Abrí mis ojos asustado y con desesperanza, el sudor corría por mis sienes y sujete mi pecho intentando calmar el errático palpitar de mi corazón. Había tenido otra pesadilla, más no había sido como las anteriores o comunes.. esta supo dejarme un sabor amargo en la boca y la sensación de que algo no muy bueno estaba por pasar pronto.
Limpie mi sudada frente cuando ya pude calmarme y respire profundo llamando a la tranquilidad, sin embargo esa paz no duró mucho pues mis bruscos movimientos lograron traer de vuelta del mundo de los sueños a quien yacía apacible junto a mi, cuando aún no amanecía.
-Estas bien bonito?- la voz ronca y pesada de Hoseok llamándome fue como un relajante instantáneo para mis nervios -Por que tienes esa carita?-
Al estar hundido en la cama con la mitad del cuerpo de Hoseok sobre mi no tuve opción más que revelarle el miedo puro que mostraba mi expresión, y lo que provocó no fue nada más que su preocupación.
Acaricio mi mejilla y acercó sus labios secos hasta los míos juntándolos levemente, más el beso me supo amargo y la misma sensación que me había dejado ese sueño reciente volvió y se instaló en mi estómago.
-Nada...- me aleje un poco sin ser muy notorio y me giré dándole la espalda -Dormiré un poco más.. si?- hable bajo, disimulando mis infinitas e inexplicables ganas de llorar.
-Taehyung?- lo sentí sentarse en la cama y acaricio mi hombro desnudo -Yo... perdóname... es por lo que pasó anoche..?- estaba afligido lo podía sentir.
Sin embargo ni siquiera yo estaba seguro de que era lo que estaba pasándome. Por supuesto no me arrepentía de lo que habíamos hecho, pero tenia ese presentimiento de que debía alejarme mientras pudiera... pero no sabía si podría.
-No- me apresuré a decir y me giré para poder mirarlo -No es eso... yo Hoseok.. no se que es..- mis dejas se unieron en su punto medio y mi garganta se contrajo.
-Ven aquí bonito- me sonrío enternecido y abrió sus brazos para que me acurrucara en ellos.
Como un niño corre a los cálidos brazos de su madre yo me apresuré a los de mi amante y lo busque con pasión hasta que ya no hubo distancia entre nosotros. Sus manos subiendo y bajando por mi espalda mientras su cabeza reposaba sobre la mía, solo provocaron desesperación y sin poder evitarlo comencé a llorar.
-No llores.. estoy aquí contigo bonito- susurraba y me apretujaba más contra el -No me iré.. no me iré aunque tenga que hacerlo Taehyung-
-Tienes que irte?- busque su mirada elevando mi rostro y encontré un suave pero mentirosa sonrisa.
-Que dices..- limpio algunas lágrimas con sus dedos -Estamos juntos ahora, no hay razón para que me vaya-
El mal presentimiento volvió de súbito y me aleje temeroso. ¿Ahora que estábamos juntos? Esa simple frase me dejo un mal sabor de boca.
-A que te refieres..?- con las sabanas cubrí mi cuerpo sin ropas y lo mire desconfiado.
-Yo.. no puedo decirte aún- bajo la mirada nervioso más la alzó de nuevo mostrándome arrepentimiento -Solo tienes que confiar en mi y todo estará bien... puedes hacerlo?-
Largos segundos pasaron y no tenía una respuesta, confiar? Era una palabra muy grande para alguien a quien no conocía.. además, que sabía el de mi como para que tuviera que confiar en el..?
-Estas asustándome- confesé sin dar respuesta a su interrogante -Estoy desnudo y asustado, podrías tener algo de consideración y explicarme lo que tus palabras esconden?- suplique.
-Estas en peligro Taehyung- suspiró luego de haber tenido una notoria batalla mental -Lo estas desde hace mucho y tengo que protegerte-
-¿Que? ¿Peligro? Pero...- lo mire aún más confundido y el rostro del tal Namjoon vino a mi mente -De quien o qué tienes que protegerme.. y por qué tu?-
Sus ojos se volvieron cautelosos y un brillo de culpabilidad los iluminó, me sentí desvalido.
-No puedes saberlo aún... pero debes estar tranquilo porque estando a mi lado nada va a pasarte- intentó alcanzar mi brazo pero no lo deje.
-Por que!?- mi mente comenzó a trabajar intentando buscar algo en lo que hubiera sido descuidado, intente recordar algo que hubiese provocado que ahora un total extraño me estuviera diciendo todas esas patrañas -No tiene sentido-
-Se de ti hace mucho Kim Taehyung.. sin embargo aunque no me conozcas como yo lo hago me necesitas tanto como yo a ti..- a pesar del claro tono de seguridad en su voz, el temblor de sus manos y el miedo en sus ojos era evidente.
-Estas loco...- mire hacia todas partes buscando una salida rápida.
Conocerme hace mucho? El terror de sus palabras recorría mi espina dorsal y ya estaba comenzando a sofocarme en mis propios pensamientos,
-No es lo que estás pensando- susurro al descubrirme buscando mis ropas -No sabía que eras tú esa noche- su postura no había cambiado en ningún momento, solo me observaba -Me gusto tu determinación y decidí esperar por ti, sin saber realmente qué eras tú- continuó y decidí dejar de buscar y lo mire de reojo -Es destino es cruel sabes.. debía ser de otra forma nuestro encuentro, más no pude evitar sentir esa atracción por ti, incluso cuando ya te había reconocido...-
-N..no entiendo..-
-Tenia que encontrarte y matarte Taehyung... pero tus ojos me dicen que no eres tú el culpable y ya no puedo hacerlo- abrí los ojos como platos por esa confesión -Hay más personas buscándote.. por eso soy el único en el que puedes confiar...-
Mareos, mis oídos tapados, sudor, mucho frío, y sin quererlo todo se volvió negro.
-Hasta que al fin despiertas cariño- abrí los ojos confundido reconociendo al instante el cansado y preocupado rostro de mi tía -No vuelvas a asustarme de esa forma Kim Taehyung, casi muero por ti- me regaño de forma cariñosa, como siempre solía hacerlo.
-Donde está Hoseok?- logre articular con dificultad, pues mi boca estaba seca.
-Tu amigo?- tía JaeRi se levanto de los pies de mi cama y miro hacia otro lado -Se fue.. dijo que te habías quedado con el anoche y que se habían emborrachado y por eso te trajo a casa- volvió sus ojos hasta mi -Que clase de amigos estás haciendo ahora cariño.. donde estaba Jimin?-
Parpadee unos segundos confundido, y logre volver en sí a mi cabeza, ignore los consejos de mi tía y me senté en la cama reconociendo mi habitación. Intente recordar lo que había pasado y todo ese mar de información y sensaciones regresaron como una ola gigantesca.
-Taehyung?- la voz de mi tía se volvió lejana.
<Tenía que encontrarte y matarte...> esa solo frase se repetía en mi cabeza una y otra vez torturándome. La única persona en la que había encontrado algo de calma... tenía que matarme?
Nauseas, asco y repulsión fue lo único que me impulsó a correr al baño y notar lo poco y nada que había comido el día anterior.
-Ay cariño~ traeré algo para que se te quite esa horrible resaca que tienes- y tan pronto como lo dijo, tía JaeRi desapareció de mi cuarto.
Si supiera la real causa de mi malestar estaría igual o peor que yo...
Pero... Por qué alguien haría algo así? Que había echo yo como para que ahora estuviera en peligro?
No entendía, no entendía nada y lo peor de todo era que la única persona que podía responder mis preguntas había desaparecido y en esos instantes no estaba seguro de si quería volver a verlo alguna vez.
Regresé hasta mi cama sintiéndome enfermo y desequilibrado, las nauseas seguían y un incipiente dolor de cabeza amenazaba con llevarme al hospital si no hacia algo para calmarlo, por lo que espere a que llegara tía JaeRi y así ella sabría que hacer.
Cuando ella volvió con una pequeña pastilla y un vaso de agua yo estaba más tranquilo, sin embargo la tensión aún habitaba en mi cuerpo, y ella pudo notarlo pues me dio unos cuantos medicamentos y se fue dejándome descansar.
Si es que descansar era algo que tuviera lugar en ese preciso instante.
Me recosté en el colchón volviéndome una especie de bulto, atrayendo mis piernas y brazos hasta mi estomago permaneciendo allí echado y devastado sin medir tiempo alguno.
Me sentía estupido, como un muñeco que no sabe hacer más que seguir lo que su dueño quiera hacer con el, Hoseok supo siempre quién era y aún así siguió avanzando con esa extraña química que había entre nosotros, me dejo besarlo como no bese a nadie más, me dejo acariciarlo y tocarlo como no lo había hecho antes con alguien, me dejo quererlo y yo le permití también destruirme, porque a fin de cuentas yo sabía que nadie podría querer estar conmigo sin hacerme daño, no debi haberle dado el lujo de romperme, porque aunque solo fueron unos simples par de días pensé que había logrado conmover a alguien quien no me conocía, más me equivoque como siempre y ahora que estaba roto solo mi conciencia vivía y lo hacía únicamente para decirme 'te lo dije'.
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VH