Otra vez zapp lo había intentado, intentado derrotar a su jefe Klaus.
Este sin el mayor esfuerzo lo había vuelto a noquear.
Klaus suspiró negando de lo testarudo que era su colega en intentar derrotarlo, siempre que a lo último lo noqueaba le echaba un leve reojo por si se había pasado de golpes no respiraba.
Aunque la mayoría de veces es muy cuidadoso de dejarlo en un estado de coma o mal golpe, y no podía negar que era entretenido ver como se balanceaba hacia él dando un poco de pelea, sin embargo no duraba mucho.
Ya era de noche y se encontraba leyendo un libro que a su parecer es muy bueno en su cama, hace unas horas se encontraba jugando su juego favorito: ajedrez.
Cerró el libro guardándolo en una de sus gavetas con cuidado de no dañarlo, y apagó la lámpara que reside arriba de la mesita de noche, acomodándose en su cama para después cerrar sus ojos buscando conciliar el sueño.
...
En un departamento lejos de donde se encontraba el líder de Libra.
Hablando del diablo en persona, un joven de cabellos plateados y piel morena canela se encontraba maldiciendo mientras se cortaba las uñas a regañadientes de la queja que había dado hoy una mujer más referente una prostituta de sus largas uñas y su mal gusto por la ropa, podía cumplir lo primero ya que eso es solo un mal descuido de su aseo personal pero juzgarlo por sus gustos en vestir eso no lo aceptaba. Fue el vago pensamiento que paso por su Menté dándole sin importancia, además quien era esa puta,(regalada) para criticarlo a él.
— Keh! espero le de sida por puta! — murmuró deseándole el mal a la mujer que lo más probable se encontraba revolcándose con un individuo menos increíble que él, finalizando su misión de cortar uñas. Buscó entre sus bolsillos traseros un cigarro que al momento encendió llevándolo a su boca tomando una bocana de aire y exaltándolo,(botándolo).—. . . Mm, hoy no hubo ningún avancé en encontrarle al jefe una abertura.— se dijo, mirando al techo acostándose para tomar con sus manos el cigarro y encestarlo en la cubeta de basura, sonriendo de lado por su insignificante logró.
— Debí ser jugador de baloncesto.— río entre dientes, colocando sus brazos por detrás de su cabeza, cerrando sus ojos en el proceso. — Mmm....Mm.....MMMm..¡Haa! — gritó saltando de la cama sonriendo con malicia mientras se frotaba las manos cual mosca planeando algo maquiavélico. — Oh mente mía te amo tanto! Que haría sin ti! — dijo al aire, levantándose con entusiasmó de la su cama.— eh...pero estoy en pijama como voy a ir, así? Meh no importa — le restó importancia, subiendo los hombros buscando las llaves de la moto, apago todo y cerro con seguro su departamento. Bajo las escaleras con rapidez y con agilidad para no despertar a sus vecinos.— porque rayos mi mente tenía que ingeniarse este hermoso plan a estas horas de la noche? — frunció el ceño y sin más se montó en el vehículo prendiéndolo y arrancando a toda velocidad.
Zapp había recorrido media ciudad para dar como comienzo a su 'hermoso' plan.
— El jefe no sabrá que lo mató — reía con maldad, aunque si lo miramos de cerca parecía como si se estuviera atorando.— Mejor deje de tontear estúpida autora y narre bien! Ya que este hermoso va a cometer un asesinato! — Volvía a reír como si esta vez tuviera algo metido en el trasero.— Hija de puta! — Grito con enojo llamando la atención de las personas que pasaban en sus vehículos tratándolo de loco.— ¡Y ustedes que me ven?! — Grito al aire, casi fue atropellado por estar gritando a la nada.— será perra..— refunfuño volvió a mirar hacia adelante su rostro mostraba desgano.
¿Qué pasó Zapp, se le fue el entusiasmo de ir a buscar a su jefe?
— No idiota! ¡Por su culpa me e pasado! — Grito murmurando, mientras volvía a retomar la dirección.
Loco. . .
— ¿¡Ha?! — Exclamó mirando a todas parte con enfado.— cuando te encuentre ya verás que...
Ya llegaste.
— Ha..sí ya.— susurró olvidándose de pelear con el narrador y volviendo al tema. Zapp bajo con sus pantuflas de gatos de la moto y se encaminó hacia la entrada del edificio.— ¿está cerrado, Pero que rayos? — casi se le cae la mandíbula al ver que no creí lo que estaba pasando.
— Quien anda ahí? — se escuchó decir de un guardia que vigilaba el edificio, con rapidez intentando esconderse pero fue pillado por el guardia que lo vio.— Eh tú! — lo llamo pero para hacerse el malentendido respondió.
— ¿Yo?
— Sí, tú. El de cabello blanco, piel negra y pijama de gatos. — eso ultimo le dijo gracia al señor guardia que no evito salirle una expresión de diversión y hacer hervir le la sangre a Zapp.
— ¡mi piel es Morena no negra! — se quejó con enfado por la equivocación. — acaso tiene algo encontra de los gatos?!
— Si, sí como sea jovencito. Que hace a estas horas de la noche y más en pijama? — Le preguntó.
— Raios, esto no estaba como incorporado parte de mi plan! — Pensó desesperado.— Eh..púes.. U-un colega me dijo que viniera a este edificio lo más rápido posible que estaba muy asustado. — se trató de excusar.
— Púes me temo que esa persona te engañó vilmente porque aquí no vive ningún joven de su edad solo abuelos.
— Oh...¿enserio? — comentó bajándole gotas de sudor de rostro mostrándose en a puros. — P-pero me dijo que vive aquí. — insistió.
— Como se llama esa persona? — suspiro al ver su insistencia.
— Klaus. Klaus V Reinherz. — contestó con firmeza.
— ¡Oh! — Exclamo con sorpresa el guardia.— No sabía que Klaus-san tuviera de amigo a un joven fanático de las pantuflas de gatos.
— Em...no exactamente amigos si no más solo compañeros de trabajó y le vuelvo a decir...¿¡Acaso tiene algo con los gatos?! — Frunció el ceño.
— Ya veo...y no, no tengo nada en contra de los gatos así que siéntete tranquilo joven fanático de los gatos. — se burló un poco del joven viendo como cambiaba de colores de la rabia.
— ¡No me llames fanático de los gatos!! Mi nombre es Zapp! — Gritó con una vena en su frente con ganas de matar a ese sujeto.
— Porque vino a esta hora, joven Zapp? — comento, ignorando el enojo de menor.
— Tch.. Ya le dije, mi colega está asustado así que vine hasta aquí. — respondió con molestia.
— Bueno...como eres amigo de Klaus-san te dejare entrar pero si vuelve a pasar algo parecido le negaré la entrada.
— Sí, sí, como sea viejo abre la puerta. — rodo los ojos con fastidio el más joven, con calma casi como si fuese a propósito el 'viejo' como le dice Zapp quitaba el candando.— .... Está tratando de colmar mi paciencia? — pregunto hostil mente.
— No que va, deben ser cosas suyas joven Zapp. — dicho eso abrió la puerta dando campo al menor de entrar empujándolo para adentró.
— Uoh! — exclamo al ver que lo empujaban para a dentro, y cerraban la puerta. — Maldito viejo... Cuando salga de aquí lo hare picadillo y sus restos se los daré a los perros.— maldijo.— tks debí entrar por una ventana de este asqueroso edificio.— se arrepintió de elegir la manera pacífica de entrar al edificio.
Como pedro por su casa, entró en el ascensor tocando un botón que lo llevaría hasta el último piso, miraba distraídamente con los cruzados de brazos la ciudad con música de ancianos de fondo. Se fueron abriendo las puertas y se pegó a la pared como un chicle mientras caminaba por el pasillo hasta llegar a su destino, sonríe de lado buscando la puerta de la habitación de su jefe,(Klaus) y saco de un bolsillo de su pijama una pinza como un ladrón abrió la puerta intentando no hacer ruido alguno, pero estamos hablando de Zapp amigos míos es el rey del desastre. en conclusión se chocó con un closet y por poco tumba la computadora que había en la mesa del comedor de la casa, casi le da un infartó al escuchar salir un gruñido de parte del dueño de la casa.
— Shit! Shit! — Maldijo en su menté, por casi embarrarla,(cagarla). Pero gracias a ese gruñido pudo identificar rápido donde estaba Klaus.— Oh Jefecito no sabrá que fue lo que le paso hasta cuando abra los ojos en el más allá — susurró para el mismo, tapando su boca con sus manos para no reírse con 'maldad' como el cree.
Se quitó los zapatos para hacer menos ruido al caminar y de puntillas camino hacía la cama verificando que en su bolsillo trasero tuviera el veneno y miro por 'ultima' vez a su víctima.
— Sayonara jefecito dulces sueños — pronunció murmurando más para el mismo que para aquél hombre que dormía. Fue a buscar el veneno cuando lo jalan con fuerza sujetándolo de la cintura.— Santa mierd...!? — Gritó asustado por la brusquedad del agarré cerrando los ojos en el proceso, cuando se dio cuenta estaba en la cama de su jefe y este sobre él.— H..ha?!
— ¿Quién eres? — dijo en tono amenazante, no alcanza a verle la cara al 'desconocido' por la poca luz que entraba del cuarto, apretando el agarre donde una de sus manos tenia sujeta al tipo de la cintura. Haciendo que este pataleara por la fuerza aplicada en su bellísima y sexy cintura como Zapp dice.
— J..jefe..s-soy yo..Z..Zapp! me aprieta muy fuerte! — dice Zapp al principió con dolor por su sensible cintura mandándole un puñetazo que fue detenido por la mano desocupada de Klaus.
— ¿Zapp? — Repitió confundido al saber que era su subordinado, pero olvido ello, y toma ambas manos de zapp colocándolas sobre su cabeza.— Porque intentaste golpearme? — Alzo una ceja mirando la silueta del moreno aunque no lo distinguiera muy bien, podía escuchar su voz. Fuera de la habitación había empezado a llover.
— ¿¡Porque no me suelta?!
— Precaución no quiero que por descuido mío, me vallas a golpear. — Explicó. — Se puede saber porque viniste?
— E..ehmm...bueno...bueno..— Murmuró desviando la mirada mientras en su mente una vocecita le decía: ¡Retirada! ¡Retirada!.
— Venías a matarme? — Preguntó, cuando un trueno suena y puso distinguir los ojos grises de Zapp mirando a otro lado, no tuvo más remedio que acercar su cara al rostro de su colega.— venías..a matarme? — le susurró en el oído, dando un brinco zapp hizo que se alejara Klaus.
— Eh..púes, digamos que es una historia muuuy larga y algo graciosa.— Volvió a mirar al frente
aunque no pudiese verle. Río tratando de cambiar la tensión del ambiente o más bien de desviar la conversación. Klaus al fijarse que no tiene ningún objeto filoso consigo, suspiró con seriedad.
— Donde está el veneno? — Preguntó acertando en que cosa iba a utilizar Zapp para matarlo.
— HAAAA! MIERDAAA! ME DESCUBRIÓ! RAYOS! — Pensó gritando internamente.— y yo que pensaba que este plan funcionaría
...maldita sea mi suerte, aunque por eso es el jefe —Inflo los cachetes por lo último pensando.
— Y bien? — Dijo calmadamente, pero al no escuchar respuesta, la mayoría de su peso cae sobre Zapp haciendo que este casi se ahogue.
— ¡Q-quítese ballena! Airee! — patalea buscando aire, Klaus al sentir su reacción se coloca como estaba antes dándole aire al pobre zapp.—...esta en mi bolsillo de mi pijama — murmuro entre dientes con impotencia de no poder moverse.— O-Oe! Que carajos estás haciendo?! — gritó al ver que la mano que sostenía su cintura ahora se encontraba manoseándolo.
— Perdona eso, no se con exactitud dónde está el bolsillo.— de disculpó apenado por el repentino manoseo.
— E-es mi bolsillo trasero! — grito tartamudeando al principio rojo de la vergüenza.
Klaus con agilidad y cuidado, lo volteo; coloco su peso sobre las piernas de este para inmovilizarlo y de paso prendió la lamparita dejando expuesto a la vista el trasero de zapp ante la pesada mirada de Klaus, este al mirar algo indebido del menor hace el intento de no seguir mirando pero algo no lo dejaba, un rubor casi invisible se colocó en su rostro mirando de reojo el redondo trasero de este, ve que la pijama del menor es de...¿Gatos? Pensó con un deje de diversión por la colorido pijama.
— Que pasa?! Porque tanta demora?! — se escuchó decir del menor que estaba con su cara sobre la almohada al ver que no pasaba nada.
— No pasa nada tranquilo Zapp y...bonito pijama — halagó con una leve sonrisa.
— Em?....K..keh! Supongo que gracias — murmuró algo avergonzado al saber que su jefe ya vio su pijama.
Klaus sin más preámbulos metió su mano en el bolsillo trasero de zapp buscando el veneno, pero escuchó una queja de este.
— Eh! eh! eh! Mirar pero no tocar idiota! — grito sobre la almohada al sentir, ¿masajes? En sus pompis.
Klaus de dio cuenta tarde al parecer sus manos tomaron vida propia y estaba masajeando leve mente el trasero de zapp, rojo como un tomate apartado la mano con el veneno en ella.
— Lo siento eso, Zapp.— se disculpó apenado el jefe de Libra.
— Un "lo siento eso, zapp" — dijo intentando imitar su voz.— ¡No va a hacer! ¡Pervertido! — lo acusó, sin embargo no podía voltearse para encararlo. Y mientras Klaus había quedado embobado viendo como el redondo y suave,(ya que lo había tocado ha tenía una idea de como era) trasero de Zapp se movía de un lado al otro, por el esfuerzo que este hacía por voltear.
Miro al techo Klaus cerrando los ojos y quitándose de encima del moreno éste con alegría exclamo: ¡Libre soy!, El grandote de paso se sentaba en la orilla de la cama examinando el veneno. Zapp dejo de cantar la canción de Frozen al ver su jefecito como el mismo zapp le decía se mantenía callado.
— Oí, Jefe..— trato de llamar la atención del mayor.
— De verdad querías matarme? — comentó volteando a ver al moreno. Zapp suspiro decido y asintió.
— sí, jefecito me va a dejar matarlo? — dice con ojos de Loli,(Grandes).
— Si Zapp-San. — asintió mirándolos.
— Tu Malditoo! Sabía que te ibas a ne...¿¡Ha?! E-enserio?! — Dice incrédulo.— Wow. Nunca había llegado tan lejos, no se cómo reaccionar. — dice con cara de sorpresa.
— No es lo que querías? — Volvió a preguntar, su semblante se volvió tranquilo.— igualmente no te hubiera dejado que me mataras.— dicho eso se levanta de la cama.
— Eh..yo...¿¡Que?! Ya lo sabía era muy buena para ser cierto!! — empezó a gritar acusándolo con su dedo índice.
— Shh, despertaras a los abuelos. — murmuró colocando su dedo en los labios en señal de silencio, zapp solo frunció el ceño y murmuro algunas cosas.
— Keh! Mi plan a fallado pero no creas que te has librado de mi! — Grito murmurando, cuando se escucha unos goteos constante.— Oye..Jefe, creo que se le está entrando el agua.— dice señalando la ventana que estaba medio abierta.
— Mm..que descuido el mío.— susurró cerrándola viendo que afuera estaba lloviendo a punto de llover a cantaros.— gracias por avisarme Zapp. — Le sonrió, este solo se encogió de hombros mirando a otro lado murmurando cosas del plan.— Zapp..¿Te gustaría quedarte a dormir?
— No. Prefiero estar en mi departamento. — mascullo levantándose y yendo hacia la puerta, cuando se escuchó otro trueno pero más fuerte y al ver por la ventana se podría ver que algunas calles se habían enlagunado.— mierda...
— Como tu jefe te ordeno que te quedes, no quiero que mañana amanezca resfriado por dejarte ir en plena llovía. — Ordenó buscando un trapero para limpiar el charquero que se había echo.
— Bien...— Asintió a regañadientes cruzando de brazos, tirándose en la cama y restregándose cual gato en ella.
Cuando Klaus había terminado de limpiar y colocar el trapero, zapp se encontraba en la tercera nube, arrullado entre las sabanas, pareciéndole tierno verlo dormir con cuidado se metió entre sus sabanas y se hundió en ellas para después apagar la luz, luego se quedó mirando por un rato el cabello del menor y de reojo su pijama de gatos, causándole otra vez ganas de soltar una risa de lo cómica que era, fue cerrando los ojos hasta que quedo fundido.