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Sleepless Night por Janus Jung

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Notas del capitulo:

Espero les guste este songfic<3.

Para todas las que aman el 2Mn<3.

Suspiros presionaron contra mí, por eso no puedo dormir

Mi vacío corazón me dice: "Eres un tonto ¿por qué no puedes llorar si estás sufriendo tanto?"

 

— Jinki.

— ¿Mnh?

— Debemos hacer algo, parece un muerto en vida. Me preocupa que un día donde nosotros no estemos, reaccione...

— ¿Cómo?

—Reaccione mal, Jinki. Ya sabes...

— Siempre piensas lo peor, Kibum. Déjalo tranquilo, de hecho es bueno que esté así. ¿O te gustaría verlo como una magdalena por cada rincón del departamento?

— Eso sería mejor al zombie que parece ahora.

— Déjalo tranquilo, Kibum.

— ¿Hyungs? —Una suave voz se hizo presente ese momento en el cual Jinki y Kibum conversaban. Ambos quedaron en silencio, mirando aquella delgada persona que los miraba desde la entrada de su dormitorio. Jinki soltó un suspiro. Ahora podía entender lo que Kibum quería decir respecto a él.

"Parece un muerto en vida" y Kibum no mentía. Los ojos de TaeMin decían más cosas de lo que su rostro podía decir. Como por ejemplo, que se moría por dentro.

"Nadie se muere de amor en estos días, Kibum exagerado" recordaba Jinki haber dicho hace unos meses cuando eso había pasado. Ya eran casi 5 meses y no podía más que tragarse sus propias palabras. TaeMin era la viva imagen de sus palabras, sólo... que era silente.

Moría por dentro en silencio.

—  ¿Quieres algo de comer, cariño? Estás delgado, hoy podríamos salir y...

— Sólo no hablen tan alto, hyung. Gracias. — La puerta volvió a cerrarse de un sólo golpe y Kibum soltó un audible suspiro, mirando al mayor de vuelta.

— ¿Ves a lo que me refiero ahora?

— Mnh. Ya ha pasado mucho tiempo para que se lamente por él. Pero Kibum... no quiero estar ahí cuando Taemin finalmente llore.

— ¿Y eso?

—  Voy a querer matar a...

— No lo digas. Sé que Minnie nos oye. No digas ese nombre. — Jinki suspiró.

— Aunque no quiera estar ahi... él debe dejarlo salir y continuar su vida, Bummie.

— Lo sé, cariño, lo sé... ojalá Taemin lo supiera también.

 

TaeMin, que oía la conversación de los mayores, recostado en su cama, no hizo más que cerrar sus ojos y aferrar su almohada, como tantas veces esos últimos meses sin poder llorar.

"Debiste dejar que dijera su nombre, hyung... es lo único que me queda de él..." pensó y a su mente volvieron esos recuerdos de nuevo.

 

Me quiebro ante la vista de ti dejando ir todos los recuerdos donde me amaste uno por uno

No puedo dejarte ir a ti, a quien atesoré más que a mí mismo

 

— ¡Hyung, hyung, hyung!

— Lee TaeMin, si no te calmas, volvemos a casa ahora mismo y nos quedamos sin compras ni comida.

— Eso no es cierto, hyung. No puede vivir un día sin andar de compras.

— Vas a caerte.

— ¡No!

— Tae... -La advertencia de Kibum quedaba en el aire pues ese preciso momento se cumplía. TaeMin, quien caminaba hacia atrás en un intento de molestar al mayor sin dejar de mirarlo y reír, no vio cuando se chocaba con la pata extensa de un perchero y tropezaba, a punto de caer de espaldas hacia el suelo de mármol del centro comercial.

— ¡Cuidado! - Unos fuertes brazos lo sostuvieron antes de que su cabeza chocara contra el suelo. Taemin había cerrado los ojos ni bien sintió que caía hasta que sintió aquel agarre, abriéndolos de sorpresa y encontrándose con una mirada de ojos color chocolate tan intensa, que sintió que su cuerpo se volvía como una gelatina. O como un flan. O como algo blandito. Pero no supo describirlo. Sólo... se deshacía bajo esa mirada.

— ¡ TaeMin te lo dije! -Kibum, con todo el aspecto de hermano asustado y furioso, se acercaba hacia ese par— ¿Te comieron la lengua los ratones o ya se te murió del susto? Agradece a este muchacho que te salvó o ya estaríamos camino al hospital con quien sabe qué golpe en tu cabeza por ser tan distraído... —El parloteo de Kibum hace rato que había dejado de escucharlo. En los ojos de Taemin, esa mirada continuaba dejándolo indefenso. Sin saber que decir. Y más aún, cuando a esa mirada se le sumó una sonrisa tan perfecta, que por unos microsegundos, abrió sus ojos un tanto asustado por que su corazón se había detenido. Por completo. Lo supo ese instante que le dejó de latir al ver su sonrisa.

— ¿Estás bien? Casi te das menudo porrazo ¿mh?

Los ojos y la sonrisa tenían una voz. Una voz profunda y gruesa. Una voz sensual.

— Taemin di algo! Deberíamos llevarlo a un hospital, parece en shock!

— Hyung, estoy bien. - ¿Esa es mi voz? ¿De dónde sale?

 Creo que tu amigo está bien. -El "salvador" de Taemin comenzó a reír suavemente, ayudando al menor a sentarse en el piso. —No veo que se haya daño.

— Te agradezco salvar al torpe que es este niño. Siempre me hace estas cosas, un día moriré de un ataque al corazón, lo juro. -Kibum hyung exagerado — ¿Cómo te llamas por cierto? Yo soy Kibum y él es Taemin.

—MinHo. "Hasta su nombre es hermoso" Y trabajo aquí. -Señaló la cafetería en pleno centro comercial.

— ¡Minnie! Di algo. -insistió Kibum.

— Gracias... Minho. "Creo que con sólo decir su nombre, se me para el corazón..."

El mencionado sonrió y se acercó a Taemin, que no le quitaba la vista de encima. — No es nada, Minnie. Espero volver a verte. -Dicho esto, guiñó su ojo al menor y se despidió, regresando a la cafetería.

Kibum solamente miraba a Taemin.

Y Taemin podía jurar que su corazón parecía ido.

Se había ido con aquel muchacho llamado Minho.

 "No es nada, Minnie..."

 

Vuelve a mi esta noche

No puedo, esos días tan hermosos

 

TaeMin no sólo regresó a la cafetería una vez. Fueron más de un centenar de veces donde ya no sabía que más pedir del menú. Sólo para disfrutar ver al moreno que le había salvado de caer, atender en la cafetería y traer sus pedidos con una sonrisa.

A la semana, había una galleta decorada junto a su pedido.

A la siguiente, había un café con un diseño de corazones.

A la siguiente, una pequeña flor.

A la siguiente, una nota con un poema.

Y a la siguiente, ya eran un par de sonrisas que no podía ocultarse más. Y que terminaron con un tímido beso por parte del moreno hacia el pálido muchacho.

"¿Quieres salir conmigo, Taemin?"

Se sentía un stalker completo por ir cada vez insistentemente  a la cafetería tan sólo para verlo y conversar un poco con él pero de alguna manera, sabía que todo lo sucedido, les llevaría a este momento. 

"Si, hyung".

No puedo, esos días tan hermosos

 

Los primeros 3 meses de felicidad, no había nada más que felicidad.

Absoluta e irreal felicidad. Amor desbordante del moreno hacia el más pálido.

¿Sabes? Desde el primer momento que te vi, cuando te salvé de caer... el que cayó por ti, fui yo, Minnie.

Te amo, Minho.

Te amo, Minnie.

La felicidad era única.

Taemin lo sabía.

Taemin era de Minho y Minho de Taemin.

Se entregó sin miedo a él, en una noche donde la pasión de sus besos había rebasado el límite acostumbrado.

Era fuego, era pasión, eran sus ojos color chocolate, su piel morena y perfecta en contraste con la suya, mezclándose sus voces en una sola melodía de gemidos, perfecta y exuberante.

"Soy tuyo para siempre, Minho".

Incluso extraño los tiempos donde nos odiábamos, son inolvidables

Vuelve a mí

 

"Sólo es un resfriado Minnie, es mejor que vaya al médico, no podremos salir hoy"

"Minnie, sólo es un chequeo de rutina, estaré bien, no es necesario que vengas"

"¿Por qué haces tantas preguntas, Taemin?"

"¿Yo he cambiado? ¡Mira quién dice eso!"

"Lee Taemin, no te engaño con nadie ¿De dónde mierda sacas eso?"

"Taemin... creo que deberíamos hablar".

-**-

Las peleas comenzaron ante las constantes ausencias de Minho. Primero fueron unos días, luego, pasaron a ser largas semanas.

Ya no compartían tiempo como antes, ni mucho menos se veían regularmente. Taemin lo atribuyó a su trabajo y la universidad pero lo necesitaba. Minho era su todo.

A los 7 meses de relación con Minho, Taemin intuía que esas ausencias quizás se debían a que alguien interfería en su relación. Una tercera persona.

-**-

Minho me engaña, hyung. Creo que por eso no quiere verme.

Deja de sacar conclusiones precipitadas, Minnie. Deberían reunirse y hablar.

¡MINHO NUNCA ESTÁ! Ya no sé cuántas veces le llamé... Taemin estalló en lágrimas.

Kibum se quedó en silencio, sorprendido de verlo así.

Hace...más de tres semanas que ya no sé de él, hyung...

Minnie, tu celular está sonando. Taemin comenzó a temblar al ver el mensaje, abriéndolo y sus ojos se volvieron acuosos ese mismo instante.

¿Minnie?

¡HYUNG, ÉL VA A TERMINAR CONMIGO, LO SABÍA! Kibum le arrebató el celular al menor, leyendo ese mensaje donde lo citaba a ver en un parque, quedándose en esa frase. Esa dichosa frase que tenía a Taemin en ese estado deplorable, sumido en lágrimas.

"Taemin... creo que deberíamos hablar".

Debes ir, Minnie. Debes ser fuerte y hablar con Minho.

Yo lo amo, hyung... me duele tanto...

TaeMin fue al  lugar citado por Minho en su mensaje. A las 7 pm, el lugar aún continuaba vacío. A las 8pm, comenzó a preocuparse. Minho nunca había sido impuntual. A las 9pm, comenzó a llover.

A las 10pm, un viento helado recorrió el rostro furioso de Taemin.

"El número al que desea llamar se encuentra fuera de servicio"

A las 10pm, Lee Taemin, en su furia hacia Minho, por hacerlo esperar y jugar con sus sentimientos de aquella manera, fue directo a su departamento.

A las 11:00pm, Lee Taemin comprobó que aquel departamento estaba vacío. Nadie vivía allí hacia semanas, le habían indicado.

A las 11:30pm, Lee Taemin comenzó a sentir que su corazón se hacía pedazos al comprobar que Minho había renunciado a su trabajo en la cafetería y que había dejado sus estudios en la universidad hace semanas.

Habían pasado 8 meses de su relación con Minho y este simplemente había desaparecido de la faz de la tierra, sin una nota ni nada. Sólo un último mensaje y recuerdos en el corazón de un pálido y delgado muchacho.

 

Odio a mi corazón que todavía se aferra

Cuando pienso en ti, los días de suspiros se hacen largos

 

De esa noche, ya habían pasado 4 meses.

Las dos primeras semanas, se había derrumbado como nunca y había buscado a Minho por todos los medios posibles. Kibum lo había ayudado. Jinki lo había ayudado.

Pero nadie sabía nada de Minho.

Al término del primer mes, su corazón moría junto a sus ganas de seguir existiendo. El amor del moreno había representado tanto en su momento, que ahora ya no sabía cómo continuar y seguir.

Su cabeza se había encargado de sacar cada conclusión peor que la otra. Pero no podía refutar ninguna de ellas. Estaba solo.

Al segundo mes, sentía que ya no podía llorar más. Tampoco sentía nada.

Al tercer mes, Kibum no sabía qué más hacer para sacarlo de esa depresión en la que se encontraba sumido.

Al cuarto mes, sólo existía.

 

A pesar de que trato de borrar los recuerdos de amarte

Me veo recogiéndolos de nuevo y me lleno de pena

No puedo dejarte ir a ti, a quien atesoré más que a mí mismo

 

TaeMin suspiró.

Todos aquellos recuerdos lo habían asaltado de golpe, y ahora, lo habían vuelto a traer hacia esa realidad dolorosa.

Esa realidad donde Minho simplemente había desaparecido. Y le había dejado solo.

"Debería... tan sólo debería morir o...".

Se levantó del suelo y observó su habitación sumida en las penumbras. ¿Hace cuanto no veía la luz del sol? ¿Hace cuanto no salía y respiraba un poco de aire fresco?

Quizás ya era momento de seguir adelante.

Taemin se dirigió hacia la puerta cuando un suave "Minnie, ¿cuándo iremos por un helado?" volvió a su mente junto a la sonrisa del moreno que le hizo cubrir su boca y sollozar de dolor ante aquello. Ese recuerdo había sido uno de los últimos felices que habían tenido juntos antes de las peleas.

Cayó frente a la puerta que ni siquiera había alcanzado a abrir. Tantas veces se preguntaba por qué no podía seguir estos meses, por qué simplemente no podía dejar ir a Minho y aquel tiempo que habían compartido, por qué no podía superarle...

Porque lo amas, Taemin.

Pero él no me ama... o yo no estaría aqui.

Solo...

Esa voz interna no le respondió esta vez. Taemin dejó de sollozar y se limpió las lágrimas con el dorso de su mano. Suspiró hondo y se levantó, abriendo la puerta unos centímetros para escuchar de repente la voz de Key.

— Si, aquí vive. ¿Qué es esto? ¿Para él? ¿De dónde? — Su hyung tenía ese tono de voz inquieto que le hacía parecer una madre preocupada algunas veces. Taemin se quedó en silencio y no abrió más la puerta, aguardando.

Key caminó hacia el sofá, mirando con el ceño fruncido aquel sobre en sus manos hasta llegar a donde un tranquilo Jinki le miraba con interés.

— ¿Qué es eso, cariño? — inquirió el mayor al tenerlo sentado a su lado.

— Un sobre...

— ¿Y? ¿Por qué no lo abres?

— Es un sobre... para Taeminnie. Hace tanto que no recibe ni una carta y mira la estampilla, Jinki... es de...

La sorpresa no lo dejó terminar pues un Taemin que había salido corriendo de su habitación intempestivamente, le quitaba el sobre de sus manos para mirarlo con atención y casi sin aliento.

— Es un sobre que proviene de... Estados Unidos... para mí.

Jinki observó las manos temblorosas de Taemin y asintió.

— Deberías abrir el sobre, Tae.

El mencionado continuó temblando ligeramente, tenía miedo de aquello y no sabía el por qué. Se dio fuerzas a si mismo mentalmente para después abrir aquel pulcro sobre blanco y sacar de allí una hoja de la cual cayó también una pequeña foto a sus pies.

Supo qué era esa foto con tan sólo verla de lejos.

No, por favor...

Sus rodillas empezaron a temblar, amenazando con desestabilizarlo. Temía leer el contenido de la carta, no podía.

— Tae, cariño... — dijo Key asustado levantándose al igual que Jinki mientras veían los ojos acuosos de Taemin y el temblor en su frágil cuerpo. Taemin negó, haciendo acopio de todo su esfuerzo, sus ojos viajaron hacia la carta y la letra en aquella.

 

En cuanto la terminó de leer, Lee Taemin cayó de rodillas al suelo, con un dolor incontenible en el pecho mientras su cuerpo temblaba y las lágrimas rodaban por su rostro, silenciosas, pues se había quedado sin voz. Tampoco podía articular nada más pues el dolor se lo estaba comiendo por dentro. Con su visión borrosa y su respiración dificultosa, lo último que alcanzó a ver fue la foto incluida en el sobre que había caído en el piso mientras su visión se oscurecía y las voces asustadas de Key y Jinki llegaban a él cada vez más lejanas.

 

Bajo el cielo lleno de luna, nada es lo que solía ser

Sólo te he perdido

No puedo irme, tú eres el lugar en el que necesito descansar el final de cada día

 

"Taemin... creo que deberíamos hablar".

Minho suspiró tras enviar aquel mensaje a su novio. Debía ser valiente. Debía decirle a Taemin todo aquello que lo había estado atormentando aquellos meses. Sooyoung se había encargado de repetírselo más de una vez.

"¡Minho, debes dejar de lidiar solo con esto! No lo ocultes más a Taemin, merece saberlo..."

"Está tan lleno de vida... él no debería..."

"Minho, Taemin no merece que le mientas. Si tanto lo amas, al menos... díselo..."

"Taemin no merece sufrir..." pensó Minho ajustándose su chaqueta mientras caminaba rumbo al parque. Aquella noche llovería, el viento frío que cruzaba por su rostro moreno se lo indicaba. Faltaba poco para llegar al parque, cuando una punzada en su interior lo detuvo, haciendo que se sentara en una banca cercana. Aquel dolor se hacía cada vez más insoportable...

Su celular sonó ese momento, tomándolo para responder a prisa.

Minho, ¿Dónde estás?

Noona... me duele demasiado.

¡Las medicinas! ¡¿Dónde estás, Minho?!

Y no respondió pues justamente aquel momento, ese dolor punzante en su corazón dolía más que nunca, así como el temor que crecía en él de no alcanzar a ver a  Taemin.

De no poder verle aunque una última vez.

Lo último que visualizó fue una pulsera blanca en su muñeca derecha, que  traía impresa un número de teléfono. La pulsera que llevaba consigo hace ya hace dos meses desde que fue al médico por constantes dolores en el pecho y se enteró que tenía insuficiencia cardíaca, una enfermedad que no hacía más que empeorar con el paso del tiempo. Esa pulsera que le había puesto su noona al tratar de animarlo luego de la noticia y decirle que se lo llevaría consigo a Estados Unidos en busca de un tratamiento experimental para curar su enfermedad.

Un tratamiento que en cuatro meses, nunca funcionó.

-**-

En la foto que había caído al piso, un sonriente Taemin abrazaba a Minho en las puertas de la cafetería del centro comercial donde se habían conocido.

 

Vuelve a mi esta noche

No puedo, por mi quien te amó tanto

Vuelve a mí...

Notas finales:

Si logré hacer llorar a alguien con esto, háganmelo saber por que necesito saberlo. 

<3


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