Estaba volando, y de pronto sentía que ya no podía hacerlo y caía lentamente hacia el suelo y antes de estrellarme en este desperté de mi sueño ya que me había caído de la cama, “gracias a dios fue un sueño y no fue verdad”, dije mentalmente ya que si me había dado un buen susto eso, desperté y observe que todavía era temprano, muy temprano ya que era domingo y eran las 6:48 de la mañana, aaaay que flojera y ahora no podré volver a dormir ya que con ese sueño se me fueron todas las ganas de dormir, me levante del suelo y me encamine a la cocina que estaba en el piso de abajo.
Llegue y me serví un vaso de jugo ya que a mí no me gustaba el café, ¿por qué?, pues para mí el café tenía el peor olor del mundo y luego me ponía los nervios de punta y no podía con migo mismo así que me decidí por un jugo, cuando me senté en un banquito de la isla de la cocina con mi jugo entro mi mamá tallándose los ojos y yo sonreí ante la escena que se presentaba.
-¿Edu?, es muy temprano para que estés despierto, ¿te caíste de la cama o algo así? –me pregunto y yo solté una risita, había dado justo en el clavo.
-Sí, soñé que volaba y cuando desperté estaba en el suelo, quise volver a dormir pero ya no tenía sueño y mejor baje a tomar un jugo –mi mamá no pudo evitar soltar una carcajada por mi explicación de estar despierto tan temprano –oye, no te rías que me dio mucho miedo cuando iba cayendo –le dije para que no siguiera riéndose, pero esto provocó que se riera con más intensidad.
-Bueno, está bien, es que es tan gracioso, en fin, que te gustaría de desayunar ya que estas aquí –preguntó con una sonrisa maternal mientras trataba de controlarse. Pensé un poco y le conteste.
-Me gustarían unas tontitas con sirope de arce y huevos con beicun por favor.
-Está bien, dame un momento y te los hago, ok? – preguntó, a lo que yo dije si con la cabeza y salí de la cocina.
En la sala no había nadie creo que era muy temprano para que todos se levantaran a excepción de mi mamá, ella siempre se levantaba temprano, me encamine hacia el sofá de la sala de estar, tome el control de la mesita que estaba al lado de este y encendí la televisión, cambie los canales sin buscar nada en especial hasta que por fin me detuve en un programa que se llamaba Phineas y Ferb, deje el canal y me dispuse a ver los dibujos animados y relajarme.
No sé cuánto tiempo paso cuando mi mamá ya me estaba llamando pero es que me entretuve viendo este programa que para mi gusto estaba interesante, apague la tele y regrese a la cocina me senté en uno de los bancos de la isla de la cocina (el que siempre uso) y me dispuse a comerme todo lo que mi mamá me había servido en el plato, cuando acabe le di las gracias y subí a mi cuarto, cuando llegue a la puerta escuche que tocaban el timbre no le di importancia ya que yo no esperaba a nadie en especia así que sin pensarlo entre a mi cuarto, ahí me recosté en mi cama y encendí la televisión para buscar de nuevo otra cosa que ver, cuando por fin me decidí por que ver escuche que alguien llamaba a la puerta, tal vez es mi mamá pensé y grite “pase”, cuando la puerta se abrió casi me desmayo, no por cómo se veía sino por quien era(bueno si, también por cómo se veía, seria capas de comérmelo entero).
-Alex, ¿qué haces aquí? –el torció el gesto y me di cuenta de que había sido un poco grosero con mi pregunta así que la replante –perdón, digo ¿qué haces aquí? Hoy es domingo y es muy temprano ¿no crees? –el solo puso una sonrisa y me contesto.
-Es que hoy es el día del amor y la amistad y se me ocurrió que podríamos pasar todo el día juntos, eso si no tienes un compromiso ya – ¿era yo o me estaba pidiendo una cita? –Es que somos amigos y a mí me gustaría compartir este día con una persona especial para mí –la verdad esto es un poco decepcionante pero no por eso le pienso decir que no.
-Está bien, puedes esperar abajo mientras me cambio para que nos vallamos –le dije mientras me levantaba de la cama pero antes de que pudiera avanzar tenía a Alex rodeando mi cuello, ante esta acción tan repentina de Alex no pude evitar sonrojarme, tenerlo tan cerca y poder oler su aroma a jabón corporal y su colonia era maravilloso, pero lo que más me cautivaba era su olor natural, eran de esos olores que te hacían perder la cordura y hacían que te derritieras de pies a cabeza.
Tuve que reunir toda mi fuerza de voluntad para no temblar y devolverle el abrazo.
-Feliz día del amor y la amistad gracias por aceptar mi invitación –me susurro justo en la oreja lo que provocó que me estremeciera y me congelara, pero gracias a algún dios pude salir de trance rápido y pude corresponder su abrazo susurrándole un:
-Gracias, eres muy amable –y con esto nos separamos yo un poco sonrojado y el natural como cuando esta con migo.
-De nada, te espero abajo –y dicho esto salió de mi habitación cerrando la puerta tras él, me sentía tan feliz, me había dado un abrazo y me había pedido que pasara con él el día de San Valentín, me encamine hacia mi ropero y a escarbar entre la ropa para buscar algo decente que ponerme.
Treinta minutos después ya estaba listo para irme, me había dado una ducha, acomodado mi pelo y puesto un poco de colonia en las muñecas y el cuello, así que baje las escaleras y vi que Alex y mi mamá conversaban y eso me puso en alerta máxima, seguro y lo estaba interrogando fui hasta ellos y le dije.
-Mamá voy a salir con Alex, regreso en la tarde –espero y no tuviera planes para mí ya que por nada del mundo iba a cancelar el compromiso que tenía con Alex.
-No hay problema, siempre y cuando no quiero que regreses muy tarde, ok? –dijo con un ligero toque de amenaza típico de mi madre cuando quiere que se hagan las cosas a su manera.
-Está bien mamá, nos vamos Alex?
-O si claro, con permiso señora, no se preocupe por Edu prometo que lo traeré temprano a casa – y con esto mi mamá nos hizo una seña con la mano indicando que nos fuéramos antes de que se arrepintiera y con esto nos encaminamos a la puerta principal de la casa para salir.
Una vez afuera seguí a Alex hasta su coche donde me abrió la puerta como si fuera una chica, iba a protestar pero decidí no hacerlo, no quería arruinarnos el día a ambos así que decidí tragarme mi orgullo, Alex cerró la puerta y rodeó el coche para subir en la parte del copiloto, una vez adentro lo encendió y salimos del lugar donde estaba estacionado y recorrimos unas cuantas cuadras hasta que hablo.
-Te importa si pongo música –me pregunto a lo que yo negué con la cabeza y él se dedicó a manipular los botones del equipo de sonido del coche hasta que sonó una canción que no tenía la menor idea de cuál era pero me gustaba ya que tenía buen ritmo.
-¿Cómo se llama esta canción? –pregunte un poco curioso por saber quién cantaba esta canción.
-Se llama Toxic la canta Britney Spears, ¿por qué, te gusta?
-Sí, no sé lo que dice pero me gusta el ritmo –el solo se giró hacia mí, sonrío y volvió a devolver la vista hacia el camino.
Avanzamos durante 20 minutos hasta que por fin nos detuvimos frente a una tienda de ropa, mire la tienda de ropa y luego lo mire a él con una ceja levantada.
-¿Qué hacemos aquí? –le pregunte.
-tu solo déjate llevar por el momento y déjame lo demás a mí, ok? –contestó de manera cortante y yo solo asentí, me entro el pánico de una forma inimaginable, ¿acaso lo que traía no le gustaba?, esa y más preguntas similares inundaron mi mente.
Entramos a la tienda de ropa y de inmediato nos abordó un vendedor de la tienda.
-Hola, buenos días tengan ustedes, soy Roberto, ¿puedo ayudarles en algo? –preguntó de manera amable, claro debe ser así como tratan a todos sus clientes.
-La verdad es que esperábamos comprar unos trajes de baño –dijo Alex y el empleado de inmediato nos hizo una seña para que lo siguiéramos, llegamos al lugar el cual era un poco grande, sin duda la tienda era más grande de lo que se veía, Alex de inmediato empezó a buscar entre las prendas y el empleado se acercó.
-¿Busca alguna talla en especial? –Alex siguió buscando entre la ropa y hablo.
-No gracias, no se preocupe de ahora en adelante nos encargaremos nosotros –dicho esto el empleado se retiró del lugar dejándonos a Alex y a mí en el lugar.
Alex buscaba por todas partes y hacia que yo entrara muchas veces a los probadores de ropa que estaban ubicados ahí hasta que por fin se decidió por uno, se supone que me tiene que gustar a mí no a él, pensé pero lo deje estar por el momento, le iba dar el gusto, pago y salimos del lugar para volver al coche.
-¿A dónde vamos Alex? –pregunte esta vez un poco más curioso.
-A un parque acuático, quisiera que nos subamos juntos a todo los toboganes y nademos hasta que se haga tarde –Baya creo que si es una buena idea hace mucho que no voy a un parque acuático, pero es obvio que esta vez será mejor que otras veces ya que voy a ir con Alex.
Después de 10 minutos llegamos a un parking gigante que estaba ubicado enfrente del parque acuático, la verdad moría por entrar, así que al bajar espere que Alex asegurará el coche, cuando lo hizo lo tome de la mano y lo lleve corriendo hasta la entrada donde el compro los boletos para entrar.
-Sí que tenías prisa, no? –No pude evitar sonrojarme un poco y sonreír estaba feliz –te parece si vamos a los vestidores a cambiarnos –asentí y lo seguí hasta un lugar lleno de vestidores –toma esta es tu bolsa con tu traje de baño –me estregó la bolsa con la ropa que había comprado en la tienda y entre en un vestidor.
Al salir casi se me estrella la mandíbula en el suelo, y a quien no, si Alex estaba en short y sin nada que cubriera su torso ni su abdomen y o por dios estaba más que bueno, con sus pectorales y abdominales bien trabajados y sus estrechas caderas que me llamaban tanto la atención, salí del trance y me acerque a él.
-Termine, donde dejamos la demás ropa –le pregunte ya que era la primera vez que venía a este parque.
-No te preocupes por aquí hay unos casilleros donde podemos dejarla –y con esto fuimos al lugar para guardar la ropa.
Pasamos todo el día entre risas y salpicadas de agua, algunas veces yo fingía ya no poder nadar más y así Alex me tomaba entre sus fuertes brazos y me llevaba a la orilla de la piscina y me preguntaba si estaba bien y yo contestaba que “sí, pero no te alejes demasiado, podría ahogarme y tu ni cuenta te darías”, hubo baria chicas que se le acercaron a Alex y le daban algo así como un trozo de papel con su número de teléfono (O algo así) pero en cuanto se iban él los arrojaba a la basura, eso me hacía feliz, en fin el día se nos fue y lo digo porque el parque funcionaba las 24 horas del día así que cuando salimos del agua las luces de todos los rincones del parque estaban encendidas.
Íbamos caminando a recoger la ropa cuando de pronto una brisa de aire fresco golpeo mi cuerpo haciendo que mi cuerpo temblara.
-¿Tienes frío? –me pregunto Alex mirándome un poco preocupado.
-No, es que me dio el aire fresco – dije despreocupado.
-Ven aquí, no vayas a atrapar un resfriado –me dijo mientras me abrazaba desde atrás por la cintura, no sé como pero aunque hubiera salido apenas del agua y trajera el torso descubierto su cuerpo estaba cálido y me reconfortaba, seguimos así hasta que llegamos a los vestidores después de haber recogido la ropa que dejamos en los casilleros, yo entre en uno mientras Alex enteraba en el de al lado, una vez que termine de cambiarme puse la ropa mojada en la bolsa y salí del pequeño cuarto, observe que Alex estaba parado esperándome, y sonreí al ver que me miraba con una sonrisa dulce.
Salimos del lugar y regresamos a casa la verdad el día fue muy divertido hubo una parte en la que Alex fingió ahogarse y me pedía ayuda y yo sin pensarlo lo ayudaba aprovechando para manosear un poquito su muy tonificado cuerpo (ok, me lo agasaje más de la cuenta sin que él se percatara) pero lo malo era que pesaba más que yo y termine siendo el recatado y no pude volver a tocarlo.
Me la pase pensando en todo lo que hicimos en el día hasta que llegamos a mi casa Alex dijo que esperará salió del coche y me abrió la puerta, Salí del coche y sonrió lo que hiso que imitara su sonrisa.
-Tus mejillas están un poco quemadas - me dijo y yo lleve una de mis manos a mi cara, la verdad no me dolía pero si se sentía un poco incómodo.
-Gracias Alex, ha sido un día increíble eres genial –el me miro a los ojos y me dijo.
-Tú eres mucho mejor, me has dado un día increíble, nos vemos mañana para ir al colegio paso por ti para irnos juntos como siempre.
-si está bien, bye que tengas buena noche
-si igualmente –me gire y me dispuse a caminar rumbo a la puerta de mi casa cuando de pronto sentía que Alex me tomaba del brazo y me giraba rápido, fue tanta la velocidad con la que me giro que no pude reaccionar hasta que sentí sus labios juntarse con los míos en un beso tierno de parte de él, yo por mi lado, estaba en shock, ¿qué estaba pasando?, poco a poco empecé a corresponder su beso hasta que nuestros labios se movían en una perfecta sincronía que lograba hacerme ver las estrellas y la luna, sabia de maravilla y no quería detenerme pero como todo lo bueno tiene que terminar decidí disfrutar el momento.
Cuando nos separamos Alex me miro a los ojos de nuevo.
-Edu eres el chico más guapo que conozco, me encanta cuando te sonrojas como ahora, y me gusta toda tu forma de ser, como te portas con migo y la manera que tienes de hacer las cosas, quiero decirte que me enamore de ti desde el momento que entraste al aula de clases y me dijiste que era tu asiento en donde yo me encontraba y que desde entonces no he dejado de amarte y no lo puedo contener más y quisiera saber..... Si tu..... ¿Quieres ser mi novio? –o por dios mi sueño hecho realidad no lo podía creer, que empecé a negar con la cabeza, por lo que Alex bajo la cabeza un poco deprimido pero esa no había sido mi respuesta así que me acerque, lo tome de las mejillas y le plante un beso en los labios.
-Esto contesta a tu pregunta –le dije a lo que asintió y sonrío de felicidad.
-O Edu –rodeo mi cintura y me dio un abrazo en el que todo su cuerpo estaba pegado al mío –pensé que me estabas diciendo que no, me haces tan feliz.
-Y tú a mí –permanecimos un rato así, en silencio hasta que yo lo rompí –lo siento pero tengo que entrar a casa.
-Que lastima, en ese caso –me tomo de la barbilla y me dio un beso tierno que poco después se hizo más profundo, reclamando lo que ahora le pertenecía, solté un gemido cuando mordió mi labio inferior y aprovecho para introducir la lengua, era algo exquisito, en mi vida había sentido algo igual, nuestras lenguas se tocaban y sentía una corriente eléctrica por toda la espalda, todo era tan irreal que creía estar soñando pero sabía que no era así, la falta de aire se hiso presente y nos tuvimos que separar–hasta mañana que duermas bien, te quiero
-Igualmente, novio mío –le dije.
-Me gusta cómo suena eso, será mejor que entres –me di la vuelta y sentí como me daba una nalgada que hiso que diera un salto e hiciera que caminara hacia la puerta, al llegar a esta le lance un beso con la mano el cual me regreso de la misma manera y entre a la casa.
Mi mama estaba en la cocina preparando la cena, me pregunto que si tenía hambre pero yo le dije que no, ya que había comido y estaba muy cansado, era mejor que me fuera a dormir ya que mañana era día de escuela, y por otra cosa que no le dije que era que no me quería quitar de la mente el sabor de la boca de Alex y con este último pensamiento subí a mi cuarto me puse mi pijama y me metí en la cama y poco a poco me iba quedando dormido con la imagen de Alex y yo besándonos en diferentes escenarios hasta que por fin caí en un sueño profundo.
FIN :)
GRACIAS >_<