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Friends F.O.R.E.V.E.R por Chaguol20

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Allí venia la novia, con la marcha nupcial de fondo, lentamente se acercaba al altar con una sonrisa que el velo no podía ocultar, sonrisa que era imitada por el novio.

Ah… el novio. Un chico de altura media, cabellos castaños siempre hasta las orejas, las mismas que yo adoraba y ahora estaban rojas entre la vergüenza y los nervios.

No adoraba sus orejas, adoraba todo de él, su sonrisa, sus ojos miel. Sus cuerpo, su personalidad tan maravillosa, aunque ahora su felicidad fuera una daga en su corazón, también era increíble verlo sonreirá de esa manera, aunque nunca sonreiría así para mí.

Yo era su padrino. Su mejor amigo. Su hermano. Y hasta allí. Jamás pasaría de allí.

Como llegamos hasta aquí, es una historia muy, muy larga. Pero para recortar y no dejar afuera algún detalle importante, como un guion separémoslo en 3 actos:

 

 

Acto I. Planteamiento

En un hospital popular empobrecido, con más de 10 mujeres en una misma sala de parto, las enfermeras circulaban ajetreadamente, tratando de cubrir lo máximo que sus manos les daban.

Un medico desganado y sumamente casado luego de una extensa guardia, insertaba sus dedos sin escrúpulos en la parte más delicada de las mujeres sin mayor miramiento.

¡Expulsivo! – Dijo en voz alta, lo suficiente para que dos enfermeras se acercara con toallas, tijeras y todo aquello necesario para el próximo parto – Mija, doble esas piernas y puje a la cuenta de tres.

Gritos y jadeos de desesperación fue lo único que se escucho durante 3 horas y media hasta que finalmente vino al mundo:

Carlos Jr. José Zambrano. Mientras su mama, jovenzuela de solo 16 años caía semi desmayada en la camilla, sus primeros gritos estruendosos dando sus primeras señales de vida irrumpieron en el lugar.

 

Y espero que te comportes Jr. – repetía su madre por decimo quinta vez, a él solo le quedo rodar los ojos, antes de recibir una colleja detrás de la cabeza – y no me ruedes los ojos que te estoy viendo. Este año te comportas que si te botan no hay paz donde coger, y en esta vaina no quiero vagos.

Ese “te estoy viendo” era  fácilmente puesto en duda ya que en realidad el se encontraba de espaldas a ella, concentrado en el juego de beisbol que pasaban en la tv mientras ella con Ricardo en brazos alternaba su atención entre su ultimo sermón y el alimento del bebe en la cocina.

Au… si mama ya entendí que debo portarme bien… que ningún otro colegio quería recibirme – dijo con voz cansina y manoteaba con su mano izquierda al aire restándole importancia, podía sentir ahora los ojos de su mama en su nuca – Me portare bien… - dijo mientras sonreía pícaramente.

Jr., era la sección E en su actual liceo, lo que indicaba que formaba parte de aquellos deficientes académicamente, de malos comportamientos y pésimos hábitos. El amaba estar en esa sección.

Bueno vete yendo que ya son la 1 y vas a llegar tarde – Jr. suspiro sabiendo que se perdería el final del juego, fue caminando de espalda hasta chocar contra su madre quien lo miro feo cuando giro – Bendición mijo, se me cuida por esas calles.

Mami… se deben cuidar los demás con esta lacrita suelta – dijo chulo, riendo hacia la entrada escapando de un manotazo de su madre.

Camino con Swim burlo por la calle de tierra saludando a las Sras. Del bingo que estaban chismeando en la esquina del kiosco de lotería, dio una vuelta graciosa y les pico el ojo al pasar, recibió vitoreas y aplausos por parte de las señoras.

Llego a la que era la primera parada que debía tomar, donde estaban su combo de jugar caimaneras los viernes por la tarde. Paso  chocándole las manos uno por uno

Pa Liceo otra vez Jr? – dijo un moreno fornido encima de una moto, tenía un chaleco naranja fosforescente al igual que el resto del grupo, indicaban ser moto taxis – Yule no pierde esperanzas eh?

Cállate salió, que yo seré el primer Zambrano que se gradué del infierno – unos bufidos incrédulos le hicieron sacarles el dedo, mientras esperaba el bus.

Si tú te gradúas de la escuela, yo seré presidente – dijo otro, más pequeño y escuálido con trenzas que controlaban sus rizos – y todos estos tipos mis alcaldes, seremos la mafia más grande e intocable en el mundo.

Carlos iba a contestar cuando vio venir el bus a lo lejos y tuvo que darse prisa para colearse y alcanzar a montarse, el móvil ya tenía más gente de las que podía cargar y el quedo con un pie en el último escalón de la entrada y un pie afuera.

Silbando con una mano estirada fue su despedida a lo lejos escucho un ya repetido – no te esfuerzos mucho Jr., no te vayas a morir por cerebro fundido – el solo sonrió, mientras les volvía a sacar el dedo medio de la mano que no ocupaba en sostenerse para no caer en medio de la carretera.

Sr Zambrano siéntese derecho – fue la frase introductoria del profesor Sánchez al entrar al salón – todos derechos, voy a pasar la asistencia-  Así empezó una larga lista donde el pudo hablar con su compañero y amigo Luis, ambos con apellidos por la Z, la espera era grande.

Tenemos 2 compañeros nuevos este año, pónganse de pie – dijo el profesor ya sentado y con la lista en la mano, el distraído como estuvo no se dio cuenta de los nuevos nombres en la lista.

Dos, una chica y un chico de mediana estatura e igual contextura, delgados de piel clara, ella con su cabello semi ondulado castaño hasta la mitad de la espalda, ojos miel, era toda femenina con zarcillos, uñas y lentes de un rosa pálido que le hacían ver más delicada.

El parecido a ella, pero con sus cabellos largos pero hasta las orejas, ambos de facciones finas.

Carlos tenía su atención fija en el chico, esos labios eran rosa pálidos y algo finos, pero algo le atraía mientras los veía moverse mientras lo escuchaba sin hacerlo al presentarse, mediar en sus actos lamio sus propios labios recorriendo con la vista lo que para él era un buen paisaje. Hasta que fue Luis fue el que lo saco de su ensimismamiento.

Carne fresca – fue lo que dijo, marcando las r con una sonrisa hacia sus amigos, todos sonrieron y el tuvo que fingir la sonrisa, de pronto siendo sorprendido por sus pensamientos de hace un segundo – así me gustan a mí con buenas piernas que lleguen al sol – dijo más duro Luis, para que se escuchara en todo el salón.

Esta vez respondido con carcajeo grupal y uno que otro silbido coqueto que hizo a la joven sonrojarse de la vergüenza y sentarse rápidamente, mientras que su gemelo fruncía el ceño y se sentaba más despacio.

Jr. solo trago duro girándose al frente tratando de no pensar más, que poco fue el interés que le prestó a ella mientras que su hermano parecía brillar…

Oh joder otra vez no… fue su pensamiento. Antes de ser su conciencia silenciada por la voz del profesor. Respiro profundo antes de por primera vez, en el primer día copiar lo que dictaba.

 

 

Su liceo  estaba dividido en algo muy parecido a mini cárceles que constaban con un muro que llegaban a su pecho, y a partir de allí era un fortín de rejas con pequeños cuadros hasta el techo de aluminio. Las puertas eran cerradas por el director luego de cantar el himno. Nadie entraba, nadie salía. Por lo cual cada uno de los cajones tenía sus propios baños, y su propio filtran de agua.

Carlitos o Jr., a pesar de haberlo intentado inconscientemente su vista se desplazaba 4 pupitres a su derecha y dos hacia atrás, hacia el nuevo.

Parecía concentrado con una línea fina entre sus cejas, su mano izquierda sostenía el cuaderno como si en cualquier momento se fuera a caer y  su mano derecha ágil copiaba todo cuanto el profesor dictaba y copiaba en la pizarra.

Pareció sentir su mirada fija por que en un breve instante, porque lo vio.

Jr. solo pudo volver a tragar duro mientras sentía su corazón acelerarse ligeramente. Se molesto cuando el chico lo observo del mismo humor con el ceño fruncido marcadamente. Solo levanto el mentón con superioridad como preguntándole ¿Qué miras?  Y miro de nuevo al pizarrón, mientras su mano izquierda se ponía en el lugar donde se supone tenía su corazón. Otra vez no

Trato con todas sus fuerzas mantener la vista fija al frente, No iba atraparlo viéndolo de nuevo. Eso Hasta el recreo 4 horas más tarde cuando, caminando con un tequeño en una mano y una malta en otra buscaba hacia la cancha a sus compañeros.

Su sorpresa fue muy grande cuando entre los que se encontraban  en las gradas eran los gemelos.

Estaban sentados juntos, con unos frascos en las manos y un emparedado cada uno. Ella parecía ensimismada en alguna historia y el asentía escuchándola.

Jr. solo fue bajando hacia la cancha observándolos detenidamente, el a pesar de su apariencia delicada no tenía una esa aura rara como había visto en otros como él, como Rafael de 3ro A, que se sentaba de piernas cruzadas y se hacía reflejos en el cabello.

El tenia su lonchera a un costado de su piernas las cuales estaban cómodamente abiertas, que aunque era algo tonto para él representaba masculinidad, forma de sentarse de un macho, y eso no hizo más que gustarle, cuando el mellizo sintió su mirada de nuevo encima de él no hizo más que correspondérsela, poniéndolo nervioso.

Si que te gusto la belleza de allá he – le saco de sus pensamientos, “El zafra”,  también nariz de tucán” que delataba su descendencia, un joven alto, blanco leche, con un balón de básquet en las manos que hacia repicar en el suelo lentamente.

No ha dejado de verla desde que se presento en clases – Luis, su mejor amigo, era bajito, moreno con muchos risos cortos al ras, a pesar de su estatura era temido en la escuela ya por sus puñetazos salvajes – pero hermanito, creo que tendrás peleas, esa nena quiere el Sello Zabala.  

Crees que dejara de tener esto  - se señalo así mismo Jr., dando una vuelta – antes de que un chichón de piso como tu – el aire escapo de su cuerpo, cuando fue tumbado hacia su espalda por su amigo, respuesta que ya se esperaba.

No eran golpes de verdad, solo eran juegos mientras los demás hacían apuestas imaginarias, o una que  otra real. Que termino con aquellos que creyeron en un Jr. con la cabeza bajo la axila de Luis, siendo maltratada por los nudillos del más pequeño

Ah, Aun, Suel… Suelta joder ¡DUELE! – gritaba tratando de soltarse de los pequeños brazos de su amigo.

A quien le dices pequeños ¿he? ¿He? – Era toda su respuesta – dime que soy tu rey, dilo.

Jamás mezanina- fue su respuesta  y así la discusión se extendió hasta que unos cuantos de 3ro A llegaron buscando pelea en la cancha.

Una partida hasta que suene ¿va? – dijo el auto nombrado de aquel molesto grupo, traía su propia pelota de baloncesto en la mano que tiro con quizás demasiada fuerza hacia otro de sus amigos – Quien pierda, explota los cauchos este mes al director... ¿o ese debería ser el que gane?

El que pierda los explota y el que gane se queda con los paquetes de doritos de la semana que viene – fue la respuesta de Zafra, una sonrisa picara se acentuó en el rostro de todos, era una situación de ganancia y diversión para todos.

Somos 4 falta uno, ¿Dónde diablos esta Julián? – Pregunto Luis viendo hacia las gradas.

La vista de Julián se fue automáticamente hacia el nuevo.

¡HEY! Tu, fotocopia, ¿sabes jugar? – dijo con la pelota en la mano haciendo referencia al juego. El chico asintió débilmente, y el solo asumió que lo haría, seguridad, todo era seguridad que fingía tener, de un manotazo lo insto a bajar.

 

Lo vio por el rabillo del ojo saltar de las gradas hacia la canchas y solo inclino la cabeza hacia un lado dando su aprobación,

Hey, Hey Papi, vamos a jugar contra los hijos de puta del A, espero sepas lo q haces metiendo a un novato – le dijo Anthony, el 5to miembro del grupo. Había permanecido en silencio mas se extraño lo suficiente ante aquello.

HH...  – lo mando a callar, haciendo un gesto conciliador con sus manos. Tenía la oportunidad, quería verlo jugar. Se mordió el labio inferior ante la expectativa.

 

Hola… - el incomodo saludo de parte del chico, los 4 se lo quedaron viendo incomodándolo.

¿Ofensivo o defensa? – le pregunto Zafra directamente.

Ofensa – respondió.

Asintieron y hicieron un pequeño grupo, donde planearon  cortamente como atacarían, como tal Jr. Y Anthony defendía en el aro mientras los otros tres intentaban marcar.

20 min de juegos después el puntaje iba muy cerrado, con ventaja de los odiosos del Grupo A, 65 -62, pronto a sonar la campana de entrar a los últimos dos periodos pero ninguno quería perder.

Se había sorprendido gratamente aunque nunca lo admitiría en voz alta, el chico sabio moverse y robar balones, había compenetrado bien con la velocidad de Luis y entre ambos llevaban la mayoría de los puntos que habían hecho.

Su gemela en las gradas aplaudía sonoramente, aunque en un principio fue visto extrañado por parte de los jugadores,  luego de los 20 puntos, solo le robaba sonrisas a los de la sección E cuando era otro el que marcaba, y la chica igual aplaudía emocionada, dándoles también cierta inspiración a jugar mejor.

Poco escucharon la campana ni la reja siendo abierta de un solo jalón, no fue hasta que al marcar el hermano y no recibir ningún aplauso giro rápidamente hacia donde la chica se encontraba, y vio al director con cara amarga deteniendose en su sitio.

¿Hey novato que sucede?- pregunto Luis cuando vio  a su compañero y  siguió su dirección como los demás.

La pelota rodo en el suelo cuando nadie más la atajo y todos quedaron petrificados viendo al estirado hombre, pálido como dracula de brazos cruzados.

Primer día y ya quiere faltas y citaciones chicos – dijo, y de alguna manera sin levantar demasiado la voz, todos en el lugar lo escucharon – podría esperarlo de ellos, pero de la sección A ¿también? – pregunto sarcásticamente, aunque la sección A era la mejorcita en notas, una que otras veces estaban sancionados hasta el salón completo en algunas ocasiones.

Pero profesor estamos en el medio de un juego y… - explicaba uno de la A cuando fue silenciado por una mirada fría del adulto.

Pues ya termino, a sus salones, si cuento tres y lo estoy viendo…. – dejo la oración sin finalizar, mientras levantaba un dedo…

Todos comenzaron a correr despavoridos a sus salones, inclusive el novato les siguió la idea sin entender muy bien que sucedía.

Todos reían mientras corrían, sabían que por ser el primer día no habría mucho problema, además que solo era un ligero retraso en la entrada a clases.

¿Te espero en el salón si? – dijo la joven, y el su hermano solo asintió, acompañando al resto al baño a lavarse la cara y acomodarse.

3 estaban en los urinarios mientras, algunos fueron a su salón directo, mientras Jr., Zafra y Luis estaban en el baño.

Nos vemos mañana chicos, y terminamos esto – dijo el ultimo del A al salir del baño. Los del E solo asintieron y chocaron sus manos.

Novato… - lo recibió zafra, con brazos abiertos alborotándole el cabello – buen juego, esos últimos puntos nos salvaron la vida.

Sebastián… - respondió, acomodándose el cabello mientras iba hacia uno de los urinarios – mi nombre es Sebastián.

Luis se carcajeo mientras lo veía escépticamente con una ceja arqueada – No nos importa. Novato – remarcando el sobre nombre.

El silencio se apodero del baño, mientras terminaba de orinar, extrañando a Sebastián. Cuando se giro rumbo a los lavamanos se dio cuenta de que estaba solo, un presentimiento extraño se instalo en su pecho.

Tratando de aparentar calma, se lavo las manos y se dirigió a la salida. Cuando vio que estaba trabada, su respiración comenzó acelerarse, mientras con todas sus fuerzas intentaba abrirlas.

¡Sandra! ¡Sandra! ¡Alguien! – gritaba dándole golpes a la puerta, pero difícilmente alguien lo escucharía.

 

 

En el salón su melliza extrañada veía hacia la entrada, vio a sus compañeros entrar sin su hermano, los miro confundida pero solo recibió un beso en el aire de parte del más alto.  No dio chance de salir a buscarlo, cuando el profesor entro dando inicio a su clase.

 

 

¡Sandra! Por favor ¡Sandra! – estaba llorando en el suelo, con la respiración superficial, finalmente comenzó a temblar del miedo de estar encerrado, la ansiedad producida por su claustrofobia le estaba ganando la partida. No supo en qué momento perdió el conocimiento.

Al salir de clases, Sandra corrió hacia los baños, y se dio cuenta de que estos ya estaban cerrados con un candado.

¿Sebastián? – pregunto tentativamente al aire y al no recibir respuesta, desesperadamente comenzó a recorrer el liceo.

Los amigos se miraron a uno extrañados deteniéndose a mirarla ir de acá para allá entre las celdas. Lo habían dejado en el baño y ese candado lo habían puesto ellos. ¿A dónde se había ido?

La chica comenzó a perder la razón, llamándolo a viva voz, con miradas extrañadas y burlescas, nadie le respondían, nadie sabía a quien llamaba, nadie la conocía.

Jr. sintió su presentimiento acrecentarse. Por que el chico no respondía, había salido y estaba vagando por allí.

Un mar de lágrimas, la melliza se acerco a él, precisamente.

¿Donde está? Lo deje con ustedes ¿donde está? – pregunto a la desesperada.

Luis asustado – lo-lo dejamos en el va-baño lo  juro. Queríamos hacerle una bromi... ta. Y lo encerramos.

La chica con cara de sorpresa, lo miro con ojos abiertos.

¿Tienen la llave? – pregunto con el mismo rostro pálido, Luis se la tendió sin miramientos. Ella rápidamente busco como abrir la llave, soltando un pequeño gritito al encontrarse a su hermano en el suelo inconsciente - ¡Sebastián! Despierta Sebastián, ¿Qué HICIERON? – les pregunto gritándoles con reproche.

Noso-Nosotros… solo… era una broma – Luis respondió con los ojos abiertos asustados, era chiquito, peligroso, pero no quería ir a la cárcel por una broma.

¿Qué esperan? busquen a un profesor alguien – pidió dándole aun palmaditas en la mejilla a su hermano. Zafra fue el que se acerco con uno de sus cuadernos en la mano y se arrodillo a su lado.

Jr. Trae agua – le tendió un termo, y el inmediatamente lo lleno y volvió – mi hermana, también tiene ataques de ansiedad, ya volverá. Le echo aire en el rostro con el cuaderno, mientras su hermana le había colocado la cabeza en sus piernas.

Jr. no dejaba de observarlo, estaba pálido, con los labios ligeramente amoratados del frio, y el tiempo que había pasado allí. Nunca había visto algo así.

¿Qué sucedió aquí? – Era dracula, con una cara de espanto.

¡Papa! – gritoneo la chica, y todos pasaron a mirarse sorprendidos. ¿Papa?

Sebastián por dios – lo recogió del suelo sin ningún tipo de esfuerzo, ya el castaño estaba volviendo en si emitiendo gruñidos – y ustedes jovencitos, algo me dice que tienen que ver en esto. Mañana los quiero a las 7 con sus madres en la dirección. Sandra, toma su morral. Vámonos.

 

Los vieron alejarse y dejar al chico en el asiento trasero, mientras ellos se subían delante, como nunca antes vieron a su director más humano, manejando a gran velocidad.

 

¡He chicos! – Voltearon a ver al vigilante, con llaves en mano – voy a cerrar hora de irse.

Los 3 asintieron y se marcharon.

 

 

 

Se ponían escuchar los gritos de Yulitza en la cena, mientras tomaba el cinturón para darle una lección, primer día y ya tenía una citación de nuevo.

Horas más tarde cuando ya estaba en bóxer en su cama, con las lagrimas que habían quedado en su rostro luego de la pequeña lección. Solo repetía en lo injusto, solo había sido una broma. Sentimientos contradictorios se instalaron en su interior.

Sebastián… - oh joder, otra vez.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

uh... :) corto y cliche. I dont care :3

Rw? Odiandolo o siguiendolo. Apreciado c:


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