Tacones sonando a un ritmo irregular en oscuras calles desconocidas. Un sollozo eterno que no lograba ser consolado y el corazón de una mujer en sus manos, desesperada y desecha en preocupación.
Lee Jaeri llevaba prisa, a tropezones avanzaba lo más rápido que sus piernas se lo permitían, lo único que llenaba su mente e importaba en ese momento era su sobrino, el cual desde que su hermana murió se había convertido en su hijo. Taehyung era la causa de su angustia, así como también el motor que no la dejaría flaquear en esos momentos difíciles.
Repasó con cuidado otra vez las instrucciones que el detective le había dado en su cabeza, algo insegura miro hacia adelante dobló en la esquina indicada y continuo con prisa. Sin embargo, a medida que avanzaba su determinación y premura al caminar comenzaron a causarle un sentimiento extraño, sentía que había algo raro, algo que no cuadraba en su cabeza. No quería asumirlo ni mucho menos verbalizarlo, pero la mujer estaba casi segura de que tal vez las cosas que estaban sucediendo podrían ser en gran parte su culpa. Carraspeando un poco y dando una gran bocanada alejo ese sentimiento de culpa y ansiosa, sus pasos se convirtieron en zancadas enormes intentando llegar lo más pronto posible a su incierto destino.
-Jaeri- gritó su esposo tras ella -Espera, detente-
Ella continuó e ignoró al sujeto una vez más, ya que en realidad estaba bastante consciente de que el llevaba gritándole que se detuviera hace más de dos cuadras.
-Jaeri- escucho la mujer a su marido en un tono mucho más bajo, y por la mera impresión se detuvo y volvió a verlo -He dijo que te detengas carajo-
La respiración de la señora lee se quedó estancada en su garganta y sus ojos se abrieron en sorpresa tras escuchar al hombre a quien amaba, hablarle de esa forma.
-Jongdae..- susurró ella anonadada -¿Que te sucede?-
El hombre la miraba con el ceño fruncido, más ella sabía que no estaba enojado. De hecho, ella no pudo distinguir esa expresión que más que causarle impresión, ahora estaba aterrandola.
Los ojos del señor Lee ardían, y los pasos lentos que había comenzado a dar, eran amenazadores, así como si el depredador estuviera listo para cazar a su presa.
Todo estaba calmo al rededor de ellos, provocándole escafrios a la mujer quien sin haberse dado cuando, había comenzado a retroceder al mismo ritmo en el que su esposo se acercaba.
-¿JongDae?- preguntó otra vez al no recibir respuesta más que esa amenazadora nueva apariencia -¿cariño? Estás asustándome-
La espalda de la tía de Taehyung chocó inesperadamente con la pared que estaba tras ella justo cuando el hombre llegaba hasta ahí, acorralándola.
-Te dije que te calmarás ¿no es cierto?- susurró en el oído de su esposa a lo que ella asintió lentamente -Te dije que estaba bien que el mocoso se quedará afuera ¿verdad?- está vez el aliento de Jaeri se quedó a mitad de camino al sentir la mano de su amado tomar su garganta lentamente sin llegar a dañarla -¿Era necesario que armarás todo este escándalo? ¿Eh, Jaeri cariño?-
Las manos de la mujer sujetaron las de la persona frente a ella por mera inercia. Jaeri no reconocía al sujeto que tenía en frente, él no podía ser su JongDae, su querido esposo.
-N..no- tartamudeo asustada -Nn..no estoy armando ningún escándalo- añadió no queriendo contradecir a su agresor -Debo buscar a mi hijo, nosotros debem...-
Una bofetada la lanzó al suelo por lo fuerte que había sido, impidiéndole seguir hablando. La señora Lee sujeto su mejilla comenzando a llorar al instante, mientras el señor Lee ponía sus dedos sobre sus cienes luciendo exhausto.
-Él no es tu hijo mi amor- volteó a mirarla -Es el hijo de la inepta de tu hermana quien por meterse en asuntos que no le incumbían, termino muerta- el hombre de agacho junto a su mujer y mirándola directo a los ojos le advirtió -Si vuelves a meterte en asuntos que no entiendes, te pasará lo mismo, ¿de acuerdo?- Jaeri movió la cabeza sutilmente -Ahora, nos iremos a casa y mañana todo será como antes. Taehyung sabrá arreglárselas solo, lo ha sabido hacer desde hace un par de semanas- añadió eso último con desinterés y poniéndose de pie estiró su mano hacia su esposa para ayudarla a levantarse.
-¿No detestas más que nada en el mundo a los golpeadores de mujeres, Suga?- escucho la pareja de repente detrás de ellos.
-Uuufff como no te imaginas Hope- respondió divertido su compañero -A esos mal nacidos hay que enseñarles como tratar a una dama-
-¿Que estamos esperando entonces? Démosle su merecido a este pedazo de mierda- los ojos de Hoseok brillaron y sus manos cosquillearon en anticipación.
Ahora ya no tenía ninguna duda de quien era el hijo de puta responsable por todos los asuntos relacionados con la familia de su desafortunado ángel.
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Jimin no estaba seguro de hurguetear en los armarios de los dueños de casa, pues se sentía incómodo y no creía realmente que las personas que habían cuidado de su mejor amigo fueran los que finalmente lo habían traicionado.
Estuvo un par de minutos dando vueltas por la casa, creándose el valor de comenzar a buscar pero no llegaba a concretar el deseo y volvía a huir como un niño asustado de hacer algo malo.
Subió a la habitación de Taehyung y se sentó en la cama respirando profundo. Tenía incertidumbre y desconfianza, porque ahora que se ponía a pensar un poco en todo lo que acontecía, ¿Quien podría decirle si todo eso era obra de Hoseok y Suga para matar a toda la familia? El no quería ser cómplice de eso. Se alarmó de sólo imaginarlo, más solo fueron unos segundos pues no le encontró lógica a todo el teatro que habían echo los maleantes para llevarse a Taehyung, mucho menos si el mismo había visto la inmensa tristeza en los ojos de Hoseok, muy similar a la que él mismo estaba sintiendo.
-¿Que hago Tae?- despeinó sus cabellos frustrado, para finalmente decidirse a hacer algo.
Al menos si buscaba y no encontraba nada era más que suficiente como para librar de culpa a los tíos de Taehyung.
Volvió a bajar al primer piso y fue directo a la oficina de la casa comenzando revisar estante por estante, sin encontrar nada más que papeles y cuentas archivadas. Miro hacia todos lados comprobando si había algo que quedara sin haber sido chequeado. Negó rendido de no haber encontrado nada y cuando iba saliendo del espacio, sin darse cuenta por lo distraído que estaba, chocó con el mueble alto junto a la puerta haciendo que una caja oscura sobre el mueble se moviera. Sobando su hombro miro la caja y fue en busca de una silla para poder alcanzarla. La bajo y noto que era bastante pesada, la llevo con el al escritorio y cuando la abrió sus ojos casi salen de sus cuencas de la impresión. En el interior habían armas, mucho dinero, vales papeles y una extraña carpeta azul. El castaño tomó la carpeta encontrando unos cuantos archivos, abrió el primero y comenzó a leerlo en voz alta.
-Kim Taehyung, 20 años, fecha de nacimiento 30 de diciembre de 1995- leyó con cuidado -Hijo de Kim JaeEun y Kim Taehyuk, ambos muertos- un escalofrío recorrió su espalda cuando pasó al siguiente archivo -Jung Hoseok, 22 años, fecha de nacimiento 18 de febrero...- siguió pasando las hojas con rapidez leyendo nombres desconocidos hasta que uno de ellos llamó su atención y se detuvo raudo -Park Jimin 21 años...- su estómago dolió.
¿Por que tendrían un archivo con su información los señores Lee? Pensó Jimin con las manos temblorosas.
Continuó pasando las hojas hasta que vio una foto que estaba suelta entremedio de la carpeta, en ella estaba su mejor amigo en un café sentado con el ceño fruncido frente a Hoseok, quien parecía estar hablando.
Dejó la carpeta a un lado cuando termino de ver el contenido y siguió hurgueteando en la caja, analizó un par de vales a nombre del padre de Taehyung con enormes cantidades de dinero escritas en ellos y más fotos del menor junto a Hoseok, solo y con él.
-¿Que es toda esta mierda?- susurró anonadado aún por todo lo que tenía en frente suyo.
Saco su teléfono y comenzó a tomar fotos de cada cosa que pudo. Tomó la pesada caja y la llevo de vuelta a su lugar.
Con el cuerpo tembloroso sacudió su cabeza y caminó a las escaleras para continuar con su búsqueda en el segundo piso, subió lentamente pues no se estaba sintiendo bien, llegó hasta la habitación de los señores de casa y otra vez hizo un escaneo cauteloso, encontrando finalmente en el armario del tío de Taehyung, libros completos con cuentas, nombres y bitácoras.
-Que demonios...- sollozó con terror.
Saco de un pequeño contenedor un par de documentos, todos estaban inscritos con nombres diferentes, más en cada uno estaba la foto del señor Lee.
Volvió a sacar su teléfono para tomar fotos, sin embargo no alzando a tomar muchas cuando la puerta principal comenzó a ser golpeada con fervor.
Jimin saltó en su lugar por el susto y corrió escaleras abajo con el corazón en las manos pues la puerta seguía siendo azotada.
-Pequeño, somos nosotros- escucho a Suga gritar del otro lado -Abre rápido-
Pestañeando confundido, el menor tomó el pomo del portal y lo giró lentamente siendo apenas capaz de abrir un centímetro cuando la puerta fue empujada con fuerza obligándolo a retroceder.
-Rápido alguien nos puede ver- vociferó Hoseok apenas entrando a la casa con un bulto en sus brazos.
-Pe..pero que mie..mierda- Jimin sentía que su cuerpo no iba a poder aguantar más sorpresas al ver a la Señora Lee llorando sosteniendo su mejilla obviamente lastima, y al señor Lee inconsciente en los brazos del pelinegro,
Hoseok casi arrojó al hombre sobre el sillón y rápidamente corrió al cerrar la puerta una vez Suga entrara con la dueña de casa. El menor algo perturbado, se quedó parado en la entrada sin ser capaz de moverse, más cuando Jaeri notó su presencia corrió a abrazarlo y a llorar con más fuerza.
-Jimin querido, estás bien gracias al cielo- sollozó la mujer -Pensé que estabas con Tae quizás donde- el pequeño sujeto la espalda de la señora y armándose de fuerzas la sostuvo sin llorar ni flaquear.
-¿Usted se encuentra bien?- preguntó.
-No puedo creerlo querido, no puedo creer nada de lo que esta pasando-
-Ey- llamó la atención de todos el pelinegro -Después habrá tiempo de llorar y hablar, ahora que tenemos a este infeliz- apuntó al sujeto tirado en el sofá -No tenemos tiempo que perder-
La mujer se secó las lagrimas rápidamente al escuchar a Hoseok, camino hasta ver a su esposo inconsciente y se atrevió a preguntar -¿Puedes decirme entonces quienes son ustedes? ¿Y porque están con Jimin?-
-Eso no es importante en este momento señora- respondió incómodo el pelinegro -Al igual que Jimin, somos amigos de Taehyung y solo queremos ayudar-
Jimin miro preocupado a Suga, quien se había mantenido en silencio junto al portal del living, y le indicó algo con un movimiento de cejas, logrando captar la atención de este.
-¿Que sucede pequeño?- le susurró al llegar junto a él.
-Es él- respondió con terror el menor -Encontré tanta mierda como no te imaginas Hyung- jimin saco su teléfono del pantalón y se lo extendió al mayor -Mira-
-Wow ese hijo de puta está hasta fondo en todo este asunto- exclamó con gracia el rubio al pasar las fotos.
-Pero necesito saber que sucede, mi sobrino está quizás en que lugar, por favor díganme que tiene que ver mi esposo con todo esto- suplico la señora Lee al ver que Hoseok se acercaba a los otros dos.
-Hope, es mejor que le digas- sugirió Suga con seriedad extendiéndole el aparato ahora a su amigo para que viera todo lo que Jimin había encontrado.
Hoseok pasó rápido las fotos, encontrándose con su propia imagen en el camino, la de SeokJin y por supuesto la de NamJoon.
-Maldita mierda, este tipo sabía todo y sobre todos- exclamo asqueado.
Le devolvió el celular a su dueño y alzó el mentón indicándoles que lo siguieran hasta donde se encontraba la señora de la casa, justo en medio de la sala, apunto de tener otro colapso por la falta de respuestas.
-Antes que todo debe estar tranquila, nosotros estamos aquí para ayudar a Taehyung, como le dije antes. No se asuste o alarme, de lo contrario no podrá ser capaz ayudarnos- volvió a sugerir Hoseok, tomando precaución pues había tomado la decisión de contarle todo a la mujer frente a él.
-Solo díganme algo, no comprendo que sucede con JongDae y menos con todos ustedes, ¿Como es que entraron a mi casa?- chillo la mujer hiperventilandose.
-Solo escuche señora- sugirió el rubio algo tosco como siempre -Hope le dirá todo, tome asiento-
Jimin corrió a ayudar a la señora Lee pues vio lo desorientada que estaba, la tomo de la mano y la llevo al sofá restante quedándose junto a ella.
-Mi nombre en realidad es Jung Hoseok..- aclaró su garganta un poco -Sinceramente, no se por donde comenzar, pero creo que es prudente que sepa que yo trabajaba con las personas que ahora tienen a Taehyung-
-¿Qu..ue?- levantó la vista Jaeri -¿Tu tienes a mi hijo?- la mujer intentó levantarse pero Jimin la sostuvo con fuerza -¿QUE QUIERES?- grito al verse atrapada -Llévate todo lo que hay en esta casa, no me importa nada, solo devuélveme a mi hijo-
-Yo no quiero nada- respondió Hoseok intentando mantenerse en calma -Solo escuche ¿de acuerdo?, yo se como trabajan esos tipos y es por que los conozco que descubrí también que ellos se llevaron a Taehyung por culpa de su esposo-
La mujer se quedó en silencio y volvió la vista a Jimin buscando en él el significado de las palabras dichas por Hoseok.
-No entiendo- le dijo al menor -¿Que tiene que ver JongDae en esto?- pregunto con llanto y desesperación -Dime Park Jimin- tomo al castaño del cuello de la camisa y lo sacudió con fuerza -Explícamelo-
Yoongi corrió a alejar a la señora Lee de Jimin pero este le indico al rubio que se alejara.
-Yo se que es difícil- susurró -Tae estaba conmigo cuando se lo llevaron esos malditos- Jaeri se detuvo al escucharlo y estrujó con más fuerza la tela en sus manos -Se que cree que lo que está sucediendo es mentira o un juego pero no lo es, Taehyung mi mejor amigo, esta ahora en un lugar desconocido con personas malas y solo nosotros podemos ayudarlo- lagrimas inconscientes comenzaron a caer de los ojos del menor -Así que por favor confíe en nosotros y déjenos explicarle todo-
-Mi Tae- sollozó la señora al caer finalmente en cuenta de la realidad -Mi pequeño- soltando al menor llevo sus manos a sus pecho y apretujó allí sintiendo que moriría.
-Su esposo le debe mucho dinero a un hombre muy poderoso- volvió a hablar Hoseok -Usó el nombre del padre de Tae para no ser localizado, pero a quien sí llegaron fue a Taehyung pues él es el único hijo del señor Kim-
-No puedo creerlo- Jaeri hundió su cabeza en sus manos negando con fuerza -Él no sería capaz.. no, él no me mentiría- afirmó sus codos en las rodillas haciendo que las lágrimas que caían de sus ojos, chocaran con el piso sin remedio.
-Señora Lee- la llamo Jimin con cautela -Es verdad, yo estaba aquí cuando ustedes llegaron porque debía buscar pruebas que comprobaran nuestra teoría respecto al señor Lee... y las encontré-
Jimin volvió a sacar su teléfono y el mismo comenzó a pasar las fotos que había tomado, cerciorándose de que la dueña de casa viera cada una de ellas.
Luego de que se terminaran, todos se quedaron quietos empezando alguna reacción por parte de la señora, pero nada pasó. Ella estaba sumergida en un silencio sepulcral el cual ninguno de los presentes se atrevió a interrumpir. Más al pasar un par de minutos, la mujer levantó la vista mirando hacia al frente lentamente, encontrándose con la imagen de su marido tirado en el sillón inconsciente. Con lentitud arrastró su propia mano hasta su mejilla lastimada y recordó lo que había pasado en la calle cuando iban por Taehyung. Recordó la mirada que tenía su marido, su expresión y la fuerza con la que la había golpeado. Ese era el verdadero rostro del hombre que amaba, después de tanto tiempo fingiendo se había sacado la máscara y le había demostrado de la peor manera quien era realmente.
Algo mareada por el cansancio emocional y toda la información que había recibido, giró su cabeza un poco y ahora miró a Hoseok. El joven tenía en su cara la tristeza viva, latiendo en sus ojeras y su piel demacrada.
-Tu..- carraspeó con dificultad -Tu eres el chico con quien Tae había estado saliendo- y no fue una pregunta.
-Si- respondió Hoseok sin vacilar -Se que no es el momento, pero quiero que sepa que no descansare hasta que Taehyung vuelva, incluso si tengo que dar mi propio cuerpo a cambio-
Ella asintió despacio, y se puso de pie. Ya no había llanto ni debilidad en sus pensamientos.
Camino hasta donde yacía su esposo y habló fuerte -No será tu cuerpo el que tendrán a cambio de mi sobrino Jung Hoseok- Lee Jaeri paseo su mano por la frente del hombre inconsciente -Si no el de este malnacido-