Capítulo Dos, Primera vez.
Fue increíble que aunque tuviéramos carreras separadas siempre nos veíamos, recuerdo lo molesto que me ponía cuando te veía siempre rodeado de personas, te admiraban por la capacidad de ver los problemas tan fáciles, vivías de ellos sin quejarte, sólo salías adelante.
Hablabas siempre con una sonrisa, pero cuando estabas sólo mantenías un rostro neutro, no sabía que pensabas o que sentías, y me molestaba conmigo por estarte observando, y es que aunque no quería siempre mis ojos se dirigía a tu dirección cuando sabía que estabas cerca y aprovechaba cruelmente de tu discapacidad para observarte sin vergüenza alguna.
Y como habías dicho en tu tonto discurso de aquella vez, había personas que no confiaban en tu capacidad, cuando creían que estabas sólo, y digo que cuando creían es porque no sabían que yo estaba cerca, siempre observándote, te acercaban a molestarte y a burlarse de tu problema, siempre intentaban hacerte sentir menos y de alguna manera nunca los escuchabas, no dejabas que las palabras te afectaran, y aunque suene como una persona mala, me alegro que esos chicos siempre te hayan molestado, porque si no hubiera sido así, jamás te hubiera hablado.
12-04-2014
Había pasado más de un mes desde que entré a estudiar, aunque debía admitir que medicina era algo duro, pero no tanto como me lo imaginaba, no era ningún reto para mí, sólo era poner un poco más de esfuerzo y listo, no era nada del otro mundo, como me gustaría que fuera. Desde pequeño todo ha sido demasiado fácil, lo que quería lo obtenía sin complicaciones algunas y mis metas las obtenía sin esforzarme, nunca he sentido la excitación de haber obtenido algo después de haber luchado por ello.
Me fui a sentar donde siempre, desde que llegué aquí escogí este lugar como mío, era una banquita oculta detrás de un árbol, era perfecta para sentarme sin ser visto y sin que nadie me molestara, pero aun así yo podía ver sin que se dieran cuenta, y como de costumbre, él se sentaba en una banquita que estaba a unos pasos del árbol, Jongwoon, cuando no tenía a nadie a su alrededor se venía a sentar ahí, su cabeza siempre se mantenía en alto, cuando hacía viento como ahorita lograba que su cabello se desordenara más de la cuenta, su mirada la mantenía siempre en el árbol, es como si supiera que ahí se encontrara y lo analizara, claro eso era imposible.
Aprecie como los tres chicos que siempre se burlaban de él se iban acercando, desde que lo descubrí no puedo dejar de pensar lo ridículo que se ven haciendo eso, digo, son universitarios, próximos futuros del país, ya no son adolescentes con sus hormonas alborotadas y meando para marcar quien era el macho alfa para que estén molestando y burlándose de una persona ciega. Suspirando no creo lo que estoy apunto hacer, siempre he sido una persona que me mantenía alejado no solo de problemas, sino de la gente también, nunca he sido social, me mantenía oculto en mis propias sombras, pero creo que siempre hay una primera vez para todo.
Me levante para acercarme a Jongwoon, por el rabillo del ojo observo como los tres tipos dejan de caminar para observarme, cuando me senté a la par del mayor se tensó, pero no dijo nada ni se movió de la posición que se mantenía, la única señal que me dio de que sabía que estaba aquí eran sus músculos tensos –Soy Kyuhyun- observé como dieron media vuelta y se fueron, inmaduros.
Su cabeza se giró hacia mí, sus ojos mirando a la nada –Mucho gusto, Kyuhyun, soy Jongwoon- sonrío, tiene una sonrisa perfecta. No le dije nada más, me quedé sentado observando el árbol en silencio –Gracias-
Lo mire como si tuviera dos cabeza -¿De qué?- le pregunté sin entender
Soltó una pequeña risa –Sé que estás aquí para que no me molestarán- tenía la boca abierta, ¿Cómo es que sabía? – ¿Sabes? Cuando estás ciego aprendes muchas cosas- ¿Podía acaso leer la mente? –Como también sé que hace días me observas- me sonrojé –O… ¿Me equivoco?-
Resople por debajo –No te creas tanto, sólo pensaba como hacías para ser el mejor estudiante siendo ciego, y la conclusión con la cual llegué es que te tienen lástima y te dan los puntos- bueno, ¿Qué puedo decir? Siempre cuando me he sentido acorralado ataco a las personas verbalmente.
Aunque debo admitir que siempre las reacciones de las personas es de molestia, nunca habían soltado una risa pequeña, como lo hizo Jongwoon -¿De verdad piensas eso?- negó la cabeza con una sonrisa y respondió a su propia pregunta –No, no piensas eso- me molesté aún más, él no me conoce para responder algo tan seguro de mí, pero mi molestia venía más bien porque estaba en lo cierto, no pensaba eso, si me daba curiosidad de como tenía la mejor nota, pero no creía que le tenían lástima.
-No sabes nada- le susurré, aunque tuviera la razón no iba a dejar que la supiera, eso dañaría mi orgullo.
-Tal vez tengas razón, pero también la tengo, ¿Verdad? Por eso estás tan enojado- soltó otra risa –Sabes, he escuchado hablar de ti, dicen que me quitaras el puesto del mejor promedio, ¿Acaso será cierto?-
-Por supuesto que lo será- le dijo con molestia.
-Entonces tendré que estudiar más duro- asintió con su cabeza, llegando a un acuerdo internamente –Será un honor tenerte de competencia, Cho Kyuhyun-
Fue mi turno soltar una pequeña risa –Igualmente, Kim Jongwoon-
Por primera vez me sentía excitado con algo, era la primera vez que sabía que había una posibilidad de no alcanzar la meta, y llámenme tonto, pero estaba tan feliz de trabajar más duro para alcanzar mi meta y que esta vez no fuera tan fácil, estaba tan emocionado que aunque lo hubiera deseado no podía quitar la sonrisa en mi rostro. Siempre hay una primera vez para todo, hoy lo he confirmado.
15 años atrás ~ 05-07-1999
Había pasado exactamente un año después del accidente, y aun así Jongwoon no se acostumbraba de su ciegues, lloraba en su cuarto recordando el accidente, a sus padres y a su vista, le temía a la oscuridad, siempre le tuvo fobia, y ahora vivía en ella. Su madre intentó muchas veces lograr quitarle el miedo a Jongwoon, pero en todos los intentos fracasó.
Llevando la cuchara de comida a su boca se dio cuenta que no había nada, frustrado tiró la cuchara al piso y se puso a llorar –Jongwoon si quieres yo te puedo dar de comer- dijo su tía, observando con preocupación en su mirada.
-No, no, no- repetía Jongwoon, negando fuertemente la cabeza –¡Quiero a mis padres!- lloriqueó con la necesidad de un abrazo de su padre, aulló del dolor por la necesidad que su madre lo calmara con un beso en la frente.
Por primera vez conoció el dolor verdadero y la soledad, no sabía cómo seguir adelante, y de cierta manera no quería aprender, quería estar con sus padres, quería su vista, por primera vez se sentía perdido, sintió como si fuera una equivocación de que estuviera respirando, debía ser egoísmo el estar vivo y que sus padres no.
-Sabes que eso no pasará, ellos ya no podrán estar aquí- dijo con lágrimas en sus ojos, le dolía ver a su sobrino así, le dolía que su hermosa y valiente hermana ya no estuviera aquí. Ella era soltera y sin hijos, no sabía qué hacer con un niño, no sabía cómo educarlo, ni mucho menos como enseñarle a seguir adelante con un niño ciego, pero debía tragarse sus lágrimas, por su sobrino y por su difunta hermana, debía enseñarle vivir a Jongwoon de nuevo.