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Bitácora de Kozume Kenma por Ichigosan

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Notas del capitulo:

Buenas noches bitches. Dejo el segundo cápitulo por aquí. Quizás más tarde suba el tercero, porque tengo que hacer un proyecto que me va a llevar toooda la noche, además este capítulo en particular es algo corto y es más un "conector" para que continúe la historia yyyy bueno, ya que voy a estar en la computadora quizás lo suba. Salu2 

POR CIERTO. Este es el unico que capítulo (por lo menos por ahora) que no es narrado por Kenma, sino por su madre, desde su punto de vista del pasado, que como ya dije será el espacio temporal hasta más o menos el séptimo capítulo.

Pov. Sora.

Era otro agradable día de verano. Estaba de compras en el supermercado del barrio, donde me crucé con varias vecinas y entablé conversaciones agradables. Saliendo volví rumbo a mi casa, había comprado lo necesario para hacer el platillo favorito de Kenma para cenar. Mientras caminaba pasé por el parque de vecindario que estaba lleno de niños, reían, gritaba y corrían. Se divertían sin dudas. No pude evitar pensar que me gustaría ver a mi hijo ahí. Como toda madre solo quiero ver a Kenma feliz, por eso si yo supiera que él es completamente feliz con el estilo de vida solitario que lleva, inclusive aunque no estuviera de acuerdo no lo molestaría. Pero yo sé que no es así, sé que se siente solo, lo veo en su ojitos cuando observa a otros niños jugar, ir de un lado a otro en compañía de sus amigos. Sé cuánto le gustaría ser uno de ellos, veo como su intención es acercarse a hablar pero sus palabras se atoran en su garganta, veo como el miedo le gana inclusive cuando algunos niños lo invitan, tanto que aunque se muera de ganas no acepta. No sé si es mi culpa, quizás mi esposo y yo lo sobreprotegimos demasiado, solo sé que no quiero ver a mi hijo sufrir.

Venía muy concentrada en mis pensamientos, tanto que no noté como se me cayeron unas mandarinas de adentro de una de las bolsas, hasta que una vocecita me lo hizo notar.

-¡Sora-san, se le cayó esto! –llegó desde atrás de mi Tetsuro-kun con las mandarinas en sus manos.

–Oh, ni lo había notado –dije algo avergonzada-. Gracias Tetsuro-kun.

–No hay de qué. Déjeme que la ayude –iba a replicar que no hacía falta, pero antes de que pudiera decir algo Tetsuro guardó las mandarinas en la bolsa y la tomó para llevarla consigo mientras caminaba a mi lado. Era un niño muy encantador.

–Gracias Tetsuro-kun. ¿Estabas paseando por el barrio?

–¡Sí, salí a investigar! –dijo entusiasmado-. Aquí cerca encontré un parque, estaba lleno de niños. Me uní a ellos y estuvimos jugando a las escondidas, pero se está haciendo tarde y mamá se enojará si no llego antes que el sol se ponga –dijo con cierta molestia, dejando en evidencia que le hubiera gustado seguir jugando.

–Oh, justo acabo de pasar por ahí. Había tantos niños que no te vi –comenté.

–Es que estaba muy bien escondido, ¡por eso gané! –dijo riendo y me hizo reír a mi también.

–Tienes mucha facilidad para llevarte bien con los demás niños, ¿no?

–Mmh, pues no es difícil. Yo solo me acerco y pregunto si puedo jugar. Los niños siempre decimos que sí, cuantos más seamos para jugar siempre es mejor –expresó orgulloso su filosofía infantil.

La verdad era que Tetsuro-kun tenía razón. Yo había visto muchas veces como niños desconocidos se unían a otros para jugar y nunca tenían problemas, y al final terminaban todos siendo amigos. Eso es lo lindo de la niñez, todo es más fácil. Sabía que difícilmente alguien le diría a Kenma que no, pero si él ni se atrevía a unirse al juego, no había nada que pudiera hacer.

–¿Sora-san? –su vocecita me sacó de mis pensamientos, me había quedado en la luna unos largos segundos al parecer.

–Lo siento, Tetsuro-kun –me disculpé algo avergonzada-. Me quedé pensando en mi hijo…–dije en un tono bajo, como excusándome a mí misma.

–¡Kenma! –dijo sonriente-. ¿Dónde está? No lo vi en el parque. ¿El juega en otro lado?

Me enterneció su actitud y sus preguntas, tanto que no pude evitar sonreír.

–La verdad Tetsuro-kun, ¿recuerdas que dije que Kenma es muy tímido? –el asintió-. Pues como es tímido le cuesta hablar con los demás, no tiene relación con otros niños, no sale a jugar.

Tetsuro-kun mostró una expresión muy sorprendida en su infantil rostro, y no me extrañó en absoluto, a su edad a mí también me hubiese sorprendido que hubiera niños diferentes a mí, ya que la visión del mundo de los menores no es muy amplia. Seguro Tetsuro estaba acostumbrado a tratar con niños como él, y Kenma era algo nuevo.

–Entonces Kenma, ¿no tiene amigos? –dijo en un pequeño murmuro, como si tuviera miedo de preguntar.

–No, no los tiene. Aunque sé que le gustaría tenerlos. Nunca me lo dijo, pero lo sé. Y a mí también me gustaría. Me aterra que mi hijo se sienta tan solo.

Para cuando me di cuenta que había dicho algo demasiado profundo y personal frente a un niño ya era tarde, pero antes de poder decir algo que lo arreglara, Tetsuro-kun se me adelantó.

–¡Yo seré su amigo! –mirándome serio-. Aunque sea tímido, lo voy a obligar a que sea mi amigo.

Me quedé sorprendida ante sus palabras, tan inocentes y a la vez cargadas de determinación. Antes de que me diera cuenta ya habíamos llegado a la entrada de mi casa, y a solo unos pasos estaba la de la suya. No alcancé a responderle cuando él dejó cuidadosamente la bolsa en la puerta de mi casa y se marchó despidiéndose y gritando que su madre lo mataría por llegar casi de noche. Ese niño realmente era un caso excepcional. Solo pude reír con resignación y pensar que quizás no estaría mal confiar en las palabras de Tetsuro-kun.

Notas finales:

Lo siento si hay errores de ortografía y bla bla bla. Necesito lentes pero me quedan horribles por eso no uso :(


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