bien. Pasaron días sus superiores querían reportes pero Natsuki no terminaba de estar en sí. La ultima noche se habían logrado infiltrar en el campamento base enemigo. Habia sido un éxito. Hasta que uno de “los cadáveres” se incorporo y disparo contra ella. Natsuki nunca sintió el proyectil. Mas su compañero Takeda si. Le habia perforado el cráneo frente a ella. Su compañero se habia interpuesto. Le habia salvado la vida. Pocas horas después Natsuki planifica su siguiente plan. Correría sangre.
Al otro lado del Mar Shizuru se encontraba muy disgustada con todo lo que estaba pasando. La ceremonia del compromiso había sido tal como venia planificando. Su sonrisa perfecta del brazo de su esposo. Mientras todos saludaban a la feliz pareja.
Hasta que Shizuru cuando se subió al carro que los llevarían a la residencia Fujino. Miro su dedo donde estaba su sortija, unas inevitables lágrimas le descendían de los ojos. Llegaron sin intercambiar ni una sola palabra.
Cuando descendieron del auto. Saludaron a cada uno de los invitados, su madre lagrimaba mientras felicitaba a Reito. Como si fuera todo un trofeo del cual alardear. Decidí dejarlos mientras me acercaba a Mai quien habia hecho presencia únicamente por unas par de horas. Mai abrazo a Shizuru mientras le agradecía que todavía no había asesinado a nadie. Pareciendo como si Mai lo hubiese presagiado una persona hizo presencia. La mismísima Tomoe Marguerite estaba ahí. Shizuru por acto reflejo cambio de semblante cuando se le vinieron a la mente las marcas de Natsuki esa noche.
“Definitivamente Marguerite habia elegido el morir ese dia”. Pensaba Shizuru mientras se acerca de manera cortes a saludarla. De una u otra manera debía convencerla de que no se interpusiera en el camino. Luego de un par de palabras y una que otra mirada venenosa. Decidieron salir al patio. Una gran extensión de tierra. Con plantes por doquier. Estatuas de diferentes figuras tanto masculinas como femeninas, estaban al costado de la enorme fuente estilo occidental. Mientas de la mano izquierda había una banca donde se sentaron. Shizuru fue al grano no quería seguir compartiendo el mismo aire que esa persona. Pero Tomoe le enseño el arma que tenia consigo y no la dejo continuar mucho mas. Tomo del brazo a Shizuru y la obligo a que la mirara.
“-No te permitiré Shizuru que me dejes de lado”- dijo mientras le relamía los labios. –“Ella no está al alcance tuyo y lo sabes, pero aun así…”- continua mientras presionaba contra Shizuru su arma. -“Y ahora para rematarme ¿te casas?- le dedica una mirada psicópata.
Shizuru apenas habia forcejeado, decidió en su lugar no separar sus ojos de los de esta. Le transmitiría cuanto la odiaba de la manera que mas le irritaba a Tomoe. Para cuando esta se canso de su monologo y empezó a impacientarse por las casi nulas respuestas de Shizuru. Se levanto y le dio un fuerte golpe en la cara. Shizuru trastabillo y cayo en el césped. Mientras esta decidió tirársele encima. “Definitivamente Shizuru sabria quien es ella” pensaba mientras con sus manos manoseaba el cuerpo de Shizuru. Shizuru se limito a reir.
-“Es una pena que no pudieras contener tu impulso por mi ser. Marguarite. Pero hasta aquí has llegado”. Dijo Shizuru mientras veía como venían a socorrerla su padre, junto a Reito y Mai.
Tomoe sonrío -“¿eso crees?- dijo mientras le apunto el arma a la cabeza. “tú te vienes conmigo”.